3:00 a.m. Desvelado, con la soledad a cuestas y la vejiga dando órdenes, me fui al baño arrastrando mis penas, y lo que nunca había visto antes, un tipo de insecto pequeñitito, estaba cerca del inodoro. El bichito activó mi alegría, me sentí acompañado. Le puse nombre y saludé. Cuando me oyó, salió disparado por debajo de la puerta. Malagradecido. En verdad que no todo el mundo está listo para querer como uno se merece.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.