Durante la creación del crucifijo que hoy cuelga en una de las capillas de la inmensa catedral episcopal Saint John the Divine en Nueva York, Keith Haring, abatido por el virus VIH, dijo que mientras creaba la obra no sentía la enfermedad. Pocos meses después de terminar la hermosa y lírica escultura murió.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.