Friday, September 9, 2016

Fuiste mi almohada y mi almohada fue vos

por tantas noches hasta que por haberla abrazado sin mesura, estrujado contra mi cara, babearme sobre su forro, besarla, acariciarla, y rascarla con mis sueños húmedos, se deshilachó, y los cálamos me recordaron que no estabas. 

No comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.