Friday, August 29, 2014

PRETENSIONES

¿Cómo puedes vivir pretendiendo
que eres superior a aquél cuando eres él
que eres aristocrático cuando eres pobre
que eres blanco cuando desciendes de negro
que eres hetero cuando te acuestan con los homos?

¿Cómo puedes vivir pretendiendo, cuando no eres el otro?

¡Qué viva el culo!

Aunque he escrito poemas y ensayos sobre el culo (véase entradas anteriores en este blog), es la JLo a quien se le reconoce el haber reivindicado la importancia estética de esta parte del cuerpo. Así lo confirma este artículo en El País. ¡Qué viva el culo!

http://smoda.elpais.com/articulos/la-nueva-reivindicacion-femenina-esta-donde-la-espalda-pierde-su-nombre/5242

Colonizado tres veces: por ser gay puertorriqueño niuyorican


“La memoria, colectivizada a cantazo limpio, gana estatus de verdad irrefutable en la imaginación popular, que la adopta ajena a sus implicaciones. Está en todas partes la hacienda…… En el paternalismo con que se espera que párvulos pobres trabajen para recibir el premio del patrón, asumido el prejuicio de que son miserables por vagos y faltos de iniciativa.” (Miguel Rodríguez Casellas. “Tanairi”. El Nuevo Día, 02/01/2013)

"Pues que le sirvan arroz con gandules" fue la respuesta ante la pregunta sobre las razones por las cuales García Padilla llevó a Obama a almorzar a una cafetería española donde no contratan puertorriqueños.

Su tono y desprecio por lo puertorriqueño era muy obvio. Es que somos vagos o quizás el arroz con gandules no es haute cuisine.

 Imagínese, ¡qué vergüenza!, ir a un restaurante puertorriqueño y que, por vagos, no le sirviesen a "nuestro presidente", o que le sirviesen comida tan pedestre.

El Presidente se comió un “border line” sándwich cubano: un medianoche. El “pues que le sirvan arroz con gandules” fue seguido con una carcajada, dicho por el “suburban Newyorican who had achieved the American dream. Whatever!”

- Asina mesmo – lleno de sarcasmo espetó el incrédulo jíbaro que no siente vergüenza ante su no estandarizada lengua materna, cuando sostuvo que en Puerto Rico hay negocios donde los dueños, extranjeros, no contratan puertorriqueños. Pero a los gays proto-burgueses no les importa, siempre y cuando puedan casarse. “One issue at a time, please!”.

El servir arroz con gandules le dio gracia, mucha gracia al joven niuyorican, activista pro-derechos de los gays, y miembro de las clases liberales americanas; y sirvió para darle un giro al debate sobre el almuerzo de Obama y García Padilla, y mover la discusión hacia la colonización de los puertorriqueños, los afroamericanos, latinos de todas especies y, “of course”, los gays niuyoricans: tres veces colonizados.

Junto al joven, como bien plantea Casellas, muchos otros acarrean los síntomas y prejuicios de la memoria, colectivizada que gana estatus de verdad irrefutable en la imaginación popular. Sin pensar mucho, no se dan cuenta que están promoviendo el paternalismo que espera que los pobres trabajen para recibir el premio del patrón, asumido el prejuicio de que son miserables por vagos y faltos de iniciativa.

La colonia coloniza y lo hace en su entorno y continúa mas allá de la colonia o los supuestos liberados; esos otros que se sienten al margen de ese proceso, o con ínfulas de haberlo superado. La discusión tuvo que parar ya que era víspera de la víspera de la víspera de Reyes, y había que buscar una buena fonda en Nueva York donde sirviesen todo aquello que resulta de una historia tan convulsionada, pero que logra, a pesar de los dolores históricos, un buen arroz con gandules a base de un buen sofrito que incluya recaíto, ají dulce, pedacitos de cerdo y jamón de cocinar.

“Heavy” el plato navideño como su historia, pero sabroso.

Wednesday, August 27, 2014

Por dentro te siento

Mi cuerpo, mis gestos,  te siento. 
Soy otro cuando estás por dentro.

Teorías para blogueros: círculos cerrados o abiertos

"La idea de círculo –cerrado, claustrofóbico, estanco– fue discutida por Jonathan Zittrain en su libro The Future of the Internet and How to Stop it (http://futureoftheinternet.org/), en el que cuestiona cómo la Web está mutando de ser un lugar abierto y de generación creativa a uno en el cual nos movemos en los “círculos” que generan artefactos/plataformas/ecosistemas prefabricadas por un “poder” central, sean éstas soft como Facebook o hard como el iPhone. La tendencia que marcó Zittrain en 2008 es la que lleva al futuro que imagina Eggers. Zittrain cree que revertir esa tendencia depende de los miles de millones de usuarios. Eggers no es muy optimista al respecto: juega con seis años de consumo prefabricado a su favor."
http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-253876-2014-08-27.html

Monday, August 25, 2014

Travestido Espíritu

No tengo que travestir con ropas para conocer mi travestido espíritu.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3582-2014-08-25.html

Friday, August 22, 2014

Crónicas y cuentos de aparecidos en la literatura infantil-escolar puertorriqueña (Boceto)

El estudio de las ideas "...nos permite descubrir las fuerzas motrices que informan el sustrato de nuestro ser cultural...., la perspectiva que nos corresponde como ser histórico" (Pérez Marchand 1969:598).

Estudiar todas las “fuerzas motrices”, ideas, artefactos, medios que forman el “sustrato” de la cultura de todo un pueblo es una labor agotadora; quizás, imposible, y al no poder investigar todas las fuentes, la pregunta consiste en cómo lograr esa labor tan abarcadora. Es la literatura escolar-infantil/juvenil uno de los sustratos; fundamentos ideológicos o estéticos que participan en la formación de la identidad de un pueblo. En la escuela no se estudia un poema o un cuento como un artefacto más para adquirir destrezas, conceptos o vocabulario controlado, al estilo de las llamadas series básicas que hoy abundan y reducen el proceso educativo a un lenguaje técnico y a conductas observables y medibles.

Se estudia la literatura como otra expresión que retrata y recrea la cultura; que recoge las ideas y sentimientos del entorno inmediato, y del universal y que describe el juego reflexivo y evolutivo en el que se involucran el lector, la  literatura y la cultura. Esa evolución ocurre en cualquier corpus literario, entorno geográfico y momento histórico. De esto no se salvan ni los puertorriqueños, ni tampoco su literatura, incluyendo la literatura escolar infantil.

La literatura infantil puertorriqueña retrata dicha cultura, fomenta su desarrollo, y al igual que toda relación simbiótica, se influyen mutuamente, cambian. Esta simbiosis, relación dinámica entre cultura y literatura obliga a estudiar la literatura escolar-infantil más allá del momento cuando se empiezan a escribir las primeras obras puertorriqueñas escritas expresamente para los niños: los cuentos de Eugenio María de Hostos (1839-1903) y los poemas de Lola Rodríguez de Tió (1843-1924). Los escolares, los niños y jóvenes puertorriqueños han sido expuestos y apoderado de obras no escritas necesariamente para ellos.

Antes de las primeras manifestaciones en el siglo XIX de una literatura infantil netamente puertorriqueña, surgen dos fuentes de obras escritas o formadas en el contexto de los primeros años de la colonia que más tarde influyen o conforman esa literatura infantil: la narrativa folklórica y las crónicas escritas por los colonizadores. Desde principios de la colonización, se comenzaron a escribir en Puerto Rico documentos históricos que resultan de las gestas llevadas a cabo por los colonizadores: las cartas, relaciones y las crónicas.

Sobre las crónicas nos dice Anderson e Imbert, "La documentación y explicación de esta empresa colonizadora, a través de este género, se convierte en una de la expresiones literarias en las nuevas colonias americanas, y, que, al contacto con la nueva realidad americana, adquiere fuerza creadora" (1960:11).

Las crónicas documentan la naciente historia puertorriqueña y sus dimensiones humanas; conforman las raíces de lo que más tarde se convertirán en leyendas o en modelos para cuentos, en fuentes de la literatura o en literatura como tal. Más allá de recoger el proceso colonizador, trascienden el mero papel de documento histórico, influyen las letras en general; en particular, la literatura infantil y dos de sus vertientes: las leyendas y los cuentos de aparecidos. Estos últimos - un tipo de relato muy particular en el entorno latinoamericano -gestan toda una tendencia literaria: lo mágico en las letras.

(Los cuentos de aparecidos y los fundamentos moralistas y pseudo científicos de las nuevas ideas pedagógicas han chocado, teniendo como consecuencia que dichos cuentos han desaparecido de las colecciones infantiles/juveniles que se publican y leen en las escuelas. ¿A qué le tienen miedo algunos adultos? Véase bibliografía).

Aquel asombro que proyectan y relatan los primeros cronistas, al encontrase con esos tan distintos pueblos, abrumadora naturaleza - tan difíciles de explicar, lleva a los pobladores (los nuevos y los allí encontrados) al mestizaje: literario, mitológico. De todas las crónicas escritas por los colonizadores españoles, dos de las mismas adquieren carácter permanente en el corpus de la literatura infantil puertorriqueña: "La muerte de Salcedo" y "La muerte de Sotomayor", escritas por Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), en su insigne obra Historia general y natural de las Indias, cuya primera parte se publicará en 1526.

En "La muerte de Salcedo", Fernández de Oviedo relata la estrategia, ahogaron a Salcedo, que usaron los taínos para conocer cuán humano eran los españoles. En la crónica sobre la relación amorosa entre Sotomayor y Guanina el cronista relata un amor al borde de tragedia griega, los Romeo y Julieta caribeños, inicios del discurso sobre el mestizaje que tanto ha calado en el psique latinoamericano, en esta caso, entre el colonizador y la hermana del cacique Agueybaná, y sus supuestas muertes a manos de los indígenas.

Ni en sus inicios estas crónicas eran literatura infantil, ni tampoco existía un pueblo puertorriqueño, pero ambos cuerpos se han estado influyendo, transformando, y por ende, demostrando cuan estrecha es la relación entre esta literatura y la formación de lo que es hoy la cultura puertorriqueña. Sus orígenes, sus mitos, historias se confunden. Cultura, textos, cuerpos y espíritus se influyen unos a otros; y las letras continúan recogiendo sus manifestaciones, los codifican.                                          
                                                           Bibliografía

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Wednesday, August 20, 2014

NEGROS, MORENOS, BOZALES, PARDOS Y CRIOLLOS

El cómo nos clasificamos, conceptualizamos, unos a otros determina el cómo nos tratamos y hablamos unos de otros: cuán dóciles, geniales, colonizados, sexualizados, idealizados, folklorizados.

"El negro gana algo de humanidad cuando se le manumite. Al liberto se le denomina moreno, voz proveniente de moro, el bérber norafricano de piel atezada. De idéntico modo el mulato( derivado de mula, descendiente del cruzamiento del asno con la yegua o caballo con burra) se convierte en pardo, voz proveniente del griego pardós, color castaño grisáceo, cuando se incorpora, aunque imperfectamente, a la vida civil, dado que las leyes recortarán, de modo expreso, sus derechos ciudadanos.". (Daniel Vidart. "Negros bozales y negros criollos".                http://www.bitacora.com.uy/noticia_4137_1.html)

Monday, August 18, 2014

Rio Piedras, 1964: Tutti Frutti, Las Watusis y el Estatus

No vayan a pensar que lo que viene mas adelante es sobre un grupo de rock que se llama Tutti Frutti y las Watusis; mas bien es sobre helados, watusis, y los papeles que algunos de ellos juegan  en el archipiélago portoricensis.

Tutti Frutti y Las Watusis eran los apodos, a sus espaldas, que cierto grupo de estudiantes gais usaban para burlarse y referirse a cuatro compañeros en la Universidad de Puerto Rico hacia  principios de los sesenta. Tutti Frutti, además de ser el nombre del nuevo helado importado, era un estudiante de corte y alarde hispanista, algo decimonónico en sus gustos y modales, bastante cursi, quien no le soltaba “ni pie ni pisá“ a los muy hispánicos, bastante enfundados, profesores de la UPR. Apodo tras bastidores, nadie iba a llamarle Tutti Frutti de frente a uno de los alzacolas de los profesores, y tener que atenerse a recibir muy malas calificaciones. Las Watusis eran tres estudiantes negros que le servían de coro griego a una mujer, estudiante de teatro, quien se atrevía vestir como africana, considerada la primera afro-céntrica puertorriqueña.

Usar estos apodos tras bastidores tenía su razón de ser: llamarle negro a alguien en Puerto Rico para referirse a su raza podía ser considerado ofensivo, se les llamaba trigueños; y si se usaba un apodo de ese tipo las consecuencias eran nefastas. Ya para ese momento los negros puertorriqueños no permitían que nadie los ofendiera públicamente, y su entrada y participación en igualdad de condiciones era protegido por el fluido estado de derecho. Claro, hay que aclarar que el discrimen seguía y sigue tras bastidores, solapado. Y llamarle Tutti Frutti, nombre de helado importado del norte, a un meticuloso, hispanista y enciclopédico gay en la colonia “usamericana” se explica por sí solo.

Esa extraña situación, negros afro-céntricos y mestizos hispanistas en una colonia caribeña “usamericana”, bordea en lo absurdo, fomenta contradicciones muy difíciles de resolver. La identidad étnica-racial-de clase social del colonizado, neo colonizado o proto-colonizado no llega con facilidad. Para la fecha en cuestión, algo quedaba de la colonia anterior, la española, que de alguna manera servía/sirve de referencia para un tipo de crítica, y para cierto grado de cinismo, frente a asuntos tales cómo comportarse o hacer alarde de pertenecer a cierta clase o grupo.

La poesía afro-antillana de Palés Matos, su Tembandumba  y el Conde de la Mermelada, servían de fundamento a los estudiantes que cotilleaban y planteaban las contradicciones que todavía seguían/ siguen sin resolver, reflejadas en los ritmos de “Tutti Frutti y las Watusis”.

Los finales de los cincuenta y principios de los sesenta recibieron en las universidades a los nietos y bisnietos de los puertorriqueños que se criaron bajo el régimen español; hijos de los primera generación que vivió/sufrió la “usamericanización”. Como parte de ese proceso político-económico-cultural, las antiguas heladerías nativas, con sus barquillas (conitos) hechas a mano y helados artesanales de frutas tropicales sin nada de mezclas o temprana fusión, se convirtieron en piezas de museo, y las cadenas americanas a lo Dairy Queen se apoderaban de los gustos homogenizados, “sanitizados” y “disneylandiados” de las nuevas clases medias.

Los vestigios del Puerto Rico de las décadas anteriores poco a poco desaparecían. Mucho menos quedaban watusis originarios de Watusilandia y los descendientes de españoles andaban con su “raja” o “mancha de plátanos”(mestizaje) a cuestas. Los hoy llamados afrodescendientes, quienes no tenían mucho que ver con el África ancestral, y los “tutti fruti”, nuevas-clases-medias, hacían su entrada masiva en la academia.

Algo quedaba de lo anterior, con alguna que otra rezagada práctica y creencia, pues como bien apunta cualquier sociólogo de pasillo universitario, las ideas no desaparecen tan rápidamente, se transforman sin perder sus raíces, y crean contradicciones. Algo molestaba entre los estudiantes: aquello que lentamente hacía su entrada en el psique de las nuevas generaciones, lo “usanormativo” y el arrastre del iluso hispanismo de los colonizados caribeños.

El uso del nombre de helado “usa-importado” y el señalar lo afro-céntrico servían como crítica a lo nuevo, a la vez que cuestionaba la reverencia que se le tenía al pasado pre EEUU. Por un lado, critica a la hipocresía de los puertorriqueños en cuanto a los asuntos raciales, mientras se burlan de lo negro, y critica a la pomposidad de los hispanistas; una lucha entre las contradicciones en el entorno de la colonia: nos “usamericamos” mientras nos burlamos del “usamericanizarnos”, criticamos la colonia española mientras nos apegamos a ella y reconocemos lo africano mientras lo despreciamos.

Es preferible camuflear las contradicciones, y evitar el cargar, a lo “new age”, “vibras negativas”.  Y eso fue lo que hizo una de las Watusis, camuflear, cuando se encontró con uno de sus antiguos correligionarios, cuarenta años mas tarde, en el muy "usamericano" bar gay, el Atlantic, del Condado en Santurce. Después s de terminar su grado universitario en historia, la Watusi consiguió una beca para estudiar en México, y cuando regresó, llegó transformado. En el bar, mirando hacia el mar, con una frialdad extraordinaria, nada afro-céntrico, le devolvió el saludo a un antiguo correligionario, uno de los que se reunían en las mesas negras del Centro de Estudiantes de la UPR, pues para esa época era en las mesas negras donde se sentaban los más atrevidos, los politizados “come candela” y todo aquel que obviamente no podía sentarse en las mesas donde  se concentraban los blanquitos isleños, los hijos de la burguesía reaccionaria..

Cuatro décadas más tarde, un elegante - hola - fue todo lo que dijo el ex watusi, seguido por un – ahora trabajo para – y mencionó a uno de los diseñadores de alta costura en el San Juan del nuevo siglo. De historiador al mundo de la “chicquería”: abandonó el afro-centrismo y entró a los círculos de la burguesía isleña. Quien una vez defendió lo racial como ente que definía cierto tipo de identidad y puesto dentro de la sociedad puertorriqueña, aceptó y se convirtió en parte de aquello que de cierta manera promovía/promueve y defiende lo que una vez su afro-centrismo criticaba. En cuanto al otro estudiante, el Tutti Frutti, cuentan los que lo han visto, que se graduó de un “college usamericano”, que vive en la Florida, está muy neo-criollizado, y dejó atrás el antiguo hispanismo de la colonia;  que descubrió y promueve la literatura “niuyorican”.

Atrás quedaron watusilandia, las mesas negras, y, de cierta manera, tolerar el desprecio paternalista que caracterizaba a muchos de sus antiguos compañeros de mesa, como quedaron atrás los helados de las Delicias en Ponce o el Café Plaza en Guayama, los que una vez fueron remplazados por las cadenas de heladerías gringas, y que luego, por aquello que las vueltas de la historia y sus significantes revelan, también desaparecieron. Las heladerías de hoy ofrecen helados tutti frutti, excepto que son preparados a base de frutas tropicales, no importados, vendidos en los comercios que los inmigrantes chinos controlan por cada rincón de los pueblos en las islas de los encantos, los “Chin Li Cream”.

La Respuesta Magazine publica ensayo "El 'to to' de Guillén culipandea....."

La Respuesta Magazine publica mi ensayo "El 'to to' de Guillen 'culipandea con Palés....."

Friday, August 15, 2014

LA FOTO DEL NIÑO EN FACEBOOK

La foto está allí en sus páginas de Facebook, junto a uno de sus santos protectores, como niño Jesús que acompaña a la Virgen María.

La foto del niño junto a uno de los padres cuenta la historia: dicen que fue comprado cuando bebé por uno de esos hombres gays del mundo occidental con suficientes recursos para ir a un país pobre a comprar sus niños.

La foto muestra un icono, una mercancía de bazar en pueblo de pobres, un juguete para los dos hombres que lo compraron.

La foto desarma, no enternece. Dicen que fue un negocio ilegal, al margen de lo que permite el Estado; una madre súper pobre o sin escrúpulos vende su hijo; una pareja de hombres que quieren jugar a mamá y papá lo compran.

La foto no es un recuerdo de un momento familiar; testimonia la falta de identidad y pregunta por el futuro de todos ellos.

Thursday, August 14, 2014

TU PIEL ES MI PIZARRA


el cuerpo embiste los intentos
de poseer el texto, todo 
de un zarpazo.


Por fuera 
la palabra pierde 
su intento
sola, no resiste el poder
de la otra
la palabra en el cuerpo
escrita con saliva
en temblorosos espacios 
relata tus sagrados textos.

SIN TI SOY OTRO

Te mentí.  No estaba con otro.
No quería sentir lo que deseo. 
El otro era yo. Sin ti soy otro. 

YO QUIERO SER TÚ


Yo quiero ser tú
Empatar tus hileras
Romper tus barreras
Yo quiero ser tú.

Estar en tus fiestas
Besar tus amigas
Comer tus manjares
Yo quiero ser tú.

Andar en tus patas
Sin regreso la ida
Estar en tu alma
No puedo ser tú.



(Poesías de La Ralea de la Academia y Lengua Española Puertorriqueña, 1965-1985)
http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2013/03/poesias-de-la-ralea-de-la-academia-y_23.html

Uruguay: El Partido de los Blancos y su candidato saludan a un morocho


En una foto que apareció en un periódico uruguayo el candidato de la ultra derecha no se digna ni mirar a la cara a quien lo saluda; extiende la mano con cara de disgusto mientras mira hacia otro lado.  El señor que lo saluda efusivamente proyecta la imagen del típico doblegado, no reconoce el desprecio que siente el muy mimado burgués por las masas.

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Monday, August 11, 2014

Robin Williams, la depresión, el suicidio RIP/QDEP

Y cuando crees que te has alejado de ella, se acerca, te encuentra, se mete por dentro, te azuza. Se repite. 

La repiten otros, con sus chistes, te arrinconan, te avergüenzan, te señalan. Desapareces.

-------------------------------------------------------------------- http://www.huffingtonpost.com/2014/08/11/robin-williams-dead-dies_n_5670050.html

Comentarios muy acertados para los que no la entienden

Liz Harper
As someone who deals with severe depression, I do not think most people understand that it has nothing to do with your success or security. It is chemical and usually has a component of low self esteem buried below the surface just waiting for you to get hungry, alone, lonely or tired. Lack of sleep can trigger it. We are soulful but oh so fragile. The humor makes us appear stronger than we actually are. Alcohol and drugs make it worse even though people self-medicate with them. That dance of fire between the depression and the creativity is a dangerous one and most of us get to close to the fire.
3 hours ago


Maureen Heisner Boyd
Liz that is a very good explanation of this debilitating disease. Just as people who lose "their sense of taste", those suffering with severe depression lose their ability to feel joy, no matter how much in their life might be joyous.
3 hours ago

Sunday, August 10, 2014

Isadora de Quito

Sus largas y bien delineadas piernas la llevaban casi flotando por la avenida Amazonas. Nada intervenía en su paso, ni las miradas de algunos o el insulto de otros. A sus veinte y tanto años, madurados a fuerza de una voluntad de hierro, no temía ni al más guapo ni al más moralista. No la conocí personalmente. Su historia la relató una de sus mejores estudiantes: La Luchi. 

A los quince años, La Luchi tenía muy claro qué quería hacer con su vida: transgredir las formalidades del pequeño mundo provinciano de Quito, y para lograrlo necesitaba la mejor y más reconocida maestra de travestis. 


No podía hacerlo por sí sola, y qué mejor que una reconocida experta: La Isadora de Quito. 

Sus primeras palabras las recuerda hoy como si estuviese allí, en Quito, donde aprendió su más preciada carrera, y le sirven a La Luchi en su rol como docente de travestis.  

- Una voz masculina tiene que ser modulada. Unas facciones duras deben ser suavizadas con el maquillaje. Un caminar torpe requiere ser reemplazado por un andar seguro y con movimientos suaves pero seductores. El ajuar no es un disfraz, no quieres imitar a nadie, es lo que va a proteger tu cuerpo y proyectar tu sentido de la estética. Tu nueva sensibilidad, al borde de lo femenino, que sirva de velo a lo masculino, lo que nunca debes perder. Es vivir en ese borde lo que nos hace diferente y lo que nos da la razón de ser, lo que te trajo donde mi.

La vida en una ciudad tan conservadora, religiosa y patriarcal no eran las mejores condiciones que se requieren para poder ejercer tan noble e importante carrera. A La Isadora, un trago aliviaba las dificultades, dos de más activaban la ira que tanta represión causaba.Tres  tragos la liberaban; y a cantar lentas y tristes rancheras mexicanas. 

Los tragos de más le abría las puertas a la ira, y navaja en mano cortaba a quien se atreviese cuestionar su yo, o agredir a sus estudiantes. Navaja o no, al otro día estaba siempre listo para ejercer y cumplir con sus dos responsabilidades: peluquera y maestra de travestis. 

La Luchi estudiaba letras durante el día, y de noche asistía a los talleres que ofrecía la Isadora de Quito. Sus lecturas en la facultad explicaban y expandían lo que La Isadora presentaba en sus talleres, pero a la misma vez lo alejaban del entorno donde se podía poner en práctica lo aprendido. 

Foucault, Barthes, Vallejo le abrían las puertas que separaban los cuartos del mundo que la Isadora construía en sus conferencias y demostraciones; convertían a Quito en un mundo más angosto, provinciano. Al ver la lucha interna que estaba sufriendo La Luchi, en el preciso momento cuando este último conoció al magnate que lo invitó al extranjero, La Isadora aprovechó la ocasión para decirle -Va a llegar la hora en que no vamos a caber las dos en Quito, no pierdas esta oportunidad y vete.

La Luchi no se había fijado en las lagunas creadas por las diferencias de clase que las separaban. Si La Isadora aprendió fuera de su hogar a ser delicada y tratar de trascender los valores del barrio La Floresta, La Luchi había crecido en un ambiente pequeño burgués que hacía de esos valores parte de su diario vivir. 

El mundo de la peluquería sostenía conversaciones que se repetían a diario, y no iban más allá de lo pedestre, lo doméstico. El mundo de la facultad de letras obligaba a una continua reflexión que llevaron a La Luchi a hacer comentarios que más de una vez, bajo dos tragos de más, acercaron los dedos de la Isadora a su continua compañera, la navaja. 

Su rubio-oxigenado pelo, estatura alta, espaldas anchas,  tez cobriza cincelada por el tiempo y la crianza en La Floresta contrastaban con los de la Luchi: pálido, delgadito, de semblante delicado. A La Isadora su porte y procedencia de clase le restaban posibilidades de ser conquistada por los hombres que deseaba. 

Cuando ambas se encontraban en los bares donde iban a poner en práctica lo aprendido en los talleres, sus deseados proletarios se inclinaban hacia las más joven y delicada Luchi; y en eso momentos, como buena maestra, su orgullo por haber conseguido que su querida estudiante manejara las destrezas de una bien realizada travesti frenaba lo que en otras circunstancias, navaja en mano, hubiese sido motivo de guerra.

- Vete. Y no olvides de vivir en ese borde que separa los dos polos que nos controlan - fueron sus palabras de despedida el día antes de que La Luchi partiera para el extranjero - que por ahí vienen mis nuevas estudiantes y no quiero que me vean con el rimel regado por los cachetes.

Saturday, August 9, 2014

La Tiza Argentina

Un largo y estridente crujido acompaña las letras escritas en cursivo sobre la antigua pizarra. Los dientes no aguantan el ruido agudo que surge de la mano de la recién llegada maestra. Aprieta y presiona la tiza mientras escribe y pronuncia cada una de las letras.

- ¿Irá una ele aquí o una zeta acá? ¿Por qué escogerá palabras que no conocemos? A veces, ni la entiendo.

La espigada y vertical maestra, horrorizada con el pésimo manejo de la escritura y una pronunciación heredada de a saber qué culturas, decidió que, antes que nada, dedicaría todos sus esfuerzos a erradicar lo que era la peor trampa que les ponían los poderosos a los marginados, los desterrados, los estancados en el subdesarrollo: el desconocimiento del idioma. Las demás materias podían esperar, el lenguaje no.

Tuvo que abandonar su país de origen, para exiliarse en este gueto neoyorkino. El gueto reafirmó sus convicciones. Después de todo, si algo aprendió en la cárcel la ex prisionera política fue la relación entre la ignorancia y el fascismo.

El terminar de escribir lo que parece ser una de las palabras más largas del idioma castellano tarda mucho más que el tiempo que le toma a la maestra dictarla y corregirla en la pizarra. "Descabellado" dicta lentamente la sobria mujer cuarentona, sus uñas perfectamente pintadas rayan la pizarra y emiten el desestabilizador ruido.

"Descaveshado" escribe el jovencito de unos once años, sin saber lo que significa.

- Descabellado, con doble ele y b. ¿De dónde has sacado esa s y h? B de burro.

"Shaves" escribió e joven. La maestra corrigió; escribió "llaves".

Primero dicta la palabra; luego para que aprendan a auto corregirse, los estudiantes las escriben en la pizarra: las acertadas y las que contengan errores. Ella vuelve a la pizarra y escribe al lado la versión correcta;lentamente, presionando la tiza, circulando cada letra. La doble erre aparece en la pizarra, se descubre acompañada por el agudo chillido de la tiza.

La escritura es dirigida por esos largos y finos dedos, acentuados por las uñas color rojo subido que bordean la tiza sin llegar a tocarla. Escribe una ele, la borra, escribe una erre, una ele de nuevo, borra de nuevo, y por fin, se fija para volver a la doble erre. Las letras se confunden en el papel. El zumbido que sale de la pizarra nubla cada palabra. No sabe qué escribir.

- ¿Qué hago frente a la i? ¿Pongo o no el acento ortográfico? ¿Lo pongo o no lo pongo? Esta palabra me da más trabajo que las otras, muy larga. ¿Cómo se pronunciará? Con esa forma de hablar y ese ruido en la pizarra, esta clase me va a costar los dientes. ¿Por qué no usa otra tiza?

Tuesday, August 5, 2014

La locura no se repite

Albert Einstein: “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez, y esperar resultados diferentes”, y en muchos casos se consiguen. El hacer no controla lo hecho.

Monday, August 4, 2014

La locura no tiene bordes

Borrar las rayas permite travestir la palabra, de grafía a grafiti.

Sunday, August 3, 2014

La locura no es tangible

La forma más eficiente para aislar al que nos mira y nos ve es catalogarlo como loco.
¿Quién es el loco?

Dominguín, Guayama - Nueva York

"... que el tiempo no me mueve/ yo me muevo con el tiempo” (Calle 13, La vuelta al mundo )

Guayama, 1950, capital de los colonizados, era como le llamaba el maestro de historia en nuestra querida escuela superior. Aquella escuela, donde al haberme atrevido a expresar mi más completo sentido del ser, fui convertido en burla de los mediocres, los cafres, con quien estudiaba. La abandoné antes de graduarme.

"Dominguín, patín, chus" me gritaban todo el tiempo.

Antes de tratar de conseguir trabajo con la Madame, la conocía de oídas; las vecinas, más bien eran chismorreos del notorio barrio, mencionaban a la modista, a la mejor modista del pueblo. Les cosía a las señoras bien (me imagino que si había señora bien, habría las no bien y luego las peores). Madame porque ella juraba que era francesa, aunque si uno se fijaba, tenía su ladito negro, pues el pelo y otros detallitos del mulato blanco la delataban.

De la modista no se hablaba tanto en el barrio; eran los partos y andanzas de los hijos de la pobre Marta lo más mentado. Uno de ellos era un vago; a otro, las drogas lo enloquecieron; y al más chiquito se lo mataron en Corea.

A mí la vida de Marta me tenía sin cuidado y sólo prestaba atención cuando hablaban sobre la modista. A pesar de que sólo era un adolescente, ser diseñador de modas era mi vocación y soñaba con conocer a la Madame. Sentía en mis entrañas que iba a moverme de la Madame a conseguir trabajo en los talleres de modas de San Juan, a conocer mujeres elegantes y volar y volar y volar era mis planes y sueños.

Mas como dice la canción: "la vida te da sorpresas".

La oportunidad me llegó cuando trajeron la noticia: el hijo de Marta, otro muerto en Corea. Fue un sábado cuando llegaron las terribles nuevas. No las trajo un militar como en otras ocasiones; las anunció el vocero de nuestro pueblo: Juan Sin Fin.

"Muere un puertorriqueño más en las guerras orientales": gritaba en todas las esquinas el auto-didacta de la libre expresión - su auto-descripción. Aunque, todo el mundo lo conocía como Juan sin Fin porque nunca paraba de hablar.

Inmediatamente me ofrecí para ir a ayudar a Marta, llevar la ropa y finalmente introducirme en el mundo en el que quería estar.

En el preciso momento que mamá le dijo a Marta que le habían matado a su hijo en Corea, ésta cayó con un ataque de nervios, seguida de Toña Velorios, que ni corta ni perezosa, siempre que hubiese alguna muerte en el barrio la sufría igualito. Por eso le decían Toña Velorios, no se perdía uno. Lo único era que los ataques de Toña eran como más escandalosos.

Los gritos de las mujeres fueron opacados por la sirena de la ambulancia municipal y por los abrazos del alcalde. Sin encomendarse a nadie, al enterarse de la noticia, el insigne corrió a prestar ayuda a la madre de otro soldado del pueblo que murió en la guerra. Toña, al ver que el alcalde sólo permitió que la ambulancia se llevara a Marta, se movió hasta casa para llorar junto a mamá y las demás vecinas.

Los muchachos del barrio, noveleros como siempre, al oír la sirena se fueron en carrera detrás de la ambulancia, imitando su sonido de emergencia, para ser parados como por arte de magia por la figura de Juan Sin Fin. Aproveché todo aquel revolú, me vestí con lo último de la moda y a la casa de Madame a continuar con mi trama.

No mas toqué la puerta y la Madame me vio, dijo: "Patín, ¿tú aquí?".

No sabía que ella me conocía y menos con el sobrenombre que me gritaban los muchachos. Guayama se me hizo más pequeño, el mundo se achicó. Coser, San Juan y la fabulosidad soñada desapareció. No era sólo Patín para los cafres; era Patín para todos ellos, para el pueblo entero.

Regresé a mi casa, le dije a mamá que me mudaba para Nueva York y hasta el sol de hoy. Lo gracioso es que acá todo el mundo me conoce como Patín y no tiene que ver con lo de ser pato ni caminar como si anduviese en un patín. Simple y llanamente soy Patín.

(A Dominguín lo conocí en su pulcro y exageradamente cuidado apartamento en la Calle Cuatro y la Segunda Avenida de Manhattan. Vive en pareja con un cubano que conoció hace alrededor de cuarenta años, justo cuando el exiliado llegó a los EEUU. Su relación es algo parecida a la de una pareja tradicional: papeles muy definidos. Para ellos, eso de dos hombres gays vivir en pareja no es parte de sus esquemas. Se conocieron en la fábrica donde Patín cosía y el cubano trabajaba de conserje. Hoy están retirados y se dedican a viajar, ver telenovelas y acostarse temprano.)

Saturday, August 2, 2014

El clóset de ensueño

- Segismundo, Segismundo....
- ¿Qué pasó?, nena.
- Sal de ese encierro, que tengo que limpiar el clóset. 
- 'tas loca, ahí no entra ni la Kant, Lacán, o la Calderona; mucho menos, mi madre.