Thursday, February 28, 2013

Tutti Frutti y las Watusis: Rio Piedras (1964) – Santurce (2004)

No vayan a pensar que lo que viene mas adelante es sobre un grupo de rock que se llama Tutti Frutti y las Watusis; mas bien es sobre helados, watusis, y  los papeles que algunos de ellos juegan  en el archipiélago portoricensis.

Tutti Frutti y Las Watusis eran los apodos, a sus espaldas, que cierto grupo de estudiantes gais usaban para burlarse y referirse a cuatro compañeros en la Universidad de Puerto Rico hacia  principios de los sesenta. Tutti Frutti, además de ser el nombre del nuevo helado importado, era un estudiante de corte y alarde hispanista, algo decimonónico en sus gustos y modales, bastante cursi, quien no le soltaba “ni pie ni pisá“ a los muy hispánicos, bastante enfundados, profesores de la UPR. Apodo tras bastidores, nadie iba a llamarle Tutti Frutti de frente a uno de los alzacolas de los profesores, y tener que atenerse a recibir muy malas calificaciones. Las Watusis eran tres estudiantes negros que le servían de coro griego a una mujer, estudiante de teatro, quien se atrevía vestir como africana, considerada la primera afro-céntrica puertorriqueña.
Usar estos apodos tras bastidores tenía su razón de ser: llamarle negro a alguien en Puerto Rico para referirse a su raza podía ser considerado ofensivo, se les llamaba trigueños; y si se usaba un apodo de ese tipo las consecuencias eran nefastas. Ya para ese momento los negros puertorriqueños no permitían que nadie los ofendiera públicamente, y su entrada y participación en igualdad de condiciones ers protegido por el fluido estado de derecho. Claro, hay que aclarar que el discrimen seguía y sigue tras bastidores, solapado. Y llamarle Tutti Frutti, nombre de helado importado del norte, a un meticuloso, hispanista y enciclopédico gay en la colonia “usamericana” se explica por sí solo.

Esa extraña situación, negros afro-céntricos y mestizos hispanistas en una colonia caribeña “usamericana”, bordea en lo absurdo, fomenta contradicciones muy difíciles de resolver. La identidad étnica-racial-de clase social del colonizado, neo colonizado o proto-colonizado no llega con facilidad. Para la fecha en cuestión, algo quedaba de la colonia anterior, la española, que de alguna manera servía/sirve de referencia para un tipo de crítica, y para cierto grado de cinismo, frente a asuntos tales cómo comportarse o hacer alarde de pertenecer a cierta clase o grupo. La poesía afro-antillana de c
Palés Matos, su Tembandumba  y el Conde de la Mermelada, servían de fundamento a los estudiantes que cotilleaban y planteaban las contradicciones que todavía seguían/siguen sin resolver, reflejadas en los ritmos de “Tutti Frutti y las Watusis”.
Los finales de los cincuenta y principios de los sesenta recibieron en las universidades a los nietos y bisnietos de los puertorriqueños que se criaron bajo el régimen español; hijos de los primera generación que vivió/sufrió la “usamericanización”. Como parte de ese proceso político-económico-cultural, las antiguas heladerías nativas, con sus barquillas (conitos) hechas a mano y helados artesanales de frutas tropicales sin nada de mezclas o temprana fusión, se convirtieron en piezas de museo, y las cadenas americanas a lo Dairy Queen se apoderaban de los gustos homogenizados, “sanitizados” y “disneylandiados” de las nuevas clases medias.  Los vestigios del Puerto Rico de las décadas anteriores poco a poco desaparecían. Mucho menos quedaban watusis originarios de Watusilandia y los descendientes de españoles andaban con su “raja” o “mancha de plátanos”(mestizaje) a cuestas. Los hoy llamados afrodescendientes, quienes no tenían mucho que ver con el África ancestral, y los “tutti fruti”, nuevas-clases-medias, hacían su entrada masiva en la academia.  

Algo quedaba de lo anterior, con alguna que otra rezagada práctica y creencia, pues como bien apunta cualquier sociólogo de pasillo universitario, las ideas no desaparecen tan rápidamente, se transforman sin perder sus raíces, y crean contradicciones. Algo molestaba entre los estudiantes: aquello que lentamente hacía su entrada en el psique de las nuevas generaciones, lo “usanormativo” y el arrastre del iluso hispanismo de los colonizados caribeños.

El uso del nombre de helado “usa-importado” y el señalar lo afro-céntrico servían como crítica a lo nuevo, a la vez que cuestionaba la reverencia que se le tenía al pasado pre EEUU. Por un lado, critica a la hipocresía de los puertorriqueños en cuanto a los asuntos raciales, mientras se burlan de lo negro, y critica a la pomposidad de los hispanistas; una lucha entre las contradicciones en el entorno de la colonia: nos “usamericamos” mientras nos burlamos del “usamericanizarnos”, criticamos la colonia española mientras nos apegamos a ella y reconocemos lo africano mientras lo despreciamos.  
Es preferible camuflear las contradicciones, y evitar el cargar, a lo “new age”, “vibras negativas”.  Y eso fue lo que hizo una de las Watusis, camuflear, cuando se encontró con uno de sus antiguos correligionarios, cuarenta años mas tarde, en el muy "usamericano" bar gay, el Atlantic, del Condado en Santurce. Después s de terminar su grado universitario en historia, la Watusi consiguió una beca para estudiar en México, y cuando regresó, llegó transformado. En el bar, mirando hacia el mar, con una frialdad extraordinaria, nada afro-céntrico, le devolvió el saludo a un antiguo correligionario, uno de los que se reunían en las mesas negras del Centro de Estudiantes de la UPR, pues para esa época era en las mesas negras donde se sentaban los más atrevidos, los politizados “come candela” y todo aquel que obviamente no podía sentarse en las mesas donde  se concentraban los blanquitos isleños, los hijos de la burguesía reaccionaria..

Cuatro décadas más tarde, un elegante - hola - fue todo lo que dijo el ex watusi, seguido por un – ahora trabajo para – y mencionó a uno de los diseñadores de alta costura en el San Juan del nuevo siglo. De historiador al mundo de la “chicquería”: abandonó el afro-centrismo y entró a los círculos de la burguesía isleña. Quien una vez defendió lo racial como ente que definía cierto tipo de identidad y puesto dentro de la sociedad puertorriqueña, aceptó y se convirtió en parte de aquello que de cierta manera promovía/promueve y defiende lo que una vez su afro-centrismo criticaba. En cuanto al otro estudiante, el Tutti Frutti, cuentan los que lo han visto, que se graduó de un “college usamericano”, que vive en la Florida, está muy neo-criollizado, y dejó atrás el antiguo hispanismo de la colonia;  que descubrió y  promueve la literatura “niuyorican”.
Atrás quedaron watusilandia, las mesas negras, y, de cierta manera, tolerar el desprecio paternalista que caracterizaba a muchos de sus antiguos compañeros de mesa, como quedaron atrás los helados de las Delicias en Ponce o el Café Plaza en Guayama, los que una vez fueron remplazados por las cadenas de heladerías gringas, y que luego, por aquello que las vueltas de la historia y sus significantes revelan, también desaparecieron. Las heladerías de hoy ofrecen helados tutti frutti, excepto que son preparados a base de frutas tropicales, no importados, vendidos en los comercios que los inmigrantes chinos controlan por cada rincón de los pueblos en las islas de los encantos, los “Chin Li Cream”.

 

Tuesday, February 26, 2013

Huellas al revés

Qué sabias son las huellas, de ambos
Caminadas al revés, nos han llevado
Evidenciado cada paso, cada marca
Por largos caminos, las huellas opuestas
El amor trazan, el recuperado por ambos
El que vino luego de la ida, caminado al revés.

http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4050174581903665051#editor/target=post;postID=2011390239838369860

http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2013/03/poesias-de-la-ralea-de-la-academia-y_23.html

Homosépticos en el Supremo de Puerto Rico

¿Cómo se siente el condenado en la tierra, perseguido y apedreado, acusado de abominable, bestia, quien no pidió nacer con sus deseos y sentimientos, en su estado, ese estado, a merced de las turbas, que bajo el poco caritativo manto religioso fomentan el odio, las palizas, los asesinatos, le señalan culpas, lo obligan a callar, y tantas veces, los llevan al suicidio?

¿Cómo se siente la niña acosada por los tergiversados discursos, las amenazas de destierro, sacarla del seno de su hogar; y sus madres juzgadas, solo porque se atreven a reclamar su derecho a buscar la paz y la protección legal de sus hijos, la tranquilidad de todos?

¿Cómo se siente el hombre con muchas décadas de vida y recuerdos, acompañado por el temor a la burla, el ¡ay, chus!, tantas veces gritado, repetido en la escuela, la calle, a quemarse en el infierno, y no en el de la biblia, en el de la casa, la plaza, la boda, el bautizo; obligado a tolerar, o dejar todo atrás: familia, pueblo, trabajo, y empezar de nuevo en otros espacios, caminar por otros caminos?

¿Cómo se siente el cristiano, el reverendo, la monja, el sacerdote, los que citan a Jesús, " que tire la primera piedra", mientras ellos las recogen en el camino,  las comparten con los tantos, todos dispuestos a acusar, culpar, desterrar, y tirar la primera, la segunda, las muchas piedras?

¿Cómo se sienten ante el sentimiento ajeno?

Monday, February 25, 2013

Cronistas

En el mundo (…) hay algunos que no saben nada y estudian para saber, y estos tienen buenos deseos y vano ejercicio, porque al cabo solo les sirve el estudio de conocer cómo toda la verdad la quedan ignorando. Otros hay que no saben nada y no estudian porque piensan que lo saben todo; (…) a estos se les ha de envidiar el ocio y la satisfacción y llorarles el seso. Otros hay que no saben nada y dicen que no saben nada porque piensan que saben algo de verdad, pues lo es que no saben nada, y a estos se les había de castigar la hipocresía con creerles la confesión. Otros hay (…) que no saben nada, ni quieren saber nada, ni creen que se sepa nada y dicen de todos que no saben nada y todos dicen dellos lo mismo y nadie miente (QUEVEDO)".

Sunday, February 24, 2013

Crónicas y Espiritus (Boceto)

 Las crónicas y los espiritus en la literatura infantil-escolar puertorriqueña (Boceto)

El estudio de las ideas "...nos permite descubrir las fuerzas motrices que informan el sustrato de nuestro ser cultural...., la perspectiva que nos corresponde como ser histórico" (Pérez Marchand 1969:598). Estudiar todas las “fuerzas motrices”, ideas, artefactos, medios que forman el “sustrato” de la cultura de todo un pueblo es una labor agotadora; quizás, imposible, y al no poder investigar todas las fuentes, la pregunta consiste en cómo lograr esa labor tan abarcadora. Es la literatura escolar-infantil/juvenil uno de los sustratos; fundamentos ideológicos o estéticos que participan en la formación de la identidad de un pueblo. En la escuela no se estudia un poema o un cuento como un artefacto más para adquirir destrezas, conceptos o vocabulario controlado, al estilo de las llamadas series básicas que hoy abundan y reducen el proceso educativo a un lenguaje técnico y a conductas observables y medibles.

Se estudia la literatura como otra expresión que retrata y recrea la cultura; que recoge las ideas y sentimientos del entorno inmediato, y del universal y que describe el juego reflexiv y evolutivo en el que se involucran el lector, la  literatura y la cultura. Esa evolución ocurre en cualquier corpus literario, entorno geográfico y momento histórico. De esto no se salvan ni los puertorriqueños, ni tampoco su literatura, incluyendo la literatura escolar infantil.

La literatura infantil puertorriqueña retrata dicha cultura, fomenta su desarrollo, y al igual que toda relación simbiótica, se influyen mutuamente, cambian. Esta simbiosis, relación dinámica entre cultura y literatura obliga a estudiar la literatura escolar-infantil más allá del momento cuando se empiezan a escribir las primeras obras puertorriqueñas escritas expresamente para los niños: los cuentos de Eugenio María de Hostos (1839-1903) y los poemas de Lola Rodríguez de Tió (1843-1924). Los escolares, los niños y jóvenes puertorriqueños han sido expuestos y apoderado de obras no escritas necesariamente para ellos.

Antes de las primeras manifestaciones en el siglo XIX de una literatura infantil netamente puertorriqueña, surgen dos fuentes de obras escritas o formadas en el contexto de los primeros años de la colonia que más tarde influyen o conforman esa literatura infantil: la narrativa folklórica y las crónicas escritas por los colonizadores. Desde principios de la colonización, se comenzaron a escribir en Puerto Rico documentos históricos que resultan de las gestas llevadas a cabo por los colonizadores: las cartas, relaciones y las crónicas. Sobre las crónicas nos dice Anderson e Imbert, "La documentación y explicación de esta empresa colonizadora, a través de este género, se convierte en una de la expresiones literarias en las nuevas colonias americanas, y, que, al contacto con la nueva realidad americana, adquiere fuerza creadora" (1960:11).

Las crónicas documentan la naciente historia puertorriqueña y sus dimensiones humanas; conforman las raíces de lo que más tarde se convertirán en leyendas o en modelos para cuentos, en fuentes de la literatura o en literatura como tal. Más allá de recoger el proceso colonizador, trascienden el mero papel de documento histórico, influyen las letras en general; en particular, la literatura infantil y dos de sus vertientes: las leyendas y los cuentos de aparecidos. Estos últimos - un tipo de relato muy particular en el entorno latinoamericano -gestan toda una tendencia literaria: lo mágico en las letras (véase bibliografía).

Aquel asombro que proyectan y relatan los primeros cronistas, al encontrase con esos tan distintos pueblos, abrumadora naturaleza - tan difíciles de explicar, lleva a los pobladores (los nuevos y los allí encontrados) al mestizaje: literario, mitológico. De todas las crónicas escritas por los colonizadores españoles, dos de las mismas adquieren carácter permanente en el corpus de la literatura infantil puertorriqueña: "La muerte de Salcedo" y "La muerte de Sotomayor", escritas por Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), en su insigne obra Historia general y natural de las Indias, cuya primera parte se publicará en 1526.

En "La muerte de Salcedo", Fernández de Oviedo relata la estrategia, ahogaron a Salcedo, que usaron los taínos para conocer cuán humano eran los españoles. En la crónica sobre la relación amorosa entre Sotomayor y Guanina, el cronista relata un amor al borde de tragedia griega, los Romeo y Julieta caribeños, inicios del discurso sobre el mestizaje que tanto ha calado en el psique latinoamericano, en esta caso, entre el colonizador y la hermana del cacique Agueybaná, y sus supuestas muertes a manos de los indígenas.
 
Ni en sus inicios estas crónicas eran literatura infantil, ni tampoco existía un pueblo puertorriqueño, pero ambos cuerpos se han estado influyendo, transformando, y por ende, demostrando cuan estrecha es la relación entre esta literatura y la formación de lo que es hoy la cultura puertorriqueña. Sus orígenes, sus mitos, historias se confunden. Cultura, textos, cuerpos y espíritus se influyen unos a otros; y las letras continúan recogiendo sus manifestaciones, los codifican. 
                                               
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Saturday, February 23, 2013

Bruselas, 1971

Verano: El frío en Bruselas me llegaba hasta los huesos. Antes de volver a la universidad, esperaba pasar un verano de grand tour europeo, a lo chica ingenua americana (Audrey Herpburn, here I come) y no aquel otoño en junio: gris, completamente gris. La zona de la ciudad donde estaba el hotel, un crucigrama de concreto,  reflejada en el espejo del cuarto, contorneada mi imagen y la de la telaraña en la esquina de la habitación: foto de feria, una obra futurista abandonada a la suerte.  Dejé los cafés de Amsterdam para venir a este noveau trasnochado. Salgo a pasear.

Flirteo: La gran plaza contenía las miradas de los turistas. Con la caída de la noche cobraba su función primordial: divertirlos. Todos se movían al unísono, acompañaban el juego de luces que alumbraban los detalles de sus edificios. Entre los miles de espectadores se encontraban algunos que giraban sus miradas, de las paredes alumbradas por los juegos de luces a otros espectadores, y otros, y otros, y otros; reciprocaban, se reconocían, tasaban.

Mareo: Una vez en la plaza, mi cabeza empezó a dar vueltas, a reconocerme en aquel, enfoco en uno, no, vueltas, miradas, cambio la vista a las luces, el otro, del norte de la plaza al sur de la plaza, al oeste de la plaza, al este de la plaza: un ballet en cuatro por cuatro, al cuadrado.

Semestre académico: En un pupitre doy vueltas por esta plaza, otras plazas. Junto al profesor, en Nueva York, de vuelta, doy vueltas. Paseos, palabras, gestos, se juntan todas las plazas. Me levanto, dejo la clase.

Thursday, February 21, 2013

Lo Particular ≠ Lo Genérico

Uno  de los principios fundamentales que subyace la pedagogía, la enseñanza  y el aprendizaje, sostiene que en una de sus etapas, los estudiantes usan un particular para referirse a un genérico. Las  investigaciones piagetianas, los trabajos de Ferreiro, Teberosky, Cárdenas proveen evidencia que permite entender este supuesto teórico; y sirven como punto de partida para estudiar en otros campos la relación que existe entre la percepción que tiene un sujeto sobre un dado fenómeno y sus expresiones sobre el mismo.

En una reunión en PR, un grupo de cinco hombres gays, anti-colonialistas y fuera del closet, discutían el estado de la sociedad puertorriqueña. Tres de ellos procedían de las clases obreras de la isla, graduados de escuelas públicas y de distintas universidades; los otros dos habían estudiado en exclusivos colegios privados, y pertenecían a familias ligadas a ciertos círculos exclusivos de San Juan. Su análisis y reflexiones  sobre el status político y los efectos sobre las islas de PR no variaban mucho. Era la actitud hacia lo puertorriqueño lo que marcaba las diferencias entre ellos.
La diferencia en la actitud  parecía haber sido definida por sus procedencias de clase, sus vivencias y educación. Mientras dos de ellos, sin caer en el folklorismo insulso, se referían a los problemas de la isla desde una perspectiva política, sus instituciones y su relación con el status; otros dos hablaban del asunto partiendo desde los puertorriqueños mismos. Su análisis consistía en despreciar a los puertorriqueños. Los primeros separaban la experiencia más amplia de lo que comprende la “puertorriqueñidad” de la realidad política. Los dos últimos no podían separar la conceptualización de lo puertorriqueño de la realidad histórica que es impuesta desde afuera;  daban la impresión de que ellos  no se percibían como miembros de esa comunidad. El quinto observaba, documentaba y callaba.

Algo parecido presentan Edgardo Rodríguez Juliá cuando en sus ensayos se refiere a los jibaros como cafres; o cuando Luis Rafael Sánchez presenta a los inmigrante en “La Guagua Aérea” como chusma; y Ana Lydia Vega recrea a los niuyoricans en “Pollito Chicken” como tontos colonizados y que para ser concienzados se rquiere una buena “chingada”. No pueden distinguir entre un particular y lo genérico.
Al despreciar el jibaro, el inmigrante, el niuyorican se desprecian a sí mismos. Y despreciarse a sí mismo o al significativo otro es uno de los resultados que traen las relaciones coloniales, neo-coloniales, esclavistas. Representa(n) al jibaro,  los puertorriqueños, los negros, los gays, los dominicanos, los pbres como si fuesen una sub-especie humana, con características tan fijas que los acercan más al comportamiento automático de ciertos animales y no como seres reflexivos y pensantes.

La colonización, los colonizadores y sus descendientes es un tema que no puede discutirse en blanco y negro. ¿Pueden los descendientes de los colonizadores ser evaluados de la misma manera  que los que no lo son? En particular cuando son estos los que más se benefician de las nueva relaciones coloniales. ¿No son estas ideas, residuos de la colonia anterior? La colonia sicológica es tan nociva como la geográfica-económica-militar.  Aunque los puertorriqueños no fuesen colonia política de los EEUU, sus problemas de clase, color de piel y apellidos continuarán siendo contaminados por esos otros factores que tanto afectan el cómo se percibe el mundo.
El elemento primordial del control social sobre tal o cual grupo se encuentra en la estrategia de la distracción; la que desvía la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas; estrategia que usa la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales que sirven para ayudar a los que viven en los márgenes del poder a tomar conciencia sobre quiénes controlan y cómo controlan.

En Puerto Rico, recientemente, mientras las masas marchaban en contra de que le otorguen derechos a todos y, por ende, ser protegidos contra el abuso doméstico, sus líderes religiosos no se tienen que preocupar por rendir cuentas sobre sus bienes bancarios, sus abusos de poder, sus vínculos con grupos y políticos siniestros, su servicio a los corruptos, lo neo-colonizadores* (un tema para seguir….)



 
* "El vicepresidente (argentino) Amado Boudou advirtió.... 'al. colonialismo que sigue acechando detrás del capital financiero'."  (Página12. Buenos Aires, 21 de febrero de 2013)


 

Palabras ajenas

Me dejaste solo, rodeado de palabras.
Callan mi voz. Ellas, solo ellas hablan.

Recuerdan nuestra primera cama,
nuestro primer cine. La mirada recuerdan. 

En Santa María, la Católica de Ponce,
me juraste amor eterno.

En el ya desaparecido Hotel Palace,
del Viejo San Juan me llevaste por Paris.

Frente al Cairo, el café en Rio Piedras,
consolaste mi miedo al sentir que no volvías.

En Nueva York, Frankfurt, Madrid, Quito,
en Guayama te creí. Junto a otros te creí.

Como suvenir de feria en Coney Island,
las palabras siguen molestas por estar sin ti.

Me hablan, se quejan; silencian las mías.

O, ¿fui yo quien no regresó?
Solo recuerdo las palabras.

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Wednesday, February 20, 2013

Salir del Closet (Armario) y los Seis Grados de Separación

‘The imagination has moved out of the realm of being our link, our most personal link, with our inner lives and the world outside that world -- this world we share. What is schizophrenia but a horrifying state where what's in here doesn't match up with what's out there?” Six Degrees of Separation, John Guare

Mrs. Cooper was amused, though not very; puzzled, rather. ‘How can any woman tolerate that? I’d divorce him.’
‘Of course you would. But then, you’ve got the two things Jane hasn’t.’
‘Ah?’
‘One; dough. And two: identity.’…. ” La Cote Basque, Truman Capote

Quizás porque el desbalance que ocurre durante la formación y transformación de la identidad es más poderoso que la identidad misma, o que las fuerzas que la moldean, ese todo y su lucha contra las partes,  es causa para que haya muchos más fuera del closet que los que se atrevieron, una vez fuera, a quitarse todos los disfraces que dentro del armario vestían. Mantienen los seis grados de separación.

Lolo es uno de esos, de los “desarmariados”, que no se quitaron todas las capas y capas que  en el closet vestían. Marcha en pro de los derechos de los LBGTT, y desde que se mudó a su nueva etapa, todos los años, antes del desfile de carrozas y “carrozos” ofrece un desayuno al cual invita a un montón de hombres cuarentones y cincuentones; algunos son imitaciones de muchachos de veinte o treinta y pico años*, copias de los hipsters de Loisaida o del Williamburg en Brooklyn. Valga la aclaración, en Loisaida, ese emblemático barrio niuyorkino, los gais hipsters-tardíos solo llegan hasta la Avenida C, y en el Williamsburg no bajan hasta los Sures. Ni a la D ni a las calles que comprenden los Sures se acercan por miedo a tener que bregar con los puertorriqueños.
Al igual que Lolo, salieron del armario pero no soltaron las prendas que vestían algunos de sus antiguos personajes. Votan por Obama, jamás serán vistos con los “Log Cabin Reublicans”; tampoco comerán en la Fonda de Yeya (Ya ustedes lo saben, la Fonda de Yeya está en la avenida D y por allí va mucha lesbiana latina, come candela y bien izquierdosa), y ellos son progresistas de salón, de marchas digeridas, homogenizados y protegidos por el status quo. El NYT, “always after, much later after the fact”,  y El Pais “madrizleño”, escriben crónicas - excepto que este último, como los guebos del perro, lo documenta  “much, much, much later”,  sobre los gustos de los muy tardíos hipsters. SoHo exhibe sus cuadros, y las librerías venden sus libros.

Lolo y sus amigos conforman “le radical chic”, liberados de salón que no tienen que “joderse” y dar la cara todos los días cuando ni la calefacción ni el agua caliente les llega a los de la D y los Sures, o la policía acosa a los hijos de los negros y latinos para continuar con el muy fascistoide “stop and frisk”, el programa de anti-crimen-mano-dura que promueve su alcalde, jefe de policía y la fuera del closet, pero no fuera de su disfraz, lesbo-presidente del Consejo Municipal. Que los amigos de Lolo no traspasen esos seis grados de diferencia que los separa de los pobres, los “poor peoples of color”, se puede explicar fácilmente; sus procedencias suburbanas, clases medias norteamericanas en busca del “I am ok and you are ok”, no los prepara para dar el salto; pero Lolo es otra historia.
Lolo es latino, hijo de la pobreza en Latinoamérica. La ignorancia y miedo a caminar por la Avenida D o los Sures que tienen o sienten los otros, los clases medias, no se aplica a Lolo. Con Lolo no es ignorancia, puede que sea miedo y no a la pobreza. Su disfraz lo protege de mismo. Dentro de su nuevo círculo de amigos alega que procede de la alta burguesía; se viste de rancio abolengo. Dejar atrás todos sus antiguos armarios incluiria reconocer y despojarse de una vida de servicio y crianza, que tiene distintos nombres y cuyas funciones varían de país en país, de familia en familia. Algunas veces sus nombres son genéricos: la muchacha o el muchacho. En otros, los eufemismos esconden sus papeles en las vidas domésticas de cada familia. En Puerto Rico hasta los años cincuenta eran conocidos como hijos de crianza: servían, cuidaban los hijos, cocinaban, hacían mandados, En Haití, los “restaveks” pueden vivir vidas de verdaderos esclavos.

Para Lolo, marchar o vestirse y andar con los hombres gays clases medias de New Jersey o Long Island o Iowa – los que ayudan a desplazar a los pobres, “gentrify” Chelsea o el nuevo East Village – incluye esconder su antigua vida, y pretender que estuvo en un closet donde vivió, no dentro, pero al margen del mismo. Salir de tantos armarios es demasiado trabajo, muchas penas que expiar. Para los muchos Lolos que marchan por la Quinta cada junio de cada año, quitarse las antiguas ropas, todas las que antes vestían, implica armar y desarmar sus propios armarios. Es preferible el closet genérico - el que hoy venden los periódicos muy liberales, “after the fact”, los liberados de salón, los “trends setters”, la moda, y muchos, pero muchos de los que hoy reclaman haber salido del closet, pero que se han quedado en otros closets -, a desnudarse por completo y salir de todos los armarios donde cada uno vive. Es muy difícil deshacerse de tanto disfraz,  salir de tantos closets.      

*(Sobre el closet donde se guardan los disfraces que visten las edades, ya he escrito anteriormente; y ¡qué difícil es cambiar de ropas!
 

Saturday, February 16, 2013

ékfrasis, la mona lisa y otras aulas de travestis

Eso es lo que eres, una travesti, una descarada. Si crees que con tu sonrisita y tu boquita apretujada me vas a engañar, te equivocas. Si crees que al vestirte de gris con una ropa tan sobria me vas a seducir, ni lo pienses. Te he leído hace mucho tiempo. Conocí quién eres y de dónde vienes. Me informé muy bien sobre tus juegos con tu gran maestro. Travesti. Eso es lo que eres una vulgar y vividora travesti.

¡Y qué ayudante! ¡Y qué e aprendiz! ¡Ja! Lacra, parásito. La historia te ha delatado. ¡Esos colores! Ese efecto vaporoso, esa superposición de varias capas de pintura extremadamente delicadas, esos contornos imprecisos, esa vaguedad y lejanía no esconden quien eres. Basura.

¿Profundidad? ¿Tú? Profundidad tenía quien te hizo. Eras un don nadie, y tu maestro fue el que te dio poder, permanencia, historia, eternidad histórica. Tu yo quedó detrás de los óleos, los contornos imprecisos; y el maestro, a propósito, te envolvió en esa especie de niebla para difumar tu perfil y darle más importancia a la atmósfera; a la recreación de tu yo que a tu yo mismo. Si no fuera por el cuadro, hoy no estarías aquí.

Mira como te miran mis estudiantes, perplejos, no están acostumbrados a que nadie te hable así, a que te las cante sin predicamentos, a mostrar tu verdadera cara. Tan buenos, tan obedientes, tan embelesados ante tanta belleza, cultura, tan impresionados por ti y lo que representas. Tan en busca del lenguaje fosilizado, de las interpretaciones en la academia. No eres la única vividora. Ellos también lo son. Aquí están en espera de hacerse miembros de los escogidos, los que residen en las torres de marfil. Los que flotan sobre las masas son tan vividores como tú. ¿Por qué se van? ¿A qué le tienen miedo? ¿A otra versión del mundo?

Mira a quien tienes al lado. A la muy doméstica ama de casa, siempre esperando frente a esa ventana, aburrida. Vete a trabajar, vaga, deja de estar dependiendo de tu marido. Vestida para jugar el papel que te corresponde. Por lo menos el otro se vistió de mujer y transgredió. Tú no te atreviste. Cumpliste con lo que te decían que fueses. Te ves llena de tranquilidad, feliz y agradecida por lo que Dios te ha dado. ¿Es que no sabes que es el dinero que le deben los españoles es lo que los hace a ustedes ricos? ¿Es que no reconoces que los españoles explotan a los esclavos, a los indígenas para pagarles a ustedes el dinero que le deben? Y no hablemos de los que  recojen las especies. Con ese modelito de tejidos flamenco, con ese sombrerito de muy fino lino. Tan lindo, blanquito.

¿Se van? Cobardes, para eso se matricularon, para no atreverse a... Flamenca de mierda, contigo y con Vermeer hablo más tarde. 

"The Laramie Project"

Hace unos años, una muy liberada educadora, freiriana y activista pro derechos humanos (los que le convienen en su carrera) me vio con dos amigos - dos fashionistas, bastante "amanerados"dirían otros, flaquitos y a la moda -, no me saludó, pretendió que no me vio, y que estaba hablando por el celular. 

( -¡Guau! – diría Mafalda. Distinto al diablo, más sabe el homo por homo que por viejo)

A los dos o tres días la freiriana me volvió a ver, y entonces me dijo - Te vi cuando ibas con las dos loquitas.

(-¡Guau, guau! - de nuevo)

La homofobia tiene sus peores manifestaciones en los asesinatos y constantes suicidios, pero también en CÓMO tratamos a los otros, los otros otros.....

Es preferible cargar la "pajita en el hombro' ("the chip on the shoulder") y atreverse a delatar, a pasar por amargado, rencoroso en vez de callar.  Es preferible el yo acuso en vez de ser apreciado como  un gay simpático y encantador proto-burgués de buenos modales......

http://theater.nytimes.com/2013/02/15/theater/reviews/the-laramie-project-at-bams-harvey-theater.html?hpw&_r=0

Friday, February 15, 2013

La Hipotenusa

La Hipotenusa se enamora de seres en busca de Godot. Casi siempre son heterosexuales cuyas identidades son más fluidas que el gas. Por haber estudiado matemáticas puras en la universidad, cada vez que quiere recalcar algo las usa como referentes, y por eso le apodan la Hipotenusa. Estuvo perdidamente enamorado de su último amor, quien era su “raíz cuadrada”.

Conoció a quien fue su teoría de Fermat en una clase que tomamos juntos, sobre nuevas formas de enfocar la filosofía, en el muy liberal New School for Social Research.  En un lado estaba yo y del otro, su perdido deseo. Aquella mala ecuación amorosa comenzó cuando el profesor presentó sus ideas sobre el material a estudiar: no creía en asignar lecturas o trabajos, y que las teorías y planteamientos filosóficos evolucionarían como resultado de revelaciones internas, que luego podían ser comparadas con los trabajos de otros y decidir si confirmaban o no nuestros postulados.

La sonrisa de la Hipotenusa, su mirada evidenciaban un desbalance entre el matemático puro y el puro perderse en el espacio que el profesor planteaba. Me miró, sonrió, movió su cuerpo geométricamente y el ángulo que su cuello formaba lo llevó a quedar de frente con el estudiante que estaba del otro lado: el artista de quien se iría enamorando poco a poco durante el resto del curso.

Cual coordenadas armoniosas, las ideas del artista concordaban con los postulados del profesor. La cara de placer y el desbalance de la Hipotenusa sirvieron de motor generador para buscarse continuamente, armar tremendas discusiones, desear uno, la Hipotenusa, el cuerpo del otro y el otro, el artista, desear aquella cuadriculada cabeza.

Al terminar el semestre, el artista se involucró en distintos proyectos: pintaba grafitis sin son ni ton por las paredes públicas de la ciudad, documentaba los sonidos y el espacio en que éstos se encontraban, creaba categorías y, luego, formulaba teorías sobre cada ambiente en específico; teorías a las que llama desorden armonioso. Sin dar explicaciones se alejó de la Hipotenusa.

Si alguien de nuestro cerrado circulo le preguntaba por el artista, la Hipotenusa justificaba su pérdida con la frase que se hizo famosa entre nosotros, “se multiplicó por cero y se eliminó a sí mismo”.

El Body Politique


Two very interesting comments on USA’s politics posted on the discussion forum that follows Paul Krugman’s article, “Rubio and the Zombies” http://www.nytimes.com/2013/02/15/opinion/krugman-rubio-and-the-zombies.html?hp&_r=0

1. Markus Stokmaier (Germany)
“So the problem I identify is the difficulty in the US to get new parties established.
I read all that moaning and whining about the huge influence and stability of an anti-intellectual thinking school benefitting in the end only a tiny circle within the top layer of money aristocracy. Wasn't the creation of democracy supposed to relieve modern societies of that worry?

I think the game theory of US elections is outdated. imho, if the discussion were to go to the roots it should be directed to the effects of the "winner-takes-it-all" way of vote counting, the ease within a proportional parliament to let new parties rise, the effectiveness of the mere threat of new parties in enforcing new-fact-acceptance, and the benefits of coalition treaty negotiations in grinding-down of ideologic craziness.

A last point: in a multi-party system some parties can focus on facets of society life, whereas in your two-party system each party is required to offer an all-encompassing philosophy of life. So people vote according to the social environment they grew up in, instead of according to own thinking and vivid discussing with family, friends and colleagues.”
2. Terence (Canada)
“Apart from being easy victims of zombie ideas, Americans have one other attribute: obstinacy. No mind in the United States ever changes, it seems. Even the most innocuous idea in the press is excoriated by the most vehement, illogical, insulting comments: this paper being the sole exception (and I read tens of newspapers each day, and until latterly, the comments pages). But I digress. These zombie ideas exist because their perpetrators - congressmen, senators, etc. - have no vested interests in the consequences. They, if not by the time of their election, certainly after it, are in the 1 percent, and if they get enough publicity, their stock rises , and they become rich. So why represent the interests of the little people? There's nothing in that for them. The way your politics are played out daily, in full view of the world, is a pathetic demonstration of venality, corruption, and irresponsibility worthy of any third-world plutocracy: it makes me wince.”