Friday, August 31, 2012

El Culo y el Yin/Yang del Jíbaro


Darle el culo al Jíbaro no ocurrió de la noche a la mañana. La edad, (a)sexualidad e incomodidad con mi papel en la sociedad me sirvieron de motivo para aceptar la propuesta del Jíbaro. Una vez me explicó sus intenciones, usarme como conejillo de indias (véase al calce un enlace al blog Culo, Poesía y Reciclaje*), me dediqué a investigar un poco sobre el tema; la relación entre los gases y el ser.  

Ya que la medicina occidental no aceptaba tal proyecto, fue la medicina tradicional china la que me ayudó a entender que mi cuerpo reflejaba una cosmología. Un excelente orientalista y médico cubano, don Teocracio Bajaonda, quien también se había interesado en las perfectas dimensiones de mi culo, me explicó la relación entre el yin-yang, los dos aspectos del Ch’i, la energía o hálito primario, y los gases.

Aunque dicha filosofía establece cualidades opuestas para el yin (como el frío, la humedad, la oscuridad y lo femenino) y el yang (el calor, la sequedad, la luz y lo masculino), no se trata de algo estático, pues en esta dualidad se presenta un constante recambio entre los dos elementos.
El diagrama que me presentó el doctor Bajaonda enumeraba las bacterias, virus y  los gusanitos que en mi cuerpo vivían, muchos de ellos eran consecuencia de la enorme cantidad de guayabas que comía en mi Caribe natal. El muy detallado organigrama sirvió como agente catalítico para aceptar que podía transformar la función del estómago, los intestinos y el culo.

¡Eureka! Descubrir que mi cuerpo era un ente dinámico, y que, cual colmena, alojaba otros muchos cuerpos,  me ayudó, por un lado, a minimizar el sentido de soledad y, por otro, a reconsiderar que mi ser no se limitaba a un solo Ch’i, pues se nutria de los Ch’i de los gusanitos, bacterias y virus que en él se alojaban. Con esta información me dirigí donde el Jíbaro, acepté  su propuesta y viví lo anteriormente relatado en otro cuento.  

¡Milagro! Una vez gaseé al Jíbaro, mi identidad cambió por completo. Al yin-yang del Jíbaro interactuar con mis gusanitos, bacterias y virus, podía asumir cualquiera de sus funciones, incluyendo la del Jíbaro mismo. Por fin, era uno y todos a la vez.  

Thursday, August 30, 2012

CCNY and the blogger


"To describe and reflect upon the personal experience within the context of an educational institution is to study and evaluate the implementation of educational ideas, methods and procedures.  It is only through the documentation of personal anecdotes, case studies, that possibilities,  contradictions can be revealed, studied, and evaluated for further educational planning and change." (Notas de un investigador. Manuscrito #11, 2012)

"At the CCNY School of Education it was quite clear that a significant group of so called multicultural, progressive educators were only progressive when it came to talk, talk, and talk. As previously documented on this blog, their actions were far from inclusive and, quite often, betrayed their own ideas. From Piagetian to Skinnerian in seconds: case study on contradictions, traditions.". (Notas de un investigador. Manuscrito #12, 2012

Tuesday, August 28, 2012

Blogging Theories


“When the researcher and  subject/ object are one and the same in the educational context (whatever the substance, phenomena),  the anecdote and/or experiment will be kantially determined.  The blogger writing on his personal experiences, anecdotes, will reveal the inner workings of larger issues and communities; and represents the participation of larger number of subjects in the social/linguistic/etc. etc. documentation of contemporary society, institutions”.    (Notas de un investigador. Manuscrito #10, 2012)

* http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2012/09/primera-persona.html

Monday, August 27, 2012

the City College and ‘la isla de la simpatía”


Juan Ramón Jiménez was so impressed by a particular Puerto Rican quality, the smiles, that the Nobel laureate wrote a book, Isla de la Simpatía*, dedicated to this marvelous and soothing quality.  Puerto Ricans in Puerto Rico smile when greeting you; and they do so whenever they encounter each other, unless they are in some kind of struggle, but other than that they smile. Though, most Puerto Ricans in New York have not lost this quality, not all have kept smiling when encoutering each other.

When I started to work at the College, there were seven Puerto Ricans working at the School of Education. By the end of the seventies, most of them were either not given tenure, or, for obvious reasons others decided to leave. It was the seventies and all of these faculty members integrated the political situation of these unique colonials with the content and process of educational programs. The very progressive school did not seem to be very interested in identifying and hiring members of this ethnic group. It is easier to discuss and study Dewey and Piaget without having to face issues of colonialism in your backyard, linguistic and political oppression.

Not until the late eighties and nineties, when it was convenient for the School to bring Puerto Ricans into the faculty, my own sense of loneliness and defensiveness began to fade away. Other than two or three colleagues, the rest was simply a bunch of dishonest characters dressed up as progressives; pleasant but “hipócritas a la máxima potencia.” Thus, when Puerto Ricans were brought to work in a place where my accent and educational ideas were continuously under criticism, it was great once more to be surrounded by people I thought would understand where I was coming from and support me. And to some extent they did, until the Puerto Rican “sonrisa” showed me how naïve I was.

When coming across one of the new employees, I gave her a big smile. She looked at me and continued walking as if I did not exist. I shared my bewilderment with another colleague who most probably told the “seriota” (this is the term PRs use to refer to people who do not smile); and suddenly, whenever I went into the office of the “seriota” everyone in the office where the “seriota” worked was smiling at me and sarcastically saying, “Hello, Gerardo”.  I went from cultural solidario to a payaso.

It was very naïve on my part to think that simply because someone was a PR I was going to be greeted with courtesy and cultural understanding. Luckily I had my friends with whom I shared everything that happened at the very progressive school, and while smiling they answered, “¡Por favor. El amor y el interés fueron al campo un día y pudo más el interés que el amor que te tenía. Además, no todos los boricuas sonríen todo el tiempo!”  

*"Hay entre nosotros un vínculo muy grande. Nos parecemos mucho. San Juan se parece a Cádiz. … La manera de hablar de ustedes me recuerda mucho a la de Andalucía, no sólo por el tono, sino también por la riqueza del léxico. Esa riqueza idiomática la he encontrado aquí. Es su virtud más fuerte, la poesía del idioma en la invención del vocablo. Y esa virtud la tienen ustedes. Nos parecemos también en la belleza del paisaje, aunque en ustedes se manifiesta más dulce, el tipo de la arquitectura, las flores, en fin, variedad de cosas que me recuerdan a Andalucía a cada momento. En los ojos de las gentes se expresa todo eso. Son como espejos de la belleza exterior. Y, además, por la inteligencia de la gente del pueblo y de los niños que he visto me parece estar en Andalucía."  (Ricardo Gullón, El último Juan Ramón, Ediciones Alfaguara, 1968, pág. 18. en
http://ramonfernandez.revistaperito.com/DospoemaJuanRamon.htm)  

 

Sunday, August 26, 2012

Asina, Dir, Veí

Asina, dir, veí no eran fósiles que estudiábamos en la escuela. Eran las palabras de mis viejos. Ambos, jíbaros de pura cepa del Jájome pre-chicquería de San Juan. Jíbaros que mascaban tabaco y escupían salivas negras en el patio de la casa, en el barrio donde se burlaban del asina, el veí y el dir. Palabras que, junto al dejar el tabaco, aprendieron a callar; obligados por los hijos que le decían “mamá, papá, se dice así, ir, vi”. Obligados por hijos, vecinos urbanizados, proletarios y profesionales, a dejar de ser lo que en un momento fueron. Hoy,  otros vecinos quieren seguir avergonzando: por ser puertorriqueño, por ser maricón.  Que si vivimos del “welfare” (bien común). Que si somos colonizados. Que si tenemos de negro. Que si somos pecadores.



Dir, veí, asina son evocadas por la muy enciclopédica profesora en City College que corregía, avergonzaba públicamente a los estudiantes puertorriqueños cuando estos soltaban una “comel” o un “perrro”; mucho más preocupada por unos estándares que por el estado de ánimo o ilusión de aprender que los jóvenes llevaban a su salón de clases. En el ensayo “Lenguaje, Dialecto e Ideología”, Emilia Ferreiro, al igual que Pablo Freire en Pedagogía del Oprimido, sugiere que los maestros al imponer - distinto a explorar o conocer - las normas del idioma, reproducen los valores de la clase dominante. Incluso, aquellos de corte izquierdista, se convierten en instrumentos de los que se benefician de la opresión del significativo otro.
Veí, asina, dir son recuerdos de una colonización que no termina, independencia nacional o no; al ser jíbaros, blancos entre comillas, tenían muy claro que si dejaban de mascar tabaco, cambiaban su léxico, derivados, fonemas podían entrar a espacios que le eran prohibidos a los más trigueños. Ironía o contradicción, los más trigueños en el pueblo que siempre mira hacia el Caribe eran los que en una época se encargaban de corregir. Los más trigueños conocían sus fronteras, sus censuras, sus vedas, las burlas; aquellas de las que no podían salir. Los más trigueños siguen sufriendo los vestigios de la colonia anterior, y los nietos del jíbaro hoy presiden los clubes privados de los cuales una vez fueron excluidos los asina, vei y dir. 

   

  

Saturday, August 25, 2012

Escrituras

En todas sus interacciones con el texto, las grafías, los signos, el escritor-lector busca darle significado a lo que enfrenta, y organiza lo aprendido dentro de sus esquemas afectivos e intelectuales. Se expresa de acuerdo a esta organización y formulación de su significado, y lo hace dentro de un entorno cultural, histórico en particular.  

"Jorge a los 3 años, 4 meses denomina a los textos acompañados de imágenes como cincos que   dicen cuatros.
Maestra: ¿Qué es?
Jorge  (ante el dibujo:) Payaso
Maestra (ante un garabato-texto): ¿Qué le pusiste acá al payaso?
Jorge: Cinco
Maestra: ¿Qué dicen estos cincos?
Jorge: Cuatro"   (Ferreiro, Emilia. Nuevas Perspectivas sobre los Procesos de Lectura y Escritura. Mexico: Siglo XXI Editores, 1982.)

Un grupo de intelectuales latinos en NY criticaba (algo burlones, los literatos) la pedagogía. Ninguno había leído a Freire, Illich o conocía los trabajos de Ferreiro, Cárdenas, Iglesias. Tampoco se les había ocurrido que Platón sugería métodos pedagógicos, más antiguos que sus novelitas renacentistas.Mucho menos podían entender cómo piensan los estudiantes y qué hacer ante esa diversidad de pensamientos. Allá ellos.





 

Blogueros y Verborrea


“Si queremos que la filosofía juegue un rol, incluso político, en la cultura hodierna, lo mínimo es ser claro. Hay un complejo entre los académicos de que lo profundo y difícil debe ser incomprensible”. Gianni Vattimo

Leí un engorroso ensayo en la revista electrónica, 80grados, donde el autor se regodea en su propia verborrea. Me puso de mal humor. Me pregunté por qué; y me di cuenta que en una época pensé que si no se escribía así, lo escrito no tenía valor. Hoy, después de leer a Freire y hablar con Yeyita, la de la Quince (vecina de un barrio de Santurce) reconozco que el valor está en las ideas y, a veces, en el estilo, pero no en la verborrea; y me molesta el seguir pensando que la verborrea desestabiliza.

Muchos literatos boricuas, anti yanquis pero muy euro-céntricos, escriben de forma tan rebuscada, tan figurado su lenguaje, que aunque pretenden ser izquierdosos, con su estética post-modernista fomentan un elitismo que ayuda a reproducir la separación de las clases, y todos los males que el esnobismo acarrea.

 

Thursday, August 23, 2012

Culo, Poesía y Reciclaje (relatos con enlaces-links)


Ya no cago. Hace años que no cago. No es por razones patológicas. Mi salud está como coco. No cago porque he logrado poder evacuar sin tener que llevar la excreta hasta el culo;  mi cuerpo se encarga de reciclar la mierda. La convierte en gas antes de que esta salga fuera del mismo.

Mi culo no es el culo de JLo. Simple y llanamente es mi culo. La JLo es todo nalgas. No, yo. Mis nalgas son menos voluptuosas, aunque más delicadas y duritas que las de la López. Mi culo es poesía. Por eso, quien me llevó a usarlo como instrumento técnico de reciclaje de la mierda, primero escribió versos y letanías sobre mi culo. Publicó sus poemas y letanías en un blog que mantiene sobre la vida de los homosexuales durante la era pos Stone Wall.
Fue un científico y mal comprendido poeta jíbaro, quien con su enorme talento para inventar lo que a nadie más se le ocurre, me ofreció mucha plata si le prestaba mi culo. Se lo puse a su disposición, siempre y cuando no abusara del mismo. No eran mis nalgas lo que al jíbaro le interesaba, ni tampoco, en el sentido estricto de la palabra, le interesaba mi culo. Fue su intención, por un lado, poetizar sobre el ano y luego  usarme como conejillo de indias para investigar si sus teorías sobre la emisión y reciclaje de gases podían ser comprobabas. Para eso, la investigación científica y no para la poesía, necesitaba un culo que tuviese ciertas dimensiones, y el mío, después de medirlo y estudiar sus propiedades cumplía con sus requisitos literarios y científicos. 

Mi culo tiene una circunferencia perfecta, criterio fundamental que guiaba la selección del ano por parte del jíbaro y que sirvió de punto de partida para investigar si cumplía con otros requisitos formales, sus colores y olores. 
Nada de pelos ni hemorroides. Sus arruguitas, sin mayor pronunciamiento, y  que fuese rosadito con alguna que otra tonalidad marrón. Los olores fueron más problemáticos y se resolvieron con un cambio en la dieta y uso de jabón. Nada de Maja o Yardley, jabón sin perfume y hecho a base de caléndula. Una vez completó el estudio de mi culo, me cambió la dieta y, fundamentándose en los  ejercicios que sugiere el yogui Arivhanda Moombai en su libro, Poses Anales y el Desarrollo Espiritual, comenzó con el estiramiento anal. ¡Como sufrí!

Una vez aprendí a expandir y contraer el orificio anal, comenzaron los ejercicios de respiración. El jíbaro consiguió que otro yogui, Malahonda Raja, me entrenara en el arte de respirar por el culo. Malahonda, un americano originario de Iowa,  me entrenó  vía Skype a inhalar y exhalar aire; ejercicios que luego me llevaron donde el propósito del jíbaro: usar la capacidad para inhalar con fuerza y así poder mover las entrañas de manera que continuamente revolviera la excreta por dentro, cual procesador de alimentos, hasta triturarla y convertirla en gas.    
Lo que no me esperaba es que, después de que me pidió meter un dedo y jugar con mi ano, metió otro dedo, luego la mano, hasta que entró su cuerpo completo en mi cuerpo. Logró lo que a principios me había dicho; y yo, al no prestarle atención no vi cuáles eran sus verdaderas intenciones. No quería ni que se lo comiesen los gusanos, ni terminar en forma de cenizas; mucho menos regresar al polvo.*

 

Amor Comprado


Galletas dulces compra, vende la señora
Por quererme tanto, le cargo su compra
Dos galletas, dos palabras, gracias señora
Dos galletas de amor me dejaron saber
El amor compensado por la compra
Cargada con agradecimiento, enjoyada
La señora compra la carga del amor.

Nunca más las volví a ver, a las señoras
Las compras repartieron el amor
En el supermercado, muchas
A quien le cargué la compra, amado
Nunca las volví a ver, a las señoras
Por todas, realmente amado.

 

 

Tuesday, August 21, 2012

Lago de Sainte Adele, Quebec

Cuerpos Políticos en Montreal

(Notas libres para ser remolcadas)

Durante el verano cierran la calle St. Catherine donde están muchos de los bares gays, cotizados restaurantes y clubes de todo tipo; y durante el fin de semana del desfile/marcha pro derechos de los homos hay millones de personas en la misma, desde turistas hasta cuanto excéntrico encuentres por ahí. El desfile y la semana de Pride es una combinación de teatro, activismo y puro hedonismo. Los strippers salen a fumar fuera de los bares en ropas menores, como si estuviesen en sus casas. Los restaurantes contratan “performers” para que inviten a la gente a entrar, y algunos se visten como personajes históricos, desde la María Antonieta hasta un travesti vestido como indígena mohawk; cargado de collares, cueros y cordones. Era muy obvio que las pulseras y collares no eran hechos de camándulas o piedras; puro plástico. Ya ven, Claude Levi Strauss tenía razón….  

Grafiti  en la  Sainte Catherine: “El matrimonio es la causa de la decadencia en la sociedad contemporánea”

El estado que sigue una política basada en ideas fundamentadas en la vida en comunidad da margen para que la discusión sobre la distribución del bien común sea distinta a lo que promueve el modelo que se fundamenta en el "sálvese  el que pueda" gringo. Monsieur Roger, un hombre gay cincuentón y conservador en sus gustos, sostiene que la inmigración debe incluir recursos para ayudar a los inmigrantes en el proceso de adaptación e integración a la sociedad canadiense. Si los mensajes que escriben algunos gays en los foros de los EEUU sirven como evidencia, un equivalente en los EEUU culparía a los inmigrantes o a los pobres, o a los jibaros, o a las madres solteras; y en casos de mentes mas pequeñitas, a la etnia completa, de cualquier necesidad que tengan para poder integrarse adaptarse o transformar la sociedad. Y por ahí le dan pie al racismo. Que no se dan cuenta cuando lo hacen, pero lo hacen….

“No queremos casarnos hasta que Palestina sea libre” gritaban los miembros de un colectivo gay en la Sainte Catherine.


La escuela de pedagogía de la Universidad de McGilll en Montreal educa a los maestros que van a trabajar entre los pueblos "first nations" (así le llaman en Canadá a los indígenas, los Native Americans del sur, as if they were Americans) dentro de las comunidades mismas. Durante el verano se reúnen en Montreal para resumir, teorizar y contextualizar lo investigado anteriormente. Los maestros son llevados a conocer, comprender los asuntos de carácter epistemológico, sus formas de aprender y los factores que afectan ese aprendizaje (el que sea) dentro de lo que se está aprendiendo: sujeto e investigador estudian en conjunto. Ni los indígenas son vagos, ni tampoco son parásitos del estado a los que hay que formar o transformar a imagen y semejanza de los dioses en el Olimpo.

Al ritmo de un merengue, un numeroso grupo de hombres y mujeres bailaban “square dancing”.

El cuerpo político en Canadá luce muy distinto a los falsos burgueses que hoy controlan el movimiento queer en los EEUU. No es que no existan grupos parecidos en el coloso; es que no son parte integral de lo que aquí se discute públicamente; las “loquitas ginghan” de la very middle class americana dan la impresión de que  los derechos y condiciones de los otros marginados no les interesa. ¿Será que los gays en gringolandia sólo quieren ser parte de las mismas estructuras que una vez los discriminaba? Algo así como la lesbiana negra puertorriqueña, estadista republicana, que conocí en el Tía María. ¡Ay, virgen!, diría mi ‘amá.

Frente a un grupo que distribuía propaganda sobre el costo, monopolio de los medicamentos, un colectivo de gays sionistas pintaba la estrella de David.

Thursday, August 16, 2012

Panzas en Quebec


Bailar todas las tardes puede ser un poco excesivo cuando se tiene más de cincuenta y pico de años. Y si tienes unas cuantas libras de más alrededor de la cintura y una buena panza para comprobarlo, bailar puede ser algo incómodo; todas las tardes, puede acelerar los infartos.

En algunos de los bares de la Sainte Catherine estos asuntos no importan. En dichos bares se reúnen hombres mayorcitos para bailar, en parejas o por su cuenta. En pareja, la panza los obliga a bailar sin tocarse los cachetes. Las panzas no permiten el entrar en juegos románticos mientras bailan un foxtrot, una mazurca, un rock light o una balada.

Las panzas de los tea dancers de la tercera edad en la Sainte Catherine reinterpretan, redefinen el por qué se baila en pareja. Quién guía a  quien no está claro. En medio de una pieza, un baile, cambian de papel; ahora uno, luego el otro. Aquel pone ahora su brazo sobre el hombro del otro; luego, lo pone por la espalda.  A estos bailarines madurados al ritmo del Stone Wall, la panza y la edad le dan una libertad, vistos desde la calle y las terrazas al aire libre, que despierta la envidia del cualquier viejo reprimido.
Bailan, conversan en francés o en franglés, o simplelente no hablan, y mueven sus añejados  cuerpos al ritmo de lo que sea. Mientras tanto, un flirteo de cuando en vez o de vez en cuando no viene mal. Que si aparece un nuevo "parejo" para ir más allá de la sala de baile, pues a juntar las nuevas panzas y a seguir bailando.


Wednesday, August 15, 2012

Postal desde Quebec


La Sainte Catherine, punto de partida en cualquier dirección, sirve de frontera y margen entre los bilingües, monolingües, etnias, anglófonos francófonos, el gran Canadá, y en esta provincia o estado ocupado, la mayoría quebequense, les quebecoix. (quebecoix en vez de lo quebecois tiene que ver con lo coix de lo cois en la invención o memoria)

Tolerante, cosmopolita, algo hedonista, bastante hedonista con el monte real en continuo posé, Montreal invita a pasear, recrearse, comer bien y observar sus mundos sin morir arrollado por desenfreno. Hedonista, vuelvo y repito.

Vuelvo sobre la alucinante Sainte Catherine vestida con un sombrero de corridas y engalanadas guirnaldas rosadas. Pink triangle week, en agosto; algo sicodélico, el color rosa. Un bembé se vive por la medio hermana de otras calles y para llegar donde ella, el buena gente, buen conversador Monsieur Roger, en su mando sobre el antiguo orfanato, recibe en el hoy hotel Saint André, y olvídese de las estrellas.

De Montreal a las Lorencianas no hay que pasar por Caguas en camino hacia otro San Lorenzo. Para llegar a las Lorencianas se pasa por Saint Jerome, punto de partida de los mochileros en busca de las muy antiguas veredas para bicicletas, sus pintorescos pueblos al lado de lagos y más lagos. Un anuncio recuerda cierta ortografía: un rótulo de corte nacionalista, con su hoja de arce  por dondequiera. En Quebec, dice un pasajero en camino a Sainte Adele - no hablamos francés de París. La entonación de los coix recuerda el deje muy particular de....  (No sigo para no ofender a los de las trincheras...)

Pueblos “quaint". Con monas casitas que evocan cuentos de hadas, casas de caza en los bosques, o los muy particulares cottages de ese mundo que mira hacia el Atlántico del noreste americano, Quebec incluida.

El hotel con Ínfulas de Grand Lodge en Sainte Adele sirve de fondo, escenografía en cualquier serie británica en PBS. Al lado del sosegado lago de aguas cristalinas que bordea el pueblo, sus alas, veredas, jardines y amplio campo del "casi lodge" bajan por las laderas del monte para terminar en playas con aguas heladas. Aguas que no espantan los deseos de inquietantes mancebos en busca de un refrescante chapuzón. Aguas cristalinas se manchan con tonalidades; el sol las ornamenta con plateadas pulseras y aros (me vomito ante el preciosismo tardío, consecuencias de una nota, la mejor cosecha de un Quebec que evoca la década de los sesenta, la de las mejores cosechas.)

Saludos desde la casa de J&J, hogar en el norte, refugio de muchos, santuario de los que buscan el norte del norte. Hasta esta casa de un matrimonio de hombres con todos los dereechos que se merecen y que el estado canadiense provee llegan muchos inmigrantes, unos en busca de amor, otros en busca de amar y otros en busca de algo que decir, contar.