Friday, July 31, 2015

34. La Gloria: La versión de un bolero en voz de la Tellado

La gloria no se consigue en el paraíso. Quien la desee, la vive en la tierra sin tener que "ir al cielo tisu", con solo apreciar "esos ojazos negros de un raro fulgor"; aceptar y decir junto a Luis Miguel, que para estar extasiado, "alma mía, la gloria eres tú".

La gloria es comprendida, disfrutada dentro de un apartamento azotado por una tormenta de nieve, "la brisa de invierno" que se cuela por una ventana, y los boleros que recrean, recuerdan las melodías que "dominan e incitan al amor".

La gloria comienza con ellos, contigo, conmigo enredados en la escritura de una novela rosa repleta de deseos, odios, venganzas, traiciones, perdones, "sangrantes heridas", vidas entregadas "como jamás se dio".

La gloria se consigue durante la confesión de Leo Marini sobre las "dos almas que en el mundo habría unido Dios" en un viaje erótico por una carretera uruguaya, amándose plenamente dentro de un Porsche, un coche destruido por una "sombra de odio" que pudo haber apartado a los amantes.

La gloria es el estado anímico, indescriptible, que es provocado por un bolero que tocan en Youtube, o en la tocadiscos en el coche, transmitiendo las voces de tantos que han encontrado el paraíso en la tierra, "nosotros, que nos amamos tanto"; ahora y antes, las "almas, que se amaban", eso éramos/somos tú, yo, ellos.

- Lo quise con alma de niño, y me juraba que se sentía en la gloria. ¿Por qué?
- ¿Quién es Leo Marini? ¿Iba también el el Porsche? ¿Un tercer hombre?

Wednesday, July 29, 2015

53. Losetas. Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado

El mapa de nuestra piel no permite olvidar las dimensiones del espacio sobre el que nunca dejamos de bailar sin mover los pies más allá de un centímetro del centro donde por primera vez  juntamos nuestros cuerpos. El bolero y yo bailamos en una loseta.

Baldosas cargan la memoria de los dos cuerpos, "almas que en el mundo, había unido Dios", en un continuo baile: en blanco y negro, las del apartamento en el antiguo edificio del San Juan de antes; opacas, despintados azules, las muy envejecidas en Montevideo; puro concreto, sin losa, cepillado por el tiempo y tantos bailarines en la plaza llena de palmeras en Veracruz. "Dos almas, que se amaban, eso éramos tú y yo".

- ¿Bailamos?
- Sí.

Losetas sobre las cuales "quedan alegrías para darte", durante "mil noches de amor que regalarte", de nuevo, nos llevan con sus recuerdos a frotar cuerpo con cuerpo, respirar lentamente, palpitar en conjunto, acariciar las espaldas, mojar los pelos, repetir en voz casi inaudible: "ámame por piedad yo te lo pido"; "..... a las estrellas", ".....donde nadie nos ve".

 -¿Quiénes cantan?
- Lucecita, Valeria Lynch, José Feliciano.
- ¿Para decir adiós?
- No. ¿Bailamos?

Monday, July 27, 2015

20. Claudicar. Montevideo a Punta: la versión de un bolero en voz de la Tellado
-¡Qué falta tú me haces! Gilberto y Lucecita me obligaron a pedir perdón. En algo te he faltado. Mentí. El Porsche no era mío. Era de mi padre. Tenía que pretender. No sé, no estaba seguro. Rolandito justificó mi mentira con un "tenía que ser así".  Luego, tuve que reconocer que su justificación no era suficiente razón para aliviar mi remordimiento, para olvidar la falta que me haces.

Un bolero, un interprete: Rolandito Laserie sirve de enlace, de trampolín existencial, entre su bolero y otros, tejiendo un tapiz sensorial, un engranaje que narra la vida de los compositores, autores y amantes telledianos; le dan coherencia a la rebuscada y nada lineal historia de un amor, los amantes.

Sin esperarlo, son las voces de Gilberto Monroig y Lucecita Benitez las que cambian el relato,  acurrucan al amante confundido, lo consuelan.

Inmediatamente después del "tenía que ser así", Lucecita y Gilberto comenzaron a llevarlo por el camino de vuelta, a que reflexionara, recapacitara, tratase de nuevo, completara un ciclo.

- No pongas condiciones - le dijeron Lucecita y Gilberto.

Fue la voz de Lucecita la que primero trató de cambiar el ritmo de la historia, apelando a la pena y a la tristeza del amante. Él no hizo caso hasta que oye a Gilberto. Es cuando este último entra en escena, con la misma preocupación, pero con un mensaje menos lírico, una angustia distinta, llena de remordimiento, que el amante, ¿el escritor?, se da cuenta que tiene que claudicar.

Si Lucecita parece estar casi resignada, Gilberto acepta su derrota, "mi orgullo me venció".

- Me mentiste, me engañaste - susurró - "juré jamas mirarte, tal vez odiarte, cobrar bien caro lo que juzgo fue traición"

- Yo quiero que tú vuelvas. "¡Qué falta tú me haces!".


UNA PUTA DE LETRAS

Es una puta
Sin adjetivo, puta
Lúcida, una puta
Sin voz pasiva, puta
De cristal, ante todo
Relleno de letras
Una puta, hombre puta. 

Saturday, July 25, 2015

LA NOTA

Niebla, pura niebla
¿Es la música?
No
¿Un anuncio?
Quizás la radio
Ipad, iphone o ipod
¡Qué importa!
El pasto, dahlin, el pasto.

Monday, July 20, 2015

PALABRAS AJENAS

Me dejaste solo 
Rodeado de palabras
Callan mi voz
Ellas, solo ellas hablan
Recuerdan nuestra primera cama
El Hotel Palace de San Juan
En Ponce, nuestro primer cine
En Santa María me juraste amor eterno
Te creí. Junto a otros te creí
El último te quiero, en Montevideo
De recuerdo, las palabras siguen molestas 
Por estar sin ti
Conmigo, ellas hablan, se quejan
Silencian las mías. 

Thursday, July 16, 2015

PINTAUÑAS EN SANTURCE

Uñas, pintar uñas era lo que siempre quise hacer. Cuando se lo dije a mis padres, Troya; aquello fue Troya.

Mi madre, horror; mi padre, resignado, mi abuela de infarto y mi hermano mayor se mudó de casa; mis maestros en San Ignacio, estupefactos. Ni a la universidad ni de grand tour por Europa, las uñas eran mi norte.

Fina, me decían mis nuevos compañeros en el Instituto de Estética y Banca, el que está por La Dieciocho en Santurce. Imagínate y que llamarle a un barrio, La Dieciocho.

"¡Ay, chus!" me gritaban en San Ignacio.

Fina y porque tenía una dicción impecable y, pues, era obvio que yo era un blanquito de Guaynabo. Blanquita, of course, de rigueur, gracias. Y en el Instituto, casi todos eran más obscuritos, más plebe, aunque, alguna que otra se sentía chic.

¡Ay, chus por tener esta voz tan afeminada. ¿Qué esperaban con esta voz? ¿Que me dedicara a las humanidades en Harvard o leyes en Georgetown? Porfapliiis.

Entre el ay chus de San Ignacio y el fina de La Dieciocho, dame el fina como texto y figura de quién es y será el mejor artista de uñas, y esta colección de uñas artificiales lo atestiguan. Y para la belleza máxima en un set de uñas hay que ser fina y divina.

Divinas como mis uñas Nefertiti, con su rojo subido,  es el color favorito de cierto tipo de clienta y el que uso cuando pinto la colección en honor a la reina egipcia, cuyo busto tuve el gusto de admirar durante uno de mis viajes con mis padres. Fuimos dos veces, por Uropa. Es que así es como lo pronuncia la señora que limpia en casa, Uropa.

Me llevaron a Berlín y allí vi su cara. No tenía uñas, pero su bien delicado y delineado rostro, su tocado de cabeza y accesorios me abrieron el apetito por la estética y mi especialidad, las uñas.

Adoro las uñas. No paro de admirarlas en todas sus manifestaciones. Las que se me hace un poco difícil manejar son las de los faquires hindúes, largas y curvilíneas. No, no he pintado uñas de faquires ni pienso hacerlo. Son las que componen la colección Fakir, a las que me refiero. Pintar cada recoveco de un set de las Fakirs me toma dos o tres días. Las Nefertiti tardan menos. Sigo el modelo del antiguo Egipto y las pinto de distintos tonos de rojo subido.

Una clienta afro descendiente, es que ahora a la gente negra le llaman afro descendientes, cuando vio la foto del busto de la Nefertiti y le conté la historia de la hermosa mujer, me miró disgustada, como cuestionando el que le ofreciese el modelo de las uñas de una mujer negra. Tengo la leve impresión que algo en mí le molestaba; y no eran las uñitaaaas.

Esa cliente llegó donde mí porque es amiga, so she thinks, de una cliente muy rica. Lo que ella no sabe es que su supuesta amiga la desprecia a ella tanto o más que el desprecio que ella pueda sentir por mí.

Su muy buena amiga se refiere a ella como la negrita, y luego añade su nombre. ¡Amigas!, ja ja. Hello, is somebody there?

Al final, mi clienta afro-descendiente terminó comprando las uñas de la colección Harlem Renassaince, con sus copias de piedritas preciosas y colores sicodélicos. Fueron inspiradas en las uñas de la atleta… ¿Cómo se llamaba? No importa.

No le dije la historia de las uñas Harlem Renaissance a la supuesta amiga de su supuesta amiga, que no fuese a sentirse ofendida. Lo de Harlem Renassaince es porque en ese barrio niuyorkino comenzó la etapa más contemporánea en la historia de la pintura de uñas. Una historia maravillosa.

Las antiguas egipcias se pintaban las uñas de acuerdo a su estatus social. Entre más alta su posición social en la escala, la que por aquel entonces ellos usaban, más subido el rojo del esmalte.

La supuesta amiga de los supuesta amiga quería que yo le pegara las uñas postizas. Le dije que no, que solo pintaba obras de arte. Pinto la colección y otra las pega. Yo no toco dedos. Pinto uñas artificiales, and that’s it. Que se vaya donde cualquier beautician de barrio.

Frente a las barbaridades que piden ciertas clientes que están bajo mi nivel, callo. Mi educación en San Ignacio me permitió aprender a morderme la lengua y guardar mis garras, que bien sabes que más que garras o uñas, pueden ser hidráulicas o, para los bien chic, uñas con rayitos laser.

¡Divina! Me siento divina.

Monday, July 13, 2015

Teorías para blogueros: Cibernia

Con estas supuestas teorías (véase escritos en este blog sobre este tema) y citas intento mostrar los caminos que  Cibernia ofrece a las nuevas letras: 


“El texto electrónico o la lectura/escritura electrónica no son sólo nuevas literacias que corresponden a nuevos alfabetismos: suponen mutaciones trascendentales en lo relativo a las prácticas de lectura, escritura y aprendizaje, como bien dice J.A. Cordón [ ], pues fomentan formas como la lectura fragmentaria o la lectura social, conectada, que se corresponde con la visión de Internet como una inteligencia o mente colectiva. Los textos, su uso, su percepción, es lo que cambia, pues ya no estamos sólo ante un texto que es como un manual o una novela, un texto acabado, lineal, sino ante un texto que se lee y se escribe de distinta forma, como le sucede a un hipertexto, o, en el casos de la literatura y los media, las sagas y series.” (E. y Campos, M. La lectura y la escritura en el s.XXI: Cultura letrada y modernidad. Álabe nº5 junio 2012 ISSN 2171-9624 [http://www.ual.es/alabe]

Saturday, July 11, 2015

TEORÍA PARA BLOGUEROS: Palimpsesto

Palimpsesto

Todo aquí es palimpsesto,
pasión del palimpsesto:

a la deriva,
borrar lo poco hecho,
empezar de la nada,
afirmar la deriva,
mirarse entre la nada acrecentada,
velar lo venenoso,
matar lo saludable,
escribir delirantes historias para náufragos.

Cuidado:
no se pierde sin castigo el pasado,
no se pisa en el aire.
                                         (Ida Vitale)

El poema de Ida Vitale no fue escrito en una tableta. Los circuitos integrados de las nuevas libretas permiten escribir, borrar y dejar rastros.

En los confines de los circuitos integrados se esconden los amores. Bañados en silicio, bailan y lloran; andan y saltan; traman si nos han de traicionar, si le contarán a otros los misterios de nuestros cuerpos, cómo besamos; si en verdad, follamos.

En los circuitos integrados de todos los cuerpos, siempre, estaremos.

Friday, July 10, 2015

EL POETA AUSENTE

El poeta ausente escribe sobre la espalda del papel, lo escanea, transfiere el texto escrito con precisión matemática, lleno de líricas sugerencias, a una máquina que lo envía por el mundo entero. Muchos leen el poema; nadie piensa sobre el escritor ni se enteran que el poeta no está muerto.

EL CALOR EN LA ENTREPIERNA

El calor me cuenta historias.  Una señora en una casa frente a la mía usaba su falda para abanicar su entrepierna. Cuando me vio observándola, -un espanto-, despertó del letargo que causa el intenso calor y la sofocante humedad, se levantó de su cómoda silla, me miró mal, entró a su casa. y cerró la puerta de mala gana. No entiendo por qué la gente es tan enojadiza. Debe ser por causa de calor tropical en pleno mes de julio.

Wednesday, July 8, 2015

El Seis Jíbaro en Santurce

Desde un puesto de viandas canta un trovador, acompañado por un cuatro y un tiple. Si el seis chorreao sirve para el bailoteo y el con décima para el trovador, el celinés invita a amar......

Tuesday, July 7, 2015

Aguacates en la Placita

.- ¿Tienes aguacates del país?
- No.
- ¿Y por qué?, si todavía por ahí quedan.
- La cosecha se está acabando y hay que importar para tener en venta.
- ¿Estos son de afuera? ¿Son aguachosos?
- Algunos - contesta el algo hosco jíbaro gordo y colorao. De medio ganchete, observa y atiende en su puesto de viandas en la Placita de Santurce. Sin esperar palabra, le entrega otro aguacate a la muy nacionalista ama de casa.
- Llévese éste que le va a salir bueno.
- ¿Cuánto es? Es que lo de aquí son más  cremosos.

SANTURCE, la Placita

No, no es una plaza común y corriente, es una majestuosa plaza de mercado en un edificio diseñado y construido por la Eiffel Compagnie.

- Oui, la misma que construyó la torre en Paris.

Majestuosa, la Placita. Tiene una plazolette.

- Sí, plazolette de plaza, como lesbianette de lesbiana, fashionette de fashionista y leaderette de locas que se visten con ropas de cueros. Por el Chelsea en Nueva York hay mishones (es que lo pronuncio con acento porteño) y mishones de leaderettes.

Plazolette porque no es una plaza separada. Es una pequeña plazoleta pegada a la gran (no es muy grande pero es grandiosa) plaza de mercado de Santurce, cuyo centro no es una fuente de Bernini. Son unas esculturas que representan unos aguacates. ¿El escultor? Las conocen como los Aguacates de Sila, por el nombre de la alcaldesa que las comisionó.

No representan aguacates Hass. Son aguacates de los otros, los grandotes. La masa de los Hass recuerda a una plasta de sebo. Hass es el nombre común del fruto de Persea americana a partir de una semilla de raza guatemalteca cultivada en un huerto de Rudolph Gay Hass en la Habra, California en el 1926, patentada en 1935 e introducida globalmente en el mercado en 1960. El otro, el fuerte, es más tradicional, más suave y, ¡uuummm!, mantequilloso. Nada como uno de esos aguacates para embarrar un buen bollo de pan de agua puertorro.

Santurce, su placita, microcosmos del Caribe: placeros dominicanos, colombianos, cubanos, panameños, españoles, y hasta un árabe de apellido Fouad, al que los boricuas le llaman Fua. Y, por supuesto, placeros jibaros, de esos que la mancha de plátano los delata en cualquier liga.

- ¿Al árabe? Sí, lo conocen como  Fua.

Eso sí, los aguacates los ordenó Sila, y la Placita, en mayúscula, es de todos nosotros, incluyendo al joven maestro que todas las tardes, después de quitarse la ropa de docente serio y responsable, se pone unos shorts bien pegaditos, unas gafas enormes y un suéter ajustadito. Va de docente a provocador.

Es que en la placita, además de los aguacates, Fouad y los otros placeros, se encuentra una variedad de gente que incluye al maestro con sus pantalones pegaditos, los comelones en las fondas de comidas criollas, la "chicquería" de San Juan, figureando, deseosos de ser retratados para salir en Facebook, los billeteros y los que andan buscando conversación e historias para ser contadas, repetidas; quizás, transformadas en grandes obras maestras.

Sunday, July 5, 2015

Luis Negrón en la Placita de Santurce

Una de dos señoras vecinas frente a un placero, temprano en la mañana, antes de que lleguen los borrachines, turistas y fashionistas, dice algo ininteligible. La otra, bolsa llena de verdor fresco en mano, contesta: "Mejor así, porque así no sufre". 

Un momento que refleja cierto arte: un muy negroniano santurce. No tenían tubos de metal enroscados en el pelo.