Saturday, August 31, 2019

EL CONFORMISTA EN LA PLACITA

Como si el otro no supiese quién era y cómo era, lo que decía por detrás, el muy ingenuo se acercó a la mesa en el bar, saludó llenos de elogios, se sentó sin pedir permiso, y una vez más demostró lo flojo que era como hombre. El otro lo miraba y se preguntaba por dentro, si estaba consciente de que hacía rato muchos lo tenían calado. Su forma de ser recordaba al personaje principal en  la película por Bernardo Bertolucci, El conformista: mentiroso, hipócrita, codicioso, acomodaticio. 

Friday, August 30, 2019

REINALDO ARENAS Y LAS LOCAS DESBOCADAS

Su autobiografía deja ver que no conocía lo que ya para los 70s había sido escrito en los EEUU, Europa, Canadá sobre la homosexualidad, los roles, las relaciones con los centros y grupos en el poder, políticos y teóricos, la autoestima e imagen personal del hombre gay. Su lucha contra el estado de derecho no incluyó una reflexión sobre lo qué se es, cómo se es, dónde y por qué.  Su manera de ser gay y contundente oposición al sistema castrista -loca desafiante y descarriada-, que puede ser usada para justificar su comportamiento en Cuba, no cambia cuando se muda a Nueva York. Antes que caiga la noche no es sobre un gay que se reconstruye en un nuevo entorno. El retrato que hace de sí mismo es el de la loca desbocada que se tira al ruedo y auto destruye: lo mismo en la Habana como en el Nueva York de los ochenta, el de la crisis del Sida. Aquel Nueva York sirvió/obligó a los gays de los EEUU a replantearse sus estilos de vida. En su autobiografía deja muy claro que interpretó al gay "americano" desde una perspectiva en negación, usando unos falsos modos de ser etno-culturales como explicación de las diferencias (para los que quieran evidencia, lean el libro). No se quiso enterar. Es este microensayo quise compararlo con Pedro Lemebel en el Chile de Pinochet y más luego durante la frágil democracia, pero es mejor que no: dos locas totalmente desbocadas, con propósitos distintos. 

Thursday, August 29, 2019

GRAPHEMES AND PHONEMES

My graphemes are more accurate, better structured and cautious than my phonemes; but they will never be able to be as sincere as my soul, that only fully expresses itself without much control thru screams, soft breathing, pauses in between, facial gestures, hands’ waves, hip shaking, shoulder movements, and all kinds of sounds. I master my graphemes; not that much, my phonemes. 

GUCCI BAGS AND PERSIAN CATS

My neighbor holds her Persian cat like a kid embraces his teddy bear. My neighbor displays her Gucci bags on the way to work from nine to five, and on Friday nights she goes to therapy to find out why she is so obsessed with her inability to keep a lover for more than four weeks. I love my neighbor, she gives meaning to my life. 

Wednesday, August 28, 2019

LAS LIMOGES AS LOG CABIN REPUBLICANS

Las Limoges was the name given to a band of upper crust Puerto Rican gays in San Juan that were documented in a story previously posted on this blog. Given the racial/ethno/class ideological and physical war taking place in the USA, it can be argued that Puerto Ricans of a certain class and racial identification (the so called island “blanquitos”) would lean towards the exclusionary, anti immigrant, white supremacist bastion, so well represented in the USA political culture by the Log Cabin (Gay) Republicans; and, also, it can be proposed that Las Limoges are the island's version of the ultra-right USA gay group -trust me, I’ve been there and know them. Their ahistorical conception of "reality" prevents them from knowing how homos have been used by both ends of the political spectrum, and then persecuted, discarded, murdered. Pedro Lemebel, Yoryie Irizarry, Susy Shock, Lohana Berkins, Martin Duberman, Luchino Visconti (among many) have explored this dangerous terrain. 

GAY LIMOGES EN SANTURCE

La invitación era para cocteles a las siete, cena a las nueve, luego ir a uno de los bares en uno de los hoteles del Condado a tomar más cocteles, para terminar en uno de los bares gais de Santurce. Llegué a las siete y treinta, no quería dar las impresión de que estaba emocionado o súper impresionado con el que me hubiesen invitado a salir con un grupo tan chic. Esa fue la palabra que usó Pepe para describirlos: chic. “Son bien chic”: dijo. Como lo dijo tan serio, no sé si fue en tono de burla o que verdaderamente creía que así eran los demás invitados.

Cuando llegué, Pepe todavía no estaba allí. Me lo temía. Además de ser un cínico empedernido, desligados de prejuicios, clases y colores que estriñan su vida, medio alcohólico, no era de dudar que ni se apareciese por la muy elegante cena o que andaba por los cafetines de la Placita de Mercado de Santurce. No era la primera ni la última vez que lo hacía, dejar plantada a la gente para irse a beber a los bares de cualquier barrio popular. En uno de esos bares fue que lo conocí. El grupo chic lo sigue invitando por los vínculos escolares y sociales que los unen: se crió en el mismo sector y estudió en el mismo colegio donde fueron educados los anfitriones.

Saludé con entereza, apreté fuertemente la mano de cada uno de los otros invitados, sonreí, y con un “sí, sí” estuve de acuerdo que era amigo de Pepe, acepté una copa de vino blanco, y no más ya estaba relajado y sintiéndome cómodo en el muy elegantemente decorado apartamento, medio abrí los ojos cuando vi que uno de los invitados apuntaba con su dedo, al tener de frente la bandeja de porcelana donde traían los entremeses, y decía con un leve gritito y respiración ahogada, estirando la o: "Limooges”.

"¿,Qué carajo hago yo aquí!?”: me pregunté. Mis platos no son parte de un juego, no tienen procedencia ni nomenclatura. Los compré en quincallas, pulgueros; otros son heredados o regalados. Nada cuadra en mi casa y mi vida está completamente falta de abolengo, apellidos históricos, colegios de renombre y vacaciones con mis padres en Europa. El relajamiento duró muy poco. Peor todavía, como soy algo torpe, temía que pudiese romper un plato. 

Pepe nunca llegó. Saqué mis mejores modales, cené, comparti la sobremesa, ofrecí alguna razón para excusarme y no poder acompañarlos por los bares, salí como alma que lleva el diablo, me sentí libre al poder abandonar aquel grupo de locas estreñidas por la historia, y me fui hasta la Placita de Santurce, al cafetín donde sabía que iba a encontrar a Pepe. Muerto de la risa, cuando me vio llegar azorado, la muy maliciosa loca me preguntó: "¿Cómo te cayeron..". No lo dejé terminar la pregunta, añadí: ¿Las Limooges?.

Monday, August 26, 2019

EL NEOEXPRESIONISMO EN LA LITERATURA Y EL YO DE VALLEJO, BOLSONARO Y PAPI WILO

Soy el representante más crudo de esa tendencia literaria: neoexpresionista. Miento, Julia de Burgos, miento. Fernando Vallejo es el más brutal (la generación milenio en Puerto Rico usa el adjetivo brutal con tintes de extraordinario, imponente, transgresor) de los que roen y corroen con sus palabras, su vida y la de sus entornos. “Basta, basta”, dijo la Sylvana Mangano en una película cuyo título no recuerdo, cuando en medio de un medio desmayo, entre ida y alerta: sus amigas, lentamente, le quitaban las pestañas postizas. El neoexpresionismo en la literatura trasciende el barroco perfumado y estilizado del latinaje soy “boom, boom”, rebuscado y engorroso; sangra el neogótico que nunca despuntó en San Juan, New York y Santo Domingo; se caga en sí mismo llenando las páginas de mierda, hemorroides, pedos y gases, fetos y placentas adoptadas para ser criadas y luego usadas en cremas para la piel. “Qué yo he hecho”, representa lo cursi del kitsch que Almodóvar modela en su cine sin poder lograr ser un John Waters; mucho menos un Mel Brooks. Tendencias explican el arte. El arte metaforiza la realidad concreta, incluyendo cuando predice. Velázquez plantó el "yo" en Las Meninas, como sujeto central en la obra. Jair Bolsonaro le pega fuego al Amazonas. Papi Wilo en Mi historia rapea sobre sus amigos, sin tapujos: “De cinco, cuatro presos”. Mientras tanto, escribo sobre hemorroides, pedos y gases. 

THE PARIS REVIEW BACKPACK

My literary and fashionista friend in the Heights -a rarity nowadays- reads the New Yorker, the Paris Review, Harper’s and Vogue. Recently, he texted me a pic of the new Paris Review bag. Lovely as it is and understated in design, like the literary opus the magazine publishes, the perfect bag for an older classic in style man, are the words that can resume my answer to his message, thinking he would respond with, “Do you want me to get one for you?”. Not at all; all I got was a link to the site where the bags are sold and a sensation that some people are so selfish. 

Sunday, August 25, 2019

A CERTAIN TYPE OF WHITE PERSON WITH THE MENTALITY OF A PATRÓN

“Most Whites, particularly sociopolitical liberals, now endorse racial equality. Archival and experimental research reveals a subtle but persistent ironic consequence: White liberals self-present less competence to minorities than to other Whites—that is, they patronize minorities stereotyped as lower status and less competent.” (Tyler Cowen.”The competence downshift.” Data Source Political Science. March 15, 2019)

Not only do white liberals conceptuallty and linguistically patronize minorities, they assume a certain role when in positions of real or assumed authority. Among white leftist and liberals there is a certain type who, in order to prove to himself that he is not a racist, treats everyone equally, would make sure that he will not prevent himself from scolding a brown or black person in public, just as he would a white one. Some of her friends are Yorubas or Mexican or Chinese, therefore some of her values are not racist-based. What that type of person does not realize is that in order to demonstrate his impartiality, he makes a great effort to be the hardest judge disregarding at times the context, when evaluating a person of a different ethnicity or skin color. Some of them live in my Coop in the Heights and some were my colleagues at CCNY. In Puerto Rico I met their version. Prior to knowing my “jíbarería”, I was considered part of their “group”, and they dared to show their true selves and say things like, “yo no discrimino, pero a ese hay que dejarle saber”, to project a certain attitude, value. I have a neighbor who talks to the Latino cashier and bagmen in the market as if they were her servants, in what seems like a friendly manner, but the haughty tone is there. As I waited for a friend in the lobby of my building in a Harlem neighborhood, a white man stood by the mailboxes and package tables, staring, not moving at all, at whom I think is an Indian guy, a neighbor, who was checking if he had any mails on the tables. The white guy kept his position until the man of color left. Was he making sure the dark skin man was not going to steal the mail, since he left the area immediately and did not check his own mail? The woman at the market and the white man at the lobby, most probably, do not see themselves as racists. In the White Supremacist world they are part of a continuum.

“educated (white) elites who look down on those (minorities) with less education and deem them unable or unworthy of being able to make personal decisions for their own lives.” Nikki Johnson Houston. “The Culture Of The Smug White Liberal.” The Huffington Post. August 18, 2017)

This power game is not limited to class-skin color differences as might have been the case at the market nor linear or asymmetrical as what could have happened at the building's lobby. Often, it becomes a tool that the person of color uses to get ahead, to obtain benefits from that type of white person. In this blog there is the story titled “The Gringo Bully”, describing a similar case. What that story does not tell is that the Gringo Bully, a white man, was an instrument used by a Puerto Rican woman who wanted to exercise power over other colleagues. When meeting with the Puerto Rican colleagues, she pretended to be "solidaria." Years later, the white male liberal realized what had happened, and at a different college, "spit the beans." That type of white person becomes a tool. In the Gringo Bully story, the white man was a means to gain control, to hold petite academic bureaucratic power. In return the white person used the Puerto Rican woman to try to get ahead in the “system”, and to prove to himself that he was a believer in "equal opportunity". Unfortunately, he did not, as the Puerto Rican was using him too, until no longer necessary. He had to go someplace else. 

These power-related dynamics do happen among groups who are of the same skin  color and ethnic background, previously documented and posted in some entries on this blog, reduced to the line from one of Facundo Cabral's songs, "Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo." 

FULL BLOOM HEMORRHOIDS

“Don’t drink wine tonite”
the doctor said en inglés.
How can a 70 something old man not drink at all?
Not only wine but beer and jalapeños
the last eñe in jalapeños he could not pronounce.
Eñes are like hemorrhoids
a class on their own.
“Clean your ass with hazel witch.
Shit can infect the open wounds."
An old man’s ass, skin, feet covered with bacteria, fungus
the doctor speaks in competent words
including germs acquired at the City College of New York
where ladies wear cheap Chanel wannabe suits
walking around dismissing their own very petite 
male professors dressed-up for the revolution. 
What can you say about them?
Their own petite bourgeoisie worlds
in languages they do not own. 
“Oui oui” intead of“sí sí.” 
“Oui oui” has a higher status in New York. 
Why would an old man worry about his infected status?
No one who dies is in good health 
dried are his hemorrhoids 
no longer in full bloom.

Saturday, August 24, 2019

PROSTITUCIÓN EN LOS CUENTOS DE MORNINGSIDE HEIGHTS, Y EN VIVO

Ver pasar a la prostituta más diestra que he conocido, vestida de respetable profesora de educaciòn, me llavó a reflexionar sobre mi relación con el mundo de los putos y putas profesionales, así como los momentáneos (tuve que hacerlo alguna que otra vez durante mi adolescencia para poder comer algo decente o pagar el carro público de Ponce a Guayama). Quienes lo hacen profesionalmente, por las razones que sean, están conscientes de sus actos. Durante un periodo muy obscuro, ya bastante mayor, busqué compañía en el mundo de los putos. Fue tanto el dolor y la confusión emocional que terminé escribiendo poemas sobre aquella experiencia. Por ahí anda un fanzine con los poemas: Hustlers and Saints in Montreal (2006).  La mayoría lo hace por dinero, muchas sufriendo los embates de una sociedad despiadada: la prostituta negra en The Hosue of the Rising Sun, en la versión por excelencia, la del grupo inglés, The Animals. Algunos, además del dinero, le sacan placer, recreados por Cavafis en sus poemas. En las grandes novelas se encuentran las que consiguen un cierto estatus en las esferas sociales. Hay protitutos como en Querelle por Genet o en El masajista por Williams, cuyo deseo es poder poseer al otro, hasta llegar al punto de asesinarlos. Cada una de estas relaciones prostituta-cliente es delienada por factores que incluyen diferencias raciales, de clase económica, de orientación sexual, y en el caso aquí nombrado, entre un miembro del país que una vez colonizó (y trata de seguir colonizando económica, cultural y racialmente) y un miembro de una de las antiguas colonias. Durell describe esas dinámicas muy bien en El cuartero de Alejandría. Los que lo hacen como mi vecina profesora, porque pueden sacar mucho provecho -desde apatamentos hasta títulos-, ser parásitas sin pizca de vergüenza, venden una falsa amistad, pero que no se ven en el papel de prostitutas, para no enfrentar su rol dan otras razones, justifican su separación, se alejan de sus clientes (que lo son, ya sea, conscientes de que están jugando ese papel, o como victimas, si han sido usados y no lo saben). Al igual que Maruja por Orzábal Quintana, el personaje en uno de los clásicos del cine boricua o una de las hermanas en La Carreta por Marquez, algunas no pueden aceptar que fueron putas finas. Mienten. Se mienten. La profesora ha mentido. Eso no la hace menos puta. He conocido unos cuantos a travês del teatro, música, cine, lecturas y en vivo. 

Thursday, August 22, 2019

        Pierna Silvestre 
           (Nicomedes Suárez Araúz)

La pierna se lava y se raspa
el exceso de gordura que hubiera.

Se pone en una asadera al horno.
Una vez que larga un poco la gordura,
se cuece hasta secarse y se cubre
en azúcar y caldo de piña.

Se deja en horno fuerte
cociendo unos veinte minutos.

Al retirar del horno
se corta la pierna de indio formando rombos
colocando un clavo de olor
en cada uno.

Los rombos se comen
con yuca hervida
y una tajada de silencio.


(Este poema se lo dedico a todos -incluyendo a muchos izquierdistas y liberales que ni pueden reconocer cuán caníbales son- los que han comido de las piernas de maricones y de otros grupos  que sirven para ser horneados.)

Wednesday, August 21, 2019

FREE AGAIN BY LA STREISAND AS A BILINGUAL TEACHER

The morning I woke-up with the song in my mind and the vision of the last performance by the drag queen who used to mimic La Streisand at the Roundtable in Midtown served to understand that freedom is not only an internal sensation, but one to be judged in relationship to the external world where it takes place. At that grand performance night, many decades ago, the Puerto Rican “draga” (dragas is how Puerto Rican in the City refer to tranvestites) that used to do La Streisand announced that it was going to be her last show at the gay disco, since she had gotten a State certificate to work as a bilingual teacher in Queens, beginning that coming term. At the time, if you were out of the closet and, more so, a drag queen, no way a school was the place one would even try to get a full time job. We, in the dance floor, laughed and clapped. Many of us were also bilingual teachers. Our freedom at the disco was not the same as it was in the schools where we worked surrounded by all kinds of political, social, economic, moral questions and needs. Free again was sung and experienced once more that morning when I woke-up and saw the list of bureaucratic things I had to do: none of them related to a new certificate, but to a different set of circumstances, determining how free I was going to feel -or allowed me to be- during the rest of the day or the following weeks before moving onto my next phase as a very old aging man. 

Tuesday, August 20, 2019

CCNY: CANTINFLAS, EL AFFAIRE SOKAL Y LOS POSMODERNOS

“La universidad no busca los mejores talentos”: Einstein

De cien mil, uno logra sobresalir en su campo. Algunos son excelentes maestros y como tal deberían ser reconocidos, pero el clima -falso, por demás- que la universidad promueve los lleva u obliga a pretender y aspirar a ser grandes investigadores, científicos, sin lograr mucho. Se multiplican; y repiten los que miles como ellos publican. Hoy, enredados en el lenguaje posmoderno, rebuscado y borujado, reciclan lo que otros dicen con ese estilo que recuerda a distintas versiones de Cantinflas y al “affaire Sokal”. Aquellos que profesan al margen de esa ilusión en la academia, ya sea por dedicarse a explorar el arte o la didáctica de -y en- las disciplinas pagan un precio muy alto -no son promovidos o consiguen permanencia (viví en carne propia como a la mejor docente en su práctica, una profesora puertorriqueña, que tuvo el Programa de Educación Bilingüe en CCNY durante mis treinta y pico de años en el mismo, le fue negado el “tenure” por causa del racismo de unas profesoras blancas -mediocres ambas- y la mezquindad y politiquería barata de una compañera latina). Mientras tanto, mlles de profesores que se pasan publicando lo mismo, dicho de otra manera, suben como espuma, y sin consiguen fondos para que la universidad haga dinero, mejor todavía. No es accidente que los adelantos que hoy se dan, en su mayoría en las ciencias y tecnologías, ocurren fuera de los campus universitarios; y estos últimos, ni se enteran; no tienen los mejores talentos ni entienden por qué. Como el lenguaje posmoderno que usan para escribir sus textos, viven en borujos, hablan como Cantinflas y escriben tipo “affaire Sokal”.  

Monday, August 19, 2019

ON TERROR AT HOME AND THE STATE

I had a dream where I am looking at a painting showing a terrorized face, but I am not able to talk about it and wanted to do so; and that is when I woke up, really feeling scared. I think terror is haunting me. It never left. 

Viewers can become part of a painting or a conceptual piece like the one created by the current president and his milieu in the USA: a social and political climate that terrorizes people, increasing disturbing feelings, fostering a real sense of collective persecution. He then blames “mental illness” on the others, when in reality what is taking place is a form of social and political “illness, pathology”, put in place by him and his “fotutos". 

For those of us who have had to live in such situation and worse, for longer periods than the one currently created by the president, it is not new. He cannot deceive us, we’ve been there. 

The dream and reality are interwoven. To be able to separate both from the self is not a simple task, and it cannot easily be handled or solved by simply waking up. 

Sunday, August 18, 2019

CCNY: PROFESORES ESCULPIDOS POR BOTERO

“Te extrañamos”, escribieron. Una frase trillada, tipo “luv you” estadounidense, que tanto repiten los gringos. Extrañan, no es de dudar, sienten la sensación superficial que evita entrar en su interior, la consciencia freiriana, junguiana, burgosiana y preguntarse por qué no pueden confrontar el ser latinos heterosexuales católicos pequeño burgueses liberales en la academia, la falta de pasión o compromiso serio con lo argumentado en lo publicado en torno al racismo, sexismo. pluralismo, multilingüismo y sus prácticas. Cuestión de estatus -la procedencia y reproducción de las clases, que los protegen y se protegen, puede ser más poderoso que los principios dijo alguien en un artículo sobre lenguaje y diversidad-, la seguridad de empleo, y engordar egos y cuerpos, esculpidos por Botero. 

Saturday, August 17, 2019

CCNY: ASOMBROS LAPACHEROS

“... not to demean or dismiss the person as a complete ignoramus, but rather to initiate another way of thinking that turns any firm answer back into questions, back into uncertainty, back into thinking.”  (Mario de Paoloantonio. “Wonder, Guarding Against Thoughlessness in Education.” Studies in Philosophy and Education. 38:213-228, 2019.)

Mi pregunta fundamentada en una respuesta firme y presunciosa fue rebotada por Lucy -mi estudiante en CCNY y maestra en una escuela bilingüe integral e integrada en el Upper West Side. Me dio la respuesta perfecta durante una de mis observaciones, como parte de los requisitos que ella tenía que cumplir para aprobar su Maestría en Educación Bilingüe.  Los estudiantes de primer y segundo grado estaban jugando con agua y los envases que contenían el preciado líquido; y yo le pregunté, por qué no estaba ella observando lo que los chiquitines hacían, y preguntando cuáles eran sus metas y cómo iban a lograrlo. El tema de mi observación como supervisor de docentes, vinculado al curso que tomaban conmigo en el College, era, “Cómo se estructuran los estudiantes”. Lucy me dijo, “déjalos que se diviertan primero”. 

“The surprise that man experiences for the very fact of existing is at the origin of various human creations, such as myths, philosophy, religions. The capacity of establishing relations between our inner self and the reality around us carries big consequences, and almost always produces a set of reactions: surprise, curiosity, dismay and, sometimes, anxiety. /// Indeed, that explains why man has always been hunted by questions. Overtime, these primary questions have given way to wonder which, in turn, has laid the foundations of philosophy by gradually freeing the logos from the fantastic implications of the myth.” (Marisa Musaio. “Rediscovering Wonder in Education: Foundations, Approaching Methods, Feelings.” Estudios sobre educación. 23: 9-24, 2012) 

Antes de la estructura viene el asombro (wonder), la curiosidad nos lleva a la reflección desde nuestro interior, mientras experimentamos lo que se está viviendo en un momento dado, y luego se indaga sobre lo que nos atrae, contemplarlo teoricamente, armar y explorar las estructuras que sirven los distintos propósitos (logos) que uno se plantea. No dudo que los epistemólogos han escrito sobre ese tema, y que Lucy hubiese sido informada sobre el mismo en los cursos que tendría que haber tomado en la universidad; incluyendo el que ofrecíamos en el Worsksop Center durante la época cuando se permitía estar asombrado. Ponerlo en práctica y asombrame fue otra cosa. Tuve que restructurar mis propósitos,  y a “lapachar” con los chiquitines. 

Friday, August 16, 2019

ON EXPLAINING MYSELF AT LA PLACITA DE SANTURCE WHILE EATING AND DANCING

At La Placita de Santurce I do not have to explain myself or be on a “defensive mode” whenever I am in a conversation with the regulars or visitors who pass by the busy market and restaurant neighborhood in that area of San Juan. No one asks me where I am from or turn to somebody else to get the “correct” English pronunciation of my words, or repeat my Puerto Rican Spanish in order to express some kind of judgement or trigger a reaction. In New York or Miami or Washington or so many places in the States I had to do it so often, it became an annoyance. More so, if the ones asking the question or expressing some discomfort with Spanish-accented English sounds or my Puerto Rican Spanish had as much substance in their brains as one can find in a canned sweet pea. As someone said of somebody else who claimed to be a polyglot, "she speaks several languages, but has nothing to say in any of them." In La Placita I am another Puerto Rican senior citizen spending his afternoons, relaxing, eating a pastelillo here or an alcapurria over there, listening to music and, rarely, showing off my salsa mastery dancing steps. Once in a while, I have had to accept a lady’s invitation to dance with her. Some of the younger ones, have shown enough respect to use the formal “Don”, "usted" or call me “caballero” when addressing me, or have offered me their seats if the place is too crowded -old age has its social benefits in the island of enchantment. To this last act of courtesy, I usually say, “No, thanks”, in case I want to keep moving while deciding if I eat an alcapurria de yuca o guineo or a pastelillo made with masa de hojaldre, filled with jueyes, res, pollo, vegetales, bacalao or "ciegas" as the cheaper ones tend to be; checking the diversity of dancers and dancing styles. In Puerto Rican salsa dancing is not only about steps or pure pleasure, it is also about a particular language developed by the two dancers. From one pair to another different narratives are being expressed, created thru the movement of feet, hands, arms, shoulders, knees, hips; forming angles, circles, speed and pauses, talking to each other without saying a wprd. As one desciphers each couple's discourses someone might say, "Siéntese, Don". A "No gracias, muy amable" serves as a response, accompanied by a smile a lo Juan Ramón Jiménez's book on Puerto Ricans' "sonrisas"; then, keep moving, to make sure the old bones get some exercise. No further explanations needed. 

Thursday, August 15, 2019

CUCARACHAS BIBLIOTECARIAS

Meticuloso, guardaste todas las cartas, fotos, diarios en cajones a prueba de fuego, sin preocuparte por el diluvio que corroe el hierro, ni por las cucarachas comelonas de papeles mojados, apestosos a viejos; las mismas que grabaron, archivaron los recuerdos.

Wednesday, August 14, 2019

A ROOM OF MY OWN

I am selling my apartment and until the date of closing this is my place. Yet, I want to get out of it immediately, to find a room where I will take shelter, as if I am being thrown out of here. It is a feeling that I can easily understand, given my childhood history, scare that we were going to be thrown out from the different shacks my parents rented, the having to continuously get up in the middle of the night because either alcoholic related violence in the house or someone knocking on the front door asking us to go to one of the relatives houses, or my older sisters who were also experiencing violence at home. Stability and homes were not normal for many of us. My relationship with homes is quite “pathological”. I have been waking up in the middle of the night, sweating sometimes, with a fear of nothing in particular, and with a sense of not belonging, with an internal feeling of emptiness. I write to process the sensations, and calm down, to feel that I belong, that I have a place, that no one is coming to throw me out. 

EN TIEMPOS DE VIOLENCIA DE ESTADO CON LOS PELOS DE PUNTA

Haberla vivido desde que uno nace rodeado de pobreza extrema, alcoholismo, abandono, discriminación, burlas por ser así o de esa otra manera (la lista es larga), nesariamente, no te prepara para enfrentar la violencia. Algunos adquieren un tesón de hierro y la sobreviven. Son admirables las personas negras de la tercera edad que vivieron la persecución y genocidio en los EEUU, cuando los ahorcaban por el mero hecho de existir, y que mantienen un gusto por la vida sin rencores. Tengo unos cuantos vecinos afro-americanos que son un motivo para vivir plenamente. En cuanto a la violencia contra los que son diferentes, no ha mejorado mucho el asunto; y quizás, ha empeorado: ahora la promueve el Estado. Cómo la resistes y no permites hacerla tuya sin perder de vista sus efectos, intenciones, mecanismos, que diariamente son enfrentados por lo que viven al margen de los grupos con el sentido de control y poder sobre otros es la pregunta que muchos se hacen, desde que se levantan hasta que se acuestan. Hay quienes ni se dan cuenta -el marido bajo el yugo de la esposa; el conserje acosado por el gerente; la compañera que disfruta ponerte a la defensiva- o la ven como una patología que no tiene nada que ver con ellos; mas otros andan con los pelos listos para que se le pongan de punta. 

UÑAS POSTIZAS

Después de comprar los croissants y strudels de manzana, el señor de uns setenta y tres años comía su porción solo en la sala porque la esposa de la pareja de invitados en la casa se comía la suya en el cuarto. Luego salía, daba los buenos días y se iba con su marido bastón. El señor, acostumbarado a bregar con todo tipo de gente, sonreía y anotaba para documentar los comportamientos de la pareja de proletarios (la esposa) y el pequeño burgués (él) con un poco dinero que pueden viajar y presumir que tienen cultura y clase una vez al año. El comportamiento de clases desubicadas no era la primera vez que él lo observaba y documentaba-había hecho estudios graduados sobre el tema-; pero ese tipo, en su casa con invitados, nunca lo había vivido. Le recordaba a las uñas postizas que pretenden ser uñas naturales. 

CRÓNICAS DE REVERTIDOS Y TRAVESTIDOS EN MNAHATTAN

1. La Luchi

Sus largas y bien delineadas piernas la llevaban casi flotando por la avenida Amazonas. Nada intervenía en su paso, ni las miradas de algunos o el insulto de otros. A sus veinte y tanto años, madurados a fuerza de una voluntad de hierro, no temía ni al más guapo ni al más moralista. No la conocí personalmente. Su historia la relató una de sus mejores estudiantes: La Luchi.

A los quince años, La Luchi tenía muy claro qué quería hacer con su vida y su necesidad de transgredir las formalidades de su género; y para lograrlo, necesitaba la mejor y más reconocida maestra de Quito. No podía hacerlo por sí sola, y qué mejor que una reconocida experta: La Isadora de Quito.

Sus primeras palabras las recuerda hoy como si estuviese allí, en Quito, donde aprendió su más preciada carrera, y le sirven a La Luchi en su rol como docente de travestis.

-Una voz masculina tiene que ser modulada. Unas facciones duras deben ser suavizadas con el maquillaje. Un caminar torpe requiere ser reemplazado por un andar seguro y con movimientos suaves pero seductores. El ajuar no es un disfraz, no quieres imitar a nadie, es lo que va a proteger tu cuerpo y proyectar tu sentido de la estética. Tu nueva sensibilidad, al borde de lo femenino, que sirva de velo a lo masculino, lo que nunca debes perder. Es vivir en ese borde lo que nos hace diferente y lo que nos da la razón de ser, lo que te trajo donde mi.

La vida en una ciudad tan conservadora, religiosa y patriarcal no eran las mejores condiciones que se requieren para poder ejercer tan noble e importante carrera. A La Isadora, un trago aliviaba las dificultades, dos de más activaban la ira que tanta represión causaba. Trs tragos la liberaban; y a cantar lentas y tristes rancheras mexicanas.

Los tragos de más le abría las puertas a la ira, y navaja en mano cortaba a quien se atreviese cuestionar su yo, o agredir a sus estudiantes. Navaja o no, al otro día estaba siempre listo para ejercer y cumplir con sus dos responsabilidades: peluquera y maestra de travestis.

La Luchi estudiaba letras durante el día, y de noche asistía a los talleres que ofrecía la Isadora de Quito. Sus lecturas en la facultad explicaban y expandían lo que La Isadora presentaba en sus talleres, pero a la misma vez lo alejaban del entorno donde se podía poner en práctica lo aprendido.

Foucault, Barthes, Vallejo le abrían las puertas que separaban los cuartos del mundo que la Isadora construía en sus conferencias y demostraciones; convertían a Quito en un mundo más angosto, provinciano. Al ver la lucha interna que estaba sufriendo La Luchi, en el preciso momento cuando este último conoció al magnate que lo invitó al extranjero, La Isadora aprovechó la ocasión para decirle -Va a llegar la hora en que no vamos a caber las dos en Quito, no pierdas esta oportunidad y vete.

La Luchi no se había fijado en las lagunas creadas por las diferencias de clase que las separaban. Si La Isadora aprendió fuera de su hogar a ser delicada y tratar de trascender los valores del barrio La Floresta, La Luchi había crecido en un ambiente pequeño burgués que hacía de esos valores parte de su diario vivir.

El mundo de la peluquería sostenía conversaciones que se repetían a diario, y no iban más allá de lo pedestre, lo doméstico. El mundo de la facultad de letras obligaba a una continua reflexión que llevaron a La Luchi a hacer comentarios que más de una vez, bajo dos tragos de más, acercaron los dedos de la Isadora a su continua compañera, la navaja.

Su rubio-oxigenado pelo, estatura alta, espaldas anchas,  tez cobriza cincelada por el tiempo y la crianza en La Floresta contrastaban con los de la Luchi: pálido, delgadito, de semblante delicado. A La Isadora su porte y procedencia de clase le restaban posibilidades de ser conquistada por los hombres que deseaba.

Cuando ambas se encontraban en los bares donde iban a poner en práctica lo aprendido en los talleres, sus deseados proletarios se inclinaban hacia las más joven y delicada Luchi; y en eso momentos, como buena maestra, su orgullo por haber conseguido que su querida estudiante manejara las destrezas de una bien realizada travesti frenaba lo que en otras circunstancias, navaja en mano, hubiese sido motivo de guerra.

-Vete. Y no olvides de vivir en ese borde que separa los dos polos que nos controlan - fueron sus palabras de despedida el día antes de que La Luchi partiera para el extranjero - que por ahí vienen mis nuevas estudiantes y no quiero que me vean con el rimel regado por los cachetes.

2. La Marica Pérez de Inwood

Su corte de  pelo y manerismos hubiesen dificultado la identificación, no apuntaban a género sexual específico; el metal de voz era suave pero de hombre joven; los dos tatuajes en el brazo izquierdo y pierna derecha lo identificaban como uno más de la nueva fauna tatuada que anda por el mundo; un hipster en la jerga de Manhattan. Cuando llegó donde la Luchi no tenía interés en usar pelucas y lo dejó dicho sin miramientos, ni andaba buscando un nombre de actriz fabulosa o ser icono de lo femenino. Si la Luchi había copiado a la Lucha Reyes y la Isadora a la Duncan, ella, la Marica Pérez de Inwood, tenía como modelo a las nuevas representantes del travestismo en Manhattan.

Este nuevo transgredir el travestismo, lo que de inicio es una transgresión, no tomó de sorpresa a la Luchi; ya estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo downtown. Los cambios que se habían generado en el Lower East Side, el notorio barrio-capital de la subversión, aparecían en los periódicos y revistas progresistas y alternativas; documentados en los nombres que habían escogido la nueva generación de travestis y en su uso de vestuarios que no eran ni femeninos ni masculinos. Las luchas por los derechos de los homosexuales y otros géneros no tradicionales no se limitaban a los derechos civiles, se extendieron e influyeron otros aspectos de las sub-culturas gais, incluyendo el travestir.

Miss Miramira, una latina que cantaba con voz desgarrada sin matizar su metal, comenzó esa nueva tendencia, que luego se convertiría en estándar del nuevo travestismo. Su nombre lo tomó de la muy común frase que se oye en los barrios latinos de Nueva York, “Miira”. Le siguieron Miss Gracie Mansion en honor a la casa donde vive el alcalde; Miss Alice Tully Hall, el nombre de una sala de conciertos; la Rue Paul, una calle de Nueva Orleans; Miss Step, una que cantaba en silla de ruedas; Miss Placed (no encuentro información que indique de dónde salió su nombre); y la famosa alemana que salía vestida de valkiria: Miss Wurst. Todas y todos, los nuevos representantes de la subversión del género, re-conceptualizaron y transformaron el vivir y vestir en el borde.

La Luchi no se sorprendió con la actitud irreverente del joven que en su taller y boutique se presentó a buscar información; quedó desconcertada con el nombre que había escogido, Marica, el muy ofensivo epíteto que tantas veces oyó y odió en su natal Quito. Juzgar ni rechazar eran principios que guiaban el trabajo de la Luchi como maestra de travestis, y se limitó a preguntar por qué había escogido esos nombres. Una famosa muñeca española sirvió de fuente para el nombre y primer apellido, Mariquita Pérez, y el segundo apellido, de Inwood, en honor al barrio latino donde terminó viviendo en el norte de Manhattan.

De la Mariquita Pérez, la muñeca - producto artesanal que fue inicialmente creado por una muy noble señora madrileña, doña Leonor Coello de Portugal, quedaba un ejemplar en la tienda de antigüedades donde trabajaba la madre de la Marica Pérez de Inwood. Por razones comerciales y valores machistas, a la Marica se le tenía prohibido jugar con la muñeca; de lejos, la observaba el muy andrógeno niño. Ni los revólveres ni las pelotas de futbol hacían mella en los deseos de Marica. Era aquella muñeca de porcelana, con cara de querubín, enormes ojos, pelo rizado, vestida con coloridos lazos y volantes, el objeto de sus más íntimos sueños. Deseos que nunca consumió. La venta de la muñeca a un vetusto, rígido y estreñido anticuario quiteño, don Ferdinando de Burbi, la llevó a sentirse como si le hubiesen robado un pedazo de su cuerpo.

Recuperar aquella muñeca era su norte. Su obsesión no le permitía ver más allá de lo que quería poseer, y una vez se enteró que el anticuario subastó la Mariquita en una casa de remates en la ciudad de Nueva York, la Marica decidió viajar y ver como conseguía comprarla o lo que tuviese que hacer, para hacerse de la muñeca. Su viaje por tierra - dirigido por guerrilleros, narcos y coyotes, requiere otra crónica, y esta no es sobre las vicisitudes que sufren las inmigrantes. La Luchi, madurada y paciente maestra, apeló a sus destrezas en el manejo de la dialéctica e indagación estructuralista lacaniana para llevar a la Mariquita a que expandiese sus horizontes, usara sus talentos para crecer como persona, y que aprovechara la habilidad que había demostrado, al tan fácilmente haber podido integrar en su identidad el nuevo travestismo, en la creación de unas estructuras que le permitiese aprovechar aquellas capacidades e intereses.

El lenguaje rebuscado y barroco de la Luchi iba en camino a perder a la Marica, y la Luchi, al ver que sus palabras no surtían el efecto esperado, cambió de estrategia: citó a la mítica Isadora de Quito, “...’vivir en ese borde es lo que nos hace diferentes y lo que nos da la razón de ser, lo que te trajo donde mi’, me dijo nuestra gran madre y maestra; y en mi caso lo conseguí con la integración de mi carácter histriónico y mi formación lacaniana, coordenadas que me llevan a fundar la escuela para travestis. En el tuyo es la muñeca la que te sirve de frontera entre tu yo y tu papel en el mundo. No puedes seguir buscando un objeto con el único propósito de satisfacer tus deseos de poder jugar o poseer. Tienes que integrarla a tu nuevo mundo. Tu borde se encuentra entre el juego con muñecas y tu existencia total. Deja de jugar”. 

Tuesday, August 13, 2019

THE TYPE OF CRUEL MAN WHO USED FREDO TO BULLY CHRIS CUOMO: LOCAS BITCHAS

In the gay world there are quite a few men like the one who recently triggered Chris Cuomo’s anger. It is a passive-aggressive type of cruelty. I have also met some women who use that violence inciting technique. Men -the more masculine type- tend to prefer the physical challenge when demeaning the target, but rarely use the “bitchy” mode. A man who uses the “passive-aggressive” approach is sort of “queenish.” In gay reunions there is always one of those looking to be the center of attention, by annoying somebody else. Usually, without losing their cool they make a cruel remark to hurt or embarrass those that are called in post-modern lexicon the “significant others.” Why they do it would require an extensive treatise on Lacan’s psychoanalytic interpretation of the behavior. In the gay world, most of the responses would be limited to an equally passive-aggressive full of sarcasm remark or, often, a facial gesture resembling one of the great nasty grand dames of Hollywood: Bette Davies, Joan Crawford. "Read my hand" was what a black drag-queen recently said in a similar situation when challenged by a white one at a bar, and then added, "don't fuck with mama, mama has a college degree." In Puerto Rico, those type of gay men are  called “Locas bitchas.” 

EL GUAYAMA QUE EL CONGO CUAJA

Antes de que llegaran las pantallas táctiles y lecturas cibernéticas, y mucho antes que una muy “trendy”, pesimamente informada escritora de Santa Rita, Rio Piedras, tratara de narrar las crónicas del sur; antes, mucho antes, en las  fiestas, ágapes, juegos florales, programas escolares y concursos de oratorias, en el pueblo de Guayama se oían unos  muy conocidos versos, “Guayama, la augusta, se viste de blanco….”, escritos por don Vicente Palés Anés, padre del reconocido escritor don Luis Palés Matos.

Aquellos versos honrando la grandeza del pueblo brujo,  “… la augusta, la bella matrona, la que un monte tiene por corona, y un cañaveral de sandalia al pie”, se oían tanto o más que cualquier canción de moda. Luego, el hijo, Luis, se fija en otro Guayama: calles antillanas por donde Tembandumba, cocolos y cocolas caminan "culipandeando / masa con masa". El Guayama de hoy, con sus muy caricaturescos políticos, sus cepillados y blanqueados "duques de la mermelada", lo describe otro que otro “caderamen” sin la "sensual zafra".

Desde el tope de La Loma del Viento se pueden ver las dimensiones armoniosas del que una vez fue un muy bien planificado pueblo, defendido por los antiguos ilustres guayameses, y por sus representantes municipales. Existía una ordenanza que prohibía que cualquier edificio fuese más alto que la iglesia. Para aquel entonces, algo de buen gusto quedaba. Algo que la codicia, la mediocridad y la mala planificación desplazaron. Las consecuencias se notan por todos lados.

El pueblo deja de ser el pueblo de elegantes casas y hermosos balcones criollos, para darle paso a casas de corte “Levittown”. No solo cambian los gustos arquitectónicos, el que una vez fue el pueblo de los  brujos -¡qué los pueblerinos de antes apreciaban el buen teatro folklórico!, y sabían a que se refería la hoy muy despreciada "brujería” de la ciudad y qué fue lo Palés Matos sugirió cuando escribió: “que el Congo cuaja”–, fue convertido en icono de los evangélicos politiqueros, por designación de una muy "sabia" alcaldesa, quien edificó una escultura espantosa, que recibe a los visitantes y les da la bienvenida al "pueblo de dios". 

Mas para que estos cambios no dejen de perder el contacto del “caderamen masa con masa”, ni la continuidad de las relaciones entre los grupos de cada barrio y sus gentes, hoy, los descendientes de los que una vez fueron excluidos de ciertos clubes y casas (los molletos, jabaos, mulatos, jinchos del cerro, los hijos de los jibaros y otro que otro "duque de la mermelada") son los que en estos momentos discriminan contra el mundo de donde ellos vinieron. Las nuevas "Tembandumbas", junto a otros -"sus mis cocolos"- enredados en otro tipo de "sensual zafra", por Guayama y sus calles antillanas siguen mezclando todo un mejunje “que el Congo cuaja”.

Monday, August 12, 2019

ON THE BUTTERFLIES COMING OUT FROM THE POLITICIAN’S MOUTH

In one of García Márquez’ short stories, a politician giving a speech is so self-centered and full of himself and verbiage, that butterflies come out of his mouth instead of words. Beauty and demagoguery replaced substance. At the bar, I did not have a professional politician in front of me, but a very amateurish one, indeed! His telling me how much he love and desire me to be there with him reminded me of García Márquez’ story. I could not tell him, “you are full of shit, queen”, because the whole situation was so fakish, pathetic, that I was in a sort of incredulity state, “does he expect me to believe what he is saying?”, while bored by what I had heard and seen so many times before. I had dealt with a few characters like him, not only at the College where I taught, where I had to deal with so many students who tried to mislead me in order to get away with poorly substantiated research papers, but I also had met quite a few gay men who tried to get me into bed faster than Santa Claus by surrounding me with words that were fancy butterflies. This time was not about someone trying to get me into bed, but about facing another fool full of himself, unaware that butterflies have wings, but humans can only float, and not for long since egos, at some point, will deflate. 

TRANSGRESSING THE “HOW TO BE” STARTING WITH -FROM- OUR OWN BODIES

I had no choice. Biology and the non material animus made me rather intersexual, able to feel both my inner delicate and strong selves; and to sense the internal organs that were different from -as well as parallel- to the external ones. I was neither a macho nor a damsel. At some point, given the external ones, I tried to act according to the expectations that had been culturally designed for the males. It was not possible. Not only I transgressed the “how to be” with my body, but culturally as well. No petite bourgeoisie values and mores with me.  My internal organs and animus took over and I had to transgress, letting my body and sense of selves flow, following their own rhythms. Of all the men I dated, only one was able to relate and respond to that duality sexually, achieving nirvana in bed; and that is why we lasted together for so long. Our circle of friends were -some still are- there too. Our “how to be” was  clearly understood and experienced fully, enabling us to transgress, and we started with/from our bodies. 

LOVE AND DESPRECIO: SKINNER AND KANT

The distance between an event causing a reaction and the response to that event cannot be reduced to a behaviorist cause-effect Skinnerian relationship. A post Kantian approach to the study of perceptions and processing information, external stimuli is required. “Despreciar” is to be devalued, and when one expects a person who is always saying, “You know, I love you”, to treat you with respect and love as they claim, but do not as they -through other actions- “devalue you”, the pain is greater than it would be if an unimportant “Juan de la Calle” is the one who “desprecia.” Humans are neither pigeons nor rats. Some people develop a thick skin and are able to separate themselves completely from the actions of others, even from those with whom they have very close relationships: lovers, relatives, friends. Others, not necessarily so. And when it happens, the sensation -be a feeling of betrayal, dishonesty, like a piece on a board game, losing trust- comes back until one says with an exclamation tone, “again!”.  Then, when it repeats itself so often, hearing them saying, "you know I love you", one says without the exclamation mark, "again." The perception gradually changes, and so does the response. In literature, Marcel Proust, Anais Nin, Angeles Mastretta, Fernando Vallejo, Marguerite Duras are known for having documented the changes in their emotions and thoughts, and their responses to external events that have affected them one way or another; and so have I in this blog. Independent of the methods used or guiding paradigms, they were never Skninnerian, but fundamentally Kantian. 

Sunday, August 11, 2019

ALCOHOLISM AND GRANDIOSITY

I grew up with alcoholics. I was also on route to become one, but with the help of therapy and homeopathy I was able to deal with it without having to abandon the joy of drinking a few beers or glasses of wine, even a joint, once in a while. It is often the case that alcoholics will have low self-esteem; and, they can also experience periods of grandiosity, acting as if they are better than everybody else. Grandiosity and low self esteem are interconnected and can be obstacles in the path away from addiction. Those individuals exhibiting grandiosity have an unrealistic sense of their own importance and, often, a false measure of their power. They tend to appear pompous and pretentious to other people. They will have feelings of superiority and may even believe that nothing bad can happen to them, and when they experience a disturbing situation, event, they can go into a state of shock. I have been there. If people have lost touch with reality so much that they are fully convinced of their specialness, then this is usually referred to as delusions of grandeur. Luckily, I did not get to that point. Some members of my family did, and crashed. Not all were able to get-up and recover, find a path to having a sense of what life's reality is all about, like characters in one of those Hollywood movies recreating grandiosity. 

WHITE LESBIANS, LATINO MEN, PERNIL, ARROZ CON GANDULES Y COQUITO

“Latino men are usually portrayed in not so nice images and related language, resulting in -with the exception of those who desire them sexually- quite aggressive reactions from white people, being white lesbians the worse of them all” was more or less what was stated at a Latino gay men’s party in the Heights. The strong remark was triggered by a conversation about a neighbor of the host, a white lesbian couple, who seems to dislike him. Another guest said that he had met quite a few nice white lesbians and had to disagree, and added, “Some of my friends are white lesbians and they are not all alike.” There was a back and forth discussion on white people, latino men, focusing on the more specific subject, “white lesbians and Latino gay men.” A very interesting and revealing chat while eating pernil, arroz con gandules, guineitos, yuca and avocado salad; and a shot of coquito to help with the digestion; a few shots of coquito. 

TORTURA JUSTIFICADA POR EL AMOR

Qué correspondencia entre castigo y amor es asumida como normal. Cuando el castigo entra en la zona de la tortura no puede verse de otra manera como lo que es, tortura. Horrores que se cometen en nombre del amor son eso, horrores. Padres alcohólicos o neuróticos al borde de la locura pueden convertir a sus hijos en una cosa, un objeto del que disponen a su antojo durante cada uno de los años de vida de cada niño, llevando a esos hijos a distorsionar tanto la realidad vivida, que terminan justificando la crueldad a la que han sido sometidos; fisica y/o sicológica. Y cuando esos padres van de la tortura a momentos, gestos verdaderos de cuidado y de cariño, ausentes de violencia y de control, esos hijos no aprenden a juzgar lo que fue un abuso que los marcó para siempre, no aprenden a diferenciar el amor de la crueldad; y los adultos hasta proclaman que la violencia viene motivada por amor al niño: protegerlo, prepararlo para la vida. El niño, a su vez, ansía complacerlos, entenderlos; intenta encontrar la imposible explicación a su desgracia en eso que los adultos llamaban amor, y que no es más que perversión, delirio de posesión, control sobre el otro, ejercer poder. Tantos niños que son maltratados a nombre del amor, terminan idealizando a la madre o al padre, sin poder separarse lo suficiente para juzgarlos. El dolor que causa mirar a la tortura es demasiado poderoso, ciega. Es preferible convertirla en amor, ilusión. 

CONTRADICTIONS: SELECTED LATINOS AND TRUMP

There is a grandiloquent Puerto Rican man who writes a weekly column for a San Juan newspaper, praising the glories of Trump -I get the feeling he might be gay too; perhaps, it is my tendency to link pomposity in males to homosexuality; a photo of the Guaynabo city major smiling next to Trump as the president throws drying paper at the people in Puerto Rico; a note in the media reporting on Puerto Rico’s representative in Congress sending a post card  to the president wishing him the best is his work as the leader of the world; a list published in the Web, naming a series of Puerto Ricans who give monies to Trump’s campaign; an Ecuadorean living in the less expensive suburbs of SoHo, Williamsburg, an undocumented worker who does not support the president but expresses similar ideas regarding “lower class” peoples, and selected Latinos he believes are not up to his social standards, particularly Newyoricans and Dominicans; a Cuban professor who, like the Ecuadorean previously mentioned, speaks against Trump, while in coded academic language makes very prejudiced remarks about Puerto Ricans in New York; a Colombian educator who, like the previously mentioned Ecuadorean and Cuban is also offended by the president’s statements on Latinos, yet uses every opportunity to say how appalled she is by the uneducated speech patterns found among certain US born Latinos when speaking Spanish; a recently deported gay Argentinian living in precarious conditions and looking for a job in Buenos Aires, who blames his situation on the Mexicans. 

Saturday, August 10, 2019

SOTOMAYOR DE LA AGUADA, PUERTO RICO

Yo soy don Pedro de Sotomayor y me llamo como verdaderamente se llamaba mi abuelo: Pedro. Mi herencia ha sido secuestrada por mi tío don Hernando, quien no ha tenido vergüenza en ocultar y más tarde insinuar, todo lo relativo al verdadero origen de mi abuelo y de mi propio padre, don Cristóbal Colón de Sotomayor. 

Ahí está toda la verdad, en las cartas de mi infame tío, donde revela que el verdadero nombre de mi abuelo era don Pedro de Sotoumajor, y los motivos para que mi padre cambiara el suyo. El almirante “…quiso que su patria y origen fueran menos seguras y conocidas”; quiso imitar “al mismo Cristo, que siendo sus antecesores de la sangre real de Jerusalén, tuvo por bien que sus padres fueran menos conocidos..... de modo que cuanto fue su persona a propósito y adornada de todo aquello que convenía para tan gran hecho, tanto menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria…”.

Mi linaje incluye toda la historia de los reinos de Castilla y Aragón y las tierras que mis antepasados arahauacotaínos poblaron. No soy un indio. Nunca fui un indio. Indios eran ellos; ya no lo son. Mi madre me cantó en su lengua.... "Abeetsua maadudu manuitsua umanika ikanakana/ Ualanikawa. ....maapitsuakua kewa/  Uniukule uítalire/ Tzuítalire uniukule / Íidalikule íidalikule". Me durmió en su lengua; me protegió en su lengua. No es mi lengua. Mi lengua es el castellano: lengua de mi pueblo.

Yo soy don Pedro de Sotomayor; padre de la historia de estas islas; hijo del destino de los que lucharon en las guerras santas, que expulsaron a los infieles, los paganos, los marranos; descendiente de los que construyeron las bases de la España a la que pertenezco; la que hoy me niega su pecho para reir y llorar con ella. 

(A falta de documentos que contengan muestras del arawaco hablado por los arahwacotaínos en Borinkén, se tomaron muestras del poema piacoco Madudo.  El idioma piapoco es un idioma arawaco hablado por unas tres mil personas, los piapoco o wenaiwika, en Colombia y Venezuela)

Friday, August 9, 2019

DEAD FRIENDS

He had been quite nice, but not completely straightforward. It was not the first time but it would be the last. Bullshit artists come a dime a dozen, and queens pretending to be grand and in some sort of fabulous state were not a rarity. The older man had to deal with lots of them during his seventy years on the planet. There was nothing in his persona that was new, nothing special about him: he was not rich, his family was unequivocally working class, both in education and careers, and his own work and education were as common as common can be. Yet he thought of himself as some sort of grand queen: a Truman Capote or Versace wannabe without the talents or connections of the two well known artists. He was the inconsequential character that appeared in some of Kafka or Kundera’s stories. Obviously, he had not read those two great writers. He was not the only one who went around New York City acting with some kind of “I am special” attitude, above everybody, except those he looked up to, and even those, the ones he kept as friends, invited to this activity or that activity, were as common as common can be. For someone who got to hear his stories and knew a little about children’s upbringing, he was a “mama’s boy” still attached to the mothers tits, milked. At a certain point, that type of person can be very tiring, and if they lie in order to be evasive, because they do not want to include this one or that one, claiming they lack this thing or that thing, as if people were pieces on a board game, coming from such a average person, oh well! Better to stick to people who were real and enjoy life at its fullest, including its diversity and richness. The older man looked at him and thought about the many gay men he had met that were just like him, so many he socialized with during the seventies and eighties who were infected with hIv: all of them, including him, dead ones.

HOMOS’ DISNEYLAND SHOWS VISCONTI’S MOVIE, THE DAMNED

Neither Micky nor Mimie were there. It did not matter. There was some kind of Judy Garland or Marlene Dietrich’s icon singing in the background, an ego and id building bubble triggering the emotional rush. Then, the new police state took over prohibiting sensations of grandeur and Homo’s Disneyland, burning all the men inside, as they continued dancing and watching The Damned by Visconti. Some of us were not invited to the party, the movie experiencing night. It did not matter. We still had to escape, leave the surrounding area and hide from the police state. 

VAGINAS TERRORISTAS

Me lo contó y sentí escalofríos. En su cara se veía el miedo. Su lenguaje no fue elegante, con estilo. Trotón; falto de amor; lleno de rabia; cunetero. Deseaba la chocha y ella lo rechazó, lo rechazó por haberle tocado su chocha, y le tocó la chocha y los senos, y ella lo cambió de cama, y luego le daba palizas, ella borracha le daba palizas, por años le dio palizas, y él tenía doce años cuando todavía dormía con ella y tocó los senos y la chocha de su madre, y sesenta y tres años más tarde las chochas lo siguen asustando porque ella lo cambió de cama. Cuando vio la obra Los Monólogos de la Vagina en busca de una respuesta a su relación con las mismas, sabía que faltaba algo: hay chochas que aterrorizan.  

Thursday, August 8, 2019

RACISM IS EVERYWHERE IN BUÑUEL'S (PETITE) BOURGEOISIE

A Puerto Rican Hispanophile gay man (loves Spain and claims direct Spanish ancestry: a mark of status in the island of enchantment) who is campaigning heavily against Trump, responded rather interestingly, when informed of a physical beating inflicted upon a Dominican woman in a Madrid bus, by a Spanish man, who also called her “negra...”, using abusive language, and told her to go back to her country. (The police arrested the man) The Puerto Rican Hispanophile said, “There is racism everywhere”, dismissing the violent and horrible act. His response led me to wonder, had the racism in the USA not been against Latinos in general, would he be so infuriated with Trump or would he agree with Stephen Miller, the architect of anti-Latino ideology in the White House, whose ancestors died in concentration camps in Germany. Listening to former colleagues and students who are taking public stands against the persecution of Latinos by the current government in Washington D.C, who I know have been quite homophobic, helped me understand that, often, one does not transfer empathy to a different type of discrimination, group or setting. It is not necessarily about reason, but emotion. How the hispanophile feels about Spain is not the same as to how he feels about the USA or Buñuel's movie Le charme discret de la bourgeoisie, the very "petite bourgeoisie." 

SMILES AT MAX’S CAFÉ

The conversation did not include him, a young white man with a smirk on his face, but he chose to enter into it, and asked me at the neighborhood café, “What do you think of Trump?” The café with its communal sofas and tables lends itself to easily socialize with the rest of the clientele. I was talking to a former colleague about her current work with bilingual student teachers in the present political climate. I did not answer immediately, and he could not wait, following the first question with another one, “Do you need to think about what you think about Trump?” Since what I was thinking was not about Trump, but about why would a young white man asks an unknown to him, older Latino man, about his ideas on Trump, my answer was, “No, I am only thinking about the likes of you.” His smirk quickly disappeared from his face and added another question, “Why are you saying that?” My former colleague, a Nicaraguan educator who specialized on multicultural education, including how perception influences diverse cultural and class related narrative styles, did not say anything. She simply smiled.