Sunday, January 31, 2016

NEGACIÓN AL CUADRADO

La señora colombiana en Jackson Heights, Queens, NY hablaba despectivamente de los puertorriqueños -como si ella hubiese sido parte de los grupos blancos, anglosajones protestantes de ultra derecha-, hasta que la arrestaron por no no tener permiso oficial para estar en los EEUU. Antes de deportarla, la encarcelaron por un tiempo, la trataron como a un delincuente, y ella juraba que era por culpa de la mala fama que los puertorriqueños le dieron a los otros latinos, que la trataban así. Todo esto lo dijo en español frente a un televisor que pasaba noticias sobre Trump, El Chapo, el Zika, que ella no entendía pues no hablaba inglés.

Freire, Cumpleaños y Cafres

Mira, yo soy gay y entiendo lo que es sufrir y ser discriminado, pero es que esos niños no hablan muy bien y los tengo que corregir todo el tiempo. ¿Cómo van a triunfar en la vida con ese acento y ese vocabulario? No es que yo sea prejuiciado, si yo fui socialista y miembro de una banda de punk rock: pelo verde, recorte mohicano. Siempre estuve activo en los movimientos de la contra cultura. La mamá de ese nene tiene cara de prostituta, las uñas más decoradas que un palacio rococó, el pelo de todos colores. ¡Y como hablan!  Nada agradable. Con ese modelo de comportamiento, qué se puede esperar de ellos. El papá, si no me equivoco, es medio maricón, pues me da la impresión de que también se acuesta con hombres. Supongo, para que le paguen. Sí, yo soy gay pero vivo una vida convencional con mi pareja. Qué vida es esa para un niño. No, una cosa es criticar la cultura y otra es vivir como viven ellos. Yo ni los saludo cuando vienen por aquí; la ira que me causa verlos es reflejo de lo que yo creo. Tanta ira me hace daño. Es que hay tanta chusma. El otro día, el nene me trajo una foto de su cumpleaños donde estaban el papá, la mamá y los demás hijos; y que para que se la mostrara a los otros nenes en la clase. Te imaginas, mostrarle esa foto a la clase. Le sonreí, con la carita de buenazo que puedo poner. Me puse bien pasivo-agresivo. Me conoces. Toda mi cara de simpatía programada. Luego la muestro: le dije. Guardé la foto, me hice el olvidadizo y seguí con la clase. Horrible, la clase. No pueden pronunciar las erres, las eses. Es que no quieren aprender, con ese mundo en el que viven, qué se puede esperar. Cuando yo era punk nos pasábamos fumando mariguana todo el tiempo. No, ya no fumo, me hace daño el humo. Ahora gasto el dinero en mis Lladró. Bellas las Lladró. Mi placer, mi nuevo vicio. Gasto miles de dólares en las mismas. En algo me tengo que entretener. No, el nene no es problemático, es tranquilo, hace las asignaciones pero sigue con ese hablar. Qué se puede esperar de ese ambiente. A Freire lo leí en una clase de teoría sobre la educación bilingüe. No le puedo asignar una buena calificación mientras no pronuncie como es debido. Los papás vienen a la escuela, de nada sirve, no entienden lo que se espera de ellos ya que siguen hablando con ese acentito. Son de esa gente que si les sirves vino le echan hielo y no les importa tomárselo en vasos de plástico. Horror. Son el mal gusto personalizado. Yo viví en una comuna. Es que esas teorías de Freire suenan muy bien en el papel, mas no trates de llevarlas a cabo con esa gentuza. No aprenden. Qué se puede esperar del mundo en que viven. Ayer firmé una petición para que mi representante en el senado vote a favor del matrimonio entre homosexuales. Es hora de que nos podamos casar y vivir en paz. Bastante discriminación hemos tolerado. En la foto se veían felices. El bizcocho de cumpleaños parecía una tortita de calabaza. No dudo que la crema que le pusieron por encima fue preparada con manteca Crisco. Siguiendo el modelo problematizador de la didáctica freiriana, pensé -no lo haría- en usar la foto como punto de partida para el estudio de una familia cafre, y, ¡lo que se pudiera discutir con esa imagen! Cumpleaños y cafres.

Saturday, January 30, 2016

ANTES DE QUE LLEGARA LA ELVIRA

(Cuatro hombres gays sesentones y cincuentones en una sala miran un video de un viaje a Boquerón. durante el wiken del junte anual gay en el balneario puertorriqueño)

Primer segmento: En camino, en un SUV)

                   hombre #1, en video
¿Condones? ?¿Para qué? El deseo se consumió así mismo y hoy es pura estética.

                    hombre #2, en la sala
Y cuando busqué en el botiquín de la muy pequeña casa, anunciada como chalet, no encontré los que yo, y nadie mas que yo, llevé.

                     hombre #1, en sala
Los cuales nunca te fueron necesarios, y no fui yo.

                      hombre #3, en video
Bitch! Como te atreves sugerir que yo me debo hacer la plástica. estoy entera, bueno

                      hombre #4, en sala
No fue. Fuimos yo y ......

                       hombre #3, en video
menos en la cintura y nalgas colgantes. ¿Alguien trajo condones?

(La Elvira fue el nombre con el cual Ariel Fernández y este servidor bautizamos al virus VIH)

CHATTING WITH AUNTIE

Is this where technology and age came together? My days are spent waiting for my friends, my virtual friends all over the world; waiting, waiting, waiting for them to chat our days away, away from everything else, old age included; to let lose our desires to share and dare to criticize, build up, write about ideas with Auntie, my nick, one of many I use every day, in that space, virtual space.

"So many languages to learn,  so many places to visit, to be required to speak in a second and third and a fourth dialect, as languages they are not",  says my friend the linguist, nicked Theworm, writing in one site, while using another to communicate with the box and its internal wirings and routes, forcing the chatter to operate in more than one space at any given time and to resort to more than one name to avoid being judged on the name and nothing else.

Some of my techie relatives know I am an old man, and do not care or judge me for calling myself the aunt of virtual space since it is not about me when I chat with them, in that particular place, with dancing chips, chatting with literary nieces and nephews, passionate about the written word, in conversations about politics and arts and everything else, so they claim as I have found out that in order to play some disguise their identities, virtual drag queens in bites and chips performing for the world.

Metamorphosis brings me to another space in the Spanish paper where Juruntungo rules, alter ego of someone who goes where his vote will not, Jurutungo chats in spaces, exposes ideas on politics and the colonial status of countries around the world, a the tour de force, and he/she/we are the happiest when arguing against the lady nicked Jezabelle, and her unconditional support of everything American at the expense of everybody else, though Jurutungo and Jezzabelle are known as J & J inside their chatters’ worlds, and they do not visit many of them, unless taken there by forces beyond their control or their faith.

Yes, yes, I am also Jezabelle, a different kind of aunt, listing the pros and cons of life in the hinterlands, chatting about countries not yet appearing in an atlas map showing countries where she has never been and where she never plans to plant her feet since for Jezabelle life in those places is so depressing and backwards and underdeveloped and so absence of culture making them inhospitable for a lady of my status and class, well dressed, who loves croissants and Gallic culture, canard a la orange and eggs a la bourgeois, foods that the defender of the proletariatado, Jurutungo do not appreciate, and not knowing how he/she/whatever got there, Jurutungo decided to stay quiet and only follow the interactions between the chatters engaged in ethnic politics in a radical paper that never saw a mill, such is life in virtual life, immaterial at its best.

You.S.A opposes the alter ego of Amelatinfrom, ethnocentric, both of them, arguing each other to death of space as many times the server allow us/them to chat without a stop or often forcing us/them to visit other places where if the true identity is revealed one will never be invited to participate, yet thru clandestine ways we do enter into forbidden places, to be blocked once the IPI is revealed and disgraced.

How pleasurable is to be both You.S.A and Amelatinfrom, and thanks to faster chips be able to travel from page to page, never breaking the basic moral question asked by Ethicsbaboon with regards to what to say at a particular place or how many routes to take and not hurt the systems electronic vibrations or to force the collapse of the amorphous collective space is the question placed by Dish/re/Garde.

His/hers/ours/ their role is to question and rarely to provide answers except when suggesting roads to take, virtual roads on the way to expansion and clarification and what to do when uncalled nicks or sparking bits brings you to an unwanted space:

First: check who is there, read and agree, or read and disagree.

Second: delete or escape or simply join and instigate.

And instigate is what Jurutungo did when he/she/we saw Jezabelle supporting death penalty as an alternative to expensive long term incarceration or forgiveness for a redemptive soul, arguing against Jezabelle there was You.S.A, losing the arguments since their ideas were one and the same.

Friday, January 29, 2016

COQUITO EN QUEBEC Y EL TÍO PATO

La bebida navideña por excelencia la tomé hace unos tres años en PR. No la he vuelto a tomar junto a los muy amables, y llenos de orgullo familiar, puertorriqueños.

Mi última Navidad en PR la pasé solo en un balcón (y la soledad nunca es agradable y para los viejos es peor todavía), oyendo música que venía de la casa de unos vecinos. Un poco antes, durante esas fiestas tan llenas de amor cristiano, había estado de visita en casa de una hermana y mi cuñado (QEPD). Mis muy queridas hermanas están y estaban demasiado agobiadas por las enfermedades y achaques de viejo. Los parientes restantes, que repiten esas frases tan trilladas, "te amo", "eres mi tío favorito" o algo así, me quieren mucho, pero no me invitan (siempre me pregunto por qué y siempre me doy la misma respuesta: o están bajo el yugo de maridos o mujeres agresivas, controladoras, cafres vestidas por Gucci -típico de las nuevas clases medias en PR-, o temen que a sus nenes "se les pegue eso" de lo que sufren aquellos que como yo....., pues ya usted sabe).

Desde aquel momento decidí preparar el coquito yo mismo, llevarlo hasta Saint Jerome, Quebec, y tomarlo junto a los compadres, ahijado, hermanos, primos, tíos, abuelos, bisabuelos, y unos cuantos quebequés más, en la Provincia donde, si uno oye a los ciudadanos comunes y corrientes, puede concluir que el siglo del raciocinio y la ilustración dejó huellas, y no temen "que se les pegue eso a los nenes", ni tampoco ofenden diciendo: "Yo no rechazo, pero no te apruebo". Con amores así en el calor del hogar y familia, es mejor tomar coquito en el gélido Quebec.

VIVIR EN SU ESTATUS

Vivir en su estatus, ¡uy! Ni pizca de toda la otra historia que subyace su vivir dentro del estatus. ¡Uy!, si se enteran que su abuela era de.... ¡Uy!, si descubren que su abuelo era un....... ¡Uy!

Emperifollada en su lenguaje aprendido en academia católica de parroquia proletaria, ¡uy!, paliquea sobre el ir e ir de nuevo, estuvo allá y acá,¡uy!, arrastrando una cola decorada con su estatus.

Thursday, January 28, 2016

IDENTIDAD LATINOAMERICANA EN LA LITERATURA INFANTIL CARIBEÑA

http://www.lecturayvida.fahce.unlp.edu.ar/numeros/a19n2/19_02_Torres.pdf

http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/118605/1/EB12_N110_P34-39.pdf

Wednesday, January 27, 2016

La literatura infantil-escolar puertorriqueña: crónicas y cuentos de aparecidos (Esquema)



El estudio de las ideas "...nos permite descubrir las fuerzas motrices que informan el sustrato de nuestro ser cultural...., la perspectiva que nos corresponde como ser histórico" (Pérez Marchand 1969:598).

Estudiar todas las “fuerzas motrices”, ideas, artefactos, medios que forman el “sustrato” de la cultura de todo un pueblo es una labor agotadora; quizás, imposible, y al no poder investigar todas las fuentes, la pregunta consiste en cómo lograr esa labor tan abarcadora. Es la literatura escolar-infantil/juvenil uno de los sustratos; fundamentos ideológicos o estéticos que participan en la formación de la identidad de un pueblo. En la escuela no se estudia un poema o un cuento como un artefacto más para adquirir destrezas, conceptos o vocabulario controlado, al estilo de las llamadas series básicas que hoy abundan y reducen el proceso educativo a un lenguaje técnico y a conductas observables y medibles.

Se estudia la literatura como otra expresión que retrata y recrea la cultura; que recoge las ideas y sentimientos del entorno inmediato, y del universal y que describe el juego reflexivo y evolutivo en el que se involucran el lector, la  literatura y la cultura. Esa evolución ocurre en cualquier corpus literario, entorno geográfico y momento histórico. De esto no se salvan ni los puertorriqueños, ni tampoco su literatura, incluyendo la literatura escolar infantil.

La literatura infantil puertorriqueña retrata dicha cultura, fomenta su desarrollo, y al igual que toda relación simbiótica, se influyen mutuamente, cambian. Esta simbiosis, relación dinámica entre cultura y literatura obliga a estudiar la literatura escolar-infantil más allá del momento cuando se empiezan a escribir las primeras obras puertorriqueñas escritas expresamente para los niños: los cuentos de Eugenio María de Hostos (1839-1903) y los poemas de Lola Rodríguez de Tió (1843-1924). Los escolares, los niños y jóvenes puertorriqueños han sido expuestos y apoderado de obras no escritas necesariamente para ellos.

Antes de las primeras manifestaciones en el siglo XIX de una literatura infantil netamente puertorriqueña, surgen dos fuentes de obras escritas o formadas en el contexto de los primeros años de la colonia que más tarde influyen o conforman esa literatura infantil: la narrativa folklórica y las crónicas escritas por los colonizadores. Desde principios de la colonización, se comenzaron a escribir en Puerto Rico documentos históricos que resultan de las gestas llevadas a cabo por los colonizadores: las cartas, relaciones y las crónicas.

Sobre las crónicas nos dice Anderson e Imbert, "La documentación y explicación de esta empresa colonizadora, a través de este género, se convierte en una de la expresiones literarias en las nuevas colonias americanas, y, que, al contacto con la nueva realidad americana, adquiere fuerza creadora" (1960:11).

Las crónicas documentan la naciente historia puertorriqueña y sus dimensiones humanas; conforman las raíces de lo que más tarde se convertirán en leyendas o en modelos para cuentos, en fuentes de la literatura o en literatura como tal. Más allá de recoger el proceso colonizador, trascienden el mero papel de documento histórico, influyen las letras en general; en particular, la literatura infantil y dos de sus vertientes: las leyendas y los cuentos de aparecidos. Estos últimos - un tipo de relato muy particular en el entorno latinoamericano -gestan toda una tendencia literaria: lo mágico en las letras.

(Los cuentos de aparecidos y los fundamentos moralistas y pseudo científicos de las nuevas ideas pedagógicas han chocado, teniendo como consecuencia que dichos cuentos han desaparecido de las colecciones infantiles/juveniles que se publican y leen en las escuelas. ¿A qué le tienen miedo algunos adultos? Véase bibliografía).

Aquel asombro que proyectan y relatan los primeros cronistas, al encontrase con esos tan distintos pueblos, abrumadora naturaleza - tan difíciles de explicar, lleva a los pobladores (los nuevos y los allí encontrados) al mestizaje: literario, mitológico. De todas las crónicas escritas por los colonizadores españoles, dos de las mismas adquieren carácter permanente en el corpus de la literatura infantil puertorriqueña: "La muerte de Salcedo" y "La muerte de Sotomayor", escritas por Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), en su insigne obra Historia general y natural de las Indias, cuya primera parte se publicará en 1526.

En "La muerte de Salcedo", Fernández de Oviedo relata la estrategia, ahogaron a Salcedo, que usaron los taínos para conocer cuán humano eran los españoles. En la crónica sobre la relación amorosa entre Sotomayor y Guanina el cronista relata un amor al borde de tragedia griega, los Romeo y Julieta caribeños, inicios del discurso sobre el mestizaje que tanto ha calado en el psique latinoamericano, en esta caso, entre el colonizador y la hermana del cacique Agueybaná, y sus supuestas muertes a manos de los indígenas.

Ni en sus inicios estas crónicas eran literatura infantil, ni tampoco existía un pueblo puertorriqueño, pero ambos cuerpos se han estado influyendo, transformando, y por ende, demostrando cuan estrecha es la relación entre esta literatura y la formación de lo que es hoy la cultura puertorriqueña. Sus orígenes, sus mitos, historias se confunden. Cultura, textos, cuerpos y espíritus se influyen unos a otros; y las letras continúan recogiendo sus manifestaciones, los codifican.                                        
                                                         



Saturday, January 23, 2016

Myriam Bedolla, y el revés de las cosas

La nieve vino a buscar a Myriam. Fue por medio de Roy y Carmen -y toda la gente de un programa de formación de maestros bilingūes para párvulos en CCNY, mediados de los setentas- que conocí a Myriam. Su estudio era un taller, un salón, mise-en-scene de los últimos años del SoHo de arte en vivo. Allí jangueabamos y de allí subìamos hasta mi casa y seguíamos jangueando con los temas, libros leídos, exhibiciones de arte vistas, mis poemas concretos, joyas esculturales, pro y anti anti los antis y cosas -¡a saber de qué  hablábamos o fumábamos!-, gozadas, revolcadas, discutidas, o subíamos a su casa o a la casa de alguien -¡qué se puede esoerar de los setentas!-: explorábamos, junto a Myriam, entretejíamos la vida con el arte. En su caso, ese vivir atrapaba todo: sus piezas de bisutería, esmaltes, pinturas, medios mixtos, su escuela: emblema internacional, su trabajo como directora de una institución extraordinaria, un centro de aprendizaje y enseñanza donde muchos aprendimos a aprender, fijarnos en obras como en estudiantes. Mirar con Myriam era un entrar en lo de enfrente con un ojo o dos o tres o cuatro, y de ahí en adelante, no se volvía a ver el enfrente de igual manera.  Con ella descubrías el revés de las cosas.

Friday, January 22, 2016

12. Rondas. Montevideo a Punta: la versión de un bolero en voz de la Tellado

El coche partió tarde en la noche de luna menguante, de rondas y desvelos; circuló por otros caminos, tan tristes como los que Agustín Lara vio cruzar por su balcón, acompañado por las luces fragmentadas de una quebrantada luna, en espera de la Félix, y una continua tonada, un repetir del "cómo fue, no sé explicarme que pasó", antes del accidente en la carretera de Punta. Mucho antes del Porsche terminar destruido, un bolero, otra canción, comenzó el final del relato en la tableta.

"Noche de ronda" cantaba lentamente la Elvira Ríos, sus pausas extensas, silencios entre fraseo y fraseo, ayudaron a aguantar la eterna espera al lado de, ¿un pino?, o de un palmar cerca de la orilla del mar, mientras que, a lo lejos, en la playa, se veían dos siluetas, dos cuerpos, celebrando una cita, embestidos por las olas, dos amantes completamente desnudos, en erótica armonía con los susurros de la Rios,  "Que triste pasas.... Que triste cruzas.....Por mi balcón", y la sirena de la ambulancia; desde el Porsche destruido, los quejidos.

-¿Dónde estoy?
- ¿Qué hago aquí?
- El Porsche, ¿de quién era?

"¿De quién hablan, qué esperan, si todo fue y no sabrían decir lo qué pasó?" fue el mensaje que anunció el  timbre del correo electrónico, sonoro y agudo, capaz de despertar con facilidad a quien es ligero de sueños. Sin esperarlo, a las ocho de la mañana montevideana, cinco de la madrugada en el norte, se acercaron las voces y textos del relato tellediano: los dos amantes en camino de Punta.

A las cinco de la mañana el café con leche protege -juega, quizás- contra el ruido del viento, el timbre de la portátil, una pantalla alumbrada por el cambiante reflejo de luz,  el baile de los copitos de nieve y la tormenta que le da voz a la señal de tránsito, el ruido estridente del metal, y lo imprevisto: un romance, un accidente, una flecha negra anuncia, se mueve, un cartel, "desvío", un grito desesperado dentro de un nuevo capítulo de una vida escrita en bolero.

El grito de dolor, entretejido con la voz de la Collado, se pierde en la frontera que lo separa del placer invernal, la caída de los copitos de nieve, el café, del bolero que se oye a lo lejos lejos, desde el sur, en la carretera Inter-balnearia, bañado por otras aguas y vientos australes, el Porsche destruido. y se repite en la canción y en las cambiantes notas que aparecen  en la pantalla de la tableta, para luego desaparecer por causa de la impaciencia de tanto esperar,  y así, una vez más, no saber decir cómo fue ni poder explicar qué pasó



Thursday, January 21, 2016

JUEGOS DE VARONES HECHOS Y DERECHOS

(Los nombres que aparecen a continuación son ficticios; los relatos sobre los mismos no lo son; bueno, algunos, que la memoria nubla los recuerdos; y para los heteros, lo vivido por un homosexual puede parecer ficción.)

De niño, disfrutaba jugar con los carritos de metal, en particular los camiones, tráileres, coloridos y brillantes; correr bicicleta, teresinas: todos juegos y objetos asociados con los juegos de varones. A escondidas, jugaba con jacks hasta que el vecinito me delató. Menor que yo y más ingenuo, le pidió a la mamá que le comprara un set de jacks; y ella, sorprendida, le dijo que no, que esos eran juegos de niñas.

Por encima de la verja, al oír aquella conversación, me sentí desnudo, avergonzado, creo que boté los jacks y no volví a jugar con ellos o quizás me escondía en el baño (al igual que Lloréns, aquí la memoria pierdo) y allí tiraba la bolita y en el rebote trataba de coger la estrellita de metal; practicaba tan importante destreza manual.

De los jacks me moví a la cuica, brincar la cuerda, y tampoco fui muy buen saltador. Más de una no podía saltar; si aumentaban las cuerdas, mis pies se enredaban y tenía que abandonar los saltos (sigo igual de torpe con mis pies, hace unos meses me llevé de por medio los Limoges de mi amigo el sicólogo).

Mi amiga la pintora, MDR, quería una teresina/patineta con manubios como regalo de reyes. Le regalaron una muñeca. La odió y nunca jugó con ella. Su mamá se apoderó de la misma; a su manera, adulta, la madre jugaba con la muñeca: la vestía como si fuese su hija para luego sentarla en una esquina del sofá. Allí, en el sofá, permanecía hasta que le cosiesen nuevos trajes, sin poder distinguir su papel: objeto decorativo o reemplazo de la hija con manerismos y gustos de varón.

MDR compensa sus deseos reprimidos a través de símbolos que usa en sus pinturas y dibujos; entre ellos, hermosos trompos que giran en el aire (si mal no recuerdo, no pinto, pero también compenso la represión, vergüenza que sufrí, con una bolsita de jacks que debo tener escondida en algún baúl en mi armario).

Mi estimado amigo, el sicólogo, colecciona muñecos de todo tipo, y se encuentran lo mismo sobre sus mesitas en la sala como en su ordenador o libreta de teléfonos. Es que, como bien él dice, hay muñecos y hay muñecos. Que le rompa una de sus Limoges le es indiferente. Que me le acerque a uno de sus muñecos puede ser guerra declarada.

Sus muñecos en las mesitas, su bien ordenada y decorada casa refleja aquellas casitas de muñecas que ayudaban y ayudan a entender y manejar el mundo doméstico de los adultos. No en balde hay tanto decorador y arquitecto gay: nos gusta jugar a las casas, de mamá y papá (sobre lo que aprendí cuando jugaba de mamá y papá no puede ser relatado en este muy respetuoso blog)

Es harto conocido y estudiado que los juegos y juguetes reflejan las culturas y periodos históricos en que éstos se llevan a cabo, las razones e ideologías que subyacen el por qué son fomentados, sus funciones económicas, sociales, psicológicas, género, etc., etc., etc. También reflejan las inclinaciones de los niños y su visión del mundo

Lo mucho que tuve que leer sobre este tema cuando estudiaba pedagogía me sirvió para reflexionar sobre los jacks, trompos y muñecas durante mi niñez en el homofóbico, culturalmente claustrofóbico y caluroso pueblo caribeño.

En estas épocas tecno-formuladas, bordea en lo alucinante lo penetrado que están los juegos de video, militares y violentos, en la vida de los adolescentes y niños, en particular, entre los varones.

Jugamos todo el tiempo; y el mundo lúdico de los juguetes y juegos ayuda a aprender a manejar el mundo serio (de serlo) de los adultos.

Tuesday, January 19, 2016

1. Pentagrama. Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado


La noche no fue interrumpida por mujeres de ojos color turquesa, rostros de nácar, sentadas al lado de hombres de pelo gris, apuestos galanes hacia quienes ellas extienden lentamente sus angulares y finas manos, uñas rojo encendido, en camino a Montevideo.

El chillido de las llantas acompaña al frenar sin control. Retira las manos, las  lleva hasta los muslos, la falda, la boca; un suspiro, el Porsche destruido.

Silencio sepulcral. Sonidos de sirenas. Ofuscados recuerdos de la pasada noche, la que duró diez años en cuajar y empezó la mañana de ese San Valentín.

La voz de Corin Tellado canta, "La noche de anoche".

14 de febrero, 6:00 am: Ding, ding, ding timbrea el email, del café a la pantalla en menos de un segundo.  Un San Valentín que no esperaba y el re-inicio de una relación perdida, no olvidaba, neutralizada, para esta mañana ser activada de nuevo sin "deletes". ¿Hasta cuándo?

Empezó hace diez años y aquella mañana, día, noche de San Valentín volvió, y "yo que estaba tan tranquila... " cantaría su versión Corín Tellado; tanto años más tarde, sigue, no para.

14 de febrero - 14 de marzo: Los dings se multiplican, diez veces al día, esta historia, otra, sugerencias y deseos de compartir mucho más que mensajes cibernéticos: vivir juntos,  casas y playas; dudas: estoy muy viejo, no importa, te cuido, me cuidas.

Pausa, el subir y bajar de emociones sueltan las defensas y las verdades empiezan a aparecer, los celos infundados, equivocados juegos eróticos y repetición de lo que ya había antes detonado la separación.

En Montevideo lo conocí. Su enrizado pelo negro, sus verde gris y ovalados ojos dirigían el deseo: poseerlo, besarlo, caminar por las ramblas, de manos. Me controlé.

La Tellado sigue con su versión, "todo es nuevo para mi, estoy aturdida".

14 de marzo, 6:00 am: Ruptura y definición de espacios e intereses. Otro hasta luego, otro relato, otra despedida, quizás diez años más tarde. Una explicación poco telladiana detona los conflictos.

¿Raíces distintas? Me sentí como una mata. Delete.

Ni le quise preguntar a qué se refería, yo no estaba listo.

Si no hubiese incluido las raíces junto a las otras categorías diferenciales - país, costumbres - y señalado raíz como otro determinante de las diferencias, no me hubiese despertado la curiosidad.

- Siempre has dicho que desciendes un bote, y en clara distinción entre vos y los que no descienden de botes,

Sin dar muchas vueltas es fácil imaginar quiénes son los otros, los que no descienden de botes para confirmar la sospecha de que mi diferencia en cuanto a raíz y tronco oponía a la de los que "llegaron" en botes.

Al muy clasificado pretendiente no le pasó por la mente que mis raíces (entiéndase que lo mas cercano a la raíz es el DNA) también llegaron en bote, con altos por cientos de herencia genética adquirida después de hacer muchos transbordes: desde Africa,  Europa, Asia; y en el caso de los antillanos, llegaron también de la Guajira, Amazonía, otras islas.

"Si estoy sintiendo lo que nunca sentí" enreda la una vez tranquila vida, ajustada a la edad, las rutinas, lo predecible, desplaza las contradicciones, las ideas sobre orígenes, sexo, deseos "te lo juro, todo es nuevo para mí".

14 de marzo, 7:00am:  Me identifico con el cono sur, tomo mate, oigo boleros, Corín canta "La noche de anoche". Proceso las últimas semanas, los últimos diez años.

Yo que estaba "disfrutando de esa calma de un amor que ya pasó", en esa etapa, a la edad sesentona cuando quedan solas, quietas las palabras, los sentimientos apaciguados, hasta que vuelve, escribe, empezar de cero, de nuevo. y cuestionar, "qué tú estas haciendo de mi.....".

14 de marzo, 9:00pm: Un ding, otro ding y otro ding me atraen a la pantalla, pide una segunda oportunidad, todos los antepasados llegaron en bote, yolas, a pie, sin compromisos, conocernos, una segunda oportunidad.

- ¿Qué quée?, si llevamos diez años en ésta -. Le digo que sí.

Vuelvo a sentir lo que no quería despertar, lo que esta noche "....me hace comprender, que yo he vivido esperando por ti".

15 de marzo, 4:am: La voz de Corín acompaña los delirios de la mujer de ojos color turquesa y largas acicaladas uñas color rojo subido, sus lamentos, sentirse engañada - ¿por qué me llevaste hasta Punta del Este, si sabías que vos no me querías? Mentiras, puras mentiras, tus correos eran puras mentiras. - y Corin, asombrada, les dice, "estoy aturdida".

Y así un capítulo más de un romance gay separado por miles de millas de distancia, una novela rosa contada en bolero con un final feliz.

"Yo que estaba tan tranquila."

Monday, January 18, 2016

14. Memorias. Montevideo a Punta: la versión de un bolero en voz de la Tellado


Los boleros no dejaban de aparecer en los discos, en la pantalla de la tableta, contando la historia de un amor, el nuestro o el de los amantes en camino a Punta; romances únicos que no tuvieron otro igual, mas "contigo en la distancia", sus coordenadas, hilos conductores podían ser reducidos a sus más elementales cualidades: todo el bien y todo el mal en la historia de un amor.

Recuerdos cuyas historias perdían importancia frente a los sentimientos fundamentales, los más básicos - amor, odio, miedo, deseos carnales -, seguían dentro, muy dentro, activados por un mensaje cibernético, un feliz día de San Valentín, una llamada imprevista, un rechazo de la mano, un disco, "recuerda que tan sólo de verme tú temblabas".

Recuerdos que despiertan el placer que se siente cuando el otro te desea, y quieres que así sea porque también lo deseas, la deseas, en "la calle en que nos vimos", o que sin esperarlo, obligan a revivir el rechazo y las ganas de vengarse, el rencor que se siente, suprimido por la resignación o despecho, "si me quisiste así, pobre de ti si es que ahora tratas de olvidar".

Recuerdos que en el peor momento, obligan a experimentar de nuevo un miedo crudo, un terror a que después de pasar la tempestad quedarán sobre la calma un inmenso vacío, un corazón hecho pedazos, y que solo puedan ser recogidos en un bolero, una historia de amor, sus dos amantes, el Porsche destruido.

Ni el coche, ni nosotros o ellos, ni las tormentas invernales del norte o las lluvias y vientos australes -aquellas substancias que le dan cuerpo a los sentimientos que guían los boleros- logran desplazar el deseo de amar o de odiar, ni tampoco son capaces de rellenar el espacio que deja la ausencia de quien una vez fue el ser amado, ni pueden explicar ese sentimiento que arropa el alma: el delirio

"Delirio", cantado por los Tres Ases, servía de fondo al cuadro que pintaba  la tormenta invernal en Manhattan y al otro bolero que vivía la muy templada y asertiva protagonista postrada en una cama de un hospital en Punta, logrando que "esa pasión que atormenta el corazón" desarmara al escritor en el norte y derrumbara todas las defensas de la tellediana mujer de ojos color turquesa y largas acicaladas uñas color rojo subido; llevando a ambos a aceptar que pudieron haber sido engañados.

-  ¿Por qué me pediste que viajara? Yo que estaba tan tranquila.

Los Tres Ases acompañaban al autor y la protagonista en su encierro, en su sentirse incapaces de vivir el uno sin el otro, la otra, en creer "si no estoy contigo mi bien no soy feliz", aunque en medio del vacío tuviesen que aceptar que todo fue un sueño, un fracasado empeño en amar de nuevo, abrazar y sentir los besos de fuego; en ser "la ola que te envuelve en la bruma y te disuelve en la espuma".

Un sueño, un delirante sueño convertido en canción, esta vez interpretada por René Barrios. ¿O es la voz de la Lucy Fabery la que se oye desde la carretera que va de Montevideo a Punta?

El Porsche, destruido.





Wednesday, January 13, 2016

TEOREMA CON TERENCE STAMP

Me elevo (no es en un ascensor o en un avión, sufro de vértigo, agorafobia y claustrofobia) con Terence Stamp en pantallas, muchas, más de una.

Me eleva mi ego, mi sentido del yo más bello, más puro, más fino, totalmente depurado de valores y expectativas mundanas, decontextualizado por completo.

Me elevo por las calles sin aceras de Santurce, sobre sus charcos de aguas negras y deambulantes (así lo llama la historia oficial de este país de encantos, desencantos y cantos de sirena, canto de país, país a medias, a los pobres y marginados que no tienen ni en que caerse muertos). 

Floto sobre los abandonados por los otros, los buenos y caritativos, los que le “cogen pena” (la pena mata, me decía mi querida hermana) y se elevan sobre los pobres, los negros, los putos y patos de La Quince.

Levito cual Terence Stamp en Teorema sobre hombres y mujeres, santos y demonios, amos y criados, poetas y pintores, editores y correctores, gatos y perros, mierda en la calle y gargajos en la sopas de los pobres que hacen fila para comer una vez al día en el Santurce de Nechodema y Cortijo y su Combo. 

Rozo, levemente rozo a los de abajo.

Tuesday, January 12, 2016

CRÓNICAS DE REVERTIDOS Y TRAVESTIDOS: Isadora de Quito

1. La Luchi

Sus largas y bien delineadas piernas la llevaban casi flotando por la avenida Amazonas. Nada intervenía en su paso, ni las miradas de algunos o el insulto de otros. A sus veinte y tanto años, madurados a fuerza de una voluntad de hierro, no temía ni al más guapo ni al más moralista. No la conocí personalmente. Su historia la relató una de sus mejores estudiantes: La Luchi.

A los quince años, La Luchi tenía muy claro qué quería hacer con su vida y su necesidad de transgredir las formalidades de su género; y para lograrlo, necesitaba la mejor y más reconocida maestra de Quito. No podía hacerlo por sí sola, y qué mejor que una reconocida experta: La Isadora de Quito.

Sus primeras palabras las recuerda hoy como si estuviese allí, en Quito, donde aprendió su más preciada carrera, y le sirven a La Luchi en su rol como docente de travestis.

-Una voz masculina tiene que ser modulada. Unas facciones duras deben ser suavizadas con el maquillaje. Un caminar torpe requiere ser reemplazado por un andar seguro y con movimientos suaves pero seductores. El ajuar no es un disfraz, no quieres imitar a nadie, es lo que va a proteger tu cuerpo y proyectar tu sentido de la estética. Tu nueva sensibilidad, al borde de lo femenino, que sirva de velo a lo masculino, lo que nunca debes perder. Es vivir en ese borde lo que nos hace diferente y lo que nos da la razón de ser, lo que te trajo donde mi.

La vida en una ciudad tan conservadora, religiosa y patriarcal no eran las mejores condiciones que se requieren para poder ejercer tan noble e importante carrera. A La Isadora, un trago aliviaba las dificultades, dos de más activaban la ira que tanta represión causaba. Trs tragos la liberaban; y a cantar lentas y tristes rancheras mexicanas.

Los tragos de más le abría las puertas a la ira, y navaja en mano cortaba a quien se atreviese cuestionar su yo, o agredir a sus estudiantes. Navaja o no, al otro día estaba siempre listo para ejercer y cumplir con sus dos responsabilidades: peluquera y maestra de travestis.

La Luchi estudiaba letras durante el día, y de noche asistía a los talleres que ofrecía la Isadora de Quito. Sus lecturas en la facultad explicaban y expandían lo que La Isadora presentaba en sus talleres, pero a la misma vez lo alejaban del entorno donde se podía poner en práctica lo aprendido.

Foucault, Barthes, Vallejo le abrían las puertas que separaban los cuartos del mundo que la Isadora construía en sus conferencias y demostraciones; convertían a Quito en un mundo más angosto, provinciano. Al ver la lucha interna que estaba sufriendo La Luchi, en el preciso momento cuando este último conoció al magnate que lo invitó al extranjero, La Isadora aprovechó la ocasión para decirle -Va a llegar la hora en que no vamos a caber las dos en Quito, no pierdas esta oportunidad y vete.

La Luchi no se había fijado en las lagunas creadas por las diferencias de clase que las separaban. Si La Isadora aprendió fuera de su hogar a ser delicada y tratar de trascender los valores del barrio La Floresta, La Luchi había crecido en un ambiente pequeño burgués que hacía de esos valores parte de su diario vivir.

El mundo de la peluquería sostenía conversaciones que se repetían a diario, y no iban más allá de lo pedestre, lo doméstico. El mundo de la facultad de letras obligaba a una continua reflexión que llevaron a La Luchi a hacer comentarios que más de una vez, bajo dos tragos de más, acercaron los dedos de la Isadora a su continua compañera, la navaja.

Su rubio-oxigenado pelo, estatura alta, espaldas anchas,  tez cobriza cincelada por el tiempo y la crianza en La Floresta contrastaban con los de la Luchi: pálido, delgadito, de semblante delicado. A La Isadora su porte y procedencia de clase le restaban posibilidades de ser conquistada por los hombres que deseaba.

Cuando ambas se encontraban en los bares donde iban a poner en práctica lo aprendido en los talleres, sus deseados proletarios se inclinaban hacia las más joven y delicada Luchi; y en eso momentos, como buena maestra, su orgullo por haber conseguido que su querida estudiante manejara las destrezas de una bien realizada travesti frenaba lo que en otras circunstancias, navaja en mano, hubiese sido motivo de guerra.

-Vete. Y no olvides de vivir en ese borde que separa los dos polos que nos controlan - fueron sus palabras de despedida el día antes de que La Luchi partiera para el extranjero - que por ahí vienen mis nuevas estudiantes y no quiero que me vean con el rimel regado por los cachetes.

2. La Marica Pérez de Inwood

Su corte de  pelo y manerismos hubiesen dificultado la identificación, no apuntaban a género sexual específico; el metal de voz era suave pero de hombre joven; los dos tatuajes en el brazo izquierdo y pierna derecha lo identificaban como uno más de la nueva fauna tatuada que anda por el mundo; un hipster en la jerga de Manhattan. Cuando llegó donde la Luchi no tenía interés en usar pelucas y lo dejó dicho sin miramientos, ni andaba buscando un nombre de actriz fabulosa o ser icono de lo femenino. Si la Luchi había copiado a la Lucha Reyes y la Isadora a la Duncan, ella, la Marica Pérez de Inwood, tenía como modelo a las nuevas representantes del travestismo en Manhattan.

Este nuevo transgredir el travestismo, lo que de inicio es una transgresión, no tomó de sorpresa a la Luchi; ya estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo downtown. Los cambios que se habían generado en el Lower East Side, el notorio barrio-capital de la subversión, aparecían en los periódicos y revistas progresistas y alternativas; documentados en los nombres que habían escogido la nueva generación de travestis y en su uso de vestuarios que no eran ni femeninos ni masculinos. Las luchas por los derechos de los homosexuales y otros géneros no tradicionales no se limitaban a los derechos civiles, se extendieron e influyeron otros aspectos de las sub-culturas gais, incluyendo el travestir.

Miss Miramira, una latina que cantaba con voz desgarrada sin matizar su metal, comenzó esa nueva tendencia, que luego se convertiría en estándar del nuevo travestismo. Su nombre lo tomó de la muy común frase que se oye en los barrios latinos de Nueva York, “Miira”. Le siguieron Miss Gracie Mansion en honor a la casa donde vive el alcalde; Miss Alice Tully Hall, el nombre de una sala de conciertos; la Rue Paul, una calle de Nueva Orleans; Miss Step, una que cantaba en silla de ruedas; Miss Placed (no encuentro información que indique de dónde salió su nombre); y la famosa alemana que salía vestida de valkiria: Miss Wurst. Todas y todos, los nuevos representantes de la subversión del género, re-conceptualizaron y transformaron el vivir y vestir en el borde.

La Luchi no se sorprendió con la actitud irreverente del joven que en su taller y boutique se presentó a buscar información; quedó desconcertada con el nombre que había escogido, Marica, el muy ofensivo epíteto que tantas veces oyó y odió en su natal Quito. Juzgar ni rechazar eran principios que guiaban el trabajo de la Luchi como maestra de travestis, y se limitó a preguntar por qué había escogido esos nombres. Una famosa muñeca española sirvió de fuente para el nombre y primer apellido, Mariquita Pérez, y el segundo apellido, de Inwood, en honor al barrio latino donde terminó viviendo en el norte de Manhattan.

De la Mariquita Pérez, la muñeca - producto artesanal que fue inicialmente creado por una muy noble señora madrileña, doña Leonor Coello de Portugal, quedaba un ejemplar en la tienda de antigüedades donde trabajaba la madre de la Marica Pérez de Inwood. Por razones comerciales y valores machistas, a la Marica se le tenía prohibido jugar con la muñeca; de lejos, la observaba el muy andrógeno niño. Ni los revólveres ni las pelotas de futbol hacían mella en los deseos de Marica. Era aquella muñeca de porcelana, con cara de querubín, enormes ojos, pelo rizado, vestida con coloridos lazos y volantes, el objeto de sus más íntimos sueños. Deseos que nunca consumió. La venta de la muñeca a un vetusto, rígido y estreñido anticuario quiteño, don Ferdinando de Burbi, la llevó a sentirse como si le hubiesen robado un pedazo de su cuerpo.

Recuperar aquella muñeca era su norte. Su obsesión no le permitía ver más allá de lo que quería poseer, y una vez se enteró que el anticuario subastó la Mariquita en una casa de remates en la ciudad de Nueva York, la Marica decidió viajar y ver como conseguía comprarla o lo que tuviese que hacer, para hacerse de la muñeca. Su viaje por tierra - dirigido por guerrilleros, narcos y coyotes, requiere otra crónica, y esta no es sobre las vicisitudes que sufren las inmigrantes. La Luchi, madurada y paciente maestra, apeló a sus destrezas en el manejo de la dialéctica e indagación estructuralista lacaniana para llevar a la Mariquita a que expandiese sus horizontes, usara sus talentos para crecer como persona, y que aprovechara la habilidad que había demostrado, al tan fácilmente haber podido integrar en su identidad el nuevo travestismo, en la creación de unas estructuras que le permitiese aprovechar aquellas capacidades e intereses

El lenguaje rebuscado y barroco de la Luchi iba en camino a perder a la Marica, y la Luchi, al ver que sus palabras no surtían el efecto esperado, cambió de estrategia: citó a la mítica Isadora de Quito, “...’vivir en ese borde es lo que nos hace diferentes y lo que nos da la razón de ser, lo que te trajo donde mi’, me dijo nuestra gran madre y maestra; y en mi caso lo conseguí con la integración de mi carácter histriónico y mi formación lacaniana, coordenadas que me llevan a fundar la escuela para travestis. En el tuyo es la muñeca la que te sirve de frontera entre tu yo y tu papel en el mundo. No puedes seguir buscando un objeto con el único propósito de satisfacer tus deseos de poder jugar o poseer. Tienes que integrarla a tu nuevo mundo. Tu borde se encuentra entre el juego con muñecas y tu existencia total. Deja de jugar”. (To be continued)

Sunday, January 10, 2016

No mienten, Julie du Bourges, no mienten

No mienten, Julie, no mienten. Tampoco murmuran, me lo gritan en la calle; restriegan en la cara: "Loca infame, te crees que eres mujer porque así te vistes". No mienten. 

Soy una loca exquisita. Maquillaje y yo somos lo mismo. 

En la foto publicitaria, en vez del dedo rozar la cara, con el resto bajo la quijada, el índice empuja mi cachete, despliega la sonrisa de loca cínica, casi malvada; el pulgar se opone y señala hacia las masas enajenadas. 

No mienten, Julie, soy una travesti con garras. Loca mala. Partida a lo máximo para recrear y criticar sin perder la calma. También soy independentista, marica de barricada. 

"¿Qué haces aquí?", reclaman, "esto es para nacionalistas, católicos apostólicos de Lares y Caguas". No mienten, Julie du Bourges, no mienten, cuando con sus lenguas te marcan. 

Esclava sin carimbo, en casa de los viejos cuidando sobrinos, nietos, y tú, Julie du Bourges te niegas a seguir los pasos de antiguas lesbianas, gays y otros patos y patas, arrodillados por sus familias, la iglesia, y grupúsculos, deseando verlas sacrificadas. 

No mienten, dahlin, no mienten. Soy la que aquí maquillada, vestido de hombre, de mujer, de abuelo y abuela, de todos ustedes al mundo le grita, no mienten, en un show sin desdobles, soy ustedes y ustedes son yo. 

No mienten, Julie du Bourges, no mienten. 

En tiempo de show retro, como la Bette Davis en Whatever happened, Julie, arregla la peluca. 

Dolce and Gabanna: Teenagers, Islamist Outfits and Darth Vader Fashion Consciousness

"Perhaps no aspect of mind is more familiar or more puzzling than consciousness and our conscious experience of self and world. The problem of consciousness is arguably the central issue in current theorizing about the mind. Despite the lack of any agreed upon theory of consciousness, there is a widespread, if less than universal, consensus that an adequate account of mind requires a clear understanding of it and its place in nature. We need to understand both what consciousness is and how it relates to other, nonconscious, aspects of reality." (http://plato.stanford.edu/entries/consciousness/)

"The influence of changing fashion as portrayed in the various media is an important potential influence on health-related behaviours, particularly in adolescence when peer pressure is reportedly strong." (Fashion consciousness as a social influence on lifestyle behaviour in young Irish adults. A. O'CONNOR, S. FRIEL and C. C. KELLEHER. Centre for Health Promotion Studies, Department of Health Promotion, Clinical Science Institute, University College Galway, Galway, Republic of Ireland, 1997)

"The promotion of ideology in which the working class identifies its values with the same as the ruling class is Marx’s idea of false consciousness. At the same time, this religious ideology helps sedate the working class from revolting and accepting the status quo.(http://www.examiner.com/article/false-class-consciousness-and-religion)

But if the pressure from the peers is stronger than class Identity or religious dogma dependence and subjugation, then the question is not about class differences but about fashion, and how it might serve to transform consciousness.


Will islamist young men and women reject those Darth Vader Star Wars costumes worn by some war mongers/fanatics, and start wearing more diverse kind of outfits within the limitations and possibilities of their different cultural values?


Are fashion designers, artists, writers able to counteract the intentions of the war mongers and religious fanatics that are trying to make everybody look like Darth Vader?

Since, with regards to self consciousness and related fashion, I was the first teenager in my family (see related writings on this topic in this blog), my interest on the topic is there there.... and certainly helped in my moving away from very rigid Catholic dogma.... Just wondering....

SIDA: UN AMIGO MUERTO, UN AMIGO MENOS

Noviembre, 1992: Las lágrimas del padre eran las únicas que no pudieron ser controladas. El delgado, espigado, de una blancura casi transparente, señor de unos ochentas años era el mayor de los pocos que fuimos invitados al entierro. Su madre, hermano menor, cuñada, otro amigo y amiga y yo fuimos los testigos de ese momento cuando el cuerpo o las cenizas se integran por completo al resto de la naturaleza. Al almuerzo después del entierro fueron otros amigos, vecinos y muchos familiares, los muy notorios "hillbillies", que viajaron desde las famosas y míticas Apalaches en Kentucky.

A Gary lo conocí a principios de los setentas. Ambos éramos estudiantes. Él completaba su maestría en sicología y yo recién comenzaba el nunca completado doctorado en educación primaria. Tuvimos un affair que no duró mucho, y nos mudamos juntos a un apartamento en lo que era todavía la muy bohemia, multi culti, multi sexual, divertida y pintoresca capital de la vida cultural, etc., etc. de NYC: el Greenwich Village. Y en aquel apartamento murió a causas del Sida, un noviembre del 1992. Allí sufrió una muerte lenta, su deterioro físico, su derrumbe emocional.

Un derrumbe emocional que sufrió sin nunca expresarlo como lo hubiesen hecho aquellos que vienen de culturas más temperamentales, nada de tragedia griega ni puta felinesca. Con el estoicismo que caracteriza a esa tan particular gente de los montes en los estados sureños aguantó los años que vivió con el Sida.

Un derrumbe emocional que no le impidió darle la mano a otros amigos que habían pasado o estaban pasando por lo mismo. Él los ayudó en ese último camino. Incluso, estando muy enfermo, corrió al hospital a velar el cadáver de un amigo mientras el amante de aquel difunto llegaba para completar los trámites burocráticos que neutralizan los sentimientos en ese momento.

Gary no creció en las Apalaches. Sus padres, al igual que muchos hombres y mujeres abandonaron las montañas en busca de una mejor vida en las zonas industriales que se juntan en las fronteras del norte de Kentucky y el sur de Ohio e Indiana. Una zona urbana de clase obrera, compuesta mayormente por descendientes de los campesinos montunos; los que durante la depresión de los años treinta buscaron mejor vida económica en las nuevas industrias de los estados más al norte.

Durante el almuerzo, conversamos sobre la vida en los campos, los primos que no pudieron venir al "memorial", la buena comida típica con las tortitas saladas, los "peach crumble", los majados, el pollo frito, los "meat loaves", los vegetales hervidos y sobre cocidos, lo generoso que fue Gary con sus amigos y familiares; pero no se habló del Greenwich Village, del Sida, de esa otra vida más allá de las fronteras sureñas. De estos últimos temas hablamos los amigos en NY durante una cena en su honor.

Sumamete religiosos, los "hillbillies" bautistas - descendientes de los escoceses, ingleses, irlandeses y alguno que otro cherokee que por aquellos montes haya deambulado - siguieron a sus hermanos, primos, vecinos, y formaron esas comunidades que hoy bordean las ciudades de Dayton, Cincinnati, Richmond y Louisville. Al igual que los jíbaros con los que me crié - quienes tuvieron que abandonar los cerros para mudarse a los pueblos de la costa o a recoger tomates en el norte -, los "hillbillies" pueden ser cascarrabias, huraños y desconfiados, pero una vez hecha una buena amistad, leales y solidarios. Y así fue una amistad entre dos descendientes de montunos, que duró casi veinte años.

Saturday, January 9, 2016

Stan Getz y Astrud Gilberto, mentirosos

En el oído. La Chica de Ipanema sugiere
caminar por el parque, buscar la venida
de onduladas formas. En la cama. Tú.
Tú, en el banco donde pudiste sentarte
estaba vacío. Sentí tus trazados, piernas
gemidos. Boca abajo, el sudor espera.
La calle cruzabas: decía el banco. Olía
a semen. Tu despedida. Sin irte. Te vienes
antes de verme. En el banco no estabas.
Olías mi llegada. Escogiste irte. Quizás
te venías antes de llegar al banco. Vacío.
Stan Getz y Astrud Gilberto, mentirosos.

Dolce and Gabanna, Constantine's mother, la Flavia Julia Helena, and fashion's political statements

If Dolce and Gabanna are helping to dismantle fixed values on dresses and scarfs, Constantine's mother, la Flavia Julia Helena, began the Christian tradition of adoring artifacts, a practice unquestioned for over a thousand years, and is still being used by the Catholic church and others to control minds and commerce.

"Saint Helena or Saint Helen (Latin: Flavia Iulia Helena Augusta; c. 250 – c. 330) was the consort of the Roman emperor Constantius Chlorus and the mother of the emperor Constantine the Great. She is an important figure in the history of Christianity and the world due to her major influence on her son and her own contributions in placing Christianity at the heart of Western Civilization. She is traditionally credited with a pilgrimage to Syria Palaestina, during which she is claimed to have discovered the True Cross."*

*https://en.m.wikipedia.org/wiki/Helena_(empress)

Friday, January 8, 2016

53. Losetas. Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado

La novela en tiempo de bolero, Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado, explora las sensaciones, el ambiente, los estados de ánimo, propiciados por distintos boleros. El capítulo 53 enfoca en el reducido espacio de unas losetas. Los otros capítulos aparecen en distintas fechas en este blog. Es cuestión de encontrarlos, si desea sentir el amor y bailar sus boleros.

53. Losetas. Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado

El mapa de nuestra piel no permite olvidar las dimensiones del espacio sobre el que nunca dejamos de bailar sin mover los pies más allá de un centímetro del centro donde por primera vez  juntamos nuestros cuerpos. El bolero y yo bailamos en una loseta.


Baldosas cargan la memoria de los dos cuerpos, "almas que en el mundo, había unido Dios", en un continuo baile: en blanco y negro, las del apartamento en el antiguo edificio del San Juan de antes; opacas, despintados azules, las muy envejecidas en Montevideo; puro concreto, sin losa, cepillado por el tiempo y tantos bailarines en la plaza llena de palmeras en Veracruz. "Dos almas, que se amaban, eso éramos tú y yo".


- ¿Bailamos?
- Sí.


Losetas sobre las cuales "quedan alegrías para darte", durante "mil noches de amor que regalarte", de nuevo, nos llevan con sus recuerdos a frotar cuerpo con cuerpo, respirar lentamente, palpitar en conjunto, acariciar las espaldas, mojar los pelos, repetir en voz casi inaudible: "ámame por piedad yo te lo pido"; "..... a las estrellas", ".....donde nadie nos ve".


 -¿Quiénes cantan?
- Lucecita, Valeria Lynch, José Feliciano.
- ¿Para decir adiós?
- No. ¿Bailamos?

Dolce and Gabanna, Islam, Disco Churches in NYC, the van Eycks, the German Woman and the Puerto Rican Man (a work in progress)

As my sistah, la Koester, an icon in the old capital of the Carolingian Empire, said, "Dolce and Gabanna know where the money is." And then she questioned (my own paraphrasing), if this is where rigid Islam's dogma is going, then there is hope for the future. And as usual, our brilliant, well informed, no hostages hold, incisive discussion and questioning moved into the role of art, literature and popular culture in transforming religion, society. Lots of questions provoked by Dolce and Gabanna's exquisite dresses and head scarfs, with references to sources as varied as the 1950's French actress, Capucine; the work of late Middle Ages painters who moved religious icons from the realm of the sacred into the salons of the nascent bourgeoisie (thru Oppenheimer, Gingsburg and Huizinga's treatises); Catholic Churches becoming discos in 1970's New York City, and of course, plans to continue reading, visiting museums and talking, lots of talking. On the dresses and scarfs, we will appreciate them from afar as we do with the van Eyck's (too poor to afford them) but we can talk, we still can talk. We hope.

El Vargas Llosa y la Preysler cenaron en Santaella, Santurce, Puerto Rico

En el restaurante más cotizado de San Juan de Puerto Rico, contó El Nuevo Día, las enjoyadas señoras y perfumados señores de la haute kultur de la isla de los espantos que allí cenaban, se acercaron hasta la mesa del reconocido escritor y la cortesana de moda, para tener un recordatorio de un momento sublime, históricamente importante: sacaron sus smart phones, posaron y flash flash, quedaron retratados junto a Vargas Llosa e Isabel (¿cuarta?). Que no hay que ser pequeño burgués o proletario para amar el kitsch o ser, a lo gringo de camisa hawaiana y pantalones de cuadros: tacky, excesivamente tacky. Al menos, no pidieron retratar lo que los fotogénicos pseudo españoles comían. Que un recordatorio es una cosa y otra es retratar platos.

Thursday, January 7, 2016

TU CUERPO ES MI PIZARRA


Por fuera, la palabra pierde su intento
no puede ser texto, resiste, sucumbe
ante el poder de la otra, la palabra en el cuerpo

escrita con saliva en temblorosos espacios 

relata, a su vez descifra lo sagrado del sexo. 

PATAKÍES: TEMBANDUMBA VIAJÓ A GUAYAMA

El cadillo no paraba de enredarse en las patas de los cabros, los hería; desangraban. No había santo ni sahumerio que acabara con las agujas de la maldita semilla . Desde Rincansina hasta Cimarrona, cabro que por allí corriese, cabro que moría. Mayombe trató de cortar sus raíces y el cadillo volvía. Mayú trató de ayudarla, y nada. Fuego por todo el pastizal atrajo a los blanquitos del pueblo, molestos porque las cenizas ennegrecieron sus almidonadas camisas, faldas, guayaberas y sábanas. Echaron DDT o algo así que apestaba. Mayú y Mayombe sonrieron de lejos: sabían que al cadillo nadie ni nada lo mataba. Hasta que un día, Tembandumba, harta de las quejas de los duques de la mermelada y las señora emperifolladas, decidió bajar donde Mayú y Mayombe. Las jamaqueó un rato, tiró al piso a bailar culebras, sacó vómitos y espumas; confirmó su presencia. A Mayú y Mayombe no les gustaba mucho que Tembandumba bajara -gracias a todos los santos, lo hacía pocas veces-, es que las dejaba de cama. Tres días más tarde, después del bembé y Tembandumba desaparecer de allí para luego, y que, aparecer por Jobos, Mayú y Mayombe encontraron a los cabros caminando entre las traicioneras matas, evitando tocarlas, comiendo cadillos sin herir sus patas. Cuando los blanquitos de Guayama volvieron por Rincansina y Cimarrona, al ver los diestros cabros que ya no desangraban, decidieron regresar al pueblo y planchar sus propias ropas.

Wednesday, January 6, 2016

LA ESPERA, GUAYAMA, 1956

Las noches pueden ser demasiado largas, llevan al más como al menos valiente a sentir el horror de la espera. El alcohólico no avisa. Entra imprevisto. Destruye. Ese otro momento no llega, el que fue vivido, recordado, grabado por todo el cuerpo. Tiemblas. La espera se alarga, se convierte en un solo momento, un extenso momento. No llega.

Rápidas corrientes de aire frío interrumpen la larga hora, provocando un escalofrío, una sensación de que se está viviendo una realidad alterna a la que se siente durante toda la espera, un cuerpo distinto al que mira hacia la puerta por donde entrará la violencia. 
Pavos reales vestidos de hombres
elevan sus plumas, exhiben, dan vueltas, autoaman
sin mucho cerebro, cargados de moco
bailan, cantan, no dicen nada. 

Rococó Criollo en Facebook

No pueden describirse, hay que verlos, faltan palabras, fotos, muchas fotos: en Octopussy del Old San Juan; con su plato en Sin La Tella de Saturce, su Placita; al lado de los cuatros (bien lelolai) en Le Pleine de Salinas. Fotos muchas fotos. Solo fotos, sin nada qué decir: le faltan palabras, es que no las tienen. Garras y smartphones sí tienen, decorado pos barroco sí tienen. Su qué decir está enredado, sugerido, en su rococó criollo.

Monday, January 4, 2016

EL VELORIO AL QUE NO FUE OLLER (no hay duelos lineales)

No hubo baquiné, que no hubo baquiné, que tambores sí hubo, señoras emperifolladas que elogiaban la moda, "me encantas tus uñas, de amar al amado",  en velorio, nada de pésames, "sus, mis cocolos", cantó el poeta guayamés, elogiaban la moda, "de negras caras", seguidas de sus meninas, disfrazando lo cafre, por la encendida funeraria antillana, sacan en cara favores, "malagadecido, viejo malagradecido", a gente que ni conocen, "tronad tambores", en velorios, "que su tío es pato, pato es", no lo rechazan, no lo aprueban, que se puede dejar plantado, "después yo hablo con él", te fuiste con las madamas de la cafrería, "dicen que usted está a la moda",  de espaldas al cadáver, allí en la calle antillana, "sus mis cocolos", de la forma más descarada, "de ese palo salió la luz, en esa tumba al mal espantó",  un saludo al cajón con muerta dentro, "¿que te traiga algo?", que nada hay que traer cuando nada tienes que dar, "cua, cua": mensaje grabado en teléfono celular, "aléjalo san alejo", que nada hay que traer si los espíritus ya llegaron, revueltos, volteando sobre las cabezas, "ese negro es brujo, brujo es, mírale los ojos color café", embrujado amenaza con un "cua, cua", celular en mano frente al cadáver.

Sunday, January 3, 2016

PALABRAS AJENAS

Me dejaste rodeado de palabras. 
Callan mi voz. Ellas, solo ellas hablan. 
Recuerdan nuestra primera cama, 
nuestro primer cine. La mirada recuerdan. 
En Santa María, la Católica de Ponce, 
me juraste amor eterno. 
En el ya desaparecido Hotel Palace, 
del Viejo San Juan me llevaste por Paris. 
Frente al Cairo, el café en Rio Piedras, 
consolaste mi miedo al sentir que no volvías. 
En Nueva York, Frankfurt, Madrid, Quito, 
en Guayama te creí. Junto a otros te creí. 
Como souvenir de feria en Coney Island, 
las palabras siguen molestas por estar sin ti. 
Me hablan, se quejan; silencian las mías. 
Solo recuerdo las palabras. 

http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2013/03/poesias-de-la-ralea-de-la-academia-y_23.html

El Hombre Equivocado

El hombre que quise 
no estaba en ti
Creí 
En la pasión 
creí
El hombre que deseaba 
estaba en mí
Me masturbé por última vez
contigo
En mí lo encontré 
te dije adios. 

TEORÍAS PARA BLOGUEROS: ESENCIAS Y NALGAS

Decir de otra manera lo que puede que haya sido dicho cambia el ritmo, el placer, la sensación de movimiento; y juntos -hablante y oyente, autor y lector- se integran, se hacen uno, escriben y leen ambos a la vez, menean sus ojos, su mente, sus visceras, culipandean el caderamen, masa con masa, exprimien ritmos, y sudan que sangran.

Decir lo mismo de otra manera puede que los lleve a descubrir aquello que todavía no estaba dicho; por un alguien: Tembandumba o Julia, quizás. Ambas dejaron de esconder sus nalgas y caminaron por las calles antillanas, y ante los ofendidos ojos de los duques de la mermelada, de cara a las estreñidas señoras que siempre están escondidas detrás de mantillas y abanicos, hablaron: "estamos aquí, y hablamos así, y escribimos así, y meneamos los textos, cuerpos, para dejar saber aquello que no podía decir si no fuese cómo ustedes querían, pero mienten, mienten, ustedes son ropaje, la esencia soy yo: somos ella y yo."

Y mientras Tembandumba y Julia alzaban su voz, los duques y sus estreñidas señoras murmuraban que ellas eran sus enemigas, que al enseñar sus nalgas, mostraban su yo.




Saturday, January 2, 2016

TEORÍAS PARA BLOGUEROS: PALABRAS AJENAS

"Ellas –¿cómo explicarlo bien?– extraen las palabras de su interior en vez de usar las de los rotativos o las de los libros, toman sus propias palabras en vez de coger prestadas las ajenas." (Svetlana Alexiévich, La Guerra No Tiene Rostro de Mujer)

Y son los blogueros los que hoy en cantidades significativas hablan en primera persona, no permiten que los otros, los oficiales sean los únicos que hablen por ellos/ellas. Con las palabras de Domitila (Moerna Viezzer, Si Me Permiten Hablar... Domitila) como fundamento, no repiten sin cuestionar las palabra ajenas.

IN AND OUT OF THE ROMANTIC ROAD

"My Don Juan's temperature is inversely proportional to that of the planet." (Gerardo Torres Rivera, In and Out of the Romantic Road)

Friday, January 1, 2016

The French Lesbian and the Galaxy

As the world moved around, and the sun moved around, and the galaxy moved around, a French Lesbian at a brunch, New Year's Day 2016, became quite righteous, fixated with an idea: a man, a Puerto Rican gay man had been invited to eat the same food in the same house where she would be eating soul food. She thought that it was going to be an only women type of soirée, and, most probably the only white woman in the group. All of this "bochinche" continued until the hostess -a Haitian lesbian who was not very happy with the fact that a white woman was making a scene in her house in Harlem- told her to get the fuck out and go back to where she came from, to continue moving around.

PROYECCIONES EQUIVOCADAS

Yo quiero ser tú
Empatar tus hileras
Romper tus barreras
Yo quiero ser tú.

Estar en tus fiestas
Besar tus amigas
Comer tus manjares
Yo quiero ser tú.

Andar en tus patas
Sin regreso la ida
Estar en tu alma
No puedo ser tú.



(Poesías de La Ralea de la Academia y Lengua Española Puertorriqueña, 1965-1985)
http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2013/03/poesias-de-la-ralea-de-la-academia-y_23.html