Thursday, July 30, 2020

ISAÍAS: LA TORMENTA QUE NUNCA FUE SIN VINO

Anunciada como posible tormenta, la depresión tropical, que de fortalecerse se llamaría Isaías (como mi primo -DEP-), pasó al sur de la isla y solo trajo aguaceros voluminosos y duraderos. La preparación antes de la misma no deja de causar tensiones, y obliga a tener que esperar en filas kilométricas en la ferreterís y supermercado; empeorada la situaciòn si uno no tiene carro, y a caminar con las compras bajo un sol infernal por calles sin aceras. 

Atenuada la aniedad con las llamadas de los amigos, ofreciendo ayuda o preocupados por el bienestar de un viejo, y el sobrinonieto que siempre pregunta, “Are you ok?”. Respondo con un “gracias” y añado: pregúntate, cuántos ancianos conoces que todavía, a los 76, el cuerpo los aguanta y persevera; a ver si pueden subir la cuestita de la Canals con dos bolsas de compra, y cuatro botellas de vino. 

Chateamos sobre Isaías, la tormenta, y mi primo, quien fue el primer universitario y millonario de aquella familia de jíbaros que una vez vivía en el Jájome prechicquería. Mi primo estudió comercio, se movió con fineza y talento por el mundo de las élites económicas, políticas e intelectuales en la isla. No le explico sobre la relación entre el Jíbaro perfilado y de tez clara, escogido como imagen, ícono de la puertorriqueñidad, por cierto tipo de intelectual y político burgués isleño, filtrando quién sube de clase y quién no, creando la masa educada y clases medias que hoy poblan los suburbios en Guaynabo y otras zonas de Puerto Rico, divididas por clases y colores. Mi primo supo jugar muy bien con aquel nuevo Puerto Rico y entró en las altas esferas del poder en la colonia. 

Continuamos sobre la cena que una amiga, por estos dias, iba a dar en su casa de Miami, para celebrar sus 74 años, las ropas que pensábamos comprar, lucir "tres chic" rodeado de gente culta y cosmopolita, conversando sonre arte y letras, alta cultura y vinos de primera. La fiesta fue pandemicamente pospuesta. El sobrinonieto presta poca atención al tema de la cena, y mucho menos a la historia de la vida de otro primo.

“Cuatro botellas!”: exclama. Olvida que no puedo subir y bajar hasta el mercado, el banco y la farmacia todos los días, que caigo dentro de las personas en riesgo por asuntos de edad, sistema inmunológico comprometido, artritis y varices, pulmones afectados por el humo, así que compro cuatro botellas, que me duran los siete días que paso entre compra y compra, aunque, a veces, cuando vienen y van las tormentas, vivo los últimos dos días sin ninguna, o, cuando me voy en "detox", las conservo todas y en el próximo viaje al supermercado regreso, distinto a mi primo que tuvo chofer, a pie, protegido por mi mascarilla, sin vino. 


Tuesday, July 28, 2020

MÚSICA PARA CAMALEONES BORICUAS

Lo delataron, sacaron del armario. Asustado, el camaleón se acomodó su máscara, aterrorizado, se repite, una vez más, corre despavorido. Las identidades caribeñas en continua lucha cambian de colores, y asumen posturas contrarias a las que otros le señalan. 

En el cuento Música para camaleones, Truman Capote escribe eobre una mujer mulata, rica. alta y esbelta, quizá de setenta años, pelo plateado y soigné, ni negra ni blanca, del color oro pálido del ron. Es una aristócrata de la Martinica que vive en Fort de France, aunque también tiene un piso en París. Madame le deja saber al narrador del cuento que no es un hombre sincero, y puede, que hasta desprecie a los negros de Martinica: otro camaleón.

“¡Me voy!": fue todo lo que dijo, indignado, con voz ahogada y pose de machoide, jabao blanqueado por fuera, pero por dentro, sus colores confundidos, el camaleón boricua desaparece. Decide relajarse, no hacer caso, cambiar de ambiente, recrearse en un bar en barrio proletario de Santurce.

“Sedante, y también inquietante. La oscuridad, a medida que uno mira dentro de ella, deja de ser negra, pero se convierte en un extraño azul plateado: el umbral de visiones secretas. Como Alicia, me siento al comienzo de un viaje a través de un espejo, recorrido que vacilo en emprender.”

Perseguido por su consciencia, la neutraliza, adormece, engaña con alcohol y fármacos: antidepresivos, pastillas para dormir. Su identidad sacrificada, hombría decorada por poses y voces, y la moral matizada por el morbo que la domina, lo guía, fomenta la violencia a costa de satisfacer su insaciable necesidad de vivir para ser dominado por su obscuro psique, un espejo negro, un personajes de Truman Capote, y sus obscuras almas.

“Durante todo el rato, el espejo negro ha reposado en mi regazo, y una vez más mis ojos buscan sus profundidades. Es extraño adónde nos llevan nuestras pasiones, persiguiéndonos como un azote, obligándonos a aceptar sueños indeseables, destinos inoportunos.”

Pretende ser bisexual, con una mujer como escudo, mas igual que los reptiles en el cuento de Capote, se desliza a escondidas, se mueve por los arrabales de San Juan en busca de chulos, de hombres straights, y cuando estos no bastan, trata de conquistar gays que sean amantes de otros, de aquellos a quienes él pretende ser su amigo. Busca satisfacer su más obscuro deseo de conquistar lo que es no es suyo, lo prohibido. Es tan conocida su historia, que su careta ya no lo esconde, conocen los distintos colores de su piel.

“Al levantar los ojos del demoníaco brillo del espejo, noto que mi anfitriona se ha retirado momentáneamente de la terraza y ha entrado en su salón umbrío. Resuena un acorde de piano, y otro. Madame esta jugando con el mismo son. En seguida se reúnen los amantes de la música, camaleones escarlatas, verdes, espliego, un auditorio que, alineado en el suelo de terracota de la terraza, se asemeja a una extraña adaptación escrita de notas musicales. Un mosaico mozartiano.”

Guiado por sus instintos, en su búsqueda de satisfacer sus obscuros y ansiosos deseos, sin importar limites ni lealtades, entra, saluda, se desliza, esconde, se mueve como los camaleones en el clásico cuento de Capote y atrapa su presa. 

"Finalmente, los camaleones se amontonan: una docena, otra más, verdes la mayoría, algunos escarlata, espliego. Se deslizan por la terraza y entran correteando en el salón: un auditorio sensible, absorto en la música que suena. Y que entonces deja de sonar, pues mi anfitriona se yergue de pronto, golpeando el suelo con el pie, y los camaleones salen disparados como chispas de una estrella en explosión."


Monday, July 27, 2020

CABRONES

“Cabrón”: dijo el joven poeta “urbano”. Eso dice él: “soy poeta urbano”. Se fijó en mi cara. “Dime, Gerardo, ¿qué tú crees del uso que nosotros le damos a la palabra cabrón? Te tiene que molestar”: continuó sin dejar que me recuperara de la para nada fácil locución cuando la usó por primera vez. “Cabrón”. 

Por dentro, estupefacto. Por fuera, mi muy flemático sentido didácticolingüísticoliterario de jíbaro madurado en los cerros isleños, el West Village, Loisaida y el Upper West Side niuyorkino, fiel defensor del español norteño, híbrido, cual música texmex, me llevó a discutir los distintos planos que servían para responder a esos nuevos y repetidos usos de una palabra, que pasó de ser un insulto a los cornudos para convertirse, a veces, en elogio; y en otros, rechazo reflexivo, un señalamiento pueril de una mal comportamiento; y a saber cuántos usos más tiene lo “cabrón”.

“Cabrón” es ahora un multisignificante; marca la diferencia entre los techies, milenials, la manada de tatuados que la forman (generación a la que pertenece el poeta urbano) y sus abuelos y padres, quienes representan a los amorosos de los sesenta, “peace, love brother”, de “usted y tenga”. 

Los sesentones, marcados por la contracultura a todo dar, empezaron a desmantelar la sexualidad ortodoxa y los absolutos de las luchas de clases, mas nunca rompieron la cadena del respeto lingüístico generacional. No dejaron de usar el usted con las personas mayores ni decían que un bues biftec encebollado estaba “cabrón”. 

No es que los techies sean irrespetuosos; es que tratan a todo otro de tú a tú y los ven como tipos “cabrones”. 

“Cabrones”, los calletreceros del ritmo, “atrévete, te, te”, crudos tutean a todo sin distinción de personas y sueltan lo “cabrón” como si fuese un “bendito boricua”, logrando que la persona mayor frente a ellos, quien disimuladamente siente “pachó” (mi generación fue la última en usar “pachó” en PR, of course, para referirse de forma informal cuando se siente vergüenza), pero, reservado como es, presenta una respuesta controlada, aunque el que lo llamen “cabrón’ levante ronchas y espante ojos. 

Vergüenza para esta generación se define con unos límites distintos a los de las anteriores.  El techie habla de tú a tú con una informalidad y confianza ausente del “discourse” de los ancianos “flower power babies”. No siente “pachó” cuando se dirige a un respetuoso, serio y algo huraño envejeciente (nombre que se usa en PR para designar a las personas de la tercera edad) que lo oye y recapacita ante las “cabronerías” de una generación llena de “cabrones”. 

COLEGIOS PRIVADOS EN PUERTO RICO Y EL DETERIORO DE LA LENGUA ESPAÑOLA

1. Un sobrino graduado con altos honores de colegio privado, grado universitario, estudios avanzados en escuela graduada, profesional, soberanista casi independentista, me pregunta que si yo sabía por qué Puerto Rico siguió hablando español mientras otras colonias de los EEUU adoptaron el idioma inglés como vernáculo. 

Tan claro sobre el asunto como cuando canta un gallo, comencé mi cátedra con lo que nos decía el Señor Ledee, maestro de historia en la Escuela Superior de Guayama, (parafraseo) “cuando todavía no nabían tocado la piedra de Plymouth, Puerto Rico tenía una ciudad llamada San Juan” -algo parecido oí a Herman Badillo decir en Nueva York-; continué con lo que aparece en cualquier libro de historia de Puerto Rico: la antigua colonia española tenía instituciones de educación superior antes de haber una Nueva Inglaterra; que si el hispanismo incuestionable entre los miembros de la burguesía criolla del s.19 y la visión que tenían del coloso del norte -entre lo salvaje y lo civilizado -un tema que era abordado por otros autores latinoamericanos-, que si Hostos fundó escuelas de pedagogía; que si los perfiles de los gringos y la discusión en la isla de todo lo concerniente a la colonización, la burla de ambos: la imposicion del idioma inglés y las caricaturas que hacemos del idioma en sí.

2. El deterioro en el uso del español entre los puertorriqueños -evidencia tomada entre estudiantes universitarios y de otros medios- es motivo de crítica constante y contundente, publicada en los diarios y revistas especializadas de las islas. Esta crítica parte de una visión bastante estandarizada del lenguaje, y considera a los anglicismos y calcos lingüísticos síntomático de ese deterioro. 

3. La escuela pública es blanco de ataques -fracaso estatal, institucional- y la enseñanza de inglés es presa fácil de esa crítica. Los estudiantes en su gran mayoría tienen un dominio de dicho idioma que no converge con los años dedicados a su estudio. 

4. Los colegios privados son el refugio de las clases medias, y en ellos los estudiantes aprenden un inglés escolarizado que permite una comunicación fluyente y comprensible con algùn tipo de angloparlante. Sus graduados conforman la masa profesional de PR, mayoría de universitarios, quienes también controlan los puestos en la industria, comercio, banca y gobierno, particularmente en las altas esferas del poder político en la isla. 

Rigen sobre los estilos y códigos que deciden cómo se habla -y quién- en la isla. Es este grupo la verdadera causa del deterioro en la comunicación en Puerto Rico -de haberla-; no tanto por asuntos formales de la lengua o de estilos narrativos -como quieren espetarnos los críticos hispanistas-; por ser los responsables de la tergiversación de lo que se discute entre los puertorriqueños sobre su historia, la escuela pública, la función de los colegios privados en la desvalorización del idioma español, la censura sutil de lo que éste representa y recoge de la historia puertorriqueña, la relación colonizadora con el idioma inglés; la segregación del pueblo en clases y colores. 

5. La escuela pública tiene problemas que resolver; las privadas, sin entrar en su prâcticas excluyentes, elitistas, o en el carácter pavloviano/sinneriano/conductista de sus métodos-; en cuanto al idioma español son un problema en sí. Las púbilcas han sido el bastión que ha defendido y protegido el idioma, con problemas que resolver que no incluyen la negación y supresión del español y su historia entre los puertorrriqueños. 

Saturday, July 25, 2020

LA VOZ DE UN HEREDERO LITERARIO EN LA COLONIA

Patidifuso quedé; en suspenso, asombrado, al borde del soponcio floripondiano cuando lo oí en una conferencia en Nueva York decir que él era el  heredero de otro escritor puertorriqueño. Después del vahído, desvanecer sin poder controlar la segregación de la coherencia conceptual e histórica que hilbanaba la literatura boricua en mis adentros, decidí preguntarme: qué habrá heredado, sin confundir herencia con influencias. 

No fue herencia histórica. Uno se crió entre las clases hacendadas blancas, cultura, lenguaje y gustos de criollo burgués, rodeado de retratos antiguos donde aparecen los parientes que una vez tuvieron esclavos. Incluso, puede que aquellos esclavos hasta fuesen ascendientes del otro, el que dice ser el heredero del descendiente de esclavistas. 

Un estudio rápido de ambos autores revela que la herencia no fue tanto en los estilos o temas, distintos en cuanto a tendencias y contemporaneidad. Tampoco heredó el manejo libre y flexible de los asuntos estructurales de la oración o frase. En uno el lenguaje fluye con naturalidad, entrelazado, formando pasajes elegantes, reflejo de la comodidad del autor con el idioma; arrastra al lector sin éste darse cuenta. Su supuesto heredero trota con la escritura, tan trabajada, que hay que leerla por partes, producto de una mente que no siente el idioma culto como propio. Por cierto, cuando habla tambiên da la impresión de que está actuando, que no es su voz.

DISCO SALLY Y EL GROUPIE DE LA TERCERA EDAD EN LOS SURES DE BROOKLYN

No es asunto del rock, mi colección lo comprueba, ni que vayas a un concierto; es que si a los diecisiete o hasta los veinte y pico andas detrás de bandas de rock, tras las glorias de los mismos, quieras aprisionar en tu cuerpo adolescente la sensación que provocan las guitarras, voces roncas, aullidos o gorjeos ymacsumacanos, es comprensible; que todavía a los sesenta y pico te pases de club en club, vestido y peinado como un hipster treintón, conversando sobre tal o cual rockero juvenil poco conocido fuera del mundo de los “fiebrús”; que vayas de bar en bar, “groupie wannabe”, siguiendo a una banda por las calles de Los Sures de Brooklyn evoca y continúa el legado de Disco Sally.

Friday, July 24, 2020

A UN POETA BLANQUITO BORICUA QUE NO SABE JUGAR CON EL MÚCARO

Hace años que estaba por dejarte saber que por más progresista y transgresor y fundacional que creas ser en el desarrollo del Queer Theory, siempre fuiste, muy parecido a otros escritores que proceden del mundo de los antiguos burgueses puertorriqueños, un paternalista, elitista, completamente ignorante blanquito boricua, en cuanto a lo jíbaro en la historia puertoriqueña. Claro, como el típico miembro de tu clase, no soportas que un hijo de los cerros te cuestione tus valores e ideas, y yo, no directamente, a través de los escritos sobre el asunto, eso he hecho.  

“Que lo jíbaro es un mito”, escribiste a uno que fue criado con el canto de unas buenas décimas y bailando “seis chorreao” en el “soberao”, oyendo “veí, dir, asina”, describiendo al mundo desde una perspectiva en los cerros, que hablaba de los otros puertorriqueños como “esos blanquitos, negros de la costa, de la losa”, y que ante la historia de la conciencia de los grupos que hoy conforman la puertorriqueñidad, fue el primero en la isla que asumió una identidad y cultura propia. 

“Pájareta inquieta, tú quieres brincar y quieres tirar contra la escopeta, pero oye analfabeta, que yo soy jíbaro aguzao.... pero en cuestión de versos yo pico el bacalao..... que allá en la montaña, yo tengo mi trono.... si quieres porfía, tírate, por ver..." (Ramito y la Calandria, "El Pájaro y la Escopeta: Controversia)

En el Puerto Rico del siglo 18 la clasificación de los grupos poblacionales incluía a los peninsualres; los criollos: hijos de europeos, nacidos en las Américas, fuese en la isla o en cualquier colonia española; distintas clases de negros: bozales, cocolos “de las islas”: y al primero y único formado en los cerros de Puerto Rico, producto del mestizaje. Fueron llamados “jíbaros” por el lenguaje creado como resultado de las teorías de castas, y ellos revirtieron el significativo despectivo del nombre, y lo usaron/usan para dentificarse: Jíbaros. Aislados hasta bien entrado el siglo 19, “ay leee, lelé, leleee”, crearon la primera cultura verdaderamente puertorriqueña. Por algo, el pintor español, Luis Paret y Alcázar, desterrado en Puerto Rico, en el 1776 los registra y nombra en su cuadro: Autorreto de un Jíbaro Puertorriqueño. 

Eres tan ingenuo y presumido, que te atreviste, ofreciste a editar un libro mío, tú, un blanquito boricua para quien lo jíbaro es la música navideña y los pasteles de masa. Entre palabra y palabra, pude comprobar que ni los escritos recientes, críticas del paternalismo en la literatura puertorriqueña conocías. El paternalismo de tu clase ya te había salido “pa’fuera” (por alguna razón los jíbaros han rechazado al Partido Independentista, por estar controlado por un grupúsculo, compuesto por intelectuales blanquitos como tú), y este jíbaro ya había conocido a muchos de tu clase, quienes no se distinguen en nada de los “gringos liberales”, igual de “llenos de aire y farfulleros”. Además de darme cuenta, que sabías mucho de unas cuantas cosas, pero muy poco en cuanto a la historia de Puerto Rico se refiere, y mucho menos, conocías la crítica que se ha hecho de la representación y distorsión de lo jíbaro en la literarura boricua. 

"A un múcaro que cantaba en la horqueta de un palo.... y yo ansioso por coger el múcaro en la horqueta.... el múcaro me miraba como pidiendo piedad y con intranquilidad de un gancho a otro saltaba....y una vieja con muletas me amenazaba al ver que yo molestaba al múcaro en la horqueta.... yo estaba loco por jugar con un múcaro emplumao.." (Germán Rosario: El Múcaro y la Horqueta).



Thursday, July 23, 2020

AHOGOS Y DESAHOGOS DE LA TERCERA EDAD EN EL CENTRO DE LA ISLA

Se siente ahogada, dijo, que estaba a la merced de parientes en quien no confía, y que había estado llorando la noche anterior, empeorada su situación a los 86 años de edad, viviendo sola en un cerro en el centro de la isla, rodeada de bosques, sin la ayuda, por causa del virus. de las dos mujeres que contrataba para que la llevaran de compras y limpiraran su casa, añadiendo presiones y miedos a los que trae la edad, así que, todas las tardes se toma unas copitas de vino tinto, y entonces llora, desahoga. 

UN CULO ROJO

El color del agua y la excreta en el inodoro asustaban al más valiente, y en este caso había muchas razones para explicar el escalofrío que sentí, el que los pelos se me pararan cuando vi aquellas aguas rojas. Sangre. Cualquiera de las lombrices, gusanitos, virus o bacteria que hacen de mi cuerpo su residencia podían ser la causa de lo que parecía un derrame. Hubiese preferido que la vista del inodoro con la excreta y aguas negras color vino me recordasen a un Francis Bacon. Mas bien parecían un Damien Hirst. La sangre no me asusta; estar a la merced de otros, sí. Peor todavía, si estas en un barco en medio del Atlántico. Un cuerpo derrumbándose poco a poco, tubos por la nariz, la boca, el culo, agujas, máquinas enchufadas en la frente, las tetillas, las nalgas, las bolas, enfermeras regañonas, médicos en apuros, hospitales cobrando antes de matarte, testamentos sin preparar, documentos sin organizar, relatos escritos a medias y el deseo de vivir y conocer lo que me depara el futuro me mantuvieron completamente inerte frente a la no muy agradable y rojiza excreta. Quizás la roncha que tenía en la mano no era una picada de mosquito o el dolor de estómago no fue una mala digestión. Puede que el cansancio no tuviese nada que ver con el calor del mediodía en el Caribe o que el haber puesto el detergente en la nevera no fuese resultado del un descuido. ¿Voy al médico del barco o espero a llegar a Nueva York? ¿A quién le dejo mi colección de libros antiguos, mis pinturas, los ahorros, las propiedades, el amor incondicional que a tantos profeso? Las lentas y difíciles contestaciones a todas aquellas inquietudes y preguntas fueron despachadas de mi conciencia por el recuerdo de la cena. Ni los gusanitos, lombrices, bacterias o el virus eran los responsables. ¡Qué susto! ¡Qué alivio! La noche anterior me había “jartado” de remolachas. 

Tuesday, July 21, 2020

EL PORQUÉ DE LOS INVITADOS AL VELORIO DE MYRIAM BEDOLLA

Mi crianza en el Pueblo de los Brujos entre catolicismo ortodoxo y misas en latín, espiritismo y prácticas animistas, pasando por los estudios de teología que una vez hice en la Católica de Ponce, me prepararon muy bien para ser un excelente asistente a un velorio tradicional o, de no haber velorio, a un ágape con tonalldades de recordatorio y reunión de iguales, en las cuales el difunto es solo una excusa para complacer egos y orgullos. 

Myriam, contigo, con lo antiburguesa que eras en tu vida diaria, no te veo muy integrada en ninguna de los dos formas de honrar un muerto: la primera, solemne y demasiado teatral; y la segunda, artificial, casi siempre organizada por viejas pequeño burguesas, quienes jugarían, supongo, con tus obras de arte y cuentos de vida, pretendiendo ser bien “al margen de la cultura”, antirracistas, “gay-friendly, but not too many in the memorial”. 

Siempre te vi como una de las pocas personas que no habían caído en las trampas de las clases y prejuicios fáciles. Recuerdo que una vez visité tu escuela y conocí tu trabajo, decidí ayudarte a conseguir la beca para que hicieses tu maestría en CCNY, cuando yo dirigía un proyecto con fondos federales, y a dos de tus maestras también las bequé; coloqué “student-teachers” en tu escuelita para que no sólo aprendieran de ti y contigo, sino que tu staff pudiese usar los “course waivers” y alguien más en la escuela tomara cursos en CUNY; te invité a mi casa en Guayama y conociste de cerca mi familia, a mi pareja de más de una década, Günter y a otros amigos míos íntimos del mundo de downtown, parecidos a ti: nada que ver con esos que juegan a ser simpáticos y “progresistas”, aquellos que a la hora de la hora entierran a los muertos como viven sus vidas. 

Dice Phillipe Aries en su libro sobre la historia de los funerales, que los ritos de los mismos han ido de honrar la muerte como parte de “aquello” que nos une a todos, inciensos y oraciones, a usar los velorios o recordatorios como vitrinas de las vidas de los que los organizan. Por lo menos, Myriam, no te vistieron y crearon una puesta en escena, tableu vivant, al estilo de algunos boricuas proletarios que hasta que el Covid "les quitó lo baila'o", andaban embalsamando cadáveres, copiando algo de las vidas de los velados, exponiendo a los muertos, no en un ataud, al contrario: como si hubiesen estado jugando dominós, al lado de una vellonera; en un sillón, sentados frente a las telenovelas. 

No es que los velorios dramatizados boricuas en funerarias especializadas en la materia no te hubiesen "volado los cascos", ni que fueses maravillada por una recreación escenificada de tu estudio en SoHo, con un cadáver en pose de artista presumido -uy!, cómo se burlaban en tu atelier, mid 70s, de la artificialidad de las clases medias suburbanas, "Long Island, here I come", que compraban lo trabajos de los artistas que por allí jangueaban-: el argentino que aullaba; el uruguayo que revolcaba los lenguajes de moda en las letras y letrados; el brasileño cuyas joyas bordeaban en un rococó tropical empalagoso, quien para los 80s, siendo puro hueso y piel, no quería morir y tuvo que ser enfrentado con una especialista en ayudar a los enfermos del Sida a darse por vencidos. Todos ellos formando un tablado funerario. 

No Myriam, tampoco estarías cómoda con un velorio virtual; aunque, creo, que lo menos que esperarías fuese que para tu duelo estarías rodeada de señoras y seńores pequeño burgueses, disfrazados de “progre multi culti”, alabando tus obras e historias; completamente opuesto a cómo veías y vivías la vida. Aunque, si de algo estoy seguro es que, como buena latinoamericana, que gustan(mos) tanto de la burla (dicho por Elena Poniatowska, evidenciado en mucha de la obra de García Márquez), desde los cielos te gozarías enormemente tus funerales; y esa es razón suficiente para organizarte más de uno. 

LA DESCOLONIZACIÓN BORICUA DE LOCAS Y CACHAPERAS, COTAS O PANTALONES (EN CAMINO)

“¿Es posible resignificar una palabra para reclamar una identidad?” (Gabriela Wiener: “Orgullo marrón”, NY Times, 07/21/2020)

La colonización no se limita a la simple toma de tierras o imposición de códigos y procedimientos. Lo que experimentan los miembros de una colonia no lo sufren/viven por igual todos los miembros de la sociedad colonizada. Se multiplica el efecto colonizador o filtra en distintos grados entre aquellos dentro de la colonia o en la metrópolis colonizadora que viven en los márgenes del poder: sean mujeres o grupos minoritarios raciales, lingüísticos, de orientación sexual, identidad de género. 

No es lo mismo en la colonia, ser una mujer lesbiana de modales hoscos, piel color negro, que un “blanquito” burgués criollo con apellidos reconocidos por la historia oficial. En Puerto Rico hace rato que el pueblo ha estado discutiendo -“el que tiene padrinos se bautiza”, “allá ellos que son blancos y se entienden”, “de ese lado, cafrolinas y de este, guaynabitos”, “o son de la loza o son jíbaros cerreros”- el tema de las procedencias, clases, colores y roles sociales; incluso, usados por algunos peritos en la materia para explicar cierto tipo de “actitud” hacia la política colonial de parte de un grupo u otro. Dicen que Loiza, el pueblo más afrocéntrico de Puerto Rico es el más comprometido con lograr que los EEUU hagan de Puerto Rico un estado federado; en concordancia con la mayoría del voto de los gays, quienes también apoyan la llamada “Estadidad”; Muñoz con su "jalda arriba y el jíbaro con su pava", apeló a la población del centro montañoso de la isla, con un fenotipo mediaticamente definido, usado para armar una idealizada coherencia racializada de lo puertorriqueño. 

Una vez los grupos al margen del margen entran en un proceso de liberación, sus tratados y planteamientos abordan y cuestionan las relaciones entre la metrópolis colonizadora y la colonia, incluyendo cómo estos grupos al margen del poder son influenciados o moldeados por las dinámicas coloniales, y las estructuras que sirven para excluirlos de la participación completa en los vaivenes de la dada sociedad. Entran en un análisis múltiple de las relaciones; llevan a cabo estudios que puede que sean hasta más complejos, interseccionados, que los explicados por los hombres boricuas heterosexuales blancos, descendientes directos de los colonizadores. Para un hombre gay el proceso de “liberación, cancelar cultura”  incluye la historia social a la par con la personal: cómo le afecta su forma de ver el mundo, su mundo inmediato y el de aquellos que los coloniza; desde afuera y desde adentro.

El hombre gay en Guayama que gusta de nombrar apellidos “de alcurnia pueblerina” para así desaciosarse de los gays menos élite de su pueblo; marcha proderechos de todo el mundo, sin él aceptar que la división de clases sabotea cualquier intento de otorgar derechos civiles en igualdad de condiciones, división que él promueve con su énfasis en estatus social, sin darse cuenta de sus contradicciones, y cómo bloquea el lograr un mundo mejor balanceado. 

Unos de los logros de las comunidades LBGTTI ha side hacer del lenguaje un foco de crítica, instrumento de subversión, de transformación. Dentro de los círculos LBGTTI palabras como "loquita" o "cachapera" cargan distintos significados, dependiendo del entorno, gestos e intención del hablante. Ante las diferencias en su uso, distintas respuestas de los entendidos en el tema y códigos. Una lesbiana que no está fuera del closet se refería a un grupo de jóvenes gays que asistieron a una reunión, como un grupo de “loquitas”. El tono delató el desprecio que ella sintió por aquellos hombres; desprecio que también se encuentra entre hombres gays cuando hablan con tono despectivo, cargado de un señalamiento vulgar hacia las lesbianas, refiriéndose a ellas como “cachaperas” con cierta burla, disgusto. Algo parecido se encuentra entre gays en Puerto Rico que no van a tal o cual bar porque no es de “su clase”, bares que para cualquier extranjero gay resultan ser tranquilos y nada peligrosos. La única razón para no ir es que a esos bares van los gays de clase trabajadora o de piel más obscurita. 

La alta tasa de suicidios entre jóvenes gays puede ser explicada en términos de la patología donde el “self hate”, sublimado o abiertamente expresado, forma parte del sentido de identidad que tienen los mismos; y en situación colonial ese joven gay no sólo se enfrenta a su sexualidad, tiene que enfrentarse a las historias e imágenes distorsionadas que la colonización presenta sobre sus otras identidades. La autoestima o sentido de historia no se limita a lo sexual, está matizada por el proceso histórico que vive el grupo al cual pertenece el homosexual colonizado. Tremenda tarea, a la que se enfrentan las lesbianas y hombres gays en la isla de los encantos, en la diáspora, dentro de la colonias geográficas e la interior y en la metrópolis colonizadora. 

Herodoto describió lleno de asombro a los alemanes que vestían pantalones en vez de cotas a lo romano; incluso, unos siglos más tarde, después de los suburbios de Roma ser tomados por los Vandalos y otra tribus germánicas, los romanos prohibieron el uso de pantalones entre los hombres. Las cotitas romanas, que no son las Mumu que visten las amas de casa boricuas, lograron poco. No pudieron colonizar por completo y los pantalones ganaron la batalla. Recuerden que los hombres romanos no querían ser parte del ejército, preferían ser ciudadanos cultos y  listos para el bacanal a ir a la guerra. Llegaron los mercenarios, y a saber.... 

Monday, July 20, 2020

ARQUETIPOS DE CACHAPERA JUDÍA Y DE OTROS TIPOS

A nivel de evidencia en libro de texto para estudiantes iniciales en las contradicciones y la división de clases, estudiado en curso de sociología, fue como quedó la mujer cuarentona, gruesa, pelo canososeretarizada, emblemáticas sandalias Birkenstocks, traje tipo matrona escolar, “jamona”, nada depilada, de paseo por San Juan, después de ella comentar algo sobre la familia y apellidos de uno de los invitados en una cena, frente a otro, una “loca venenosa madurada entre Harlem y La 14 con Octava”, que no tenía ni apellidos ni familia prominente en la isla, quien la caló, colocó en el universo jungiano de los arquetipos, diciendo que la aludida era, en su esencia representante de la “típica cachapera judía” que vive en Vermont, cría vacas sin antibióticos y prepara quesos orgánicos, vota socialista en su estado, janguea en la isla porque ella, como otros arquetipos gringos liberales es “Puerto Rican friendly (a certain type of Puerto Rican)”, otro tipo de arquetipo. 

Sunday, July 19, 2020

LOCAS PANDÉMICAS EN LA PLACITA

Nunca definieron el adjetivo pandémica. No tenían que hacerlo. Pude oir lo suficiente para poder entender cuál era el pandemismo de la referida loca, que a fin de cuentas, era menos importante que el hecho de que dicho calificativo abarcaba un tipo de síndrome, y la aludida loca podía ser un peligro para cualquier hombre gay mayorcito que estaba bajo el ojo del Estado o la derecha o locas maliciosas en busca de sangre, las Querelle de la política. 

Los dos parlanchines cerca de mi banco en La Placita, lo menos que se imaginaban era que yo pude atar cabos para sospecharme que la pandemista conquistaba cierto tipo de gay, lo espiaba para servir a saber quién. Con este último, y que puede que haya jugado su última carta, durante años de elecciones, tirando al medio a la otra loca, muy comprometido en la política, de corazón, pero facilito en los asuntos del amor. El pandemista tampoco ha sido mu astuto, dijeron los dos gays activistas en La Placita, puesto que está siendo rastreado en las redes sociales, donde los pandemistas abundan tanto como El Covi. 

CUNY Y LA CULTURA LETRADA PUERTORRIQUEŃA

Hace unos cuantos años atrás, un sudamericano, profesor de español en CCNY me dijo que la literatura puertorriqueña carecía de un “corpus significativo”. Aclaré que tenía un corpus más antiguo que el de (le dije su país y es decano ahora y no quiero desestabilzar el juicio de tan bueno y progresista, que oye a Mercedes Sosa), si se cuentan las Crónicas de Yndias y subsiguiente escritura de relatos sobre los primeros años de la colonización española; con la mala suerte de tener pocas ventas y agentes de relaciones públicas que se encarguen de promoverla en la academia. Solo sonrió, quería treparase en CUNY y los boricuas en la universidad de la ciudad jugaban/juegan un papel bastante importante; y chismeábamos sobre cómo los latinoamericanos cultos e hispanistas se habían encargado de excluir a los autores puertorriqueños y unos cuantos de esos académicos -algunos huidos de las dictaduras- hostigaban y avergonzaban públicamente a los estudiantes boricuas, por alguna “errre” o “ele”fuera de entorno, aunque ellos podían decir “te paso llamando” o comían “posho” o “chillaban” fonemas en vez de susurrarlos. 

Ellos, tan progresistas, no eran menos creyentes en los escalafones y clases; una idea que trasciende los pueblos: producto de la visión taxonómica de las letras, cultura en general. El profesor que oye a Cabral y cita Galeano se contradice: existe dentro de la mismas estructuras y visiones que rigen lo que critica. Clasifica letras o culturas en cuanto a si es “significativa” o no, si tal pueblo u obra es parte de la “alta cultura”, independientemente de la calidad y función histórica de cada trabajo, pieza creada, sea un cuento popular cargado de deseos y luchas que siguen siendo contemporáneas, resultado del mestizaje durante el primer siglo de la colonia, recogido por Coll i Toste, o uno extremadamente diagramado por Borges. 

(En otras escribo sobre cómo muchos estudiantes sudamericanos en el Programa de Educación Bilingüe obtenían permiso para no tener que tomar conmigo la clase sobre la enseñanza del español en salones bilingües, porque, tácitamente sugerido, no iban a estudiar español con un puertorriqueño. Eran tan prejuciados -ellos y mis compañeros “latinos”- que no se daban cuenta de que la clase no era para enseñar español. El tema central del curso era la educación y el español en entornos bilingües, apoyado con las investigaciones más recientes que, no dudo, ellos desconocían; y sé que mis compañeros ni estaban familiarizados con ellas -dados sus intereses en asuntos extraeducativos, metacurriculares-, ni entendían el valor de las mismas. Me enteré porque el patrón se repitió suficientes veces, para poder pasar desapercibido. En otra escribo más sobre el camino de las letras y letrados boricuas en CUNY.)

Saturday, July 18, 2020

BOTEROS CON LLADRÓ EN GUAYNABO

Gordos en físico, mas cuando no lo son, sus masas existenciales los incluye en el universo de los arquetipos boteranos que recrean al burgués -o pequeño arribista- puertorriqueño. 

Desde los que pasean sus limoges con la excusa de servir un Montserrat sobre galletitas integral, ya “leídos” en versión del outing criollo en este blog, o los que se ahogan en su propia voz -el síndrome estudiado y detallado anteriormente en otro ensayo-, que no hablan, “supuran” fonemas, creando ondas sonoras. Los que discuten a la Callas como si fuesen chismes de farándula fueron retratados en un escrito que explora un momento donde alcapurrias y zarzuelas coincidieron en La Placita de Santurce. 

Aunque la gran mayoría son cultos, quién sirve para esta otra versión del arquetipo boterano es un técnologo médico que estudió en uno de los colegios para éltes en San Juan, pero, distinto a esa clase y colegio, él no fue a la universidad. Asitió a un instituto técnico, acompañado por proletarios boricuas e inmigrantes dominicanos tratando de subir de clase. Ante los más estrictos códigos y marcas sociales, él bajó de escalafón social. Lo sabe y pone sus defensas en alerta total; ataca preventivamente si lo cree necesario. 

En la reunión prepandemia, un grupo de unos seis conocidos, hablaron, pues, como siempre: “la Taylor, la Callas, Price, Arroyo, el Louvre, MoMa, los amoríos de El Cholo y La Chinita, que si Reinaldo Arenas”; temas a los que el tecnólogo médico aportó poco, supo indagar y comentar cuidadosamente, hasta que, cuando no podía más, lleno de impaciencia, preguntó a quien parece haber dejado, frente a sus ojos, de ser el hombre maduro que sabía bastante, para convertirse en un gay que lo impacientaba, lo rozaba, levantaba ronchas, molestaba: “En qué escuela estudiaste?”. 

El aludido, consciente de lo que estaba pasando, tantos años enredado en las luchas estudiantiles, proindependecia de PR, marchas y firmas de cartas demandando derechos civiles, parlanchín, pueblerino, depurado en los niuyores, contestó -“A la pública de Guayama”-, y por ahí siguió elogiando a las maestras de español de la high, la bibliotecaria, y los antiguos caserones del palesiano pueblo, historias de distintas épocas, décadas atrás. 

El Botero no repondía verbalmente; "prendío por dentro", sentirse obligado a callar, expandía su cuerpo, respiraba incomodamente, erguido, miraba a su alrededor, buscaba atención: "que alguien hable, diga algo", por qué los otros invitados gays, excompañeros de colegio privado y exclusivo, donde no hablaban como salidos del cerro, callan ante aquel chachareo. Fijó la vista en las Lladró que el anfitrión tenía sobre una mesa, y logró relajarse, suspiró: “No dejan de impresionarme. Hermosas, sublimes”.

Friday, July 17, 2020

CAFÊ CUBANO EN NEW JERSEY

Con el pecho inflado, lleno de sí mismo, fanfarrón, el médico cubano -lo fue en Cuba, en los EEUU nunca pudo revalidar- dijo: “En Puerto Rico no se toma buen café”. No era la primera vez que lo oía, así que concluí que entre algunos cubanos era común sostener y decir públicamente: “En Puerto Rico no se toma buen cafê”. 

Al tanto de la historia del café en Puerto Rico (cuando los EEUU invadieron a Puerto Rico, devaluaron el valor de la moneda española un 60%, obligando a los jíbaros a vender su tierras a las corporaciones gringas, quienes lentamente destruyeron la economía más poderosa en la isla, el café); haber experimentado con mi bien educado paladar la calidad de algunas variedades de café de sombra o de las que no son afectadas por el sol directo, Arábiga o Caracolillo (o una variedad, hoy marca Alto Grande, que había estado por muchos años, desde el siglo 19, surtiendo al Vaticano y mercado europeo); disfrutado en el campo de cafés exquisitos, granos acabaditos de tostar y molidos, decidí preguntar qué café tomaba. No me dijo ninguna de las variedades más comunes; mucho menos, las menos conocidas, incluyendo la que es procesada por cierto tipo de mono. Dijo con firmeza, como si fuese un últimatun, la marca del café más común entre los pobres e incultos de los EEUU -en cuanto a café se trata-, cuyas latas no dicen ni de dónde traen ese grano, ni que cuando lo recogen, mezclado con “sabrá Dios qué”, sobretostado para matar los “agentes foráneos”.  

Ya había estudiado y confrontado los comportamientos de las pequeñas burguesías latinoamericanas en Queens, New Jersey y el Alto Mahattan, que buscan congraciarse con los “gringos blancos”, asumen posturas eliltistas y arman todo tipo de “disparate” para desasociarse del hombre o  mujer, sexo o etnia o raza, discriminado; incluyendo, despreciar uno de los mejores cafés del mundo. No fue el primer cubano immigrante ni sería el último que gustaba de hacer comentarios con poco peso sobre lo puertorriqueño.  Callé ante tanta ignorancia. 

Thursday, July 16, 2020

CANCEL CULTURE IN LA PLACITA DE MERCADO DE SANTURCE

When told that a great deal of what appears in the Torah, Old Testament, was plagiarized  by the Judeans from tales they heard when they were enslaved by the Babylonians -where they learned to write-, the accountant had to rethink his foundation on faith, unquestionable belief on the role of divine revelations -to be printed on a papyrus-. The relationship with the Bible was not longer a comfort zone for the mathematical mind. To have to deal with widely published scientific evidence, that discards previous rigidly embedded ideas kept the middle age man quiet for a while. The culture that so efficiently shaped the accountant’s view of the “cosmos” thru the filter of one idea, divine revelation, was beginning to be canceled. 

CANCEL CULTURE: LA VOZ DE CRISTO EN UNA FONDA DE LA PLACITA DE SANTURCE

Salgo a almorzar cuando ha pasado el revolú que se forma entre 12 y 2 de la tarde y busco una de las fondas o restaurantes de La Placita donde me “jarto”. Dependiendo de lo que desee, escojo, satisfago y “cuco”  mi dinámico y bien educado paladar. Algunos dueños y meseros me conocen de vista por habe estado patronizando sus negocios durante unos cuantos años. Esa cortesía y atención esmerada acompaña a las buenas comidas -que por aquí compiten por los clientes y cocinan muy bien-; dejan saber que uno está “en buenas manos”. 

No todo ha sido glorias y elogios. A uno de los cafetines no vuelvo, por asunto de los chistes y burlas a costa de los “maricones”. Pensé que era el único sitio, hasta que semana atrás, un camarero a quien no conocía de épocas anteriores, visto por primera vez durante la primera fase de la cuarentena, se acercó y me dio una cátedra sobre tener que oir o seguir las palabras de Cristo. Nunca me dijo cuáles eran esas palabras, ni cómo él las ponía en práctica. Parecía más un estribillo con el “oir a Cristo” que unas ideas bien pensadas y fundamentadas. 

Iba, servía a otras mesas, y volvía con la cantaleta. Cómo no lo vi que lo hiciese con el señor de la mesa cercana a la mía, y debido a que, distinto al diablo, “más sabe el maricón por ser maricón, que por viejo” (que si a los diez o doce o catorce años uno se entera de que por dentro los deseos no conjugan con la moral del vecino, pues claro que va a saber más por su condición que por la edad). La insistencia sobre el Cristo sin un buen pensado argumento me incomodó tanto que anadí otro sitio a mi lista de negocios, donde no me vuelven a ver por allí. De parte mía, igualito a como hago con la de los racistas, misóginos y clasistas, esa “cultura está cancelada”. 

Wednesday, July 15, 2020

EL PETIT TRIANON, PLÁTANOS DEL JÍBARO Y LA “SAULSAE” DE IVANKA TRUMP

Dicen que María Antonieta abandonaba la rigidez de la vida en la corte, pasando tiempo en su “faux” casa de campo en los predios reales. Junto a un grupo selecto de amistades, vestidos con ropas sencillas, pseudo campesinas, sombreros de paja, recreaban (falseaban) una vida, escapaban los mores de su clase, jugaban a ser la esencia de lo idealizado: la vida sencilla que los pensamientos, la razón pura, el nasciente naturalismo, promovían por aquel entonces. Unos cuantos siglos más tarde, lo que una vez fue “un escape a lo Buñuel en El pequeño encanto de la burguesía”, la puesta en escena de una imagen es hoy tema estudiado, muy de moda a lo Focault: en las universidades ofrecen cursos en torno a la “recreación del otro, intertextualidades, travestimos, desdoblarse”. 

Autorretrato de un Jíbaro” por Luis Paret y Alcázar (1776) muestra al artista español frente al tranquilo paisaje puertorriqueño, vestido como un campesino local o jíbaro: camisa blanca, pantalones a rayas, y un sombrero con flores, cargando un racimo de plátanos y un machete. El artista construye una visión de sí mismo como el campesino puertorriqueño. El uso de la vestimenta jíbara por parte de Luis Paret y Alcázar se entiende dentro del contexto de lo carnavalesco, donde miembros de la clase alta se enmascaraban de campesinos; recoge lo que en aquel momento era la preocupación de la elite intelectual con la apropiación y adopción del jíbaro como símbolo cultural. Ambos, María Antonieta y Luis Paret y Alcázar, entran en una relación que trasciende la representación visual; abarca asuntos extratextuales que reafirman y burlan a la vez. 

Ivanka Trump hace los mismo con una lata de habichuelas Goya. Mas la marca hispánica de los EEUU “por excelencia”, la que más importa productos españoles sumamente afectados economicamente por causa de los aranceles trumpistas, no es la imagen de María Antonieta, alejada del mundanal ruido, ni la de Luis Paret y Alcazar ampliando la iconografía y registro del génesis de la ya mítica cultura jíbara. Es ante un pueblo distinto, bastante ducho en la crítica anticolonialista, un excelente motivo para que los memes intertextualicen lo recreado por Ivanka. Algunos rayan en la capacidad para digerir habichuelas y otros menos asquerosos imitan a Ivanka diciendo “saulsae”. 


Tuesday, July 14, 2020

HISTORIA DEL DESEO

22 años. Sonreído, camina, satisface el sentirse libre, encontrar el amor; ser deseado como se desea a sí mismo. Los pantalones de lino crema, tshirt blanca, alpargatas, un lento pasear por la Ashford, en marcha hacia el bar frente a la playa: fluye. 

76 años. Perdido el deseo de satisfacer pasiones electrizantes, cargadas de substancias gelatinosas, narcisistas, recuerda inesperadamente su antiguo modo de sentir. Rápida, fugaz, corre y desaparece una sensación inquieta en busca de algo fuera de sí; para ser reemplazada por la sonrisa ante las trampas que arma Eros cuando baja de los cielos: juega. 

Sunday, July 12, 2020

BUEN PROVECHO AND THREE RICAN MALES IN LA PLACITA

At El Chicharrón, very nice croquetas, tacos de dorado and a glass of albariño. I sat outside, in the restaurant's terrace facing la plaza de La Placita. Three big good looking guys got off a taxi, spoke both English and Spanish, USA Ricans, towels around their necks, shorts, sandals, just off the beach (La Placita is not a beach area bar and restaurant scene; is more of a pasarela for the latest Nono Maldonado or Capri pants a la Capri Dept Store in Rio Piedras), a little abrasive in their manners when sitting down and talking to the young waiter. Right before I was leaving, one of them pointed at me and said, “have a Medalla”. On him, I was flattered. He looked so proud, inviting a local old man, ethnic pride, to a Medalla. I smiled openly and thanked him many times in Spanish, with hands waving, very criollo. And then, on my way out, I stopped by their table, expressed the usual “buen provecho”, and they looked at me smiling, so happy, so in in the scene, welcomed to a place that has more meanings to them that can be decoded by a Medalla (I hate light beers; for identity points and airs of “Gourmentsindo”, I rather have a Barrilito). Iconic brands become unimportant when three good looking guys invite an old gay man to a beer, to celebrate whatever they were so happy about, and they were; and safe. The usual and caring “buen provecho” always makes a difference. Had they known I was gay, maybe we had a different story, but that is not the point, nor it would have allowed for a "buen provecho" ending. 

GRAFITEROS EN LA CALLE CANALS

“Tras leerlo, no queda en el lector ninguna idea digna de consideración”, dijo Tolstoi sobre Shakespeare, y cuando oyó la cita, Ariel recordó a su abuela: “Allá ellos que son blancos y se entienden”. 

Ariel Fernândez escribió sus tesis de maestría sobre la historia del grafiti y su función estética y comunicadora. Que las intenciones de los grafiteros en la Roma imperial no fueron las mismas que las expresadas en una de sus colonias -el Jerusalem multireligioso, lingüístico-, como no lo son ahora los grafiteros: combinaciones de medios, aerosoles, brochazos, símbolos entrelazados -letra puede ser oreja-, y luchas sobretextuales. Cada grafitero tiene su “tag” y lo plasma sobre los grafitis de otros. Algunos, juegan un tipo de palimpsesto en las paredes de la inhabitada casa frente a la mía, que sirve de lienzo, papel, piedra a los pintores/escritores siempre  dentro y fuera de moda, explorando su oficio, haciendo arte. No es lo mismo con tantos escritores, preocupados por estar de moda y cumplir con estándares estrictos, muchas veces impuestos por académicos profesionales, enciclopédicos pero con poco genio. 

El reconocido y premiado autor puertorriqueño -con inclinación progresista que ha escrito y hablado sobre el haber sido discriminado en Puerto Rico por asuntos de su color de piel, nariz ancha, pelo rizo- escribió un ensayo (publicado en El Nuevo Dia), modelado en la escuela borgesiana donde lo importante son las claves científicas o filosóficas, sin abordar en las historias de los personajes; inexistentes, desmemoriadas. El autor boricua describe su encuentro inesperado con un exestudiante, recordado como un joven inteligente, aplicado, con un gran futuro en las letras, pobre, que tuvo que abandonar la universidad porque “preñó” la novia. El relato no entra en ese aspecto de la educación en la universidad: admite a los estudiantes y no provee recursos para que puedan estudiar y manejar sus complicadas vida. Los dejan a la suerte, o para ser usados como artefactos literarios; sujetos bajo estudio. Al autor no le importaba la vida del muchacho, ni los abusos institucionales, porque, pues, su intención era mostrar su capacidad para modelar una moda literaria. 



Friday, July 10, 2020

TELEVISIÓN, DISPOSITIVOS, PIZARRAS

El tema de los medios de comunicación y la educación programada debe ser discutido con más claridad. Un repaso del desastre en el "sistema educativo" durante la pandemia revela que hay que entrenar mejor a los maestros en cómo integrar tecnologías y currículos; proveer a los padres y tutores recursos e información sobre las nuevas modalidades, que están ahí “pa’ mucho rato”. En Puerto Rico, la pelea ha sido sobre si Montessori o no en las escuelas. Están los educadores y el Estado un poco fuera de foco; "se les va la guagua". 

Programa televisado dirigido a estudiantes de matemáticas por WIPR: copiaron en una cartel lo que dice un libro de texto sobre el tema y la maestra frente a la cámara leyó las definiciones de los conceptos y explicó fórmulas matemáticas, usando gráficas. Luego, leyó unos ejercicios y distintos problemas matemáticos y pidió a los teleestudiantes que los resolvieran en sus casas. Nunca se enteró de cómo lo hicieron, sus pupilos usaron sus “cerebros”. 

Por un lado, la velocidad con la que presentó el material didáctico requería de mentes con unos conocimientos previos y una capacidad bien entrenada para poder procesar rápidamente aquel material. Por otro, con haberle pedido a los estudiantes que leyesen previamente, por su cuenta, lo que la maestra escribió y leyó en el cartel, usar imágenes o situaciones que sirvieran para explicar los conceptos y fórmulas, seguidas por ejercicios programados en forma de red, diversos y autoguiados, hubiese logrado una “enseñanza” más individualizada. La lteratura que discute la integración de la "educación programada" y los diversos medios tecnológicos está abarrotada con ejemplos de cómo hacerlo. 

En el 1974, los estudiantes de Educación Bilingüe en CCNY ganaron el primer premio  de una competencia sobre cómo integrar la tele en la educación formal; otorgado en las oficinas del canal de TV de la Junta de Ed. de la Ciudad de NY. Para enseñar fracciones, no dieron una clase frente a una cámara; celebraron una fiesta de cumpleaños con pedazos, fórmulas, y dos o tres bizcochos que cortaron después de resolver problemas domésticos ligados a las fracciones y sus usos. 

La pantalla no es un reemplazo de la pizarra. 


Thursday, July 9, 2020

AL “FLOW” HAY QUE DEJARLO FLUIR O DESBANCAN EL GOBIERNO

Un joven “auteur”, músico/poeta/performero/reguetonero colombiano radicado en Miami quería conocer desde adentro la “cultura” que produjo el género musical que él cultiva y lleva como oficio; entrar en la esencia y génesis del “flow”: razgo fundamental del género; el que Mayra Montero propuso como un nuevo lenguaje, en un Congreso de Hispanistas en Argentina. Para vivir el “flow”, el artista colombiano  pasó una temporada en una urbanización proletaria en las afueras de San Juan; vivió el “flow”.

Bad Bunny aulla, “Deja que el 'flow' fluya”, los reguetoneros invitan a sentir cierto tipo de tonada (las discusiones en la sección de comentarios en Youtube sobre el "flow" en las “obras” de tal o cual reguetonero son kilométricas), danza con movimientos corporales completamente teatrales (aunque más sugestivos que el bolero, son menos eróticos, puro contorneo histriónico), y una forma de enfocar la vida que no sólo fluya, que dejen que ese fluir lo haga por su cuenta (el Zen del ritmo); una transformación cultural, forma de ser, creada y nombrada recientemente por esa nueva tribu urbana proletaria. Para los mas politizados: no olviden que la generación reguetonera fue la primera en Puerto Rico que desbancó un gobierno; logró que los políticos profesionales renunciaran en masa, sin atenerse a elecciones o partido, siguieron su "flow".

Flowradio.fm define Flow: “Estilo. Corriente, electricidad en el cuerpo al bailar (Lorna lo menciona en su canción- Papi Chulo «suavemente you con el dembow, al son del flow»).

rap.fandom.com: “La palabra Flow es de origen Inglés y hace referencia a las palabras "corriente" o a "flujo". Con exactitud no se puede aplicar una definición exacta para la palabra "Flow".... como la ‘corriente’ de la vida.”


Wednesday, July 8, 2020

MESTIZAJE: FROM QUEEN'S SOMBER ANGLO WANNABE TO LATINO COLORS FIESTA AND BAD BUNNY

A stroll through old photos of the Anglo/Euro-fusion lookalike wannabe British architecture neighborhoods in Queens, New York, serves to explain why people like Donald Trump, Stephen Miller and Rudolph Giuliani have engaged in an open war of offensive descriptions of those of us encased in the Latino ethno-identity, cultural and historical framework. The American faux Tudor houses and their front gardens were transformed by the new residents into a more complex set of images: colors of walls, window frames, types of doors and all kinds of ads offering diverse and specialized services in Chinese, Colombian, Dominican, Ecuadorean Spanish, replacing the wannabe English gentry neighborhood image and atmosphere. 

The Queens' neo European setting was created by immigrants from Hungary, Germany, Poland, Ireland, who had made it into the USA middle classes and transferred their desires to move-up into a “higher class”, a new view of the self, projecting his/her achievement, into a copy of what had been envied or admired back home. The gray walls and lace curtains are now gone; as if guided by the design ideas of Frank Gehry or to demonstrate to the "Euro-centrics" that they were in the Americas and could not copy what was left behind. The new residents supplanted the old faux Tudor wannabe look with new populist Latin American and Asian immigrant fiesta narratives. You see, mestizaje is a delicate process, it can also destroy previous ways of seeing the world, displace the sense of self into new realms, requiring adaptations or defensive survival strategies. Perhaps, because of how aware they are of this existential condition, the urban millenials in Puerto Rico have as a motto, as howled by Bad Bunny: "Deja que el flow fluya".

Tuesday, July 7, 2020

LA CASTA GÍBARA Y EL BLANQUEAMIENTO EN PUERTO RICO

Frente al heterogéneo escenario evolucionando con fuerza identitaria  en Puerto Rico, desde mediados del siglo XVIII, las instituciones y sus administradores en la antigua colonia española reafirmaron su poder clasificatorio, discriminando y jerarquizando a la población por medio de tipologías de castas, especialmente en aquellos centros de alto intercambio social, incentivando en ciertas zonas rurales políticas de mestizaje y asimilación selectiva, dentro de la lógica de blanqueamiento, al mismo tiempo que se defendieron sistemas de diferenciación internos a través del uso de la terminología de castas. Los sistemas clasificatorios fueron históricamente realimentados o legitimados, desde el poder colonial, a través de tratados filosóficos, teológicos y jurídicos así como por medio de pinturas y de  obras de carácter científico (pseudo) que instalaron representaciones sociales y relaciones de poder en un plano de jerarquías étnicas y raciales. 

Las teorías de castas sostenían que un jíbaro era el resultado de la mezcla entre lobo y china; el lobo era el resultado de la mezcla entre saltapatrás y mulata; la china, entre morisco y española; el saltapatrás, entre india y chino; la mulata, entre español y africano; el morisco, entre mulato y española. 

Luis Paret y Alcázar  recrea en el cuadro Autorretrato como Jíbaro (1776) a un miembro de esa subcultura puertorriqueña; colectividad conformada por una de las castas que no eran ni criollos ni peninsulares. En gran medida, respondía a los idearios que fundamentaban la conceptualización del otro, impuesto desde afuera, influenciando leyes, prácticas, y la imaginación misma, mediatizada por las representaciones que los que controlaban el “discurso oficial” tenían del "otro".  En 1849 don Manuel Alonso, nacido en San Juan en octubre de 1822, criollo burgués, estudiante en Barcelona,  publicó El Gíbaro, un cuadro de costumbres de la isla de Puerto Rico.

(Y luego de repasar y comenzar a organizar notas sobre este tema, buscar nuevas fuentes, agarro mi cuatro, el tiple y el güiro, grito un "lelolai esgalillao" y le canto un seis cayeyano a mis antepasados jíbaros que han estado -algunos nunca bajaron de esos cerros- diciendo con orgullos: "somos jíbaros, y qué"; desde que así fueron clasificados por los poderes "divinos" que tenían los europeos colonizadores.)


UN SAMBO: TEORÍAS DE CASTAS EN LATINOAMÉRICA

El joven estudiante ecuatoriano encontró en la colección de cuadros del museo de la Hispanic Society una pintura que incluía una persona con rasgos parecidos a los suyos. Su color de piel, su pelo rubio enrizado, sus ojos claros verde-almendra, angulares, su nariz y labios pronunciados lo colocaban dentro una de las "castas" latinoamericanas, postuladas por la iglesia, y entroncadas por escuelas filosóficas que seguían planteamientos teóricos positivistas, usando una taxonomía que indicaba cuál era el escalafón donde correspondía cada "casta", las faenas que podían hacer y la capacidad intelectual correspondiente del clasificado.

Habíamos llegado hasta allí como parte de uno de los proyectos asignados para la clase bilingüe-multicultural que exploraba la relación entre diversos materiales, cultura y educación. Junto a otros estudiantes, latinos en su mayoría, e igual de ignorantes en cuanto al tema de las castas, no esperaba descubrir que en un momento de la historia, dentro de su propio pueblo, era un ser que pertenecía a un grupo considerado inferior; y que así hubiese sido educado. Una revelación que transformó la percepción que tenía de sí mismo, y que lo llevó a investigar con más lujo de detalles las teorías de castas y la educación, autores, instituciones y materiales que la promovían/promueven en distintos momentos históricos; a entender que las identidades son fluidas, que trascienden o que son sujetas al esencialismo fomentado por racistas, politicos oportunistas, comercio y clases.

Sunday, July 5, 2020

PRIMEROS APUNTES SOBRE EL RACISMO INVERTIDO, MESTIZAJE COMO ESTRATEGIA DE OPRESIÓN Y LA NARIZ CRIOLLA

En una entrevista, el autor puertorriqueño habla sobre su fenotipo; colocado en el lado del mestizaje: piel obscura, pelo rizo, nariz a la que se refiere como criolla, ancha. Describe el racismo en Puerto Rico y discute su experiencia personal contando anécdotas -fue actor en la radio que no pudo moverse a la televisión- y coloca el espinoso tema dentro de los vaivenes de la historia y composición social que resulta ser Puerto Rico. Por razones que no explica el artículo, asuntos que tienen que ver con la veracidad de lo racial, posibilidad de convertir la función del mestizaje en uno de opresión contra “otros”, segregar, no son abordados. El énfasis del subtexto en el “blanqueamiento o hemos sido blanqueados” -como si fuesen discípulos de Sarmiento o Gallegos- refleja, sin proponerlo abietamente, el racismo invertido. La nariz no es una cultura, es ancha o no lo es. En todo caso, puede que sea ancha porque es heredada de nuestros antepasados africanos. Criollizar la nariz es evitar el tema de la clasificación, absurda como tal: la raza es una idea con poca substancia, mucha narrativa, y, a menudo, tóxica. Lo criollo es cultura: lenguaje, comida, sonrisas como saludo, plenas y seis chorreao. 

“El tema del mestizaje es muy importante para poder comprender cómo funciona el racismo en México.// En México, tenemos un proyecto de asimilación que es mezclar para hacer una sociedad homogénea, y lo que por un lado puede parecer como positivo de ‘vamos a ser todos iguales’, lo que hace es que también está diciendo ‘vamos en ese proceso a limpiar las cosas que no nos gustan’, es decir, lo indígena, la lengua, lo negro. Esa idea de ‘mejorar la raza’ organiza la vida cotidiana en México y es una de las primeras cosas que tenemos que ver porque ahí se reproduce el mestizaje. Esas ideas coloniales van definiendo esta manera de hacernos pensar donde creemos que vamos a un camino de igualdad, pero pasando por encima de nosotros mismos, de nuestra gente y nuestro pasado.// En 1994 es el momento en que hay un quiebre tal que nos pone al descubierto de todos que ese proyecto de mestizaje no funciona, que esos proyectos han sido excluyentes, que no han creado un lugar seguro para la población en general, sino que han sido un proyecto casi de un genocidio cultural y un genocidio real de las muchísimas culturas de este país, que además han negado la cultura y a los grupos afrodescendientes. Hay una diversidad increíble que parece que se disuelve ante esta imposición del Estado de ‘todos vamos a ser mexicanos’.// Es un momento importante porque ahí inauguramos de alguna manera ese quiebre de los mestizos y del mestizaje para empezar a ver todas las problemáticas.” (Mónica Moreno Figueroa, https://elpais.com/mexico/2020-07-04/el-racismo-es-el-motor-del-mestizaje-en-mexico.html)