Tuesday, March 28, 2017

CUCARACHAS BIBLIOTECARIAS

Meticuloso, guardaste todas las cartas en cajones a prueba de fuego, sin preocuparte por el diluvio que corroe el hierro, ni por las cucarachas comelonas de papeles mojados, apestosos a viejos; las mismas en cuyos ADN grabaron, archivaron ... retrieve

Monday, March 27, 2017

El terror llega de noche
con las sombras en la memoria.

Detrás de la puerta
una navaja
Debajo de la cama
un chillido
Dentro de la piel
tiemblas.

El terror llega de día
con los agentes de seguridad estatal. 

BOLERO #45: REBOTES. MONTEVIDEO A PUNTA EN VOZ DE LA TELLADO

"Contigo aprendí" cantaba José José, decía que podía amar sin filtros, "que existen nuevas y mejores emociones", durante el baile, la escritura, al lado de la tocadiscos, junto a tantos boleristas y amantes.

"Aprendí que"  se puede amar de distintas y enriquecedoras formas , conocer la soledad, "vi gente correr y no estaba tú", reconocer y aceptar mis deseos, "ya son las doce y no llegas", los tuyos, "un mundo nuevo de ilusiones", motivos ocultos, la desidia, caprichos, tramas, perfidias.

Aprendí a disfrutar las cadencias de los cuerpos, rendirnos, "acércate más y más", desnudarme, explorar motivos ocultos, tolerar el desprecio de los otros y otras, su incomprensión, lo que diga "la gente que yo soy la mala", a ser el niño, "ser dichoso", la niña, "que está pidiendo amparo", dejar que el camino guiase el rumbo,  separarnos, alejarnos, "caminemos, tal vez nos veremos, después".

Enterneces, coqueteas, bailas, hablas, oyes , rebotas, yo contra ti, tú contra mi, escribimos con nuestros cuerpos, "nosotros que nos queremos tanto", sobre una loseta, crecemos frente a un teclado, al lado de un disco, juntos para poder explorarno, "nosotros que fuimos tan sinceros".

- ¡Qué importa si esta vez no estamos juntos?
- ¿Cuándo quién era el cantante?
- Siempre vuelve. 
- El Porsche, ¿de quién era? 

PUERTO RICO, PUERTO RICANS AND CAPITALISM WITHOUT BORDERS

My current name is Puerto Rico. I did not choose that name nor any of my recorded previous names: Boriken, San Juan Bautista and Porto Rico, a latinized version of the present one. For over hundreds and hundreds of years, lots of different peoples have moved into my soil. Some of them were forced by nature, as storms and rough seas drove their boats to take shelter in my beautiful bays and ensenadas. Others used armed forces to moved on top of me, and quite a few were driven by my beauty, to grab what was left of my natural gifts. Right now, their descendants and newcomers are fighting each other, trying to figure out what to do with me. A large number of them are leaving (Am I glad to be ridden of so much noise and concrete covering my earth, plants, waters, as well as the noise they are always making!). Perhaps, once more I will be left alone with my trees, rivers, air and my little darlings: the coquís. Some times I wish I could speak their languages and tell them, "get off my face", but I can't, and even if I could they would nor pay attention to me, as they do not pay attention to each other.

Sunday, March 26, 2017

EN PUERTO RICO ALGUNAS CHINAS SE CHUPAN

¿Se chupan ellas unas a otras o son chupadas por otros/otras? son preguntas que pueden ser contestadas, dependiendo del tipo de china, ya que están las chinas chinas, las chinas poblanas, y las achinadas no chinas que no son lo mismo que las frutas chinas, ni las chinas que son frutas: chinas mandarinas, chinas nebos, chinas valencianas y chinas de jugo criollas, las de cáscara verde y no amarillas o anaranjadas como la gran mayoría de las otras chinas, y con un dulce, distinto a las agrias, que nada tiene que ver con las que saben a salsa de soja, y mucho menos con la que un chino le dio chino a otro chino mientras se chupaba una china valenciana. Es obvio que quién se chupaba la china no es el mismo que se chupaba a la china: el chino que le dio chino al chino ¿o fue a una china?

La profesora de español estandarizado, galardonada con cintas y medallas, premio nacional de no se sabe por qué, corregía todo menos los recovecos de las chinas porque para ella solo había un tipo de china y ni la conocía como china, y por ende corregía, mas no investigaba las razones que subyacían al estudiante medio chino achinado criollo a escribir sobre las chinas. El achinado medio chino escribía sobre el rococó de las chinas; y la profesora nada china, al tener que escribir largos ensayos sobre el barroco guatemalteco, tejer a lo china poblana, que son otras chinas que nos son chinas chinas,  con sesenta estudiantes todas las semanas, no podía ponerse a averiguar sobre los motivos afectivos y los esquemas psico-históricos-culturales que llevaban a su estudiante achinado medio chino a escribir sobre las chinas; las  que dicho estudiante achinado tanto amaba, pues eran parte de su trasfondo chino. Al menos, la galardonada profesora se tomaba el tiempo, el poco que tenía, para poner circulitos rojos, no anaranjados, sobre cada uso de la china.


Que ni el médico chino puede resolver este problema didáctico. Con sesenta estudiantes a la semana, tres artículos por semestre que escribir, asistir a congresos y estar lista para recibir medallas, a quién le da tiempo para averiguar sobre las historias de los chinos no chinos en Puerto Rico y los múltiples usos de la china; mucho menos investigar por qué un estudiante medio chino achinado piensa cómo piensa y escribe sobre las chinas.

En cuanto al estudiante medio chino achinado, pues, le tocó, por su cuenta, averiguar si entendía las reglas, las excepciones a las reglas e investigar su propia forma de pensar a lo Ferreiro, Teberosky, Contreras, Freire, Irigoyen, Torres, Iglesias y un montón más de eruditos, y el por qué escribía cómo escribía sobre los distintos tipos de chinas, las que se chupan unas a otras, las que él chupa y las que no chupan.

(El físico Philip Morrison dictó una conferencia en el antiguo CCNY Workshop Center sobre los símbolos y el aprendizaje, y una de las ideas discutidas sostenía que el énfasis en la letra separaba a los estudiantes de la “experiencia” misma. El ensayo fue publicado, no lo encuentro. Eso fue antes de que me prohibieran seguir usando el Workshop Center por haberle dado más importancia a las experiencias que a seguir modelitos didácticos que trajeran fama; y, también, por yo estar fuera del clóset hetero-normativo-. Como no sé donde están los archivos de Lillian Weber, y mi muy herido ego –con mi perenne lamento borincano- no me deja ni preguntar, pues ya ustedes ven (leen), no puedo incluir la cita. Fue esa cita y los trabajaos de los que investigan los procesos del aprendizaje de la lecto-escritura los que me llevaron a escribir el texto anterior, una caja china)

NO INTENTO ESCRIBIR NI HABLAR BIEN

Solo quiero escribir y hablar; y si en la marcha lo hago bien, me pueden poner en la lista de espera, en las listas de títulos y premios. Mientras tanto, gracias a lo que sugirió Domitila, hablo y escribo.

MI CASA NO ES TU CASA

"Mi casa es tu casa" me dijo el gringo-liberal-blanco en su apartamento en el Upper West Side de Manhattan, usando una o dos de las tres frases que sabe en el idioma de los, pues, "ya usted sabe". El muy simpático y algo paternalista caballero me plantó una enorme sonrisa que por nada recuerda el libro de Juan Ramón Jiménez. Sonrisa que algunos de nosotros reconocemos, ya que todos los días nos toca vivir con el arquetipo del muy solidario liberal (sean gringos o burgueses puertorriqueños, como fueron/son estos últimos, con sus actitues paternalistas hacia los jíbaros, los negros isleños durante mi niñez en Puerto Rico), que quiere hacerte saber que, aunque no eres de su estatus - no importa si uno habla más idiomas que ellos, tenga más títulos que ellos, haya viajado más que ellos, leído más que ellos -, te entiende, acepta; y, pues, no nos queda más remedio que oírlos, ser diplomáticos, sonreír también y pensar que "mi casa no es tu casa": la casa mental. 

Y lo mucho que joden con La Carreta

El cómo ven a los jíbaros que migramos pa'l norte, enmarcado en un paternalismo burgués y distorsionado, que tienen los blanquitos intelectuales puertorriqueños - los que le dieron forma a ciertos esquemas académicos, junto a sus alcahuetes a lo Luis Rafael Sánchez (La Guagua Aérea), Ana Lydia Vega (Pollito Chicken) y otros enajenados - me pone de mal humor. ¡Uy!, que nadie los critique, que sigan en su masturbación intelectual, de academia proto europea, me pone peor. Y todo esto, por causa de una puesta en escena de la muy patética obra.

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Me escribe mi sobrino político, el dramaturgo CC, y me pide que le explique por qué yo creo que La Carreta es una obra burguesa. Y, en términos generales, le doy mi opinión; y aquí la añado a mi descarga anterior:

"Primero tendría que discutir cuáles son esas ideas burguesas, y de dónde surgen, sobre los pobres, los campesinos, jíbaros puertorriqueños; las ideas románticas sobre la identidad, la tierra, trabajo, las vidas en los EEUU. Y eso requiere una tesis. Pero, en términos generales, aquí va esto:

Dudo que a Marqués o a los autores de La Guagua Aérea, Pollito Chicken, etc. se les ocurriría escribir sobre la fundacion de organizaciones y proyectos muy poderosos, consecuentes e influyentes como Aspira, Boricua College,  educación bilingüe por todo el noreste de los EEUU; leyes que transforman los derechos de los inmigrantes; su participación y reclutamiento de minorías lingüísticas para integrar la policía, las escuelas, el gobierno (fueron a corte para que bajaran los requisitos de estatura y lenguaje para trabajar en la policia, las escuelas, etc.); sus mudanzas a barrios donde hasta la llegada de esos pobres y sumisos jíbaros solo podían vivir los "blancos"; y una enorme lista de logros que contradicen las literatura patética de ciertos autores isleños.

Una vez más, esas ideas del puertorriqueño dócil, humilde, creado por unos intereses burgueses, fuese por razones económicas, o por un patriotismo decimonónico,  o por el puro paternalismo que necesitan ciertos grupos y personas para poder sentirse buenos y solidarios, o porque así pueden justificar su ideario político, son las que subyacen La Carreta y mucha de la literatura costumbrista que escribieron los buenos hombres y mujeres literatos de esas épocas, en su mayoría producto de Humanidades y Estudios Hispánicos en la UPR; y ya se sabe quiénes fundaron esos departamentos académicos. Es más, me atrevo apostar, que el Gibaro de Alonso es mas fiel a esa "humanidad" del campesino puertorriqueño que Marqués, etc. etc.

Nos mudamos, me incluyo, porque nos dio la real gana, y algunos no les ha ido tan bien y a otros sí, como a cualquier grupo de migrantes. A mi entender, los únicos patéticos aquí son esos autores.

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"......por tantos trillada: de la montaña al arrabal de San Juan, y deSan Juan a Nueva York........ Pudiera decirse que los autores destacan la fuerza de las condiciones ambientales sobre la conformación y el destino del individuo." (ABIGAÍL DÍAZ DE CONCEPCIÓN, LA CARRETA, COMENTARIOS DE UN PSIGOLOGO SOCIAL)
http://rcsdigital.homestead.com/files/Vol_IX_Nm1_1965/D_az_De_Concepci_n-Discusi_n.pdf

Saturday, March 25, 2017

CÓMO PREPARAR UN SANCOCHO

Tenía invitados a cenar, un sábado de primavera neoyorkina, un buen sancocho. Me faltaban unos ingredientes y antes de regresar al colmado, puse un hueso de res a cocinar en fuego lento para usar el caldo en la preparación del plato muy criollo. La carne la tenía en la nevera; curándose con sal, pimienta negra y jugo de limón. El sofrito estaba listo y había conseguido yuca, yautías amarillas de Martinica, una malanga bien violeta, un apio colorado, papas bien granositas -nada que ver con las babosas Idaho-, y una calabaza caribeña porque las del norte son muy aguadas. Tuve que salir a comprar ñames y plátanos; los que tenía en casa estaban jojotos y apolismados. Todo en marcha hasta que me encontré en el patio de mi edificio con tres de los vecinos latinos (inmigrantes, intelectuales de fin de semana y activistas de salón; mestizos, mulatos, morochos no-puertorriqueños, que tuvieron que abandonar sus países ya que sus líderes no los habían incluido en sus proyectos nacionales), discutiendo sobre la colonización de los puertorriqueños; querían saber mi opinión sobre el asunto. Les dije que no podía, que no tenía tiempo, porque se me iba a quemar el caldo para el sancocho.

TRUMAN CAPOTE, NORMAN MAILER Y EL NUEVO PERIODISMO

comenzó mucho antes con las Crónicas de Yndias, y su primer exponente arahuaco, un eunuco taíno: Jabibonuco.

Thursday, March 23, 2017

AMORES EN VITRINAS TROPICALES

Sus cuadras, del mismo tamaño, calles rectas - de norte a sur y de este a oeste, o a la inversa - pueden ser caminadas en cuestión de dos o tres horas, si el peatón desea explorar el pueblo entero.

Ya no quedan peatones; ahora las puede pasear en carro en menos tiempo. O se tarda más, si incluye las urbanizaciones que extienden el pueblo fuera de sus limites originales. El pueblo no termina donde terminaban sus antiguas, rectas y cuadriculadas calles. Hoy, las vetustas casas, con sus balcones y balaustres de madera, patios sembrados de árboles frutales han sido reemplazadas por cajones de concreto y marquesinas para los carros.


Encendido desde las cuatro de la tarde en adelante, el televisor transmite el capitulo número tal de otra telenovela, anuncia la vida trágica de su protagonista femenina y el final feliz que se aproxima, una vez el súper galardonado héroe de portada de revista descubra lo que la villana esta tramando.

- La comida está servida. Come solo que yo quiero ver la novela.

La casa es una de pocas que sigue habitada en la calle del santo patrón del pueblo. Se aclara: habitadas como residencias; las otras, convertidas en oficinas o en espera de ser vendidas. El televisor anuncia su presencia hasta afuera de la puerta de entrada, es la única voz en la solitaria calle.

- ¿Terminaste? Pon el plato y los cubiertos en la cocina que yo friego luego.


Con la telenovela de fondo, el hombre, acompañado por el  bochorno de la tarde caribeña, los edificios abandonados, las vitrinas sin mercancía, camina dos cuadras por la calle del santo patrón, dobla en la próxima esquina, hacia la izquierda y llega hasta la antigua calle principal, la que fue la calle del comercio.

- ¿Dónde irá todas las tardes?


Dentro de la vitrina, en la que una vez fue la quincalla más exclusiva de Guayama, la muñeca de porcelana, pelo rubio y ojos azules de bolitas de vidrio -abandonada, rodeada de polvo y alguno que otro juguete-, observa al señor cuarentón que durante el crepúsculo vespertino se pega a la vitrina, retuerce su cuerpo, suda, gime, y mancha el cristal con el semen que sale del erecto pene.

REZOS Y LLANTOS FÚNEBRES

Cuando me muera no recen por mí, puede que sea muy tarde.
Tampoco lloren, a menos que quieran seguir conmigo.

GEMIDOS LÍRICOS

Desnudé tu cuerpo
de todas las palabras
pude saborearlo completo
sin códigos ni prejuicios
reducir nuestra entrega
a líricos gemidos.

GAYS QUE SE AHOGAN EN SU PROPIA VOZ

Debe ser el clima o la economía, quizás los islamistas integristas o sus iguales de este lado, los talibangélicos americanos, quienes están obligando a tanto hombre gay a hablar como si estuviesen perdiendo la voz. Al borde de una epidemia, casi ni se los entiende cuando hablan.

Las palabras no salen de bien adentro. Salen del diafragma que separa la cavidad torácica de la abdominal. Sus palabras no suenan fluidas, sólidas, con peso. Sus "holas", emitidos cual llenos de aire, no son dichos de corrido; son enunciados en dos partes y cada una sale lentamente, aspirada cada silaba, casi atorada en el tórax, al borde de una pequeña explosión.

Correctos sí son; la utopía lograda. Corteses y de unos modales impecables. Pulcros y magisteriales en el manejo del detalle. Meticulosos a la última potencia. Y ese manejo del detalle es el que los lleva a esa preocupación por lograr la perfección en la pronunciación de los fonemas. Decir es menos importante que las formas que conforman lo dicho. Mucho estilo, poco fondo. Lograr esa perfección implica cuidar cada sonido; cual llenos de miedo de que al salir se noten las imperfecciones.

"Finos, muy finos" era como los llamaban en los barrios de los pueblos en la isla de los encantos. Los presentan y responden: "Encantado". Solo dicen "encantado. Nada que ver con el tosco "mucho gusto" que se oían por aquellos barrios. Un "encantado" que sube y baja, con la musicalidad, el fraseo de una bossa nova cantada por la Simone o un bolero por la Elvira Ríos.

Las pausas de la Elvira, entre palabras, silabas duraban mucho pero mucho tiempo. Su "Noche de Ronda": entre "noche" y el "de ronda" pasaban largas horas, silencios entre "de" y "ron" y "da". Sólo Elvira recuerda a esos hombres gays que se ahogan en su propia voz.

Octavio Paz en su libro Laberinto de la Soledad sostiene que las mujeres pobres de México tienen un metal de voz distinto al de las mujeres educadas: voces agudas, reprimidas. Algo parecido ocurre en PR, y a ese metal de voz agudo le llaman voz de pasteleras, en alusión a las señoras que vendían pasteles por las calles. En oposición a esas voces agudas se encuentran las voces roncas de muchas actrices mexicanas o las excesivamente nasales de las burguesas puertorriqueñas.

Para los terapeutas del habla, la pronunciación puede ser el resultado de un problema patológico. Para Paz, el metal de voz es un asunto de procedencia de clase social. Para esto gays, tan cultos y finos, la enunciación pausada, el aislar y darle carácter muy particular a cada fonema sirven para proyectar y definir una estética o un tipo de sensibilidad. La elegancia suprema los eleva más allá de lo pedestre. Es preferible ahogarse en la propia voz a ........ (¡a saber!)

Wednesday, March 22, 2017

CUANDO DESCUBRÍ UN TE QUIERO

Fui lentamente descubriendo tu pelo, tus manos, tu boca, tu cuerpo, sin fijarme en tus ojos, hasta años más tarde -ya era muy tarde- cuando descubrí que me habían dicho: "Te quiero".

Tuesday, March 21, 2017

LA ORACIÓN DEL MENTIROSO

La oración del cristiano tenía toques de mentira piadosa. Lleno de temor, cual beato medieval, frente a un crucifijo expurga sus culpas, pide perdón, su cara compungida, de rodillas, reza: "Jesús mío, de corazón.....". 

¿Qué siente quien miente frente a un crucifijjo? ¿Cómo ve el mentiroso a aquel a quien le miente? 

Quizás hay que reconocer que todavía quedan cristianos regidos por la palabras del cardenal Carlo Carafa en el siglo XVI:  "Populus vult decipi, ergo decipiatur" (como la gente quiere que les mientan, hay que mentirles).

¿Qué hace aquel a quien le mienten? ¿Reza por el embustero? 

Monday, March 20, 2017

LAS FLORES EN EL JARDÍN DE LAS DELICIAS

La flor del moriviví trata de atrapar su alimento 
luego se esconde.  
No paran de mirar, los geranios, a todo el que pasa.  
Las coronas de flores asustan.
La brugmansia altera el espíritu.
A la piel de los hombres el cadillo se adhiere.
Entre los matorrales crecen flores.
Un tal Teo nombró científicamente al clavel. 
Las gardenias enamoran.
Las margaritas quieren o no quieren
Hermafrodita: la flor de la canela.
De solo mirarla, la amapola pierde sus pétalos. 
Las orquídeas pueden ser eternas.
No son blancos los yuyos.
Sin cannabis no hay arrebatos.
Las rosas tienen espinas.

GUAYAMA 1948: LA ESTACIÖN DE LECHE DE LA PRERA

La estación de leche auspiciada por el Estado estaba justo al lado de la casa en el barrio Borinquen -el más violento y pobre en el pueblo de Guayama-, donde por primera vez fuimos a vivir cuando bajamos, nos mudamos de Jájome.  Con el olor de leche hervida abría el apetito de los que no hubiésemos podido tener un desayuno completo, impregnaba la cola que hacíamos para recoger galletas, queso, y el vaso de leche gratis. Un niño que necesita alimentación no sabe de políticas. Sonreíamos y comíamos; y tomábamos leche calientita.

HIPSTERS, GENTRIFICATION AND TRUMP

There is a strong statistical and ideological correlation between hipsters, trendiness, gentrification and the displacement of working class people, and the Trumpian populist movement's ascendacy to power.Trendiness does not occur in a vacuum. It requires a certain mood, a sense of the equal (the trendy) versus the other (the poor), and it is in such a mood where the clueless trendy becomes the instrument for the fascist to gain control.

Sunday, March 19, 2017

EL ESPAÑOL PUERTORRIQUEÑO NO ES UN "HERITAGE LANGUAGE"

"...... recuerda Héctor Feliciano, 'los maestros enseñaban en español siempre salvo el día de visita del inspector. Muchos incluso pagaron con la cárcel la resistencia a abandonar la que era, no olvidemos, la lengua materna tanto de los alumnos como de los profesores'...." (El País. x14/actualidad/1457981754_573821.html)

Español "is not a heritage language" para los puertorriqueños. Es más, me  atrevo apostar a que detrás de ese concepto, "heritage languages", se encuentra un valor añadido al proceso de colonización y marginación que viven los puertorriqueños que migran a los Estados federados desde el territorio/colonia.

Los puertorriqueños no son una comunidad de inmigrantes comparable a los otros grupos que proceden o descienden de países libres cuyos ciudadanos no se ven acosados e  invadidos económica, lingūística y culturalmente con la intensidad como la que se vive en Puerto Rico y que, por lo tanto, continúa como proceso político en los estados federados.

Habiendo experimentado en City College, una vez desaparecieron los profesores puertorriqueños con cierta inclinación política de la Facultad de Educación, el cambio de tono y enfoque que se dio en el currículo que guiaba la formación de maestros bilingūes, y la completa marginación de las discusiones que se fundamentaban en una perspectiva colonial y la necesidad de entrenar maestros puertorriqueños, al igual que la merma en estudiantes puertorriqueños, no me cabe duda que detrás de ese nuevo nombre, Heritage Languages, se encuentra, abiertamente o subyacente, un interés por parte de los que promueven el discurso de las lenguas en los Estados Unidos de reprimir la participación de aquellos que sostienen que el español para los puertorriqueños es un idioma vernáculo dentro de una comunidad bilingūe en los EEUU, que continuamente está descifrando y manejando un proceso colonizador y descolonizador, y que argumentan a favor de que la discusión del español puertorriqueño no se puede reducir a la preservación y protección de una lengua como si fuese una pieza de museo.

El español es para muchos puertorriqueños, aquí y en el archipiélago, una herramienta o arma de resistencia, y no una opción más; excepto para los que escogen asimilarse, e, incluso, estos últimos deben estar muy bien informados sobre este asunto una vez deciden hacer esta decisión.

Cuidado con los liberales, que detrás de su su supuesta benevolencia se esconde un paternalismo craso, y una capacidad para marginar, excluir, porque, quizás así logran expiar culpas, satisfacen sus egos o intereses políticos. El "excepcionalismo" norteamericano se manifiesta de formas muy extrañas y calculadas. Ese cambio de nombre "is not an academic accident", y puede que los que lo promueven no se hayan dado cuenta de que cayeron en una trampa política.  "Júyanle" a aquellos, los "mesmos" a los que el jíbaro de Llorens Torres les dijo "unjú".

Y si usted no entendió la última oración, pues más motivo para aprender sobre el español y los puertorriqueños; y mientras aprende oiga la plena que cantaba Mon Rivera y que dice: "Mamita, llegó el obispo, llegó el obispo de Roma. Mamita, qué cosa linda, mamita qué cosa mona, mamita, si usted lo viera....". ¿Que. qué tiene que ver un obispo con el idioma? Pues a aprender más sobre el el español
puertorriqueño y las armas que ha usado para su defensa.

Para empezar, "darle un la", esa plena se oía durante una de las épocas más sangrientas en la lucha de los puertorriqueños por su independencia, que incluyó, además de asesinatos, encarcelamientos por parte de los EEUU y sus lacayos criollos, llenar la iglesia Católica con curas y monjas, "coloraos", del pais que Nicanor Parra inmortalizó en su famosa frase, "USA te usa". Vuelvo y repito, cuidado con los académicos liberales.

Que no es lo mismo estudiar un Heritage Language que se aplica por igual a todo el mundo, y otra cosa son los vernáculos de las colonias, terrritorios, reservaciones indígenas y el papel que sus lenguas juegan frente al idioma del colonizador, el invasor o el que establece reservaciones.


BOLERO #8: DESTINOS. MONTEVIDEO A PUNTA EN VOZ DE LA TELLADO

A las cinco de la mañana el café con leche protegía -jugaba, quizás, con el ruido del viento- contra el invierno; ayudó a restarle atención al timbre de la portátil y a su pantalla alumbrada por el cambiante reflejo de luz; acompañó al baile de los copitos de nieve, a la tormenta invernal que arropaba a Manhattan y a los  chillidos que venían desde la calle, causados por el poste de la luz: un ruido estridente de metal; no preparó al receptor del mensaje para lo imprevisto: una escena, un romance como parte de un capítulo más en la novela-bolero, fundamentado en una película inglesa o serie televisiva: Pennies from heaven.

Otro café, boleros. La Tellado canta "La noche de anoche", las últimas semanas, los últimos años "disfrutando de esa calma de un amor que ya pasó", en esa etapa, a la edad cuando quedan solas, quietas las palabras, y hacen comprender, que se ha vivido "esperando por un amor que ya pasó", un amor que sigue siendo narrado, cantado, acompañado por la voz de la Tellado y el recuerdo de los delirios de la mujer de ojos color turquesa y largas acicaladas uñas color rojo subido, tendida en el Porsche

-Estoy aturdida, yo que estaba tan tranquila. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
-¿Quién cantaba cuando salieron de Montevideo?

Un bolero pone en perspectiva lo vivido, lo esperado, provee compañía, sirve de espejo, reconstruye el andamio de los sentimientos, sensaciones, las desmantela, y permite recorrer el camino de quienes ocupan múltiples espacios, el suyo y el de los otros, amores y boleristas, aguardando por una resolución, un desenlace, una idea sobre el amor, cómo expresarlo, o simplemente vivir el amar, el romance, en su estado más puro, con nadie más: uno y bolero.


DOLORES Y GUIÑADAS DEL CORAZÓN

Mi querida amiga octogenaria, maestra jubilada, pintora de jardín, lectora de periódicos, y asidua visitante de sus médicos quedó "patidifusa" cuando su neumólogo, después de reclamarle que él no le había explicado como su condición pulmonar podía afectarle el corazón y el especialista en pulmones enviarla donde un colega cardiólogo, y este último decirle que después de los ochentas años no valía la pena estudiar y tratar el corazón. Aunque no soy todavía octogenario ni quedé patidifuso con lo que dijo el cardiólogo, sí quedé preocupado por lo que sentí en mi corazón cuando no hace poco en un café de mi barrio respondieron a una de mis guiñadas.

Thursday, March 16, 2017

BOLERO #13: GANAS. MONTEVIDEO A PUNTA EN VOZ DE LA TELLADO

Amar con ganas, lejos de la sensatez, entregarse por completo sin barreras, perderse en la lujuria, negar los vaivenes de lo cotidiano, es querer "con alma de niño"; y luego, cuando el corazón "te nombra", despiertas; y al ser incapaz de explicar "cómo fue", qué pasó, vuelves a caminar por las calles, los puertos donde se vieron, a revivir las noches de ronda para, quizás, entender los recuerdos, los rastros de nostalgia dejados por amores fracasados, en espera, las imágenes vagando entre sombras.

Mas cuando piensas que todo pasó, listo para cerrar un capítulo de una novela rosa, "aun sabiendo que no estarás a mi lado", suplicas que un milagro lo -¿la? ¿era ella?- devuelva a tus brazos, y en medio de un trago, una última copa, el milagro se logra en un bolero.

- ¿Por qué me hablas así?
- ¿Qué usted cree?
- ¿Cuándo comenzaste a usar el usted conmigo?
- No importa, ya todo acabó.

Todo acabó, y no lo aceptas; sigues insistiendo en un amor que se perdió en la nada; no concibes que "ese sueño de amor terminó, que la vida los separó", que llegaron al final de una ruta que estaba marcada, cuando el otro -¿la otra?- está muy seguro que es preferible olvidar que sufrir.

"Y si acaso te preguntan", te preguntas, "que cuándo, cómo, dónde", respondes, te responden, sin saber donde se va a llegar, sin saber si se va a encontrar el camino, respondes, te responden, "tal vez nos veremos, después".

- El Porsche, ¿de quién era?
- ¡Estoy viva!
- Sí.
-¿Dónde estoy?
- En una cama, un sanatorio.
- ¿Qué hago aquí?
- Un accidente en camino a Punta.
- ¿Por qué? ¿Por qué?
- Un accidente, anoche.

Anoche, otra noche, muchas veces, el corazón, despacio, en los sueños, en la voz de la Tellado, sigue apareciendo, presintiendo una imagen perdida, "una caravana de recuerdos" pasa por la mente, unos "rastros de nostalgia", unos ojos que buscan, "aun sabiendo" que no estará a su lado, un milagro que lo devuelva -¿a ella?- a sus brazos.

"Triste maldición". En el sueño no se logra el encuentro completo. Y al despertar, consciente de "lo difícil que es entrar de lleno a una vida sin encantos", donde ni la pena puede "ahogarse en la inmensidad de un llanto", pregunta: "¿Y entonces?"; recuerda que "sólo de verle temblaba"; se transformaba, y jura, grita, le dice que si te quiso así, pobre de él, ella; si ahora trata de olvidar, se ve que no conoce lo "poco que ha vivido",

Es muy difícil, muy lento ese proceso de olvidar, y aunque un "aparente olvido" al amante asombre, tranquilice, ¿qué hará cuando alguien sin querer les nombre, cuando esa lluvia de recuerdos caiga "en su alma otra vez", cuando al comenzar el día rehuse recordarle? "Sin querer me nombre".

Tratará de definir el amor, "esa difícil ecuación", dará "su propia versión. mil definiciones de lo que es amor", justificará esa vibración que en el alma comienza, y se extiende tanto que ya "ni se piensa en el deber, en el honor", apelará al instinto creador, y una vez haya agotado las explicaciones, las justificaciones para explicar el fin del bolero, la Rexach le dirá: "pobre de tus días si los usa para olvidar."

-¿Y entonces?

BOLERO #14: DELIRIOS. MONTEVIDEO A PUNTA EN VOZ DE LA COLLADO


Los boleros no dejaban de aparecer en los discos, en la pantalla de la tableta, contando la historia de un amor, el nuestro o el de los amantes en camino a Punta; romances únicos que no tuvieron "otro igual", mas "en la distancia", sus coordenadas, hilos conductores podían ser reducidos a sus más elementales cualidades: "todo el bien y todo el mal" en "la historia de un amor".

Recuerdos cuyas historias perdían importancia frente a los sentimientos fundamentales, los más básicos - amor, odio, miedo, deseos carnales -, seguían dentro, muy dentro, activados por un mensaje cibernético, un feliz día de San Valentín, una llamada imprevista, un rechazo de la mano, un disco, "recuerda que tan sólo de verme tú temblabas".

"Náufragos que en el..." o son "nieblas del riachuelo" las que despiertan el placer que se siente cuando el otro te desea, y quieres que así sea porque también lo deseas, la deseas, en "la calle en que nos vimos", o que "sin esperarlo", obligan a revivir el rechazo y las ganas de vengarse, el rencor que se siente, suprimido por la resignación o despecho: "si me quisiste así, pobre de ti si es que ahora tratas de olvidar".

Recuerdos que en el peor momento, obligan a experimentar de nuevo un miedo crudo, un terror a que después de pasar "la tempestad quedará sobre la calma un inmenso vacío, un corazón hecho pedazos", y que solo puedan ser recogidos en un bolero, una historia de amor, sus dos amantes.

-¿¡El Porsche destruido!? "¡Qué será de ti si...!

Ni el coche, ni nosotros o ellos, ni las tormentas invernales del norte o las lluvias y vientos australes -aquellas substancias que le dan cuerpo a los sentimientos que guían los boleros- logran desplazar el deseo de amar o de odiar, ni tampoco son capaces de rellenar el espacio que deja la ausencia de quien una vez fue el ser amado, ni pueden explicar ese sentimiento que arropa el alma: el delirio

"Delirio", cantado por los Tres Ases, servía de fondo al cuadro que pintaba  la tormenta invernal en Manhattan y al otro bolero que vivía la muy templada y asertiva protagonista postrada en una cama de un hospital en Punta, logrando que "esa pasión que atormenta el corazón" desarmara al escritor en el norte y derrumbara todas las defensas de la tellediana mujer de ojos color turquesa y largas acicaladas uñas color rojo subido; llevando a ambos a aceptar que pudieron haber sido engañados.

-  ¿Por qué me pediste que viajara? Yo que estaba tan tranquila.

Los Tres Ases acompañaban al autor y la protagonista en su encierro, en su sentirse incapaces de vivir el uno sin el otro, la otra, en creer "si no estoy contigo mi bien no soy feliz", aunque en medio del vacío tuviesen que aceptar que "todo fue un sueño", besar, "un fracasado empeño" en amar de nuevo, abrazar y sentir los "besos de fuego"; en ser "la ola que te envuelve en la bruma y te disuelve en la espuma".

Un sueño, un delirante sueño convertido en canción, esta vez interpretada por René Barrios. ¿O es la voz de la Lucy Fabery la que se oye desde la carretera que va de Montevideo a Punta?

-El Porsche, destruido. ¿Dónde estoy?

Wednesday, March 15, 2017

BOLERO #12: RONDAS. MONTEVIDEO A PUNTA EN VOZ DE LA TELLADO

El coche partió tarde en la noche de luna menguante, de rondas y desvelos; circuló por otros caminos, tan tristes como los que Agustín Lara vio cruzar por su balcón, acompañado por las luces fragmentadas de una quebrantada luna, en espera de la Félix, y una continua tonada, un repetir del "cómo fue, no sé explicarme que pasó", antes del accidente en la carretera de Punta. Mucho antes del Porsche terminar destruido, un bolero, otra canción, comenzó el final del relato en la tableta.

"Noche de ronda"  por la Elvira Ríos, sus pausas extensas, silencios entre fraseo y fraseo, ayudaron a aguantar la eterna espera al lado de, ¿un pino?, o de un palmar cerca de la orilla del mar, mientras que, a lo lejos, en la playa, se veían dos siluetas, dos cuerpos, celebrando una cita, embestidos por las olas, dos amantes completamente desnudos, en erótica armonía con los susurros de la Rios: -"Qué triste pasas.... Qué triste cruzas.....Por mi balcón"-; sirenas, ambulancia; desde el Porsche destruido, los quejidos.

-¿Dónde estoy?
- ¿Qué hago aquí?
- El Porsche, ¿de quién era?

"¿De quién hablan, qué esperan, si todo fue y no sabrían decir lo qué pasó?" fue el mensaje que anunció el  timbre del correo electrónico, sonoro y agudo, capaz de despertar con facilidad a quien es ligero de sueños. Sin esperarlo, a las ocho de la mañana montevideana, cinco de la madrugada en el norte, se acercaron las voces y textos del relato tellediano: los dos amantes en camino de Punta.

El grito de dolor, entretejido con la voz de la Collado, se pierde en la frontera que lo separa del placer invernal; del bolero que se oye a lo lejos, "pero muy lejos", desde el sur, en la carretera Inter-balnearia, bañado por otras aguas y vientos australes, sin poder decir "cómo fue" ni explicar, ni "decirte qué pasó"

-El Porsche, ¿destruido? 

Saturday, March 11, 2017

BOLERO #53: LOSETAS. MONTEVIDEO A PUNTA EN VOZ DE LA TELLADO

El mapa de nuestra piel no permite olvidar las dimensiones del espacio -pegados cuerpo con cuerpo, sin mover los pies más allá de una nota-, donde "dos almas que en el mundo" zigzaguean sus deseos:  una loseta, el bolero y nosotros.


Baldosas cargan la memoria de los dos cuerpos, "almas que en el mundo", en un continuo baile: en blanco y negro, las del apartamento en el antiguo edificio del San Juan de antes; opacas, despintados azules, las muy envejecidas en Montevideo; puro concreto, sin losa, cepillado por el tiempo y tantos bailarines en la plaza llena de palmeras en Veracruz. "Dos almas, que se amaban, eso éramos tú y yo".


- ¿Bailamos?
- Sí.


Losetas sobre las cuales "quedan alegrías para darte", durante "mil noches de amor que regalarte", de nuevo, nos llevan con sus recuerdos a frotar cuerpo con cuerpo, respirar lentamente, palpitar en conjunto, acariciar las espaldas, mojar los pelos, repetir en voz casi inaudible: "ámame por piedad yo te lo pido"; "..... a las estrellas", ".....donde nadie nos ve".


 -¿Quién canta?
- Lucecita, Valeria Lynch, José Feliciano.
- ¿Para decir adiós?
- No. ¿Bailamos?

DESEOS DUDOSOS

No, no bailes, por favor, tus ojos
morunos en símil, por favor, no
no caigas ante mis susurros, no
no deseas besar mis rosados labios
no me mires así, por favor, no
¿es mi erección mal augurio? o
¿es tu cuerpo motivo equivocado?

Friday, March 10, 2017

LA MECEDORA

La acera, el balcón, las barandas, la mecedora servían de escenografía.

De bajada por la mañana, si le decía buenos días, contestaba buenos días. De regreso por la tarde, si le decía buenas tardes, contestaba buenas tardes.

De subir o bajar , si no le decía buenos días o buenas tardes, no decía nada; seguía moviéndose en la mecedora.

Veinte años más tarde, de regreso, ni subía ni bajaba, ni buenos días ni buenas tardes, para saludar de nuevo; la mecedora se movía sola.

Nueva York, 1975

Thursday, March 9, 2017

EL DORMITORIO SIN BEAUTYREST

Olía a sudor, a cuerpos que dejaban sus humos; sus orines en una palangana puesta debajo de las destartaladas camas. Cuatro cuerpos dormían en un cuarto pequeño, de madera muy vieja, rodeados de rendijas en el piso, puerta, paredes, y un techo de zinc mohoso por donde entraban las goteras y caían sobre las dos colchonetas deshilachadas, cuya guata se enredaba entre los alambres que les servían de sostén: una madre flaca, envejecida y tres hijos. El padre, después de sus borracheras, enredado en una hamaca roncaba toda la noche. Los vecinos tenían unos cuantos dormitorios, cada uno con su "mattress"  marca "Beautyrest".

Wednesday, March 8, 2017

CCNY School of Education's progressive and liberal teachings did not include homophobia. Now they all oppose Trump. "El que siembra, cosecha".

Tuesday, March 7, 2017

JABIBONUCO: ESENCIALISMOS

Jabibonuco, el eunuco arahuaco, en los primeros capítulos de la novela que lleva su nombre, se enfrenta a la destrucción de lo que fue su esencia y aunque adquirió el lenguaje de los invasores, que le sirvió para conocer la transformación histórica que le tocó vivir, no tenía todos los recursos que se requerían para poder usar ese lenguaje en defensa propia. Distintos al eunuco arahuaco, Gunter en los siguientes capítulos, Pecados Capitales, y Daniel, en los últimos, El Libro de Daniel, son parte de un momento histórico que obliga y asegura que se conozcan las trasnformarciones de la historia, la fluidez de sus esencias.

Ni las posturas de los machistas, nacionalistas, racistas, fundamentalistas pueden proteger las supuestas invariables "esencias" nacionales (los gentilicios se refieren inevitablemente a algo histórico, que va cambiando con el tiempo); raciales (la identidad racial varía dependiendo del entorno donde se categoriza:  el mestizo es blanco en algunos sitios y morocho en otros - mucha evidencia por todos lados que comprueba la relatividad de lo racial); sexual (¡uy!, cuidado con el personaje intersexual/hermafrodita); y sobre lo religioso (a saber quién escribió los textos sagrados).

Para muchos, desde los yihadistas hasta los machistas, esa supuesta "esencia" -de existir- es algo que hay que preservar a toda costa. ¡Qué susto, si así fuera! No es así. El humano y sus entornos combaten los esencialismos; y esa lucha cultural, racial y sexual es explorada por el narrador -en gran medida, protagonista- de la novela Jabibonuco, publicada en este blog.

JABIBONUCO: 2. El IDÉ

2. El IDÉ



"Orula era el babalawo más famoso de su comarca, y el rey lo mandó a buscar. Orula se negaba, se negaba, se negaba a ir. Hasta que un día Oshún se ofreció para ir a buscarlo. Se apareció de visita en la casa del babalawo, y como de conversación en conversación se le hizo tarde, le pidió que la dejara dormir en su cama aquella noche.  Oshún se despertó muy temprano y puso el ékuele y el iyefá en su pañuelo. Cuando el babalawo se despertó, Oshún le anunció que ya se tenía que marchar. Orula se había prendado de la hermosa mulata y consintió en acompañarla un trecho del camino.”

Culipandeando sus enormes caderas, la señora, celular en mano, desde el muelle en Santo Tomás, Islas Vírgenes, esperaba que la viniesen a recoger unos parientes, residentes en la hoy nada virginal isla; relataba los ir y venir de su viaje por el Caribe antes de llegar a este puerto.

Para esta señora y su familia de viajeros no hay tours programados. Tienen familia en las islas, miembros de las diásporas que se desplazan o son desplazados por todo el mar de las Antillas, y aprovechan las paradas en las islas para visitarlos, pasar un día con ellos, y seguir camino.


“Orula caminaba y conversaba con la seductora mulata, hasta que llegaron a un río, el el babalawo le dijo que no podía continuar,  ya que para cruzar debía consultar con el ékuele para saber si debía hacerlo o no. Ahí fue cuando Oshún le enseñó lo que había traído en el pañuelo y Orula quedó se convenció, y siguió a la diosa, cruzó el río y llegó  donde el rey, que desde hacía mucho estaba preocupado por las actividades de sus enemigos políticos, quería preguntar si habría guerra o no en su país, y en caso de haberla, quién sería el vencedor y cómo podría identificar a los que le eran leales. Orula tiró el ékuele y le dijo al rey que debía ofrendar dos eyelé y oú. Luego de limpiar al rey con las palomas, regó el algodón en pequeños pedazos. Orula  le dijo al rey que no tendría problemas, que saldría victorioso de la guerra civil que se avecinaba. Luego le dijo que se fijara en todos sus súbditos, y que  aquellos que tenían algodón en la cabeza le eran fieles. De esta manera Obegueño, que así se llamaba el rey, gobernó en aquel país hasta el día de su muerte."


Las olas que la muy voluptuosa rubia señora nórdica causó cuando se metió en la piscina llegaron hasta la endilgada quinceañera y bañaron la cola del blanco y rebuscado traje. Las tres de la tarde no es la hora más indicada para tomar fotos en el área de las piscinas, pero cómo le tocaba cenar en el turno de las seis, programado de antemano, fue las tres la hora que le asignaron para las fotos al grupo de boricuas que celebraba el cumpleaños de la nena.



"Avistamos la inmensa bahía - la que una vez fue ruta comercial y frontera de los arahuacos y la última isla visitada por Madame K’lalud - el quinto día del Señor, un diecinueve de octubre del corriente año, después de la enorme goleta haber navegado unas cuantas leguas, y zarpado del puerto de la Martinica."

El crucero hace paradas en Saint Domingue, San Tomás, Santa Cruz, San Bartolomé, Trinidad, Curazao, Puerto Rico, Roatán; islas que siempre andan reinventando, descubriendo sus identidades; islas llenas de espíritus, los que hace siglos fueron asesinados o murieron camino o llegaron a su momento: memorias de cientos de miles de arahuacos, africanos, mestizos, eunucos, y el de Madame K'lalud.

“Madame K’lalud abandonó el liberado Haití, protegida por los oroshas y orientada por su babalawo, en una yola que la llevó hasta una pequeña goleta de carga, y en la misma viajó escondida entre los esclavos, especies y todo tipo de mercancía que la goleta transportaba y comercializaba, contrabandos, entre la Luisiana y las islas. Cerca de la isla de San Juan de Puerto Rico, Madame K’lalud desembarcó tarde en la noche, y en nuevas yolas fue recogida por cimarrones y otros aliados anti-esclavistas.”


Los fragmentos que conforman la historia, sus historias, sus gentes, se encuentran en un sincretismo antillano, con ritos y creencias que trascienden sus orígenes: algo de cristianismo, algo de dioses yorubas, algo de espíritus arahuacos, eunucos y palos santos.

"Orula apostó con Olofin a que el maíz tostado daba frutos. Olofin estaba seguro de que era imposible que el maíz tostado germinara, aceptó la apuesta muy seguro de que iba a ganar. Orula llamó a Eleguá y a Shangó y se puso de acuerdo con ellos para ganarle la apuesta a Olofin. Orula acudió con un saco de maíz tostado y lo sembró. Por la noche Shangó hizo que el cielo tronara y ayudado por la luz de los relámpagos, Eleguá cambió todos los granos, puso otros en perfecto estado. Después de unos cuantos días, una mañana Olofin le dijo a Orula que irían a ver si el maíz tostado había germinado. Olofin, cuando vio que los granos que Eleguá había sembrado comenzaban a germinar,  el pagó la apuesta a Orula, quien luego, la compartió con Shangó y Eleguá."



La trigueña familia, vestida a la usanza de grand ball en country club norteamericano, lucía algo incómoda, fuera de sitio. El vapor y la humedad de la tarde, el bochorno caribeño, rizaron los estirados pelos y derritieron las blancuzcas máscaras que servían de maquillaje a las enjoyadas señoras de traje largo. Despojadas de malas vibras por gracia y gracias a una limpia espiritual mediunizada por un miembro del séquito, bien temprano en la mañana. Alzaron medallones -versión moderna del guanín, que siempre cuelga sobre su cuerpo-, soltaron bruscamente, movieron las manos y brazos hacia fuera, arriba, sobre la cabeza hasta apuntar hacia el cielo para limpiar el cuerpo de malos espíritus. Un despojo antes de salir a cenar, los distinguía de los pasajeros europeos y norteamericanos.


"Madame K’lalud, hija de Tembandumba, estaba al tanto que en la última y fiel colonia española, una de las cédulas de gracia emitidas por las cortes de Cádiz permitía que todo esclavo que escapara podía asentarse en unos de los mangles designados para los que, aunque libertos, trabajaran en la plantaciones de caña de azúcar."


No eran fiestas de cumpleaños ni jugar en los casinos lo que cambió el rumbo de Fe, Esperanza y Caridad: tres cubanas tras un palo santo, viajan por las distintas islas en busca de una dirección espiritual. Unos hombres y mujeres que conversan en otras lenguas cambiaron el rumbo de Fe, Esperanza y Caridad.

Los dogmas enmarcan. Los palos santos aclaran. Los bohiques, babalawos, santiguadores dirigen.



Fe, Esperanza y Caridad llegan hasta San Juan de Puerto Rico y caminan por la Calle Loíza, al mando de sus tacos, en busca de Altagracia, oriunda de otro San Juan, el de la Maguana en la República Dominicana. Un palo santo las dirigió hacia Altagracia, plena de dones, cura males, espanta los malignos y atrae seres de luz. En su patio tiene una ceiba que ilumina los caminos.


"El pueblo le deseaba la muerte Orula, pero como Orula, que es adivino,  vio la suerte en el tablero con sus dieciséis nueces y decidió que tenía que hacer una ceremonia de rogación con un ñame, y con los pelos de la vianda, untarse la cara. Ikú vino por primera vez buscando a Orula y él mismo le dijo que allí no vivía ningún Orula. La Muerte se fue. Ikú estuvo averiguando y pudo darse cuenta de que Orula lo había engañado.  Ikú regresó. Orula la vio regresar y la invitó a comer, le sirvió una gran cena con mucha bebida. Como comió y bebió tanto, Ikú se quedó dormida. Y ahí Orula se aprovechó y le robo la mandarria con que Ikú mataba a la gente. Cuando se despertó, Ikú se dio cuenta que le faltaba la mandarria. Ya que sin este instrumento Iku no era nadie, Orula le dijo que se la devolvería si prometía que no mataría a ninguno de sus hijos, a menos que él lo autorizara. Es por eso que la Muerte se cuida mucho de llevarse al que tiene puesto un idé de Orula."


El medallón que el guía de los turistas tiene colgado en el cuello está hecho de plástico,  es una copia de los guanín que usaban los bohiques en los pueblos araguacus. En la isla de Dominica, el descendiente de los Caribes lleva a los viajeros del crucero, después de pasar por las comunidades de afro-dominicos y zonas urbanas, hasta su territorio en las montañas.


Su identidad marcada por la historia estaba más fija en su físico, que en su cultura. Hablan inglés y criollo. ¿Hasta cuánto atrás en el tiempo pueden llegar si el idioma que recoge las vidas de todos los días es el de otro?


Puede que sea Yaya, más allá de las lenguas, quien los mantenga atados. Puede que sea Atabey quien les provee la tierra y sus alimentos. Puede que los collares de camándulas que cuelgan de sus cuellos hayan llegado con sus vecinos, los que una vez también cruzaron estos mares, este mar, para terminar enredados con ellos, con otros, con los palos santos. Puede que haya sido Madame K'lalud.



"En la islas de Barlovento, Madame K'lalud se une a los guerreros garífunas y participa en las batallas contra los colonizadores ingleses. Pierden la guerra, pero no su dignidad, su orgullo, y no se dejan someter. En el trayecto del destierro que sufren los garífunas, forzados a vivir en las costas de Centro América, pierden contacto físico con la hija de Tembandumba, pero no con el 'calabó y bambú, bambú y calabó' que ella cantaba. Tampoco perdieron contacto con lo que ellos le entregaron para que lo protegiera, los protegiera, la protegiera: el guanín de sus antepasados caribes."


Fe, Esperanza y Caridad forman un círculo de oración, alrededor del sagrado árbol; reducen los mundos a su núcleo: el Caribe y sus ceibas, mar de todos nosotros, árbol genético, árbol que las pone a bailar, a tirarse al piso, a hablar lenguas, a estar en el presente, pasado y futuro a la misma vez.


No hace tanto que partimos de otro puerto, otra isla, todos los que en viaje al Caribe, atraídos por el deslumbre, la extravagancia que los cruceros sugieren: cromo, laminados, brillo en las paredes, escaleras, cuartos, salones, cafeterías, salas, techos y pasillos buscan vivir otras vidas, revivir anteriores, encontrar las nuevas.

Alejarse de la rutinas para terminar convirtiendo su viaje en nuevas rutinas: leen en las terrazas, se levantan y acuestan temprano, asisten a los programas culturales que el crucero ofrece, juegan en el casino. Los menos quieren llegar de un punto a otro: de Nueva York a San Juan, de San Juan a Dominica, de Dominica a Roatán, y luego seguir camino. Y hay quienes solo desean abandonar sus espacios, tanto los físicos como los existenciales; a ver lo que encuentran en la marcha, sin importar tanto su destino como haberse alejado y encontrar nuevas rutas.


"A las seis horas llegamos aquí a la isla. A ver la isla; que si las otras ya vistas son muy hermosas y verdes y fértiles, ésta es mucho más y de grandes arboledos y muy verdes. Aquí es unas grandes lagunas, y sobre ellas y a la rueda es el arboledo en maravilla, y aquí y en toda la isla son todos verdes y las hierbas como el abril en Andalucía; y el cantar de los pajaritos que parece que el hombre nunca se quería partir de aquí, y las manadas de los papagayos que oscurecen el sol; y aves y pajaritos de tantas maneras y tan diversas que es una maravilla. Y después hay árboles de mil maneras y todos dan de su manera fruto, y todos huelen que es maravilla, que yo estoy el más penado del mundo de no los conocer porque soy bien cierto que todos son cosa de valía y de ellos traigo la demuestra, y asimismo de las hierbas."



En el crucero los amantes clandestinos no se conocieron en los distintos bares con pistas de baile que ofrece el inmenso barco; no fueron a practicar los pasos aprendidos en Arthur Murray, al estilo de la pareja de jubilados, quienes todas las tardes bailan guiados por pasos geométricos, programados, movimientos rápidos de caras, brazos, manos, de izquierda a derecha.


"Andando así en cerco de una de estas lagunas, vi una sierpe, la cual matamos. Ella como nos vio se echó en la laguna, nos le seguimos dentro, porque no era muy honda, hasta que con lanzas la matamos; es de siete palmos en largo; creo que de estas semejantes hay aquí en estas lagunas muchas. Después se llegaron a nos unos hombres de ellos, y uno se llegó aquí. Yo di unos cascabeles y unas cuentecillas de vidrio y quedo muy contento y muy alegre; y porque la amistad creciese más y los requiriese algo, le hice pedir agua."



Dan la vuelta, la pareja estira los brazos hacia afuera, arriba, abajo, y los vuelven a subir para anunciar otro movimiento, un nuevo ángulo. Su meta, bailar por mares y barcos; bailar en cualquier lado, practicar los pasos de “ballroom dance” con su lenguaje programado, numerado.


"Estaban todos desnudos y en parejas abrazándose unos a otros como si fuesen mujer e hombre en mandato cristiano. que después de bien mirado todo lo que aquí he dicho, que no es toda burla lo que escribo acerca de lo acaecido en la ysla de los Caribes donde iban a vivir los eunucos y sus aparejados, torne a proseguir mi relación, porque la verdadera política y agraciado componer es decir verdad en lo que he escrito. La Goleta que nos seguía entró por otra bahia, tomándonos de sorpresa, y matando a todos los hombres que alli se encontraban, y bajo los ruegos de mi persona, explicándole quien era nuestro mas fiel sirviente e inocente creyente, el Capitán don Felipe de de León i Rivera  le perdonó la vida a Jabibonuco. Su temperamento huraño, centrado, su cara de cobre, eran teñidos por las lágrimas frente a su mas querida pareja, don Diego de Sotomayor, quemado en una hoguera. Don Diego y los demás hombres que aquella isla poblaban fueron... Hoy día de nuestro Señor.....”



En el trayecto, junto a las piscinas y bares al aire libre, el hombre que se acerca a otro, lo saluda con cordialidad y le pregunta si se siente mejor hoy día. No anda buscando entablar conversación, mitigar la soledad; quiere reafirmar lo prometido la noche anterior. El abordado, asombrado, responde que sí, con frialdad, luego calla y casi obliga al otro a despedirse. Quien responde, el abordado, se vira y con cara de sorprendido, molesto, le dice a una mujer, su esposa, quizás, que no sabe quién es esa persona.


"Madame K'lalud siguió camino, otras islas, otros lenguajes, otras plantaciones, más al sur. el mismo propósito. No pensaba cortar caña. Sus intenciones eran otras.”


Puede que los dos hombres se hayan conocido anoche en uno de los menos frecuentados bares del crucero, donde llegan los que buscan sus iguales o aquellos que esconden sus amores, sus deseos, el lado de su vida que los asusta, que a veces niegan; huyen a otros lugares, viven vidas clandestinas o puede que fuese el arreglo de una relación sin bordes claros.


“Relaçion general que este fiel servidor Marques de Bobadilla hago para le ynformar a nuestro representante en la tierra el Obispo de la isla de Saint Joan y a los señores de su rreal consejo de yndias de las cosas subçedidas e la da ysla de los Caribes dende que por el mandato partia conocer y atestigua las sobre como vivian los indios en pareja con los hombres cristianos della tan diabolica isla ”


http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2014/06/jabibonuco-3-la-flor-de-la-campana.html







JABIBONUCO: 5. EL HUMO

5. El Humo

Ante tanta cantidad de humo que subía y tan sofocante el olor a quemado, los turistas dejaron de prestarle atención a los guías que los ordenaban subir en las lanchas. A falta de un puerto que permitiera que un barco tan grande pudiese anclar en el pequeño muelle, los turistas eran llevados en las pequeñas lanchas, y cuando cambiaron la vista hacia el sitio de donde venía el humo y el olor que impregnaba muy dentro de uno, se encontraron con un cuerpo que yacía sobre la arena y unos hombres y mujeres que lo bañaban con humos y hierbas.

Un muerto, quizás, ahogado, pensaron algunos. Otros hubiesen preferido regresar al barco, pero era muy tarde y no les quedaba más remedio que enfrentarse a una inesperada situación; nada que ver con las hermosas playas que promocionaba el crucero en su visita a Roatán.

El entusiasmo, promovido por los folletines que mostraban fotos de las hermosas islas de la bahía de Honduras, fue reemplazado por semblantes llenos de asombro, miedo, disgusto. Bastantes emociones no esperadas habían sufrido con la desaparición del pasajero en medio del Caribe; y ahora tener que enfrentarse a un muerto y unos ritos poco cristianos no eran parte de sus programadas  vacaciones.

"Para quienes sufren los efectos de mala salud, mala suerte, provocadas ya sea por la envidia de otros o por causa de un espíritu errante, se recetan baños de hierbas específicas y de limpias con el humo de cigarros puros. También pueden usarse estas curas como medicina preventiva cuando se sospecha que alguien abriga sentimientos hostiles hacia el afectado por la mala suerte o la envidia”

Sin esperar que la alarma terminara de sonar y comenzara la búsqueda del naufrago, el jefe de seguridad llegó hasta el camarote de Javier, y dados sus conocimientos sobre prácticas religiosas no cristianas en su nativa Jamaica, una vez vio aquel vaso lleno de agua sobre la puerta del camarote, no tuvo que indagar por qué estaba allí; el agua servía para recoger algún tipo de malas vibras que rodeaban al desaparecido: espirituales o humanas. ¿Jupías? Puede que fuesen jupías:

Sabía qué hacer: llevó el vaso lleno de agua hasta la cubierta, prendió un cigarro, sopló humo hacia dentro del vaso, y de espaldas hacia el mar, con la mano izquierda tiró el vaso por encima de su hombro hacia las tranquilas aguas del Caribe. Y en ese preciso momento Diego cayó de espaldas, retorciéndose y vomitando unas aguas color verde, viscosas y llenas de pequeñas partículas.

Nadie le tenía que contar al jefe de seguridad lo qué había pasado antes de que Javier se cayera al mar, o se tirara, o algo lo empujara, cuando miraba, asustado, desde la cubierta superior la discusión entre Diego y su esposa. Todo aquello estaba estrechamente vinculado.

Algunos siguieron a sus guías de turistas y se dirigieron a las playas. Junto a Fe, Esperanza y Caridad nos acercamos unos cuantos, incluyendo al jefe de seguridad del crucero, quien se bajó para asegurarse de que todo estaba en orden y que no tendríamos ningún problema. No le preocupaba actos criminales. No quería que fuésemos a intervenir en lo que posiblemente desconocíamos. ¡Cuál fue la sorpresa cuando nos encontramos que el cuerpo que estaba sobre la arena era el de Javier!

El uragebuna, al ver las caras llenas de interrogantes que teníamos los que nos atrevimos acercarnos al cuerpo que yacía sobre la playa y los movimientos de cuerpos de Fe, Esperanza y Caridad, se acercó al grupo de noveleros y nos llevó aparte. Explicó que él era el historiador de su comunidad, que sus historias incluían las historias personales y las prácticas médico-espirituales. Nos relató con detalles lo que estaba haciendo el buyei, el curandero o chaman; contó cuentos que recordaban otras historias.

 - Cuentos que empatan las vidas de antes y después – nos dijo.

“Un pescador que no tenia herederos se cayó de su bote en medio del mar, y que un áfurugo lo llevó hasta la playa, un espíritu que se corporiza en forma de mujer mestiza, le llaman la Marina, lleva el último guanín sagrado, colgado del cuello, y va de barco en barco, salvando y guiando almas perdidas, cuentan los otros pescadores, y que un buyei encontró el espíritu del pescador enredado en unas algas. Le cantaron oraciones ancestrales, bañaron con hierbas y lo rociaron con humo de cigarros puros. Su espíritu regresó a su cuerpo; y cuando sanó por completo, el pescador construyó casa nueva, y buscó una esposa, tuvieron hijos, para continuar su camino por el mundo.”

Diego no pudo bajar a tierra. En la pequeña clínica del crucero, el médico, diagnosticó un estado de parálisis emocional causado por el haber sido testigo del accidente que sufrió Javier; le recetó medicinas contra la ansiedad, unas pastillas para balancear el sistema digestivo, y reposo durante los tres días que quedaban de viaje hasta llegar al último puerto en Miami.

Javier, por la tarde, una vez algo recuperado y consciente, se negó a que lo llevaran a un hospital en La Ceiba; y escogió quedarse en Roatán. El jefe de seguridad no le puso ningún obstáculo; incluso sonrió, como si conociese el resto de la historia. A las seis de la tarde el crucero zarpó, acompañado por música de punta.

“El dugu es un ritual de sanación que en la mayoría de las ocasiones, el objetivo central de este rito es la curación de una persona gravemente enferma y con grandes posibilidades de morir, al estar poseído por un gubida o espíritu ancestral, que puede ser el de la mamá, del papá o de algún otro familiar. Con la curación más tiempo de vida para el enfermo es lo que busca el dugu, y el cambio en una conducta desviada, tras aplacar al ancestro. Una vez haya sido curado, el enfermo tiene que vivir en una casa nueva, donde no hayan historias familiares o de otros seres pasados. Si el dugu no logra la curación del enfermo y muere, el ritual logra para el enfermo una muerte llena de sentido.”

http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2014/06/jabibonuco-6-la-luz_14.html

Monday, March 6, 2017

JABIBONUCO: CAPÍTULO #1 EL GUANÍN

“Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo.” (Popol Vuh)

1. El Guanín

Del mundo virtual al de los eunucos que poblaban el Caribe pre-colonial hay una distancia de más de 500 años; del mundo eunuco contemporáneo al de ellos, ni un minuto. Del mundo gay al de los legionarios de la fe, una eternidad. Y de pronto, sin esperarlo, frente a esos mundos y sus intersecciones descubres placeres, laberintos, voces y silencios.

Me gustan los hombres mayores; y encontrar un blog sobre un gay sesentón, mientras navegaba el océano cibernético, fue un manjar al paladar, la libido activada. Lo que no imaginaba era que esos platos incluían algunos frutos prohibidos, unas lecturas enlazadas, anexadas, obligados pulses sobre conjuntos de números y grafías enfilados hacia otros mundos, otros pulses sobre otros enlaces, otros anexos, otras lecturas del mundo que creía conocido.

No fueron las lecturas sobre chulos, ni las lecturas sobre falsos valores entre los gay proto-burgueses de San Juan, ni los recuerdos, ni los testimonios sobre travestis, amigos muertos o amantes vivos los que provocaron el desvío de mis intenciones originales - el morbo por un sesentón - hacia un personaje sobre el cuál no existe evidencia alguna en los libros de texto e historias oficiales.

Aparece este personaje en mi radar por primera vez en las anteriormente citadas memorias del gay sesentón, quien sostiene que las cartas, crónicas, documentos fueron encontrados "...... en los prohibidos Archivos de Indios Eunucos en el Convento de Monjas Enclaustradas de Caparra, Puerto Rico."

Sostiene el bloguero de la tercera edad, que los documentos "Forman parte de un conjunto de crónicas que documentan las vidas de hombres europeos e indígenas que por ser considerados como seres especiales, honrados con cemíes, eran protegidos por los míticos guerreros caribes. 

Por razones de seguridad personal, el nombre del investigador que encontró y sustrajo estas crónicas no será divulgado hasta tanto no se compruebe la veracidad de las mismas. Algunos de los pasajes en estas crónicas fueron borrados, los nombres que fueron usados para referirse a los pueblos no concordaban, a veces eran llamados taínos y otras arahuacus, arahuacos, calliponaris; sus vínculos confundidos, quiénes fueron los que se mezclaron para formar los garífunas, los mestizos, obligando al investigador a sugerir lo que pudo haber sido escrito. Lo que sí tiene constancia son sus prácticas religiosas."
Las crónicas del sesentón, otras islas, otros documentos, otros signos, claves, relatos pataquíes, estudios antropológicos en otras islas, santeras y babalawos, santiguadores y uragebunas, un cemí, nuevos pueblos que fueron encontrados por todo el Caribe, un misterioso guanín, crucifijos, iconos todos, que una vez estudiados detenidamente, revelaban sus referentes; representaban o recreaban las vidas de un tal Jabibonuco, de otros eunucos caribeños, sus historias, sus viajes, sus calvarios.

“La Enagua, nombre con el que bautizamos la inmensa yola, zarpó a la medianoche, y después de navegar por la bahía mas exuberante que hombre haya visto alejándonos de las costas de la ysla que los nativos llaman Boriken, avistamos una goleta que nos venía siguiendo. Jabibonuco y don Diego de Sotomayor apresurorense a apagar el buren que calentaba el casabe que habiéndonos Guanina preparado antes de partir de la isla, era el único sustento con el cual navegaríamos toda la noche hasta avistar la primera ysla de los Caribes. Jabibonuco conocía la ruta siendo este valiente y leal compañero el eunuco que dedicabase a ayudar en la huida a los eunucos tainos y sus algunos amantes penisulares. Erase Jabibonuco antiguo eunuco de Guanina y llevase a este servidor y su fiel compagnero hasta la ysla de los Caribes donde aposentan los amantes perseguidos por el Santo Obispo y su excelencia...."

Los borrones, tachados, cambios en la sintaxis, correcciones ortográficas, vocablos, páginas que faltaban levantaban sospechas: fueron hechos por alguien que era algo más que un editor o un estudiante de letras. Puede que haya tratado de re-escribir la historia y que paró cuando fue sorprendido por la monja vestida de negro, turbante y botines, con un enorme rosario, colgando de su cintura; la monja bibliotecaria que se negó a abandonar los archivos durante mi primera visita.

Viajar por las islas era más fácil, mas barato, menos rebuscados los barcos durante los primeros siglos de la colonización. No se necesitaban pasaportes y los guardias costaneros no existían. Hoy se viaja o en avión o en crucero, y en cruceros hice algunos de los tantos viajes en busca de la vida y milagros, partidas, calvario, escritos, recuerdos en otros archivos, otras imágenes, otras tierras: San Martin, Santa Cruz, Dominica, La Guajira, Roatán, Cádiz.

Partimos de San Juan hacia el Caribe, parando en cada isla, de puerto en puerto, de barco en barco.

Muchos, pequeños burgueses y proletarios viajan en busca de vivir por una semana lo que el resto del año ven de lejos, atraídos por el deslumbre, la fabulosidad y extravagancia que los cruceros sugieren: cromo, laminados y brillo por doquier: en las paredes, escaleras, cuartos, salones, cafeterías, salas, techos, pasillos. Otros buscan alejarse de la rutina para terminar convirtiendo su viaje en nuevas rutinas: leen en las terrazas, se levantan y acuestan temprano, asisten a los programas culturales que el crucero ofrece, juegan en el casino. Y hay quienes, los menos, al igual que lo sugerido en el poema Ítaca,  el destino de todo viaje es menos importante que lo que descubres en la marcha. 
Cuando comenzó el primer viaje, uno de tantos, tenía pensado pasar por los museos coloniales en cada una de las islas que íbamos a visitar, identificar archivos y bibliotecas, recoger datos, comprar libros, estudiar los cemíes, los fuertes militares, casas antiguas. No fue así. 

Una vez en el barco y en los puertos caribeños aparecen en el radar creador otros personajes, ideas, sensaciones que me llevaron donde un poema de Kavafis, y lo que éste sugiere sobre cada viaje, todo viaje, el viaje de todos los días, toda la vida, el viaje que nunca para. Lo que no sugiere el poeta greco-egipcio es que en el viaje puedes descubrir lo que has abandonado, los vacíos formados por lo dejado, los antiguos espacios que lo nuevo no rellena, o lo que las antiguas historias hoy revelan, recrean. 

Miras de lejos, recuerdas, empatas tu vida, las vidas antiguas que informan la presente, las vidas de los viajeros por este gran mar.
"Las luces de las fogatas de los bateyes en los yucayeques Caribes alumbrabasen las costas de las yslas donde estos fuertes y altivos guerreros recibían a los que el Comendador y el Opisbo de Yndias perseguían. En la madrugada cuando hemos sido avistados por las yolas de los Caribes, las fogatas señalaban el camino hacia la mas grande de las yslas donde viven tan amables y libres gentes. Todas estas universas e infinitas gentes a todo género crió Dios los más simples, sin dobleces, sin rencillas ni bullicios, no rijosos, no querulosos, sin rencores, sin odios, sin desear venganzas a menos que se les ataque sin aviso. Son también gentes paupérrimas y que menos poseen ni quieren poseer de bienes temporales; e por esto no soberbias, no ambiciosas, no codiciosas. Su comida es tal, que la de los sanctos padres en el desierto no parece haber sido más estrecha ni menos deleitosa ni pobre. Sus vestidos, comúnmente, son en cueros, cubiertas sus vergüenzas, e cuando mucho cúbrense con una manta de algodón, que será como vara y media o dos varas de lienzo en cuadra. Sus camas son encima de una estera, e cuando mucho, duermen en unas como redes colgadas aquellos llaman hamacas."

Durante la primera noche del viaje, una sombra cambió mis planes. Me pareció ver el reflejo de una cantante, una fugaz luz, una mujer-leyenda que vaga por los puertos del Caribe. Su nombre, Marina von Kupferschein. Cuentan que lleva años navegando sin rumbo por las islas, trabajando en bares de puertos, goletas, barcos de carga, pasajeros. Dicen que hasta en yolas que navegan entre las islas que conforman el archipiélago caribeño la han visto, transportando todo tipo de mercancía y personajes, enamorándose de marineros y capitanes, hombres y mujeres. 

Alegan que desciende por parte de su padre, del pirata Roberto von Kupferschein, y por parte de su madre, de la mezcla entre garífunas de Roatán y mestizos de Curazao; y que estos últimos, a su vez, descendían de la mezcla de indígenas con sefarditas.

Su incierta procedencia étnica y sus manejos de creencias, ritos y lenguas criollas le otorgan un carácter muy particular y una etnicidad misteriosa, difícil de especificar, pero emblemática del Caribe: islas y gentes que, independientemente de la potencia mundial que las controle, generan sus propias formas de ser.

La fugaz luz se pierde por entre las máquinas tragamonedas; las que premian o castigan al jugador que pone su fe en las mismas, o hipnotizan a la señora con cara de secretaria jubilada. Mientras presiona teclas, guiada por la combinación y pareo de símbolos, el semblante continuamente cambia. 

Horas muertas pasaba frente a las máquinas, y al final de ese corto viaje, la tragamonedas le dejaba saber a la señora que se había ganado unas cuantas pesetas, o que las había perdido todas. Su búsqueda no era lo material, era el puro placer que causa la espera frente a la tragamonedas, gane o pierda.

Lo que se busca es sentir aquello que bordea en la ansiedad, causado por la incertidumbre, la sensación que estremece el cuerpo, el qué pasará una vez todos los símbolos que se mueven en la pantalla paren de inmediato. El placer lo causa el geshtalt de sensaciones que recorre el cuerpo antes de saber el resultado de tan corta pero intensa experiencia. Es en ese momento muy particular que la máquina se integra al cuerpo entero. 

El viaje de la señora en el crucero es matizado por el camino que le ofrecen las acompañantes de su soledad: las tragamonedas. 

Otros no buscan satisfacer el placer que se vive de repente, o sus necesidad de conocer, o el deseo de viajar en busca de nuevas tierras; quizás solo buscan viajar.

"Viviendo o muriendo aquellas gentes araguacu, llegados en yolas de yslas más grandes a la ysla de Borikén, muchos tiempos atrás de la manera que hemos oído y contado, y recordado en nuestros cemíes, permitió nuestro Yaya que dellos mismos saliese el conocimiento que les diese alguna noticia de la ley natural y respetos que los hombres debían tenerse unos a otros, y que los descendientes de aquellos araguacus, procediendo de bien en mejor cultivasen aquellas tierras, y a sus hombres, haciéndoles capaces de razón. Después de haber dado muchas trazas y tomado muchos caminos para entrar a dar cuenta del origen y principio de los araguacus que fueron, son y serán, me pareció que la mejor traza y el camino más fácil y llano era contar lo que en oí muchas veces acerca de este origen y principio, porque todo lo que por otras vías se dice de Yaya viene a reducirse en lo mismo que nosotros diremos, y será mejor que se sepa por las propias palabras que un Araguacu lo cuente que no por las de otros autores extraños."

A Marina von Kupferschein la vi abandonar el barco en la isla donde hablar lenguas criollas,  francés, holandés, inglés es común, muy común: la isla de San Martín. Era ella. De lejos, en camino a unas lanchas de carga al otro lado de la bahía, se dio la vuelta, miró hacia el barco, dijo que no, con la movida de su cabeza, y siguió su rumbo. Me dijo que no y señaló hacia un guanín que llevaba colgado del pecho, uno de los antiguos medallones que indicaban el papel que jugaban los bohiques entre los pueblos primarios del Caribe. El guanín brillaba intensamente, reflejaba la luz del siempre presente sol, el gran Yaya arahuaco.

"Nuestra gran fuente, Yaya, envía sus fuerzas que ayudan a Atabey a crear las tierras, labrar sus bateyes, cultivar las plantas, los frutos como hombres racionales y no como bestias, y les pide que fuesen por do quisiesen y, doquiera que parasen a comer o a dormir, procurasen agradecer y recordar en sus cemíes las vidas de ahora y de siempre, y con sus guanín alumbrasen los caminos, que a Juracán y Yukiyú le bailasen y tirasen sus flores y granos para ayudarles y agradecer los alimentos y nuevas vidas que las Fuerzas nos llevaban y traían. Viendo los grandes vientos que arropaban y cambiaban estas tierras suyas, mi gran protector, corrí a agradecerle a Juracán y darle las flores, frutos y semillas paras que a otras tierras y en otros momentos allí se cultivasen."

Sunday, March 5, 2017

JABIBONUCO: 7. LAS CENIZAS

(Capítulo 7 de la novela Jabibonuco)

7. Las Cenizas

Sor Bernarda escogió un poema de Rafael Alberti para explicarme su visión, como monja feminista, del mundo, la política, las religiones y la razones para la quema de los archivos; un poema donde el autor le pide a los turistas que van de visita por Roma, que no se fijen en sus monumentos, y que presten atención a los perros que están meando. Luego, sin perder el hilo de la conversación, casi en la misma oración en la que citó el poema de Alberti, habló sobre un monje trapista, también poeta, y cómo murió, asesinado, según ella.

A principios, no entendí la relación entre Alberti y el monje trapista, hasta que me dijo que el monje era muy ingenuo. Por no haberse fijado en los perros que meaban cerca de él -así le llamó a la monja a ciertas fuerzas obscuras, neo-góticas, que todavía seguían los principios de la iglesia medieval-, decidieron electrocutarlo. Según Sor Bernarda, las ideas de los miembros de esas cofradías no habían cambiado desde que hace cuatrocientos y pico quemaron a Jabibonuco en la hoguera.

Sugirió, me advirtió, que de yo seguir indagando en textos, lenguas y cultos prohibidos podía correr la misma suerte. Ella estaba muy segura de lo que hacía, y no se sentía amenazada. Era parte de grupos feministas dentro de la iglesia, monjas liberacionistas, incluyendo a sus hermanas en el convento de Caparra, que buscaban una transformación de las doctrinas cristianas. Estaban todas enlazadas a través de conductos electrónicos y distintos medios de comunicación. Se sentía protegida, no corría peligro, por ahora.

Ante la pregunta sobre los archivos y si ella fue quien trató de corregirlos, dijo que ya estaban algo editados cuando las monjas los desempolvaron; y sobre la quema de los mismos: sacó de su bolsillo un pequeño iphone, y lo abanicó.

Caminamos por la solitaria playa hasta el sitio donde había quemado todos los archivos, los de Caparra y los de Cádiz. El día de la incineración no se fue de la playa hasta que la marea subió y su espuma cubrió las cenizas; tierra, agua y cenizas juntas, con la luz del sol poniente que penetraba todo.

                             
©Gerardo Torres Rivera
Nueva York – Puerto Rico, 2014

FEAR, THE BULLY AND THE TEMPERAMENTAL

No one is to question the concious intentions, the consequences of the bully, and its most defiant tool: fear. The bully wants to begin his malicious tour by scaring the other.

A temperamental is only concerned with his voice which can be so cruel that it thurts, causing fear. His often unmovable sense of what is right blocks how he sees those aoround him, with no awareness of even the consequences of his outbursts.

Bullies are everywhere. Temperamental are also everywhere. The mixture of both in one person is rare, but when one is found, a walking lethal combination of explosive qualities will leave their mark.

Saturday, March 4, 2017

LAS ESTRUCTURAS CAMBIAN

En la película La hora de los hornos (1968) una señora burguesa argentina dice: "En París sí es que se vive". Y ahora Trump se queja de "que nadie quiere ir a París". Mafalda lo predijo:  "Las estructuras cambian". 

SELFIE #100: REINAS DE BELLEZA

Se ahoga de la emoción cuando está con ellas, las misis algo o aquello; saca su dispositivo, encuadra, apunta, retrata, textea, anexa la foto, la envía a sus colegas misiólogos; vuelve donde la foto, trata de controlar la respiración, palpita, saca una xanax, se la toma, y es feliz. Bien feliz. Regresa otra vez más a lo selfies llenos de bellezas.i

Friday, March 3, 2017

MIL VOCES EN UNA

Copiada de una revista
o tomada de un libro
su voz no iba al frente
o al lado de las diferencias.
Su voz estaba de moda.

EL DISCURSO DE UN PENE

La mirada no fue controlada por la voz de quien le dirigía la palabra. Sin pensarlo, bajó la vista hasta la enorme loma color kaki, en dirección inequívoca hacia el expresivo bulto formado al lado izquierdo del zíper. Cuando la subió, sofocado y consciente de lo que había visto, no recordaba de qué estaban hablando.

Thursday, March 2, 2017

MENTIROSOS PATOLÓGICOS

Hoy, leyendo a Jung y en conversación con mi amiga sicoanalista en Alemania: Trump representa el mentiroso patológico. No es el único. Son peligrosos porque sus mentiras son parte de un modelo, un tipo de personalidad: deshonestos, no fiables, hipócritas, traicioneros, codiciosos, sumamente codiciosos.

DESDE MONTEVIDEO A PIRIÁPOLIS: SOLILOQUIOS

En el omnibus se oyen muchas voces, va lleno de turistas argentinos. Felices. Sus vacaciones.Todos hablan consigo mismos.

Wednesday, March 1, 2017

LAS VOCES EN EL CCNY WORKSHOP CENTER

Son tantas las voces que te hablan, y es preferible caminarlas a lo Palés Matos, quien a pie iba desde San Juan a Rio Piedras, y que decía, pedía que lo dejaran  tranquilo, no quería hablar con nadie; el gran poeta de las calles y modos antillanos, cuando era abrumado por las voces, las caminaba para tranquilizarlas; y es preferible darles un paseo a pegarles un tiro como hizo Hemingway, o meterlas con la cabeza en un horno, ¿la recuerdan?, la Plath, o ahogarlas en alcohol, "ya la gente murmura", o neutralizarlas con las pastillas de moda, o dejar la escuela porque la muy diligente y metódica profesora de literatura no entendía que las voces del estudiante lo arropaban, y ella, tan enciclopédica, amargaba al joven, preocupada por la comita aquí o la comita allá, y el joven creador no se tranquilizaba hasta que llegaba al Workshop Center, donde encontraba refugio junto al otro profesor que no andaba detrás de comitas aquí y comitas allá, aquel quien también oía muchas voces, y juntos las callaban, las tranquilizaban, las pintaban, las oían, las escribían: las de ambos; porque antes que ahogar las voces, el Centro permitia conocer sus furias, expresarlas en las libretas que doña Lillian Weber disponía para que todos los que por alli pasaran, encontrasen sus voces, y las dejasen hablar con otras voces; que allí en el Workshop Center era preferible tranquilizar las voces a matarlas como hacen muchos maestros de comitas y puntitos.

KEEP THE SPACE CLEAN OF BROWN SKINS

MONDAY, MAY 2, 2011


Brunhilde Schmidt - the ballad

(Around the early nineteen eighties I met a young woman in Frankfurt a.m. who refused to be controlled by the groups in the communal/occupied houses where I stayed during my visits to that city. As a result, I wrote the following ballad which is dedicated to her and all of those who refuse to be controlled by the significant others.)
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Brunhilde was a girl
A very lonely girl
The village of her childhood
Already very small
Reminds her of a jail
And pushes to escape
Her mother is too strict
Her father is long gone
Brunhilde would prefer
To have a better choice

One day she leaves the land
Her pretty square land
A suitcase in her hand
In Frankfurt she arrives
Her braided hair shining
Under a cloudy sky
Brunhilde is overwhelmed
Unable to realize
Her world falls apart

The buildings are so tall
The people are so fast
Brunhilde is overwhelmed
She doesn’t realize
Her feet already marching
To get some lesbian rights

The boys are being so nice
The girls so sisterly
Brunhilde is very happy
Under her city crowd

They offer her a room
The house is occupied
Brunhilde is overwhelmed
Unable to realize
She is already cooking
For the entire pack

They take her everywhere
“Brunhilde let’s go there”
“Brunhilde let’s come back”
Brunhilde is getting tired
Of following the pack

One day she leaves the house
The full of conscience house
A suitcase in her hand
She goes to a cafe
The future in her hands
Brunhilde contemplates

In front of a trinkhalle
A foreigner she meets
As tall and dark and handsome
She wishes him to be
A guest worker he is

He talks about the west
He cries about the east
They dream of the casbah
They dream of magic rugs
Brunhilde is overwhelmed
She doesn’t realize
Eastern bells already singing
Around Teutonic feet

One day he leaves the house
The pretty lovely house
Brunhilde gets upset
He never will be back
She goes to the police
The papers to fill out
The ballad about the worker
Begins on the tv

“The worker, our guest
Was killed by a skin head”

(Frankfurt a.m., early 1980s)

TEORÍAS PARA BLOGUEROS: ROCHE AYUDA A ROMPER EL CUADRO

Arnaldo Roche Rabell y el bodegón: ""Pero la deuda de Roche con la tradición del bodegón —considerado como un 'género pictórico menor' dado su carácter íntimo y la pequeñez de casi todos los ejemplos históricos— se encuentra sometida a un replanteamiento radical. Los bodegones de Roche en general carecen del encuadre que proporciona un nicho u hornacina, una mesa o el espacio tumultuoso de una cocina. De hecho, Roche rechaza el 'marco' del bodegón (mesa, hornacina, cocina…) y, literalmente, derrama el bodegón más allá del borde de la tela o tabla sobre la cual pinta." (Lilliana Ramos Collado. "Et in Arcadia ego: Arnaldo Roche y el bodegón jardín", bodegonconteclado.blogspot.com, marzo 1 2017)

Dentro de la bloguería los significantes rompen el cuadro de la escritura y de sus libros, piedras, papiros, telas, arenas, cemento, paredes; desestandarizan.