Wednesday, February 29, 2012

Boleros Corta Venas

"Todos dicen que es mentira/
que te quiero"
Por primera vez/
les doy la razón.

Basta, basta
"No me platiques más."

Manhã, tão bonita manhã




Borrascas

Amanece, Santurce

Tuesday, February 28, 2012

Borrascas

Nubes

azul

Luna llena

Luna llena se esconde

Luna llena se esconde

Sol

Tenue

Azul

Azul

Luces sobre Santurce

Luces sobre Santurce

Borrascas

Matutinas

Boleros

“Ódiame por piedad/
yo te lo pido"
De nuevo, se repite
Ni que se preocupe.

Monday, February 27, 2012

Luisa Fernanda con Alcapurrias

La voz ’esgalillá ‘ que oía mientras más me acercaba al mercado no era la de Lizza Fernanda, el álter ego de un respetado profesor y crítico de literatura de la UPR, un artista del travestismo. Era la voz de una soprano, interpretando a la Luisa Fernanda.

Zarzuelas no es lo que usualmente se espera oír en los cafetines que se encuentran en los alrededores del emblemático mercado. Por la Placita se oyen combos tocando salsa, boleros en velloneras, congueros invocando a los santos. Aquella tarde de domingo, puros tenores, barítonos y sopranos deleitaban a la muy sorprendida audiencia. Y típico de los puertorriqueños, si le pones música, la que sea, la disfrutan. Sin encomendarse a nadie, así mismo fue, con sus palitos de ron, sus cervecitas, whiskys con agua de coco, allí aplaudían a las voces de los jóvenes estudiantes de música y gritaban bravos como el más ducho en el mundo del haute kultur. De rigor, que no podían faltar la frituras boricuas, con la reina de las mismas: las alcapurrias.

De la misma manera que habitan los aparentes mundos contrapuestos del reconocido profesor y artista del travestismo - una vida de erudición universitaria y de lucha frente al arte teatral en el que existe su Lizza Fernanda-, durante esa hermosa y fresca tarde puertorriqueña lo hacían los mundos de las alcapurrias y Luisa Fernanda; el mundo del cafetín placero cohabitaba con el de las operetas españolas. Para los muy enredados intelectuales que hoy escriben con cierto tono de desprecio hacia las clases populares o para los estetas con egos tan inflados que caminan sobre nubes, esa tarde de hermosas arias, friitas (cervezas en la jerga del cafetín) y frituras, fue testigo de que se puede lograr ese balance entre haute kultur y vox populi.

Al ser este un blog que incluye y arropa las sensibilidades del homo/zas (este zas se refiere al chasqueo de las yemas de los dedos que tanto les gusta a algunos gays gesticular cuando quieren afianzar un punto), algo notable esa tarde era la cantidad de numerosas parejas de hombres gays que por la Placita se encontraban; que no se puede negar, quedaron leídos por los códigos que usan los miembros de esa sub-cultura para identificarse unos a otros. Con sello y todo, unos cuantos se andaban calando mutuamente. Fascinante mezcla: gays “desarmariados”, fuera del armario/clóset, estetas, obreros, zarzuelas y alcapurrias.

Sunday, February 26, 2012

Islas de los Encantos, en cantos

Llegan las elecciones, el país en ruinas y la disciplina político-partidista es un valor superior al deseo de buscar el bien del país.

Boleros

Tito, Roberto, Yo
Bailamos toda la noche
Tito no baila
“Ya son las doce y no llega”
El espacio relleno de aire
Nos acompañaban tres botellas
Tu vino favorito
Quedan dos
“Me hará lo mismo que ayer”
Un disco nuevo, compacto
El de vinil se fue contigo
“Cariño no sufras tanto”
Imposible con Tito de terapeuta
“Que estoy aquí”, el aire
Queda una botella
Roberto Yanez interrumpe,
“Son tus cartas mi esperanza”
Tito lo regaña,
“Te hará lo mismo que ayer”
Queda una botella.
Bailamos toda la noche
En espacios con aires distintos.

Boleros S/M

“Ódiame por piedad/
yo te lo pido
Foete, navajas
“Ódiame sin medida/
ni clemencia”
Mi amor lo mata.

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Enhébrame, enhébrame mucho
“Como si fuera esta noche/
la última vez. Que tengo miedo/
a perderte”, si no me coses el culo.

El Aleph de las Mazorcas de Maíz

En su poema Canción del Maizal, Gabriela Mistral nos canta, “Las mazorcas del maíz/a niñitas se parecen:/diez semanas en los tallos/bien prendidas que se mecen.”

- ¿Qué quéee? ¿Que estuvo en Montreal y pagó a un chulo por una venida? Yo no pago. Lo hago gratis; anónimo sin que mi amante se entere, of course, pero gratis.

“Por Dios”, dijo la otra supuesta amiga, preocupadas ambas por la moral del enjuiciado, quien se enteró porque una tercera amig@, quien de seguro fue informad@ por una cuarta o quinta amig@, sobre los vaivenes del personaje principal del cuento, supuesto amigo de todas y oyente del relato donde se le juzgaba por tan baja y decadente moral, el cual ocurrió hace tanto y tanto, y tanto y tanto se tardó en llegar donde el personaje principal, convertido hoy en oyente de su propio cuento, contado a la primera amig@ para poder desahogar lo ocurrido y no para formar tremendo rollo donde la primera amig@ sirve de oído pseudo-terapéutico, consolador y empático, luego transformándose en fotuto de barrio, extendiéndose como enredadera de trinitaria en verja de vecina criolla, y circulo epistemológico, un aleph de comunidad en los suburbios de New Jersey, extendido hasta las islas de los encantos y concluyendo como chisme entre vecinas, perdiendo su carácter original de cuento expiatorio, y dando vueltas sobre sí mismo para llegar al sitio donde había comenzado.

“Las loquitas del jardín a mazorcas se parecen”"

Saturday, February 25, 2012

Boleros

“Acuérdate de Acapulco
de aquella noche…… “
¿De qué Acapulco?
Si nunca me llevó/
Pues, a ningún sitio"

Friday, February 24, 2012

Boleros

Boleros
Roberto Yanes abre la puerta, ¿no está?
Añoro sus besos, sus electrizantes caricias
No recuerdo sus nombres, ¿más de uno?
Su cara borrada para siempre, no era él
Espina dorsal en ola la convierte, sus dedos
Al final, las lomas se estremecen, ¿respiras?
¿Te vienes?. "Son tus cartas mi esperanza...."

Camisitas Gingham y los Patos Anti-Racistas/Clasistas

Me resulta muy difícil escoger en qué idioma escribo sobre este fenómeno: los gays pequeño-burgueses con ínfulas de alta costura (alta costura como signo de status beyond couture) y cómodamente liberados. Una decisión que tiene menos que ver con el bilingüismo, el spanglish o el español de los niuyores (New York en plural, espanglizado), que con el tipo de hombre gay al que me refiero. No es el idioma el que decide, es la sub-cultura dentro de la sub-cultura, dentro de la etnia.

Siempre están súper planchaditas, y no importa su etnia, como decía la periodista Ángela Luisa Torregrosa, cuando hablaba de los clubes de señoras de la alta sociedad boricua, “son las mismas con distinto sombrero”. En la cultura que sea, representan les faux bourgeoisie que caracteriza un gran segmento de los gays en el universo queer. En los EEUU, para complicar más los contornos que definen ese perfil psico-demográfico, se encuentran las (si cambio de género, es por aquello de sostener el gender fucking como postura ideológica) que viven en el medio: los que viven en el borde de diversas culturas y se mueven con cierto grado de facilidad o incomodidad entre unas y otras. Y en ambos entornos sociales asumen posturas de “I am so faab, I can’t stand myself”.

La Macarena, así le llamo por no delatarla, vive en uno de esos bordelinde commuities donde el latino y el anglo se juntan pero no se revuelven, fue de visita donde una proletarizada familia, y sugirió que no le sirviesen en vasos plásticos por aquello de defender sus ideas ambientalistas. ¡Sí, Pepe! Y ahí es donde se forma el borujo. El gran discurso ambiental se enfrenta a la práctica personal más allá de lo obvio. Su excesivo perfume, su exagerado uso de electricidad cuando plancha tanta ropa, su andar siempre en carro y gastar más gasolina que una guagua sanjuanera de la AMA, su dependencia de pastillas de todo tipo, alcohol y anti-depresivos (con tantas contradicciones, se deprime cualquiera) contaminan tanto o más el ambiente que cuatro vasos plásticos. ¿Ven el problema?

Para la Macarena, liberarse no incluye su falsa identidad de clase y el papel que esta juega en las relaciones entre grupos. La liberación de la Macarena solo se dirige a lo decorativo. Y no es que los plásticos sean maravillosos, pero no pueden desligarse de argumentos más abarcadores y profundos que incluyen, además del cuidado superficial del ambiente, otros elementos de la condición humana, las historias, valores, preocupaciones de este o aquel grupo que vive en los márgenes de las esferas del poder económico o cultural. Marchar por los derechos a casarse sin considerar que los jóvenes gays negros y latinos en los barrios pobres de la ciudad de los rascacielos están más preocupados por no ser acosados, estrujados y agredidos por la policía que por mudarse a los suburbios y ser felices por saecula saeculorum es parecido al argumentar a favor del ambiente sin tener que abandonar tu carro, aire acondicionado, lavadora de platos, camisas de gigham bien planchaditas.

La Macarena recuerda a los activistas gays del Partido Republicano en los USA o a los nuevos vecinos del Village o Chelsea en NY que andan presionando al gobierno para que acose y arreste a los jóvenes negros y latinos que por allí merodean en busca de un escape, un espacio donde también sentirse libres. El comentario sobre los plásticos y la vergüenza que tuvo que sentir la prole cuando le sirvió el maví acabadito de sacar del barril y oyó aquel tan dislocado discurso ambiental pusieron de frente esa tan fácil, narcisista y cómoda liberación que tanto defiende y para la cual marcha con sus camisitas de gigham planchaditas y monas, muy monas . Después de esa tan reveladora experiencia y otras que ya estaban delatando su falsa liberación, la Macarena fue enviada a los campos de concienciación que organizan los Patos Contra el Racismo y Clasismo.

(¿Por qué lo de los idiomas? Es que las macarenas existen en todos los idiomas, dialectos y pidgins, incluyendo el espanglish y el español de los niuyores. Con los que viven en los bordes culturales se multiplica la situación, el síndrome que padecen los que quieren liberarse sin tener que ajustarse y transformarse. Muchos de ellos se han convertido en las nuevas caricaturas gays: liberados y payasos de la burguesía liberal)

Wednesday, February 22, 2012

Manago: Perhaps the Most Dangerous Black Gay Man

Pliiis, don't shoot the messenger.... pero con tanto homo multi-colonizado....
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Manago: Perhaps the Most Dangerous Black Gay Man
laprogressive|22 de febrero de 2012

Cleo Manago is despised by some in the LGBTQ community. Descriptors like “homo demagogue,” contrarian, separatist, and anti-white are just a few that can be expressed in polite company.

But to a nationwide community of same-gender loving (SGL), bisexual, transgender and progressive heterosexual African American men, Manago is the MAN!, seen as a visionary, game changer and “social architect” focusing on advocating for and healing a group of men that continues to be maligned and marginalized—brothers.

“Without an understanding of the deep hurt that Black men have around issues of masculinity and their role as a man, you can’t hope to eliminate anti-homosexual sentiment in Black men. There has been no national project to address the psychic damage that White supremacy has done to Black men. But there is always some predominantly White institution waiting, ready to pounce on a Black man for behaving badly,” Manago wrote in his recent article “Getting at the Root of Black “Homophobic” Speech” in which he castigates GLAAD for demanding that CNN fire Roland Martin for misconstrued homophobic tweets.

Unapologetically Afrocentric in his approach in addressing social, mental, and health issues plaguing communities of black men, Manago has created a national study on black men and has built two organizations that for more than two decades have had national recognition and have successfully secured millions of dollars in funding—Critical Thinking and Cultural Affirmation Study, AmASSI Centers for Wellness and Culture, and Black Men’s Xchange.

Manago’s study, called “Critical Thinking and Cultural Affirmation” (CTCA), is a culturally informed preventive health strategy that addresses positive mental, sexual, and community health, encouraging self-actualization, cultural empowerment, and responsibility. CTCA has been in practice since 2002.

As the founder and CEO of AmASSI Health and Cultural Center, Manago was one of the first innovators in the AIDS movement to provide HIV/AIDS treatment and prevention services utilizing a psychosocial, mental health model that was culturally specific to the African American identity. AmASSI has been in practice since 1989.

Manago is the national organizer and founder of Black Men’s Xchange (BMX), the oldest and largest community-based movement devoted to promoting healthy self-concept and behavior, cultural affirmation, and critical consciousness among SGL, bisexual, transgender males, and allies, with chapters in Los Angeles, Oakland, San Francisco, Sacramento, Orange County, Detroit, Denver, Atlanta, Minneapolis, Baltimore, and Philadelphia.

Black Men’s Xchange has been funded by the Center for Disease Control’s Act Against AIDS Leadership Initiative program. And the CDC positions BMX alongside other legacy community black organization such as the NAACP, the Urban League, the Congressional Black Caucus Foundation, and American Urban Radio Networks. BMX has been in practice since 1989.

A native of South Central Los Angeles, Manago began a vocation in social services at the age of 16. While many would call him a social activist, he does not like the term “activist” applied to him because he considers black LGBTQ activism tethered to mainstream white privilege, ideology, and single-focused gay organizations that is culturally dissonant and limited in scope to be meaningful and beneficial to not only African American LGBTQ communities but also to the larger black community.

To many in Manago’s community and beyond, he’s an unsung hero greatly misunderstood and intentionally marginalized by LGBTQ powerbrokers.

One factor, Manago would contest, contributing to his marginalization was the debacle between him and Keith Boykin during the 10th anniversary of the Million Man March.

In commemorating the 10th anniversary of the Million Man March, the Nation of Islam decidedly chose one LGBTQ organization over another. And that decision highlights much of the political, class, and ideological differences in the African-American LGBTQ community at large.

Keith Boykin—the founder and then president of the National Black Justice Coalition (NBJC), an African-American LGBTQ civil rights organization of which I was then a board member—was dropped from the event. But Cleo Manago was not.

Both men had much to bring to the 2005 Millions More March, but Manago mirrored the fundamental sentiment of Farrakhan’s theology—a conscious separation from the dominant white heterosexual and queer cultures—and he spoke at the historic 1995 Million Man March.

In his open letter, Manago wrote in 2005: “BMX knows the Nation of Islam (NOI). It’s an independent black organization not funded by the HRC or any white folks. The NOI does not, nor does it have to succumb to White gay press laden, black homosexual coercives who want to ram a white constructed gay-identity political agenda—that even most Black homosexuals reject—down their throats. Over the years, several members of the Nation of Islam have been to BMX. As some of you may know, almost 10 years ago BMX co-sponsored a very successful transformative debate on Homosexuality in the Black community with the Nation in L.A.”

As a queer separatist organization, many LGBTQ African-Americans applaud BMX for being unabashedly queer and unapologetically black. But the terms “queer” and “gay” are not descriptors Manago and his organization would use to depict themselves.

That would be “same-gender-loving” because terms like “gay” and “queer” uphold a white queer hegemony that Manago and many in the African-American LGBTQ community denounce. As a matter-of-fact, he is credited with coining the terms “men who have sex with men” (MSM) and “same-gender-loving” (SGL).

To some in the LGBTQ community Manago is a dangerous demagogue. But to tens of thousands African American brothers and generous funders he’s seen as a brother driven with a dream. And he’s perhaps dangerous because he’s effecting change.

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Rev. Irene Monroe is a Ford Fellow and doctoral candidate at Harvard Divinity School. One of Monroe’s outreach ministries is the several religion columns she writes - “The Religion Thang,” for In Newsweekly, the largest lesbian, gay, bisexual, and transgender newspaper that circulates widely throughout New England, “Faith Matters” for The Advocate Magazine, a national gay & lesbian magazine, and “Queer Take,” for The Witness, a progressive Episcopalian journal. Her writings have also appeared in Boston Herald and in the Boston Globe. Her award-winning essay, “Louis Farrakhan’s Ministry of Misogyny and Homophobia”, was greeted with critical acclaim.

Monroe states that her “columns are an interdisciplinary approach drawing on critical race theory, African American , queer and religious studies. As an religion columnist I try to inform the public of the role religion plays in discrimination against lesbian, gay, bisexual, transgender and queer people. Because homophobia is both a hatred of the “other ” and it’s usually acted upon ‘in the name of religion,” by reporting religion in the news I aim to highlight how religious intolerance and fundamentalism not only shatters the goal of American democracy, but also aids in perpetuating other forms of oppression such as racism, sexism, classism and anti-Semitism.”

Monday, February 20, 2012

Guanina Sotomayor Vda. de Smith

(Doña Guanina es una mujer de unos ochenta años, migrante puertorriqueña, que dice ser descendiente directa de la indígena taína, Guanina, y del colonizador español, Diego Sotomayor. Cuando la entrevisté en un asilo para ancianos en la ciudad de Nueva York estaba vestida con ropa de alguien más joven, no paraba de caminar, daba vueltas continuamente mientras buscaba un cepillo debajo de muebles, y entre ropa colgada en unas perchas. Hacia unos cuantos años fue acusada de haber asesinando a su marido, John Smith; salió absuelta de todo cargo. A continuación aparece una transcripción de lo dicho por doña Guanina, durante la primera de una serie de entrevistas. Cada párrafo sirve para indicar las pausas que hacía la entrevistada)

“¿Dónde me habrán puesto el cepillo? Me tienen harta. Un día de estos me desaparezco y no van a saber de mí, mal agradecidos. Mira y que esconderme el cepillo. Lo hacen a propósito. Lo más seguro fue la colorá esa. Misis O'Hara. ¿Para qué trabajará aquí?

Le grito y se hace la sorda. Un cepillo de marca. Tan caro que les costó. Déjame arreglar la cama que ya deben estar por ahí. Que se queden con todo. Qué se va a hacer. Que no vayan a pensar que aquí me tratan mal. Esa mujercita con quien mi hijo se casó es medio lengüilarga. ¡Ah, que no vengan na’! Después que uno los trata como reyes ni se acuerdan de uno. Hasta se avergüenzan. No sé por qué. Bueno qué me importa a mí. Allá ellos.

Lo encontré, gracias a Dios. Es el único cepillo bueno que me queda. Es difícil conseguir cepillos hechos para mi pelo. A mamá le gustaba tanto mi pelo. Se pasaba elogiándolo. Lacio, me decía.

Lo esconden para agriarme la vida. Me fascina como me deja el pelo. Yo tenía el pelo como el de abuela, negro y lacio. Le encantaba cuando se lo peinaba. Por eso me da rabia cada vez que me acuerdo de que el idiota ese me dijo, el bien atrevido, con su pelo grifo. Y que venir a decirme que todos éramos iguales. Mi abuelo era español y de ojos azulitos. Sí, abuela era trigueña, pero era que tenía de indio. Ya no vendrán. Lo mejor que hicieron fue mudarse para el campo. Tan linda la casa que compraron. Por eso no vienen. A lo mejor no tienen quien le cuide la casa.

Y luego el gringo ese... ¿Qué carajito se cree? Necio. ¿Qué se cree? Que yo voy a quedarme de lo más campante porque se llama Dr. Stevens. Mal la veo, bien mal que la veo. Mira y que…, con la condená sonrisita que tiene, de lo sinvergüenza que es.

Mira y que venir a decirme que me deje de estar esperando tanto. Que no van a venir. Ya llegarán. Es el primer día y todos los primeros días confunden. Llegan tarde. Los momentos de espera son todos iguales, llenos de incertidumbre.

(En un momento inesperado, durante la entrevista/monólogo, Guanina desaparece por entre la ropa y no quiere volver a salir)

Guanina Sotomayor Vda. de Smith – El Sanatorio


Guanina Sotomayor  Vda. De Smith



(Este es el primero de una serie de informes sobre los migrantes e inmigrantes puertorriqueños en los Estados Unidos de América. Lo que aquí se describe fue recogido, documentado durante mis visitas a un sanatorio en la ciudad de Nueva York, donde doña Guanina Sotomayor Smith se encontraba recluida. En cada una de estas visitas fui testigo de los cambios y trastornos de personalidad que sufría la que una vez fue dependiente en una tienda y empleada de una fábrica en la ciudad de Nueva York. Durante la visita, el sujeto bajo investigación, ante la pregunta sobre su familia en Puerto Rico, respondió lo que sigue más adelante)

“Soy descendiente de una de las más rancias familias de esa hermosa isla de los encantos; familia cuyo apego a esa tierra, cuya importancia histórica no necesita explicaciones. Descendemos de nuestros primeros pobladores, de nuestros hidalgos antepasados, sangre de nuestros más majestuosos mártires, hija de todos nosotros. Soy hija del Caribe. Soy hija de todas las Américas.

Mi familia, la familia Sotomayor, se ha destacado en distintas facetas de la vida en ese hermoso país, en esa isla de los encantos. ¿Dónde es que nuestro apellido ha quedado grabado? Pues, en la ropa.

Comenzamos las empresas Sotomayor durante los primeros momentos de la llegada de la civilización europea a Puerto Rico. Como bien sabes, en aquel entonces, el nombre de la familia era Sotomayor Bana. Sí, Bana, emparentados con la familia del jefe taino, Aguey Bana. Luego, Sotomayor Ponce de León,  Sotomayor Ramírez de Arellano, Sotomayor Barceló, Sotomayor Ferré, y hoy, Sotomayor Smith. Se comenzó esa gesta empresarial durante los inicios de aquel proceso histórico que todo el mundo conoce.

Cuando el hijo de esos dos héroes y mártires de nuestra historia, Guanina Bana y Diego Sotomayor, decidió superar la crisis, la orfandad... Sí, sé que pocos conocen la historia del hijo de Guanina y Diego. Se las cuento.

Después de la repentina muerte de mis antepasados, su hijo Dieguito, al quedar huérfano se educa en el colegio de los Jesuitas en Caparra. Una vez completó sus estudios de catecismo, latín y gramática, se muda a la que en aquella época era la nueva, hoy viejo San Juan, y allí comienza su primer negocio de importación de tejidos y exportación de naguas, casándose más luego con una de las hermanas Ponce de León. Sí, mis queridos amigos, la hermana más pequeña del gran idealista y soñador, don Juan Ponce de León.

Con la boda de Dieguito y Juana Ponce de León desaparece nuestra relación con las pocas familias arahuacas que quedaban en el país, y se fundamentaron las bases de nuestros vínculos sanguíneos y comerciales con las familias antes mencionadas.

Han sido los tejidos, los encajes, el mundillo, el calado, el tru tru, durante toda nuestra historia, los mejores representantes de nuestra identidad y desarrollo histórico como pueblo. Desde las fibras naturales hasta las sintéticas; desde los pequeños talleres hasta las grandes y poderosas fábricas que hoy pueblan nuestro país; desde las humildes costureras de pueblo y campos hasta los grandes y poderosos empresarios, mi familia ha participado en el quehacer económico-cultural, adaptándonos a los vaivenes de cada época y cada situación que lo amerite. El progreso y el cambio han sido el lema que nos caracteriza. Y hasta el sol de hoy, los Sotomayor continúan participando en el desarrollo y transformación de la cultura puertorriqueña, no sólo a través de escritores y políticos o vinculándose a las mejores familias del país y extranjeras, sino a través de los negocios, particularmente, la ropa.

(Cuando le pedí que me explicara por qué abandonó la isla y se casó con un norteamericano, despareció por entre cordeles, perchas y ropas colgadas que mantenía en su habitación.)








EL RUISEÑOR Y LA ROSA - Alfredo Villanueva Collado

EL RUISEÑOR Y LA ROSA-

¿Es que nadie recuerda la fábula
del impecable maricón irlandés?
Para crear el ruido de la música
el poeta necesita la espina

contra el órgano anónimo apretada.
el traspasar del líquido escarlata,
del líquido albo, del líquido incoloro.
Y la cruenta transfusión terminada,

su cadáver pisoteado por los carruajes
bajo el fango de la nieve y el barro,
dejar tras de sí la rosa roja, perfecta,
que terminará en la cuneta, a su lado.

10.02.2012

AVC

Sunday, February 19, 2012

Blogging Trips: Chatting with Auntie

I didn’t know my life would go this way, after sixty years of here and there, my days are spent waiting for my friends, my virtual friends all over the world, waiting, waiting, waiting for them to chat our days away, away from everything else, old age included, to let lose our desires to share and dare to criticize, build up, write about ideas with Auntie, my nick, one of many I use every day, in that space, virtual space.

So many languages to learn in order to visit so many places and be required to speak in a second and third and a fourth dialect, as languages they are not says my friend the linguist, nicked Theworm, writing in one while using another to communicate with the box and its internal wirings and routes, forcing the chatter to operate in more than one space at any given time and to resort to more than one name to avoid being judged on the name and nothing else.

Some of my techie relatives know I am an old man, and do not care or judge me for calling myself the aunt of virtual space since it is not about me when I chat with them, in that particular place, dancing chips engage literary nieces and nephews, passionate about the written word, in conversations about politics and arts and everything else, so they claim as I have found out that in order to play some disguise their identities, virtual drag queens in bites and chips performing for the world.

Metamorphosis brings me to another space in the Spanish paper where Juruntungo rules, alter ego of someone who goes where his vote will not, Jurutungo chats in spaces where ideas on politics and the colonial status of countries around the world is the tour de force, and he/she/we are the happiest when arguing against the lady nicked Jezabelle, and her unconditional support of everything American at the expense of everybody else, though Jurutungo and Jezzabelle are known as J & J inside their chatters’ worlds, and they do not visit many of them, unless taken there by forces beyond their control or their faith.

Yes, yes, I am also Jezabelle, a different kind of aunt, listing the pros and cons of life in the hinterlands, chatting about countries not yet appearing in an atlas map showing countries where she has never been and where she never plans to plant her feet since for Jezabelle life in those places is so depressing and backwards and underdeveloped and so absence of culture making them inhospitable for a lady of my status and class, well dressed, who loves croissants and Gallic culture, canard a la orange and eggs a la bourgeois, foods that the defender of the proletariatado, Jurutungo do not appreciate, and not knowing how he/she/whatever got there, Jurutungo decided to stay quiet and only follow the interactions between the chatters engaged in ethnic politics in a radical paper that never saw a mill, such is life in virtual life, immaterial at its best.

You.S.A opposes the alter ego of Amelatinfrom, ethnocentric, both of them, arguing each other to death of space as many times the server allow us/them to chat without a stop or often forcing us/them to visit other places where if the true identity is revealed one will never be invited to participate, yet thru clandestine ways we do enter into forbidden places, to be blocked once the IPI is revealed and disgraced.

How pleasurable is to be both You.S.A and Amelatinfrom, and thanks to faster chips be able to travel from page to page, never breaking the basic moral question asked by Ethicsbaboon with regards to what to say at a particular place or how many routes to take and not hurt the systems electronic vibrations or to force the collapse of the amorphous collective space is the question placed by Dish/re/Garde.

His/hers/ours/ their role is to question and rarely to provide answers except when suggesting roads to take, virtual roads on the way to expansion and clarification and what to do when uncalled nicks or sparking bits brings you to an unwanted space:

First: check who is there, read and agree, or read and disagree.

Second: delete or escape or simply join and instigate.

And instigate is what Jurutungo did when he/she/we saw Jezabelle supporting death penalty as an alternative to expensive long term incarceration or forgiveness for a redemptive soul, arguing against Jezabelle there was You.S.A, losing the arguments since their ideas were one and the same.

Nieblas y Hierbas

Niebla, pura niebla
La música, el árbol
El anuncio, de peras
La radio, el iphone
¡Qué importa!Pásalo
Ha muerto la princesa
¿De qué ha muerto la belleza?
De una horrenda enfermedad
¿Qué será? ¿Qué será?
Se pregunta la realeza
Niebla, pura niebla.

Saturday, February 18, 2012

Wagner con Fricasé de Chuletitas de Cordero

Por poco me da un ataque de nervios parcelero: reacción histérica que sufren algunas mujeres cuando se enfrentan a situaciones críticas: muertes, divorcios, matrimonios de sus hijas con sus padrastros. No pueden parar de gritar, llorar y pataletear. Muy común en los barrios populares del Caribe y otras partes de Latinoamérica. No lo sufrí, mantuve mi buen sentido de la discreción y diplomacia y solo pregunté, ¿Cómo te quedaron?”, cuando me dijo que había preparado las súper caras y delicadas chuletitas de cordero en una salsa para fricasé. Por poco caigo hacia atrás al estilo de la caricatura que usa la BBC para presentar su serie de programas televisivos basados en los cuentos de Agatha Christie.

Quien conoce la salsa que se prepara para un fricasé boricua bien sabe que es una salsa fuerte e intensa en sus sabores: ajíes dulces, recao, cilantro, cebolla, ajo, pimientos, aceitunas, alcaparras, zanahorias, salsa de tomate, y algo más que le quieran añadir. “Pungent”, dirían los anglo parlantes. Sabrosa y excelente para acompañar carnes que no cargan mucho sabor. No se aplican estos criterios a las chuletitas de cordero. Ellas de por sí tienen un muy particular y exquisito sabor; no necesitan que se les camuflaje su falta del mismo. Para preparar el fricasé hay que dejar que la salsa penetre bien la carne, y con las diminutas chuletitas después de unos cuantos minutos sobre el fuego, al no tener mucha carne, su masa casi desaparece. Ante ese problema gastronómico es de preguntarse, “qué comió”.

Frente al robusto, grande, alto, cuidadoso, bien vestido, presumido y elocuente cocinero, el plato que describía resultaba algo anticlimático, y no porque él no luciese como un goloso empedernido, su peso lo delataba. Era su proyección de pulido esteta, su gusto pos las operas de Wagner, su manejo del “haute kultur” lo elevaban sobre los pedestres mundanos que habitan la tierra, y lo oponían a tan desastrosa receta. Su sensibilidad hacia la ópera, las letras, el arte moderno no guardaba relación con fricasear las diminutas y delicadas chuletas. No por ser goloso como otros lo han sido o que un buen fricasé no responda a las mejores pautas de la alta cocina. Era la obvia falta de un sensible paladar que nada tiene que ver con el famoso y bastante grueso poeta cubano que se deleitaba en comer los mejores chocolates o la bien ancha dramaturga y poeta americana, “there is no there there”, que disfrutaba sin parar los muy refinados bizcochitos de cannabis, preparados por su muy fiel y leal pareja. El poeta y la dramaturga comían y comían, y comían con buen gusto. El chuletero comía para jartarse.

No se podía negar su amor por el lenguaje y placer en el buen decir. La clara, entonada, detallada y bien organizada descripción de la preparación del sofrito; la lenta reducción de la salsa; el sazonar de las chuletitas y su entrada al caldero; cuando le añadió las zanahorias y papas.¡Las papas! Ahí en ese momento quedó claro cómo resolvió la falta de masa en el fricasé; le añadió mas papas que lo que una exquisita y bien balanceada versión de esa receta debe llevar: una pequeña papa para espesar la salsa. Sus ojos, su abrir y cerrar la boca para evidenciar su saboreo de lo que preparó me fueron desapareciendo gastronómicamente del plato al igual que lo que pasó a la masa de las delicadas chuletitas. Suerte que, mientras el muy goloso crecía y engordaba, oíamos a Wagner.

Friday, February 17, 2012

Gays que se ahogan en su propia voz

Debe ser el clima o la economía, quizás los islamistas o sus iguales de este lado (los neo cristianos americanos) quienes están obligando a tanto hombre gay a hablar como si estuviesen perdiendo la voz. Al borde de una epidemia, casi ni se les entiende cuando hablan. Las palabras no le salen de bien adentro. Le salen del diafragma que separa la cavidad torácica de la abdominal. Sus palabras no suenan fluidas, sólidas, con peso. Emitido cual lleno de aire, un “hola” no es dicho de corrido; es enunciado en dos partes y cada una sale lentamente, aspirada cada silaba, casi atorada en el tórax, al borde de una pequeña explosión.

Correctos sí son; la utopía lograda. Corteses y de unos modales impecables. Pulcros y magisteriales en el manejo del detalle. Meticulosos a la última potencia. Y ese manejo del detalle es el que los lleva a esa preocupación por lograr la perfección en la pronunciación de los fonemas. Decir es menos importante que las formas que conforman lo dicho. Lograr esa perfección implica cuidar cada sonido; llenas de miedo de que al salir se noten las imperfecciones.

Finos, muy finos, le llamaban en los barrios de los pueblos en la isla de los encantos. Un saludo, "encantado", dicho por uno de ellos no sabe igual al tosco “mucho gusto” que se oían por aquellos barrios. Un “encantado” sube y baja, y adquiere la musicalidad, el fraseo de una bossa nova cantada por la Simone o un bolero por la Elvira Ríos. Las pausas de la Elvira, entre palabras, silabas duraban mucho pero mucho tiempo. Su Noche de Ronda: entre "noche" y el "de ronda" pasaban largas horas, silencios entre de y ron y da. Sólo Elvira recuerda a esos hombres gays que se ahogan en su propia voz.

Octavio Paz en su libro, Laberinto de la Soledad, sostiene que las mujeres pobres de México tienen un metal de voz distinto al de las mujeres educadas: voces agudas, reprimidas. Algo parecido ocurre en PR, y a ese metal de voz agudo le llaman voz de pasteleras, en alusión a las señoras que vendían pasteles por las calles. En oposición a esas voces agudas se encuentran las voces roncas de muchas actrices mexicanas o las excesivamente nasales de las burguesas puertorriqueñas.

Para los terapeutas del habla, la pronunciación puede ser el resultado de un problema patológico. Para Paz, el metal de voz es un asunto de procedencia de clase social. Para esto gays, tan cultos y finos, la enunciación pausada, el aislar y darle carácter muy particular a cada fonema sirven para proyectar y definir una estética o un tipo de sensibilidad. La elegancia suprema los eleva más allá de lo pedestre. El arte se hace arte en la enunciación misma.

Thursday, February 16, 2012

the City College of NY and Castilian Spanish

How we value language is a reflection of how we value the other, the significant other. To judge language differences has to do more with our needs and desires than with the norms or principles that underlie language appropriateness or standards.

During my many trips to Spain or throughout Latin America I never encountered anyone who questioned my mastery of the Spanish language. After all, it is the language I learned while in my mother’s womb (some developmental theoreticians claim that the unborn child begins to learn his native language before birth) and it is the language I grew up with and studied from first grade on. Not only did I study the language but its different dialectal and standard varieties were required to be covered at different stages of my education in Puerto Rico. And so many different types of teachers: from the Spanish Carmelite nuns all dressed up in black who only showed their arms when writing on the blackboard to the rigid, dogmatic “independentistas” forcing students to name all the different authors and texts who wrote nationalistic literature: from Marti to Gallegos, as they tried to tell us that we were Latin Americans. And then, there was the stereotypical teacher of Spanish who always wore linen dresses to work, to teach the grandeurs of the Spanish language. During my secondary school years, so many moments spent practicing the verbs conjugations or so many times reading Calderon de la Barca, Quevedo, Cervantes led me to see myself, dreaming like Santa Teresa, fighting moors during la Reconquista. All that wonderful and rich education did not prepare me to face quite a few professors at City College who could not wait to tell me that they had taken Spanish courses, but that they were Castilian Spanish courses.

Well, it was quite obvious that what they were really telling me was that they did not speak that awful, underdeveloped Puerto Rican dialect. Once I tested their mastery of their Castilian Spanish, they could only say “Buenos días y gracias”. They had studied the so called Castilian Spanish but it had been a useless enterprise and most probably a big waste of money since so many of the teachers claiming to teach Castilian Spanish in the USA cannot speak Spanish at all. But the real issue here is the need to use language to step above the other, to suggest a certain kind of superiority. At a different institution, one not claiming to be progressive, perhaps a different concept or reason would have been used: historical, economical, and intellectual but not at a progressive one, thus language was the best bet.

But the College was not the only place where this categorization was used to distance oneself from the other. Caribbean Spanish and its literature have been used to create a false sense of value. When suggesting a correction to a written mistake found at a sign on a board, at a bilingual school in Manhattan the school director refused my correction. The director had written on the board: ¿Qué hicites durante el verano?” I pointed the mistake of adding an s at the end to the “pretérito del indicativo”, and she angrily and in a very stern voice said, "I am Colombian." Well, here we go again, I thought, your mistake, sweetie. Luckily, my colleague went to the school the next day and also pointed out the mistake. How can a Puerto Rican correct a Colombian or an Argentinean or a Chilean is not an uncommon reaction among Latin American immigrants as they repeat like papagayos what the groups in power want them to say.

Divide and conquer or is it the need to find somebody that would give the other a certain sense of accomplishment, to be closer to perfection? After all, Castilian Spanish is not a monolithic enterprise as Castile has so many different types of people who speak the particular varieties of their language: “¡Joder! Que en Usera no se habla igual que en Salamanca". Well, once more, what do they know about Castilians or Jíbaros aguza’os at the City College in NYC?

City College and Accented Linguistic Pluralism

If you believe that your petite-self have never been questioned, qualify or classify, valued, then you are - to use a very NYC Upper West Side commonly heard expression, “in denial.” In addition to physical features the person’s accent (oh dear, nothing personal here, but what a pest is to face a listener who gets caught up with the accent and cannot listen to you) is a quite commonly used tool to classify and judge a person; and quite often, to dismiss his/her ideas.

As the accent is usually linked to a particular set of behaviors in a given context, there is a need to connect a set of particulars to what is believed to be the position of the speaker. The accent rushes the listener to judge and to have certain expectations. When asked why he kept speaking with a cockney accent, John Lennon replied something to the effect that he didn’t want to sound like from nowhere. Similar words were pronounced at a conference in Washington DC by the social activist and community development leader, Dra. Antonia Pantoja. She asked the audience to listen to her and not to her accent.

During my last semester at the College I had to teach a course in English to a group of mostly middle class students who had joined a program attracting non-education majors to the teaching profession, mostly white middle class “prepotente” youngsters from outside of the City. Although I had taught in English before, this was the first time I had this type of student population. My previous experiences were teaching in Spanish and mostly to Latino or Afro-Americans. What a disaster it was! Since they would ask me all the time to repeat a word or a phrase I spent more time saying again and again what I already had said than explaining ideas, theories, concepts, procedures. Half way thru the first class quite a few of the students left the room to come back when the class was almost over. For the first time in my life as an educator I had to bring the Dean into the room to discuss what I considered was a very obvious lack of respect on their part. And that was only the first day. The rest of the semester was worse and worse and worse. When I retired at the end of that term I was so glad to leave the place.

(I have always wondered if the students complained about the disastrous semester, and if this why that after spending over thirty years teaching and helping to develop the multi-language, multi-culture teaching education program, all I got from my colleagues was an email wishing me lots of luck in the future. I was taken out to lunch by two colleagues, each one on his/her own; but from the Program,Department, School of Education an email was my going away “recordatorio”)

But they were not the only ones behaving in such provincial and dismissive manner. There was the piagetian theoretician who behaved like a behaviorist when it came to language matters. The internationally known progressive educator was always repeating the accented words being said by the Latino students, speakers of English as a second language: you say tomatoe and she says tomato, sort of. But this strange and misplaced obsession with pronunciation (not with semantics; ideas, if you know what I mean) was not limited to ESL speakers. There were the professors who could not wait to tell me that they had taken Spanish courses but that they were Castilian Spanish courses (see my entry on this topic: Castilian Spanish at the City College.)The piagetian's concerns with sounds and the pseudo Castilian speakers were expressions of some form of valuing status: racial or class or economic or a combination of the three. The situation was so ridiculous and oppressive that there was a Puerto Rican professor who spoke Spanish with an Argentine accent and another, a Cuban, who spoke English with such tightening of the mouth that she always sounded like she was suffering from some form of constipation.

If Carlo Ginzburg or Fernando Pico are correct, history is also found in the details.)

Tuesday, February 14, 2012

Valentinstag en Bockenheimer Landstrasse

Santurce anda imitando al norte y sus principios del verano. Llovizna lenta, cielos grises y temperatura fresca se pasean por las calles cangrejeras; evocan Bockenheimer Landstrasse, revuelven a saber qué ánimos por dentro, despiertan un caminar por al boulevard que va del centro de Frankfurt hasta lo que fue una aldea, y hoy es el barrio de Bockenheim. Treinta años más tarde por la Canals y su mercado, la Placita, el camino a los café del barrio universitario del Manhattan europeo, Frankfurt a.m., se siente como si estuviese en la hermosa strasse y no en la sin aceras y cloacas desbordadas de la Canals. en Frankfurt aprendí a querer de otra manera. Y allí quise.

Aquí recuerdo el placer de haber estado, y de poder recordar.

Wednesday, February 8, 2012

Cabrón

Cabrón dijo el joven poeta “urbano”. Eso dice él, “soy poeta urbano”, en busca de los significados y sus historias.

“Dime, Gerardo, ¿qué tú crees del uso que nosotros le damos a cabrón?, ¿te tiene que molestar?”, continuó sin dejar que me recuperara de la primera nada fácil de oír locución, “cabrón”.

OMG (siglas inglesas cuyo uso ha sido transformado por la misma generación que desenmascaró y transformó el vocablo cabrón) oí en mi adentro, sorprendido, al borde de un vahído. Por fuera, mi muy flemático sentido didáctico-lingüístico-literario de jibaro madurado en el Upper West Side niuyorkino, fiel defensor del español norteño, cual música tejana, me llevó a discutir los distintos planos que servían para responder a esos nuevos y repetidos usos de una palabra que pasó de ser un preciso insulto a los cornudos para convertirse en elogio, a veces; y en otros, rechazo reflexivo, algo como un señalamiento pueril de una mal comportamiento; y a saber cuántos más.

El generalizado tuteo y el multisignificante cabrón marcan la diferencia entre los ‘techies” (generación a la que pertenece el poeta urbano) y los amorosos de los sesenta, “peace, brother”, quienes, aunque desmantelaron la sexualidad y los absolutos de las luchas de clases, no rompieron la cadena del respeto linguistico generacional (los rebeldes de aquella década nunca dejaron de usar el usted con las personas mayores). Y no es que los techies sean irrespetuosos; es que tratan al otro de tú a tú.

Son los mismos que destrozan el lirismo en la poesía, para parecer nietos dePalés Matos y sus onomatopéyicas críticas a las relaciones políticas, conde de mermelada, y las raciales, “Tun Tun de Pasa y Grifaría” (Borges y que dice que la literatura latinoamericana es completamente occidental: Si, Pepe. El lo fue, quizás; Palés cantaba otras cosas). Además de Palés, quien pone a “culipandear” a las damas de la muy alta y rancia sociedad mulata de Guayama y pueblos, países, arquetipos limítrofes, esa generación “techie” revela obvias influencias de Nicanor Parra,"USA te usa".

Entre los calles treceros del ritmo, ese atrévete, te, te es tan crudo como el techie tuteando opiniones sobre y frente a la persona (por Dios, que soy un hombre mayor) sin sentir el menos “pachó” (mi generación fue la última en usar “pachó” en PR, of course, para referirse de forma informal a sentir vergüenza). Vergüenza para esta generación se define con unos límites distintos a las que le precedieron. El techie habla de tú a tú con una informalidad y confianza ausente del “discourse” del “flower power baby” de los sesenta. No siente “pachó” ni al hablarle a un respetuoso, serio y algo huraño envejeciente (nombre que se usa en PR para designar a las personas de la tercera edad;define el proceso mas que lo particular) ni tampoco siente pachó al expresar/performear sus ‘object d’art’.

No le dije al poeta urbano que en el diario vivir y en sus caminos por las calles treces, los techies no se pueden desligar de lo que heredaron de los viejos “cabrones”, sus historias, y por eso preguntan. No le dije que se beneficiaba de nuestras historias, que no fuese a pensar que estaba tratando de cargarle la conciencia, o que deseaba congraciarme con su “te a te", su  "corillo”, o que por haber sido parte y vivido durante a década de los sesenta, me convierto en un tipo bien  cabrón.

Tuesday, February 7, 2012

the City College, to be Gay and Colonial (Puerto Rican)

After spending over thirty years participating in the creation and development of the Bilingual Education/ESL/Spanish in Secondary Schools Program at the City College of NY, the day I retired all I got from my Program Head was a short email wishing me lots of luck in my future plans. Was I such an incompetent or unpleasant peer that my colleagues could not even stop by my office to say good bye? I don’t think so. My record and excellent evaluations demonstrate the opposite.

The integration process and the opening of spaces need to go a long way in certain multi culti institutions. Some of those colleagues had already sabotaged my work at the Program: from not supporting my intentions of blending active education ideas and methods with bilingual education goals to asking students invited to a conference given by indigenous educators from Mexico and Canada to instead attend a conference given by a European linguist. Had I been a heterosexual man without traces of a foreign accent the situation most probably would have been a different one, but I was not. And I was out of the closet since the late sixties and was not planning to go back simply because some of my very progressive colleagues (really!) would have wanted me to do so.

When I first informed an administrator of the not so nice experiences I had to face at that very progressive NYC teacher education program, her patronizing answer was “I am terribly sorry.” I did not believe my listener to be sincere but it was the typical answer of the “let’s be political and choose sides” style of modern academic discourse.

“C’mon”, I thought, but did not say, “You did not notice the refusal to let me use a particular teacher education center or never knew of the very nice and sympathetic church going Catholic professor who would sneak into my office to tell me that I should not speak about y sexuality at the School of Education meetings?’

And then there were the not so subtle comments about Puerto Ricans. As I was for quite a few years (until it was convenient for them to hire another one) the only PR at the School of Education it seems as if there was an agenda to “keep us in place”. There was the very passive-aggressive colleague who once asked if it was true what Cubans say about Puerto Ricans,“you people are very docile”. Given the simplistic categorization of over four million people with 500 years of history as a community, all that can be said about the questioner was that he was a very stupid man with a petite “cajoncito” for a brain. How could he be teaching students that he saw in such reductive and offensive manner?

Sour grapes? Maybe, but sour grapes help expose the false pretenses of searching for the truth that intellectual or artistic institutions must follow. Obviously at CCNY this was hardly the guiding principle, particularly at a program created to explore issues of multilingual and multicultural educational experiences.

Sour grapes? Pues claro, me tengo que desahogar.

Sunday, February 5, 2012

TEOREMA

Me elevo (no es en una ascensor o en un avión, sufro de vértigo, agorafobia y claustrofobia). Me eleva mi ego, mi sentido del yo más bello, más puro, más fino, totalmente depurado de valores y expectativas mundanas. Me elevo por las calles sin aceras de Santurce, sobre sus charcos de aguas negras y deambulantes (así le llama la historia oficial de este país de encantos, desencantos y cantos de sirena, canto de país, país a medias, a los pobres y marginados que no tienen ni en que caerse muertos). Floto sobre los abandonados por los otros, los buenos y caritativos, los que le “cogen pena” (la pena mata, me decía mi querida hermana) y se elevan sobre los pobres, los negros, los putos y patos de La Quince. Levito cual Terence Stamp en Teorema sobre hombres y mujeres, santos y demonios, amos y criados, poetas y pintores, editores y correctores, gatos y perros, mierda en la calle y gargajos en la sopas de los pobres que hacen fila para comer una vez al día en el Santurce de Nechodema y Cortijo y su Combo. Rozo, levemente rozo a los de abajo.

Friday, February 3, 2012

Génova y Guayama

- ¿Y qué lo trajo por aquí?
- Ando buscando a Colón.

La señora que me atendió cuando fui a la pequeñita casa-museo donde alegan nació o vivió el genovés que comenzó la europeización de las Américas sonrió ante mi respuesta. Me dio, no recuerdo, qué información. Caminé un poco por la pequeña casa, salí y seguí paseando por Génova.

(El cinismo, mal que aqueja/caracteriza a los colonizados/neo-colonizados/oprimidos/proto-colonizados/pseudo-colonizados, se me sale por los poros. Cuentan las leyendas que Esopo, el más conocido de todos los cínicos, era un esclavo egipcio que creaba, de haberlas creado, las fábulas porque si hablaba literalmente de los faraones, podía ser ejecutado. ¿A cuántos no siguen ejecutando o tratando de ejecutar los modernos faraones? Véase en este blog diversas crónicas sobre este tema)

“En un pueblito de Italia nació Cristóbal Colón… y la gente se burlaba… al palacio del rey…” son fragmentos de la letra de aquella canción infantil que teníamos que memorizar en la elegante escuela elemental al final de la cuesta en la Calle Ashford, en aquel pueblo caluroso, seco, de frente al quieto Mar Caribe. Todos los doce de octubre cantábamos aquella canción, teatralizábamos la “gesta descubridora” y nos alegrábamos de haber sido parte de la colonización de las Antillas.

(En un pueblo donde la mayoría de la población era de ascendencia africana, nunca aprendíamos canciones ni leyendas sobre las gestas de los esclavos. De los pataquíes se hablaba en las casas, en secreto. Mirábamos hacia España y Europa, y un poco hacia los EEUU; pero era España nuestro norte.)

El hombre cuarentón, flaco, me miró directamente y siguió estudiando la pieza en el museo que luego visité. Yo lo miré y seguí caminando por otras galerías. No recuerdo su cara. Recuerdo el pasarnos, mirarnos, desearnos, y no hacer nada más. Recuerdo su pasión por la obra que el allí observaba. No recuerdo la pieza.

(Génova era parte de la memoria colectiva de mi generación en el Puerto Rico de los cincuenta. Hasta esa generación, si tenías recursos, era a Europa donde iban a estudiar los jóvenes económicamente pudientes de la isla de los encantos. Con la colonización y control de la educación privada en manos de curas y monjas estadounidenses, el “status symbol” cambió: las generaciones que nos siguieron desean poder asistir a las universidades norteamericanas. Ya ni hablan de Génova, ni cantan “en un pueblito de Italia..."; todavía no leen sobre los pataquíes.)

Siempre me ha atraído la gente de mi edad, ni mucho más jóvenes ni mucho más viejos, y en Génova pude haber parado, conocido al flaco cuarentón, hablar con alguien; decidí que prefería la imagen, la memoria, el deseo sin las complicaciones de lo concreto. Escribí unas notas sobre ese momento y seguí caminando por el puerto, tomé un café, esperé la tarde; las que siempre me angustiaban antes de mi viaje al pueblo donde nació Colón.

(Nos dice Lacan que el deseo erótico en los humanos está tan ligado a las fantasías, que al fin de cuentas es un acto narcisista, es a nuestro ego enamorado al que amamos. Si para los animales la copulación es el foco de la sexualidad, para nosotros es la fantasía la que nos guía el acto sexual. De encontrar fallas en nuestra pareja, perdemos el deseo. El flaco genovés me recordaba al flaco de Ponce.)

Las tardes del pueblo caluroso, caribeño, rodeado de cañaverales, despertaban una especie de melancolía la cual no podia comprender; aprendí a vivir con ella, disfrutarla. El pueblo se acostaba y no había salida ni espacio para satisfacer los deseos de un adolescente que curioseaba otros nortes. Pensaba que al dejar el pueblo el saudade, aquel estado de ánimo que me arropaba una vez la luz tenue, algo amarillenta, barruntaba la llegada de la noche, iba a ser amortiguado. Llegaban las tardes y llegaba la melancolía. En Génova ocurrió el milagro. El flaco del museo sirvió de catarsis. En el café, aquella tarde de verano, después de visitar a Colón, la melancolía no hizo su aparición.

(Quizás la melancolía vivida en aquel pueblo era causada por la falta de una experienciaa que hubiese permitido canalizar mis deseos de ser europeo y encontrar mi descubridor. Nos dice Lacan que nuestros deseos se fundamentan en una ausencia, ya que la fantasía no responde a nada real. Colón se concretizó en una pequeña y humilde casita de Génova, perdió su magia; y al descartar al flaco del museo, controlé mis fantasías. Ya no deseab al flaco de Ponce. La melancolía sin substancia no podía volver a arroparme.)

En la entrada al cementerio del ya mencionado pueblo caribeño se encontraban los muy elegantes panteones de las familias fundadoras del pueblo. Aquellos blancos panteones servían para reafirmar quienes eran los que definían la historia y la colonización. Hoy, de vuelta al pueblo, uno de los panteones fue comprado por unos nuevos ricos chinos; transformaron el panteón en una petite pagoda color rojo subido.

(Una vez descubierta la fuente de la melancolía, desaparece el placer que la acompaña.)

Wednesday, February 1, 2012

El Trabajo del Escritor y la Vagancia

“In her Nobel lecture, Ms. (Wyslawa) Szymborska joked about the life of poets. Great films can be made of the lives of scientists and artists, she said, but poets offer far less promising material.

‘Their work is hopelessly unphotogenic,’ she said. ‘Someone sits at a table or lies on a sofa while staring motionless at a wall or ceiling. Once in a while this person writes down seven lines, only to cross out one of them 15 minutes later, and then another hour passes, during which nothing happens. Who could stand to watch this kind of thing?’ ” Raymond Anderson. The New York Times, 1/2/12