Funche es el nombre que se le da en Puerto Rico a un plato hecho a base de
harina de maíz, agua, aceite y sal. No es un plato que requiere muchos
ingredientes ni que sea muy difícil prepararlo. Se come en otras islas del
Caribe, y en las inglesas se le conoce como funghi. Su nombre al igual que su
origen es africano. Lo que distingue este plato de otros platos de la cocina
puertorriqueña es su valorización por parte de ciertos sectores de la sociedad
en la isla de los encantos. Hay quienes lo añoran como acompañante de un buen
caldo de pescado, otros juran que no lo conocen, otros lo desprecian y algunos
lo rebajan a una comida de pobres.
En una entrevista sobre la cocina
criolla, a una señora de clase media en San Juan se le hizo difícil pronunciar
la palabra: le llamó harina cocida. Una estudiante de literatura en la UPR
sostenía que en su casa esa comida se le servía a los obreros, y lo decía con
desdén, hasta que se le pregunta si le gustaba la polenta. Sus ojos se abrieron
de entusiasmo cuando dijo que le encantaba; cambiando de actitud cuando se le
señaló que la polenta, al igual que el porridge inglés, era un tipo de funche.
Cómo se responde al ambiente y sus diversos elementos, y qué significado
se le da a esos “significantes” que se encuentran en un entorno en particular,
no solo refleja los gustos de tal o cual persona; sirve de medida para
establecer qué ha sido valorizado por la educación a la cual cualquier persona
ha estado expuesta. En los casos anteriores lo africano en Puerto Rico, al igual
que en otras colonias donde se esclavizó a esta población, ha sido desvalorizado
o reducida a la música o baile, lo exótico. Mientras que a lo español y lo
estadounidense se le mira con detenimiento y hasta glorifica, a lo Taino se le
rebaja a lo mitológico, y a lo africano se le niega su papel en la historia y
desarrollo de la sociedad puertorriqueña.
En una clase sobre didáctica
en la cual uno de los temas consistía en explorar la relación que existe entre
el ambiente material y el aprendizaje, (cómo y qué aprenden los estudiantes en
sus hogares, comunidades, en las escuelas primarias), los estudiantes latinos,
caribeños en su mayoría, reían nerviosos cuando se les asignaba la exploración
de los plátanos como artefacto científico, económico, cultural, histórico y su
relación con el desarrollo del niño caribeño. Esta muy obvia e incómoda reacción
no ocurría cuando exploraban manzanas o peras.
Esta fragmentación,
censura y estigmatización de ciertos aspectos de la historia en PR toma un giro
más crítico en los Estados Unidos, donde es la historia completa la que es
distorsionada o en muchos casos, motivo de burla, despreciada. Un joven
intelectual niuyorican (puertorriqueños criado en los EEUU) no entendía la
reacción de ciertos sectores de la población puertorriqueña ante la negativa del
Presidente Obama durante sus dos visitas a la isla a comer comida criolla y de
la relación que existe entre el paternalismo que proyectan los líderes de los
EEUU hacia la sociedad puertorriqueña y sus posturas políticas. El joven en tono
de burla sugirió que le sirvieran arroz con gandules. Su respuesta no es nada
distinta de la de otros puertorriqueños quienes desprecian cualquier símbolo que
esté ligado a dicha población; y este desprecio es resultado de lo que se
aprende o desconoce. El comer o no la comida era sintomático de una percepción
más profunda, más complicada que no se puede reducir a un plato de arroz con
gandules, pero que sirve de significante para conocer cómo se percibe la nación
puertorriqueña.
(Por cierto, Obama prefirió comer en una cafetería
española, donde históricamente se han negado a contratar puertorriqueños; y
aunque el lector no lo crea, se encuentran muchos negocios que practican la
discriminación de forma descarada en PR, algunos prefieren contratar extranjeros
por razones económicas y en otros no contratan gente "de color").
De modo
que, aquellos que se atreven a comer funche, llamarlo funche, apreciarlo como un
gran representante de la compleja historia del Caribe, se merecen un premio: un
plato de funche junto a un buen caldo de pescado.
(Para los otros, los
colonizados que se burlan del arroz con gandules, pues que coman lo que les
venga en gana y les satisfaga el estatus")
Friday, May 11, 2012
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