Friday, November 30, 2012

Verborrea Rococó


¿De qué sirve tanto lenguaje si solo deja cadencias amaneradas? Sus letras se pierden en la rosada calle de la nada, decoradas, ¿de qué le vale tanto lenguaje si lo que dice son pendejadas? La pluma o la tecla o el ratoncito de plástico pasean sus hadas; caminan y pausan y corren y saltan palabras rebuscadas, preciosadas. ¿Para qué sirve tanto lenguaje? Porque sirve y le da la gana; al lenguaje que se defiende por se mesmo, ser mismo...

 
 

1990: Calvin Klein era el Sartre de Downtown y SoHo la capital de la vanguardia industrializada

1.     Cantinfladas, de cantinflear, hablar disparatada e incongruentemente, sin decir nada precede letras 

La mentalidad que le da pie a ese tipo de discurso sabe, reconoce que anda montando una trampa.


Thursday, November 29, 2012

Isabelita y Angelita

 

I guess the war is not over and now, instead of racial issues, the money (which was always the true issue) is the motive behind the ethnic wars. I always knew Merkel's anti multiculturalism position had more to do with money than with a clear understanding as to what multicultural discourses are all about. At least, over here in the New World they put a partial stop to the Romney's greed and foolish statements on the significant others. Trust me: La Merkel is the new Isabel la Católica. Isabelita used the church and inquisiton procedures and Angelita uses the banks to make more money and control.
 

Vagancia y estado

El artículo que sigue a continuación comienza a explorar un tema que va más allá del marxismo o el capitalismo: la supuesta vagancia de los puertorros. Cada vez que oigo a unos de los papagayos que repiten el estribillo, los puertorriqueños son vagos, me pregunto dónde habrá dejado su materia gris ese cerebro de corte conductista, o por qué repite algo tan ofensivo y sin fundamento.
 
Quizás porque no procedo de las clases medias y altas de PR, ni deseo despreciar a quién sea, recuerdo en esos momentos - cuando oigo a algunos de esos cacatúas - a la señora que vendía frituras en la 110 y Tercera durante los veranos y en invierno compraba lotes de ropa en la Calle Canals para luego vender en PR, o al chiripero que le arregla la casa a mi familia en Guayama, la pintora que vende muy pocos cuadros y vive de restauradora, y nunca, ninguno de los casos anteriormente mencionados, y miles como ellos, han llenado planillas ni aparecen en las listas de los empleados que prepara el gobierno. Todos ellos "se las buscan".
 
Claro, todo el que esté familiarizado con la literatura que discute ese fenómeno, la que plantea cómo le conviene a la colonia y sus colonizadores presentar al puertorriqueño como vago, no tiene que ir muy lejos para trascender los mediocre, o se presta para servirle a los Romneys del mundo (el 47% gringo vive del estado). Lo que no discute dicha literatura  es por qué los papagayos repiten ese estribillo. Con Romney es muy obvio. Con los papagayos hay que profundizar un poco; quizás no; puede que no haya materia gris.


http://www.claridadpuertorico.com/content.html?news=A71DF893EB80AA57012F36F308A5EF92

Tuesday, November 27, 2012

Uñas

Uñas, pintar uñas era lo que siempre quise hacer. Cuando se lo dije a mis padres, Troya, aquello fue Troya. Mi madre, horror; mi padre, resignado, mi abuela de infarto y mi hermano mayor se mudó de casa; mis maestros en San Ignacio, estupefactos cuando se enteraron que no iba ni a la universidad ni de grand tour por Europa.

Fina, me decían mis nuevos compañeros en el Instituto de Estética y Banca, el que está por La Dieciocho en Santurce. Imagínate y que llamarle a un barrio, La Dieciocho. ¡Ay, chus! me decían en San Ignacio. Fina y porque tenía una dicción impecable y, pues, era obvio que yo era un blanquito de Guaynabo. Blanquita, of course, de rigueur, gracias. ¡Ay, chus por tener esta voz tan afeminada. ¿Qué esperaban con esta voz? ¿Que me dedicara a las humanidades en Harvard o leyes en Georgetown? Porfapliiis. Entre el ay chus de San Ignacio y el fina de la dieciocho, dame el fina como texto y figura de quien es y será el mejor artista de uñas, y esta colección de uñas artificiales lo atestiguan. Y para la belleza máxima en un set de uñas hay que ser fina.

Las Nefertiti, con su rojo subido,  color favorito de cierto tipo de clienta y el que uso cuando pinto la colección  en honor a la reina egipcia, cuyo busto tuve el gusto de admirar cuando mis padres en unos de nuestros viajes, fuimos dos veces, por Uropa. Europa, así le dice la señora que limpia en casa, Uropa. Me llevaron a Berlín y allí vi su cara. No tenía uñas, pero su bien delicado y delineado rostro, su tocado de cabeza y accesorios me abrieron el apetito por la estética y mi especialidad, las uñas.

Adoro las uñas. No paro de admirarlas en todas sus manifestaciones. Las que se me hace un poco difícil manejar son las de los faquires hindúes, largas y curvilíneas. No, no he pintado uñas de faquires ni pienso hacerlo. Son estas, las que componen la colección Fakir, a las que me refiero. Pintar cada recoveco de de un set de las Fakirs me toma dos o tres días. Las Nefertiti tardan menos. Sigo el modelo del antiguo Egipto y las pinto de distintos tonos de rojo subido.

Una clienta afro descendiente, es que ahora a la gente negra le llaman afro descendientes, cuando vio la foto del busto de la Nefertiti y le conté la historia de la hermosa mujer me miró disgustada, como cuestionando el que le ofreciese el modelo de las uñas de una mujer negra. Tengo la leve impresión que algo en mi le molestaba; y no eran las uñitaaaas. Esa clienta llegó a mi porque es amiga, so she thinks, de una clienta muy rica. Lo que ella no sabe es que su supuesta amiga la desprecia a ella tanto o más que el desprecio que ella pueda sentir por mí. Su muy buena amiga se refiere a ella como la negra y luego añade su nombre. ¡Amigas!, ja ja. Hello, is somebody there? Al final, terminó comprando las uñas de la colección Harlem Renassaince. Estas con copias de piedritas preciosas y estas con colores sicodélicos fueron inspiradas en las uñas de la atleta… ¿Cómo se llamaba? No importa. No le dije la historia de las mismas a la supuesta amiga de su supuesta amiga, que no fuese a sentirse ofendida. Lo de Harlem Renassaince es porque en ese barrio niuyorkino comenzó la etapa más contemporánea en la historia de la pintura de uñas. Una historia maravillosa.

Las antiguas egipcias se pintaban las uñas de acuerdo a su estatus social. Entre más alta su posición social en la escala que por aquel entonces ellos usaban, más subido el rojo del esmalte. La supuesta amiga de los supuesta amiga quería que yo le pegara las uñas postizas. Le dije que no, que solo pintaba obras de arte. Yo no toco dedos. Pinto uñas artificiales, and that’s it. Que se vaya donde cualquier beautician de barrio. Las clientas que me gasto de vez en cuando me sacan lo peor. Claro, mi educación en San Ignacio me permitió aprender a morderme la lengua y guardar mis garras, que bien sabes que mas que garras o uñas, pueden ser hidráulicas. Perdón, verdad es que te había dicho que pensaba crear uñas con rayitos laser. ¡Divina!

Monday, November 26, 2012

ÁNGEL MACHO (Poema de Alfredo Villanueva Collado)




ÁNGEL MACHO
¿De quién ese cuerpo impecable, que ahora,
confidente viajero, se mueve
hacia el lugar sin límites de la rosa empírea,
el tibio juego de seres alados?
¿Cómo se entrega el que fuera
retozón implacable, violento artista
del cuadrilátero, al cambio
de identidades y máscaras?
Diáfano se presenta el ángel Macho
ante los que le esperan sonrientes.
Deja atrás su nombre en la leyenda.
En el corazón de su pueblo.
 
 
 
 
26/11/12 Alfredo Villanueva-Collado

Sobre Amazon y mi novela Radiotransistor

Hola Gerardo,

Quiero informarte que compré tu libro Radio Transistor en Amazon, pero cuando lo recibí, me sorprendió ver que, aunque la portada y contraportada corresponden a tu libro, el texto que está adentro es uno titulado Una Educación Sexual de un autor español, Juan Abreu. Debes notificárselo a la editorial Terranova y a Amazon para que atiendan el asunto.

Cuídate.

Josean

Monday, November 12, 2012

Amores cibernéticos

Ciberlove1: ¡Qué rico saber de ti!. ¿Vienes?
Ciberlove2: Sí. Te escribiré un mail cuando de pronto aparezca
Ciberlove1: Pues si estoy por aqui, y te apetece, y puedes, nos vemos
Ciberlove2: Ok, besos.

El purismo léxico

"El purismo léxico remite por lo común al estancamiento de las ideas. Digamos que un purista es un racista en versión lexicológica. Aquel tan aireado manifiesto de Neruda, abogando por una poesía “impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición y actitudes vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilias, profecías, declaraciones de amor y de odio...” José Manuel Caballero Bonal

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/11/actualidad/1352656848_784959.html

Friday, November 9, 2012

Miss Mira Mira y la estaca de la estética del camp

Falta en el planteamiento de Barradas, E. (http://www.80grados.net/entre-el-viena-y-butterflies-para-una-estetica-camp-latinoamericana/)  sobre la estética de lo camp y las dragas/travestis una reflexión que trascienda lo étnico/nacional y que observe el desarrollo de la representación, la iconografía que los travestis formulan en un momento dado. Mientras en México se dedicaban a imitar o recrear clásicos de la fabulosidad mexicana o estadounidense, personajes/mujeres que de por si eran iconos dentro de sus propios medios y entornos, en la ciudad de NY, por la década de los setenta, una boricua creaba una figura que criticaba la cultura misma; incluyendo el dragueo/travestismo como tal. Miss Mira Mira comienza un fenómeno que servía/sirve de crítica a las dragas que usaban iconos femeninos como referentes, y a la vez ironizaba sobre su propia etnia. Este fenómeno se extendió  hacia otros transformistas -  el término que se usaba antes del Stonewall, y de ahí surgen la Rue Paul, en referencia a una calle de Nueva Orleans; Miss Gracie Mansion, la casa del alcalde en NY; Miss Pan Am, línea aérea; Miss Alice Tully Hall, el anfiteatro en el Lincoln Center; y no se puede olvidar a la Rollerina, vestida como hada madrina, varita mágica en mano, lentes de bibliotecaria, patinando por todo el Village. Cambiar el referente, de mujer gringa a mujer mexicana, no transforma la estética, solamente reemplaza el referente.
(Véase  http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2011/03/cronicas-de-la-marica-perez-de-inwood.html)

Monday, November 5, 2012

El Club de los Teen Agers: 1957-60


Con la llegada de la televisión entró a mi vida el programa que transformó las expectativas generacionales, mi gusto por la música, y mi ser:“El Club de los Teenagers”. Comenzó una nueva conceptualización del yo, con sus implicaciones de conductas, cómo me vestía y en qué actividades participaba. Mientras mis hermanos mayores aprendieron sus papeles (comportarse, vestirse) en la plaza los domingos, después de la misa nocturna o antes de la tanda del cine; yo los aprendí con Alfred D. Herger y su programa de música y baile, específicamente dirigido a los jóvenes entre las edades de trece y dieciocho años: El Club de los Teen Agers. Con su canción favorita, cantada por la ya mítica Lucecita, "Soy rebelde por mi forma de....", re-estructuró la conceptualización, crianza y coordenadas ambientales que determinaban las ideas en torno a la crianza de esa nueve sub-especie.*

 De pronto, empezaron a llamarnos teenagers y no muchachos o mozos, los términos que se usaban con las generaciones de jóvenes en las épocas que nos precedieron; nos convertimos en chicos “ye ye”. Allí, en aquel pueblo caluroso, árido, donde Palés sentenció, que hasta las piedras cogían fuego, el mundo de las generaciones, y las expectativas que se tenían en cuanto a su crianza, se transformaba. Aquel comportamiento de adulto en ciernes, esperado de los mozos, no cumplía con los mores, escalas de valores que surgieron después de aparecer ese nueva conceptualización de las edades del hombre: el adolescente. Toda una generación de padres fue tomada por sorpresa: "Ya su hijo está hecho un mozo, un hombrecito" fue reemplazado por un, "déjelo, lo que pasa es que todavía el es un tineyer".

Los teen-agers cambiaron el comercio o el comercio los cambió a ellos: ropa para adolescentes, al estilo de Troy Donahue y Sandra Dee. Cuántos jóvenes no se pasearon por la plaza del pueblo, a la usanza de cualquier high school americana, recreada por Hollywood: un pullover sin mangas, recorte “flat top”, kakis y zapatos “penny loafers. El calor no importaba, y en los meses de frio la temperatura bajaba a los 70 grados farengeheit, puro invierno del Caribe, razón para sacar los jackets e imitar a los chicos del norte. El comercio diversificó su mercancía para atender a esa nueva categoría homo sapiens, y sus gustos incluían las tocadiscos. Lo que por décadas habían sido aquellos enormes objetos en las salas ya no satisfacían a los teen-agers. Llegaron las portátiles.

Ahora se podía bailar a todas horas y en todos sitios sin tener que esperar a los bautizos, fiestas navideñas, bodas y cumpleaños. Y máxime cuando las portátiles llegaron acompañadas por las marquesinas en las casas, nadie quería tener un encerrado garaje donde escondían el carro. Las marquesinas servían para exhibir los últimos modelos, acabaditos de llegar de Detroit, y para organizar las fiestas de improviso: baile, rock and roll, bul (bebida donde se mezclaba de todo y se le añadían frutas enlatadas (frutas del norte, nada tropicales, excepto las naranjas) y sanduichitos rellenos de es "mejor ni acordarse", aquel embarre de sabores hechos a base de químicos que reemplazaban los entremeses criollos. A ningún teen-ager se le iba a ocurrir el servir morcillas y guineítos verdes.

Hacia esa misma época me regalaron mi primer tocadiscos. Una portátil que andaba conmigo cual mochila contemporánea, esas que todo el mundo carga en estos momentos. La alegría, sentimiento que todavía me causa miedo, "muchacho, no te rías tanto, que te puede pasar algo", me abrumó de tal manera que caminé a pasos largos por todo el pueblo con el pecho infladoo, contándole a todo el que conocía, que me habían regalado un tocadiscos. Y desde aquel momento, acompañado por mi portátil, tocábamos la música en las fiestas del Happy Friends Club, formado por teenagers solamente. Nada de adultos en aquel club. Y a poner en práctica los pasos de baile que aprendíamos en el Club de los Teen-Agers. Gracias a Alfred d. Herger, el maestro de ceremonias del histórico programa de la televisión puertorriqueña, bailábamos twist, rock and roll, baladas, cha cha, pachanga o el ritmo que estuviese de moda.

También bailaba solo, en mis sueños; enamorado a lo adivino. Soñaba despierto con mis amores: en mi habitación antes de quedarme dormido, en mis caminatas a la escuela, la plaza, el mercado. Bailaba frente a todo el mundo, mirándonos, llenando de envidia a quienes nos viera bailar. En las marquesinas y salas bailaba con mi mejor amiga, Guelin, como una hermana, vecina y compañera de clases, aquellos nuevos ritmos: “Ponte la falda plisa’ y la blusa colora’”, cantaba algún grupo de aquella época, y nos cantaba a nosotros, los nuevos miembros de una nueva sub-especie. Como buen puertorriqueño,siempre he bailado, excepto que en aquel entonces bailaba como teen-ager.

*(Para un estudio detallado sobre las edades y las generaciones, véase los libros de Phillipe Aries. Si el mozo era la primera etapa de la vida de adulto - se esperaba un comportamiento de adulto y es por eso que se vestían y comportaban como adultos, el adolescente/teen ager es un niño grande y se crea una cultura y comercio en torno a ese niño grande. Al reconceptualizarse las edades del hombre/mujer, se transforman las expectativas y se reformula lo que se les permite o no hacer; y para la sociedad, que en muchos casos no está preparada para este cambio radical en la cultura, las consecuencias pueden ser desestabilizadoras. Este mismo fenómeno se aplica a los cambios que hoy trae la búsqueda de los derechos por parte de los homosexuales.)

Saturday, November 3, 2012

Las dos Titas


Las dos Titas (una conversación entre dos “amigos” gays sobre la obra de uno de ellos)

Tita 1 – ¿Viste lo que escribió la alemana sobre mi pieza?
Tita 2 – Ella te quiere mucho.

Tita 1 - ¿De verdad? No me había dando cuenta. Aunque habló de mi pieza, no de .

Tita 2 – Se nota que te quiere.

Tita 1 - No te delates tan fácilmente

Tita 2 - ¿Me sirves más vino? Siempre tienes buen vino.


Thursday, November 1, 2012

Letter from the view of the 125th Street Station


Ok! A sophisticated, cultured, elegant man of the world should not be missing the subway, but I did. It is a rather corny sensation to miss the NYC subway with its sounds, rats on the tracks and all kind of characters riding it, expressing behaviors and attitudes that a man of my class should not face, but I did. It was/is my waking up sound as it leaves the tunnel and stops at the Morningside Heights/Harlem station that faces the Hudson. Yes, the Hudson River. If you live and love NYC you know the river as just the Hudson; and if you live in the City, as Manhattan is known by the people in the other boroughs, you would call the people who live across as “the bridge and tunnel crowd”, as well as naming some women who live across its bay as “Flatbush beauties”. And yes, I am glad the subway is back giving life to NYC, waking me up, proving multiculturalism is a wonderful way of life - contrary to all the fundamentalists of all kinds arguing against it and even killing people to prove their point. And I can see it from my window, though I rarely ride it nowadays since my life around the Heights in Harlem is exciting enough to just be pleased with the view and sounds of the NYC subway as it enters and leaves the station facing the mythic river, the bridge and tunnel crowd, and, well, good old New York. Yes, the subway is back.