En el Guayama de mediados de los años 50 el racismo era tal que cuando admitieron en el Club Rotario a un reconocido médico del pueblo, algunas de las antiguas familias aristocráticas renunciaron a la membresía en el Club por el médico ser jabao. Para aquella época, los jabaos eran vistos como una variedad de la negritud. Por lo que he oído en el pueblo, hoy el ser jabao no es una marca que coloca a la gente en la continuidad de la negriiud; y que en el Club Rotario admiten hasta chinos, aunque no lo hacen con gente cuyos fenotipos sean demasiado "negros". Tampoco (para aclarar puntos, al igual que el Narciso de Isabelo Zenón descubrí mi marca mongólica), en los muy exclusivos clubes de Guayama se fijan en las nalgas. Al viajar a Nueva York me encontré con muchos personajes, especialmente de ascendencia mediterránea, con pelos ensortijados que se identificaban como blancos, y que ni a ellos ni a sus "compatriotas" se les hubiese ocurrido identificarse como parte de la continuidad de la "negritud". Cito a Mafalda, quien después de observar a una tortuga que saca y esconde su cabeza, dice: "las estructuras cambian".
https://elpais.com/elpais/2019/10/03/planeta_futuro/1570119573_504302.html
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