Friday, January 13, 2012

Evolución Divina

Pascual Duarte me retrató antes de yo haber nacido. Cuando el personaje antes mencionado pasea por primera vez por el Retiro acuchilló a alguien. Al igual que el personaje de la novela de Cela, me crié en un ambiente donde el razonamiento diplomático no era usado en reuniones familiares, y ese estilo nada conciliador son un no no en actos pseudo literarios. Pascual usó su cuchillo; yo, mi lengua e insulto.

El mal estado, los dolorcitos de cabeza se están convirtiendo en algo muy rutinario, y, para empeorar la cosa, me paso el día después de los cócteles, avergonzado por mis cambios de conducta: de poseedor de modales propios y agradables a uno donde la rabia es la que habla. El comentario, "Mira nena, no seas tan…", y el tono con que lo emití llevaron a la teatrera étnico-liberacionista a claudicar. Me miró como diciendo, reaccionario, este señor es un reaccionario. En el preciso momento cuando me servía otro trago, aprovechó la ocasión para desaparecer de mi radar. Seguí tomando y a hablar con quien me encontrara de por medio.

Durante de resaca y después de los insultos, gracias a San Agustín, reflexiono;y a los instintos, ya que por culpa de ellos a menudo meto la pata, aprendo. De hoy en adelante el tacto, una común idea clasemediera, será convertido en una guía, una práctica existencial. Me lo prometo. Tacto, puro tacto. Ante el espejo, me miro y digo, "Crece loca", y luego, "diviina, soy una loca divina".

No comments: