La risa, mi risa
y la de los demás estudiantes, le daba forma a toda una lectura muy particular del famoso
poema: texto, lector y cultura juntos en un solo cuerpo. Si andas por los bordes de la "edad de la pavera" con las hormonas a flor de
piel, y lees sobre culos e inmensas grupas cuajadas
por un congo, no puedes controlar las interpretaciones, que incluyen las carcajadas, y dejas de seguir leyendo. Y si eres parte del entorno cultural, el referente del poema, lo poético adquiere un nuevo giro, y una visión
muy particular de sentir y leer el texto.
Que la poesía es para reír también, y en el caso de adolescentes
con los pelitos haciendo su aparición, a nivel de explosión por dondequiera, los
efectos de ciertas lecturas los elevan
más allá de los textos. Y si las lecturas incluyen inmensas grupas, en aquel
pueblo tan cerca y tan lejos de África, donde se había visto unos cuantos congos
cuajando grupas, y mucho caderamen masa con masa, los lectores sabían/sabíamos de lo que
hablaba Palés, sin tener que reducir la lectura a los códigos de los letrados, lo
afro-antillano, o lo que anden diciendo por ahí los ensimismados críticos. En
aquella escuela, aquella calle, aquel Caribe se saboreaban los “ríos de azúcar
y de melaza” y se conocían muchos “prieto(s)
trapiche(S) de sensual zafra”. Recuerdo también la sonrisa de placer en la cara de la bibliotecaria, ante el gozo de los estudiantes. Los muchachos de la Junior, escuela pública intermedia del muy palesiano Guayama, culipandearon la poesía con gusto, mucho gusto.
Majestad Negra
Por la encendida calle antillana
Va Tembandumba de la Quimbamba
--Rumba, macumba, candombe, bámbula---
Entre dos filas de negras caras.
Ante ella un congo--gongo y maraca--
ritma una conga bomba que bamba.
Culipandeando la Reina avanza,
Y de su inmensa grupa resbalan
Meneos cachondos que el congo cuaja
En ríos de azúcar y de melaza.
Prieto trapiche de sensual zafra,
El caderamen, masa con masa,
Exprime ritmos, suda que sangra,
Y la molienda culmina en danza.
Por la encendida calle antillana
Va Tembandumba de la Quimbamba.
Flor de Tórtola, rosa de Uganda,
Por ti crepitan bombas y bámbulas;
Por ti en calendas desenfrenadas
Quema la Antilla su sangre ñáñiga.
Haití te ofrece sus calabazas;
Fogosos rones te da Jamaica;
Cuba te dice: ¡dale, mulata!
Y Puerto Rico: ¡melao, melamba!
Sus, mis cocolos de negras caras.
Tronad, tambores; vibrad, maracas.
Por la encendida calle antillana
--Rumba, macumba, candombe, bámbula--
Va Tembandumba de la Quimbamba.
Va Tembandumba de la Quimbamba
--Rumba, macumba, candombe, bámbula---
Entre dos filas de negras caras.
Ante ella un congo--gongo y maraca--
ritma una conga bomba que bamba.
Culipandeando la Reina avanza,
Y de su inmensa grupa resbalan
Meneos cachondos que el congo cuaja
En ríos de azúcar y de melaza.
Prieto trapiche de sensual zafra,
El caderamen, masa con masa,
Exprime ritmos, suda que sangra,
Y la molienda culmina en danza.
Por la encendida calle antillana
Va Tembandumba de la Quimbamba.
Flor de Tórtola, rosa de Uganda,
Por ti crepitan bombas y bámbulas;
Por ti en calendas desenfrenadas
Quema la Antilla su sangre ñáñiga.
Haití te ofrece sus calabazas;
Fogosos rones te da Jamaica;
Cuba te dice: ¡dale, mulata!
Y Puerto Rico: ¡melao, melamba!
Sus, mis cocolos de negras caras.
Tronad, tambores; vibrad, maracas.
Por la encendida calle antillana
--Rumba, macumba, candombe, bámbula--
Va Tembandumba de la Quimbamba.
Luis Palés Matos
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