Monday, June 27, 2016

TUNTÚN DE PATULECOS Y HETEROLECOS

El que se pica es porque ají come.” 
(Ñañi la de Yeyita)

“Con cacareo de maraca
      Y sordo gruñido de gongo,
El telón isleño destaca
    Una aristocracia macaca
                  A base de funche y mondongo.” *

Cuentan las leyendas de Santa Rita de Rio Piedras, que un ex presidente de la universidad tenía fama de, lo acusaban de ser patuleco. No lo señalaban públicamente por ser una loca descarriada, esa que suelta plumas por aquí y por allá. De ser o no ser partido no hablaban. Lo avergonzaban en los foros por dar grandes fiestas donde se servían manjares y vinos exquisitos a muy importantes dignatarios y cocorocos. En pintadas: patuleco. Quienes lo acusaban por ser tremendo miembro de la fauna eran los lìderes de tal o cual organización sindical, política, representantes de las grandes masas populares. Ese pueblo, compuesto por todos y todas, menos los patulecos; que a esos se les puede ofender.

“Calabó y bambú, bambú y calabó”.*

Un joven sudamericano, procedente de un país andino, es tratado en San Juan con esa cortesía que los puertorriqueños conocen como, “con distancia y categoría”. El joven, miembro de las clases pudientes en su país y acostumbrado a que se le oiga y atienda sin miramientos cuando entra a cualquier oficina, negocio o centro de servicio, no entiende por qué no es recibido por los que él considera como colonizados con la pleitesía que su status se merece.

“El gran cocoroco dice tocotó, la gran cocoroca dice tocotá”.*

Un elegante y bien parecido joven, criado en el seno de una familia al borde del proletariado, progresista y defensor de los derechos civiles, quien también gusta de los hombres maduros, los buenos restaurantes, la opera, el ballet y caculear socialmente, es regañado por su nueva pareja: un hombre gay de la tercera edad, perteneciente a los altos círculos sociales y económicos de la isla de los encantos. El regaño lleva al joven a cuestionar todo su andamio y escala de valores. El porqué del regaño: por saludar y hablar con familiaridad con uno de los camareros en una fonda de San Juan.

“El cerdo en el fango gruñe: pru-pru-prú. El sapo en la charca sueña: cro-cro-cró”.*

*Luis Pales Matos. Tuntún de Pasa y Grifería.

2 comments:

alfavil said...

Estupendo!!!! De lo mejor que has hecho en tiempo.

gerardo torres said...

Gracias. Lo había escrito y puesto en el blog hace unos años, y decidí desempolvarlo... y añadir algo... y aquí está.