La foto pedía que quien la mirara no redujera su observación a lo estético, entorno o época de la misma. Pedía que entraran en ella, exploraran las interioridades del sujeto/fotógrafo retratado, motivos, asociaciones con sus propias vidas; incluyendo a quien fue dirigido el selfie. Ese tercer sujeto (o segundo, de ser él quien lo juzga), sabe si la foto dice que la separación entre ellos se ha completado o no; si deseaba estar de nuevo en sus brazos o si la ansia no era ya sentida. La cara con la sonrisa monalizada fue grabada en el selfie desde un ángulo que también incluyó un tercio del pecho, y en la parte de atrás, el espejo de piso mostrando un reflejo de la ancha espalda y sólidas y bien contorneadas nalgas. El trípode no logró enfocar la cámara para que salieran las piernas.
Monday, December 30, 2019
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