En el oído, La Chica de Ipanema sugiere
caminar por el parque, buscar la venida
de onduladas formas en la cama, top, tú.
Tú, en el banco donde pudiste sentarte
estaba vacío. Sentí tus trazados, piernas
gemidos. Boca abajo el sudor espera.
La calle cruzabas, decía el banco. Olía
a semen. Tu despedida, sin irte. Te vienes
antes de verme. En el banco no estabas.
Olías mi llegada. Escogiste irte, quizás
te venías antes de llegar al banco, vacío.
Stan Getz y Astrud Gilberto, mentirosos.
Tuesday, July 8, 2014
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