COQUITO EN QUEBEC Y EL TÍO PATO
La bebida navideña por excelencia la tomé hace unos tres años en PR. No la he vuelto a tomar junto a los muy amables, y llenos de orgullo familiar, puertorriqueños.
Mi última Navidad en PR la pasé solo en un balcón (y la soledad nunca es agradable y para los viejos es peor todavía), oyendo música que venía de la casa de unos vecinos. Un poco antes, durante esas fiestas tan llenas de amor cristiano, había estado de visita en casa de una hermana y mi cuñado (QEPD). Mis muy queridas hermanas están y estaban demasiado agobiadas por las enfermedades y achaques de viejo. Los parientes restantes, que repiten esas frases tan trilladas, "te amo", "eres mi tío favorito" o algo así, me quieren mucho, pero no me invitan (siempre me pregunto por qué y siempre me doy la misma respuesta: o están bajo el yugo de maridos o mujeres agresivas, controladoras, cafres vestidas por Gucci -típico de las nuevas clases medias en PR-, o temen que a sus nenes "se les pegue eso" de lo que sufren aquellos que como yo....., pues ya usted sabe).
Desde aquel momento decidí preparar el coquito yo mismo, llevarlo hasta Saint Jerome, Quebec, y tomarlo junto a los compadres, ahijado, hermanos, primos, tíos, abuelos, bisabuelos, y unos cuantos quebequés más, en la Provincia donde, si uno oye a los ciudadanos comunes y corrientes, puede concluir que el siglo del raciocinio y la ilustración dejó huellas, y no temen "que se les pegue eso a los nenes", ni tampoco ofenden diciendo: "Yo no rechazo, pero no te apruebo". Con amores así en el calor del hogar y familia, es mejor tomar coquito en el gélido Quebec.
Mi última Navidad en PR la pasé solo en un balcón (y la soledad nunca es agradable y para los viejos es peor todavía), oyendo música que venía de la casa de unos vecinos. Un poco antes, durante esas fiestas tan llenas de amor cristiano, había estado de visita en casa de una hermana y mi cuñado (QEPD). Mis muy queridas hermanas están y estaban demasiado agobiadas por las enfermedades y achaques de viejo. Los parientes restantes, que repiten esas frases tan trilladas, "te amo", "eres mi tío favorito" o algo así, me quieren mucho, pero no me invitan (siempre me pregunto por qué y siempre me doy la misma respuesta: o están bajo el yugo de maridos o mujeres agresivas, controladoras, cafres vestidas por Gucci -típico de las nuevas clases medias en PR-, o temen que a sus nenes "se les pegue eso" de lo que sufren aquellos que como yo....., pues ya usted sabe).
Desde aquel momento decidí preparar el coquito yo mismo, llevarlo hasta Saint Jerome, Quebec, y tomarlo junto a los compadres, ahijado, hermanos, primos, tíos, abuelos, bisabuelos, y unos cuantos quebequés más, en la Provincia donde, si uno oye a los ciudadanos comunes y corrientes, puede concluir que el siglo del raciocinio y la ilustración dejó huellas, y no temen "que se les pegue eso a los nenes", ni tampoco ofenden diciendo: "Yo no rechazo, pero no te apruebo". Con amores así en el calor del hogar y familia, es mejor tomar coquito en el gélido Quebec.
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