-¿A usted no le da vergūenza?-: preguntó la señora con cara de ofendida y moralmente correcta en respuesta a un relato sobre el culo y su función erótica.
-No. Mientras haya gente que siente vergūenza ajena, que la sienten por mí, puedo dedicarme a otras tareas: amar, conocer las distintas funciones del ser, de sus órganos. Explorarlos.-: respondió el autor bastante mayor, madurado, curtido por los vientos, los sabores, deseos y tiempo.
Saturday, July 15, 2017
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