Las noches pueden ser demasiado largas, llevan al mas como al menos valiente a sentir el horror de la espera, ese otro momento que no llega, y la espera se alarga, se convierte en un solo momento, un extenso momento, y no llega.
Rápidas corrientes de aire frío interrumpen la larga espera, provocando un escalofrío, una sensación de que se está viviendo una realidad alterna a la que se siente durante toda la espera, un cuerpo distinto al que mira hacia la puerta por donde entrará la violencia.
Tuesday, June 3, 2014
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