En la jerga puertorriqueña un jabao es una persona de tez clara, pelo grifo, y con obvia herencia africana. Algunos de éstos niegan su herencia africana, hacen alarde de sus supuesta herencia europea, discriminan contra los pobres y los negros, asumen posturas de elites -aunque sean miembros de las clases medias, bien medias, de la isla de los espantos (Rosario Ferré incluye uno que otro de estos desfigurados personajes en sus novelas, y Luis Palés Matos los ridiculiza en sus poemas), evitan el sol para no ennegrecer la piel, y se estiran el pelo para que les quede lacio. De ser homosexuales, todo ese montaje los lleva a engañarse una vez más cuando sirven de alcahuetes de los blancos burgueses que a sus espaldas se burlan de ellos: por ser "patos jabaos". ¡'dito!
Terapia para jabaos es una obra de teatro que critica la ideologia racista, machista, clasista, y delata cómo esta ideología usa instrumentos tan particulares como el pelo para imponer sus valores e intenciones de controlar a los que considera subordinados o en un escalafón inferior al que el exponente cree pertenecer. Clase, identidad sexual, racial sirven para revelar lo que subyace detrás de los valores otorgados al pelo y color de la piel; explorados en un entorno todavía más tambaleante: una colonia política donde sus residentes son ciudadanos de segunda clase en virtud de su relación con la metropolis colonizadora.
Monday, February 29, 2016
LAS TROMPITAS DE TRUMP
Jung, Canetti, McLuhan, Freire, Pietri, entre otros, escriben sobre la reacción que tienen las masas frente a un fenómeno en particular, y su relación con un líder, una muerte, un sentido de impotencia......
"...... is an apt description of the Republican establishment's relationship with their Tea Party "masses". They created the monster, fed and nurtured it, but, in the end, they were unable to tame it. They fed its anger. They entertained it with the crude rants of Sarah Palin, Michele Bachmann, and company--using that anger against President Barack Obama. For a while the establishment was able to control this "monster", for example, redirecting it to support Mitt Romney in 2012. But by 2016, this same leadership could no longer satisfy the hunger of their creation. And when the "monster" would no longer "play ball" with the establishment, it turned on them and looked elsewhere to have its anger entertained and fed."
http://www.huffingtonpost.com/james-zogby/trump-feeding-the-monster_b_9333212.html
"...... is an apt description of the Republican establishment's relationship with their Tea Party "masses". They created the monster, fed and nurtured it, but, in the end, they were unable to tame it. They fed its anger. They entertained it with the crude rants of Sarah Palin, Michele Bachmann, and company--using that anger against President Barack Obama. For a while the establishment was able to control this "monster", for example, redirecting it to support Mitt Romney in 2012. But by 2016, this same leadership could no longer satisfy the hunger of their creation. And when the "monster" would no longer "play ball" with the establishment, it turned on them and looked elsewhere to have its anger entertained and fed."
http://www.huffingtonpost.com/james-zogby/trump-feeding-the-monster_b_9333212.html
Sunday, February 28, 2016
CULTURAL ASSIMILATION
Really?
Into which culture must the "assimalatee" assimilate?
Should the "assimilatees" accept the culture that produces and justifies racism, sexism, homophobia, class differences, and persecution of those who question the status quo?
Or can the assimilation process be made into one where all its members participate in redefining what that culture can be about?
Just asking........
It is about time to go back to the byzantines and see how they handled paganism, judaism and Christianity..... or the European colonization of the Americas and find out whatever happenned to Jabibonuco....
Into which culture must the "assimalatee" assimilate?
Should the "assimilatees" accept the culture that produces and justifies racism, sexism, homophobia, class differences, and persecution of those who question the status quo?
Or can the assimilation process be made into one where all its members participate in redefining what that culture can be about?
Just asking........
It is about time to go back to the byzantines and see how they handled paganism, judaism and Christianity..... or the European colonization of the Americas and find out whatever happenned to Jabibonuco....
MAFALDA EN TIEMPOS DE CRISIS
"Como sigamos así, este país se va a ir al extranjero."
"Las estructuras cambian"
"Lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre" (Joaquín Salvador Lavado: "Quino", Mafalda)
Saturday, February 27, 2016
EL TRUMP NUESTRO DE CADA DÍA
En El Diario de NY un forista se burla fuertemente de otro grupo de latinos que no pertenece a su etnia. En el periódico gay, The Advocate, foristas critican y desprecian a los negros. En una conversación informal un puertorriqueño (maestro bilingūe) gay habla sobre las diferencias de procedencia que lo separan de otro gay (maestro bilingūe) que se crió en su pueblo, para luego descargar contra Trump.
¿Por qué ese pichón de fascista (pichón porque su ideología no la guía el fascismo como tal sino los billetes que pueda ganar) tiene tantos seguidores? Porque muchas de los berrinches y prejuicios que Trompita (nombre que le han puesto en los barrios latinos de NY) vomita son también dichos por un número significativo de los que hoy lo critican, y si dentro de sus opositores se encuentra evidencia sobre ese "ideario", qué se puede esperar de los que no se sienten solidarios ni ofendidos por el racismo, homofobia, clasismo.
Con solo revisar los mensajes escritos en los medios por parte de miembros de grupos minoritarios basta para concluir sobre lo que piensan unos cuantos gays, o latinos, o árabes, o negros americanos de los otros, los significativos otros. Critican a Trump pero piensan como él.
¿Por qué ese pichón de fascista (pichón porque su ideología no la guía el fascismo como tal sino los billetes que pueda ganar) tiene tantos seguidores? Porque muchas de los berrinches y prejuicios que Trompita (nombre que le han puesto en los barrios latinos de NY) vomita son también dichos por un número significativo de los que hoy lo critican, y si dentro de sus opositores se encuentra evidencia sobre ese "ideario", qué se puede esperar de los que no se sienten solidarios ni ofendidos por el racismo, homofobia, clasismo.
Con solo revisar los mensajes escritos en los medios por parte de miembros de grupos minoritarios basta para concluir sobre lo que piensan unos cuantos gays, o latinos, o árabes, o negros americanos de los otros, los significativos otros. Critican a Trump pero piensan como él.
Friday, February 26, 2016
PUERTORRIQUEÑISTAS EN MORNINGSIDE HEIGHTS GARDENS
Tengo una vecina latinoamericana, profesora universitaria, que es una experta en asuntos puertorriqueños, aunque no ha leído ni un libro escrito sobre Puerto Rico o por puertorriqueños. Cada vez que sus posturas son criticadas con fuentes literarias y datos se molesta pues ella es una puertorriqueñista. Además de su ignorancia y paternalismo típico de pequeño burguesa izquierdosa de salón, está su incapacidad para aprender de aquellos que ella aprecia y cuida, sus puertorriqueños.
-¿Leíste a Coll i Toste?- pregunto.
-No pero me las como crudas.- Contesta y suelta una carcajada.
Y de la misma manera que se come a Coll i Toste y confunde el Marqués de Arecibo con el de Bobadilla (otra risa), no se bañó en La Charca de Zeno Gandía y piensa que el Gíbaro de Alonso es otra fonda más, como la de Yeyo en El Barrio Latino de NY, o las muchas que los jíbaros de Jurutungo han montado por estos nortes.
-Puerto Rico está en quiebra.- dice con firmeza.
-No, su gobierno está en quiebra. Su gente está molesta, pero enterita, y sus millonarios felices....- contesto; y luego pienso, me pregunto: ¿Habrá leído los últmos artículos sobre la economía y politicas puertorriqueñas publicados en revistas serias o solo lee folletines? A saber, al menos es ella la experta y no Trump, el mexicanista.
-¿Leíste a Coll i Toste?- pregunto.
-No pero me las como crudas.- Contesta y suelta una carcajada.
Y de la misma manera que se come a Coll i Toste y confunde el Marqués de Arecibo con el de Bobadilla (otra risa), no se bañó en La Charca de Zeno Gandía y piensa que el Gíbaro de Alonso es otra fonda más, como la de Yeyo en El Barrio Latino de NY, o las muchas que los jíbaros de Jurutungo han montado por estos nortes.
-Puerto Rico está en quiebra.- dice con firmeza.
-No, su gobierno está en quiebra. Su gente está molesta, pero enterita, y sus millonarios felices....- contesto; y luego pienso, me pregunto: ¿Habrá leído los últmos artículos sobre la economía y politicas puertorriqueñas publicados en revistas serias o solo lee folletines? A saber, al menos es ella la experta y no Trump, el mexicanista.
SIN DESEOS NO HAY SOBACOS
La magia duró tanto como la tolerancia al olor a sobaco embrujado por un aerosol con acentos de lavanda y gardenias, y sudor. Limpio, me limpio, suelto la toalla sobre su cuerpo, un beso en la frente.
Él asume protagonismo, recostado, sus inmóviles ojos con mirada directa, sin pestañear, alza su brazo y con la mano derecha agarra la parte de atrás de la cabeza, tira un beso, muestra el una vez misterioso y seductor sobaco.
Respuesta obligada: un beso en el aire que marca la frontera entre la antigua atracción y el cuerpo concreto sella una historia con principio y fin.
Ausencia de deseo, aumento de distancia y perspectiva en una pintura doméstica, una vez erótica; hoy, sin brillo, o ganas, o luces, o chispas neurológicas, o fetichismo: las nalgas, los ojos, el pecho, los pechos, penes, barriga, labios, pies, bellos, sobacos.
Él asume protagonismo, recostado, sus inmóviles ojos con mirada directa, sin pestañear, alza su brazo y con la mano derecha agarra la parte de atrás de la cabeza, tira un beso, muestra el una vez misterioso y seductor sobaco.
Respuesta obligada: un beso en el aire que marca la frontera entre la antigua atracción y el cuerpo concreto sella una historia con principio y fin.
Ausencia de deseo, aumento de distancia y perspectiva en una pintura doméstica, una vez erótica; hoy, sin brillo, o ganas, o luces, o chispas neurológicas, o fetichismo: las nalgas, los ojos, el pecho, los pechos, penes, barriga, labios, pies, bellos, sobacos.
Thursday, February 25, 2016
MICRO VIOLENCIA Y HOMOFOBIA: un camino muy humano
La micro-violencia es uno de los temas hoy explorado por escritores y académicos que estudian las relaciones entre grupos sociales, y en este blog han sido presentados diversos casos que sirven para demostrar cómo ocurre, efectos y motivos. Una de las manifestaciones más comunes, difícil de detectar, de ese tipo de micro hostigamiento, abuso físico y mental es la del "amor con foete".
"Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo" cantaba Facundo Cabral.
Qué muchos de esos santurrones tan llenos de amor y compasión "no te rechazan, pero no te aprueban": palabras y variaciones de las mismas en voz de los que quieren al "de abajo" desde sus tronos moralizantes y auto-satisfactorios.
"......pero salvar a quienes no buscan ni requieren ser salvados no es sólo la definición de fanatismo, sino la última señal de ese peligroso amor por el prójimo –ese amor en abstracto– que tiende a servir de excusa para cometer lo contrario." (Ricardo Silva Romero) *
Como parte de un pequeño e informal experimento llevado a cabo con unos cuantos contactos escogidos al azar, mostré fotos de intersexuales/hermafroditas, para investigar qué decían "los que aman y no aprueban" sobre la biología creada por el más poderoso de todos los amores, a través de una "buena cama" entre dos, supuestamente, dos heterosexuales. Algunos, sorprendidos y curiosos, se interesaron por esa expresión de la naturaleza humana (como si esto nunca hubiese ocurrido antes); otros no dijeron nada porque nada tienen que decir, o por el miedo a la verdad, o porque tendrían que amar a lo que en realidad verdaderamente no pueden. Quizás, confunden lástima con amor, ¿ o es que su violencia interna no los deja?
* http://internacional.elpais.com/internacional/2016/02/23/colombia/1456242681_179777.html
La micro-violencia es uno de los temas hoy explorado por escritores y académicos que estudian las relaciones entre grupos sociales, y en este blog han sido presentados diversos casos que sirven para demostrar cómo ocurre, efectos y motivos. Una de las manifestaciones más comunes, difícil de detectar, de ese tipo de micro hostigamiento, abuso físico y mental es la del "amor con foete".
"Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo" cantaba Facundo Cabral.
Qué muchos de esos santurrones tan llenos de amor y compasión "no te rechazan, pero no te aprueban": palabras y variaciones de las mismas en voz de los que quieren al "de abajo" desde sus tronos moralizantes y auto-satisfactorios.
"......pero salvar a quienes no buscan ni requieren ser salvados no es sólo la definición de fanatismo, sino la última señal de ese peligroso amor por el prójimo –ese amor en abstracto– que tiende a servir de excusa para cometer lo contrario." (Ricardo Silva Romero) *
Como parte de un pequeño e informal experimento llevado a cabo con unos cuantos contactos escogidos al azar, mostré fotos de intersexuales/hermafroditas, para investigar qué decían "los que aman y no aprueban" sobre la biología creada por el más poderoso de todos los amores, a través de una "buena cama" entre dos, supuestamente, dos heterosexuales. Algunos, sorprendidos y curiosos, se interesaron por esa expresión de la naturaleza humana (como si esto nunca hubiese ocurrido antes); otros no dijeron nada porque nada tienen que decir, o por el miedo a la verdad, o porque tendrían que amar a lo que en realidad verdaderamente no pueden. Quizás, confunden lástima con amor, ¿ o es que su violencia interna no los deja?
* http://internacional.elpais.com/internacional/2016/02/23/colombia/1456242681_179777.html
Wednesday, February 24, 2016
RESTAVEKS, HIJAS DE CRIANZA Y MUCHACHOS DE MANDADOS
"No se atrevan a hacerle mandados a nadie sin que hablen conmigo primero, que usted no es muchachito de mandado de nadie" era la orden que mamá nos daba. Y todavía hoy, esa orden debe seguir vigente.
El periódico español, El País, ha estado publicando una serie de reportes sobre los niños esclavos en Latinoamérica, delatando un problema que va más allá del cono sur o de los países pobres. Cuántas veces no nos encontramos con el paternalismo típico del “gentil hombre”. Muchas, y muchas veces lo callamos.
En un “college”donde trabajé, unos profesores, simpáticos como nadie, enviaban a sus estudiantes a que le buscaran café, o usaban el “student aid” como muchacho de mandados. Estos artículos y este comportamiento de los profesores me trajo a colación la muy directa y contundente orden que mamá nos daba.
La orden no procedía de una mente poco solidaria o generosa. Al contrario, otros (primos, compadres, antiguos vecinos del campo) eran recibidos y hospedados en el muy viejo y deteriorado ranchón de madera de cuatro cuartos sin puertas, divididos por cortinas de cretona, con una letrina, fogones de carbón y baño al aire libre en el patio (gracias a las escupideras los mas chiquitos no teníamos que usar la muy peligrosa letrina), rodeado de casas mucho mejor puestas y vecinos de clases medias.
Eran las últimas décadas, los cuarenta y cincuenta, del Puerto Rico rural y en aquel ranchón, como si hubiésemos tenido una mansión, se le daba albergue a otros pobres o jibaros mas necesitados. Pobres sí, jibaros sí, pero no éramos ni muchachitos de mandados, ni nos iba a entregar como hijos de crianza. Ya había entregado sus dos hijas mayores a unos parientes mas pudientes economicamente, para que se las ayudaran a criar y las consecuencias no fueron de su agrado.
Cuando vio que solo se las habían llevado para usarlas como sirvientas, que nos las iban a enviar a la escuela, las fue a buscar y se las trajo para la casa. Les creyó, que le iban ayudar a criar a sus hijas y se dio cuenta que no, que los buenos pequeños burgueses del pueblo no eran tan bien intencionados.
La miseria que vivían los hijos de picadores de caña, los jíbaros y los más pobres en las zonas urbanas de las islas de los encantos los obligaba a buscar ayuda con la crianza de sus hijos. En los periódicos aparecen continuamente relatos muy trágicos sobre los “restaveks” del mundo: Haití, República Dominicana, Paraguay, Colombia, México, Ecuador. Excepto en aquellas ocasiones cuando son casos excepcionales, lo que no cuentan los periódicos es cómo la mentalidad del bueno y caritativo pequeño burgués sigue, en muchos casos, activa en el mundo industrializado, sus escuelas, universidades, y en alguna que otra institución que le sirve a los pobres.
No dudo que aquellos profesores (todavía se me paran los pelos cuando me acuerdo; por cierto, le llamé la atención a uno de los citados colegas y como respuesta, se echó a reír) no se hubiesen atrevido a envìar sus pupilos en Columbia University o Harvard a que le hiciesen mandados. La relación entre el burgués liberal y los pobres no se resuelve con discursos políticos o académicos solamente, hay que fijarse en el detalle. Y ese detalle, el muchachito de mandados, sigue por ahí en las mentes y actos de muchos…….
(Un aparte: no sé, pero algunos gays que le sirven de payasos a los heteros o a otros gays por cuestiones de status me recuerdan de forma indirecta, aunque quizás menos nociva, a los muchachos de mandados; ese es otro cuento)
El periódico español, El País, ha estado publicando una serie de reportes sobre los niños esclavos en Latinoamérica, delatando un problema que va más allá del cono sur o de los países pobres. Cuántas veces no nos encontramos con el paternalismo típico del “gentil hombre”. Muchas, y muchas veces lo callamos.
En un “college”donde trabajé, unos profesores, simpáticos como nadie, enviaban a sus estudiantes a que le buscaran café, o usaban el “student aid” como muchacho de mandados. Estos artículos y este comportamiento de los profesores me trajo a colación la muy directa y contundente orden que mamá nos daba.
La orden no procedía de una mente poco solidaria o generosa. Al contrario, otros (primos, compadres, antiguos vecinos del campo) eran recibidos y hospedados en el muy viejo y deteriorado ranchón de madera de cuatro cuartos sin puertas, divididos por cortinas de cretona, con una letrina, fogones de carbón y baño al aire libre en el patio (gracias a las escupideras los mas chiquitos no teníamos que usar la muy peligrosa letrina), rodeado de casas mucho mejor puestas y vecinos de clases medias.
Eran las últimas décadas, los cuarenta y cincuenta, del Puerto Rico rural y en aquel ranchón, como si hubiésemos tenido una mansión, se le daba albergue a otros pobres o jibaros mas necesitados. Pobres sí, jibaros sí, pero no éramos ni muchachitos de mandados, ni nos iba a entregar como hijos de crianza. Ya había entregado sus dos hijas mayores a unos parientes mas pudientes economicamente, para que se las ayudaran a criar y las consecuencias no fueron de su agrado.
Cuando vio que solo se las habían llevado para usarlas como sirvientas, que nos las iban a enviar a la escuela, las fue a buscar y se las trajo para la casa. Les creyó, que le iban ayudar a criar a sus hijas y se dio cuenta que no, que los buenos pequeños burgueses del pueblo no eran tan bien intencionados.
La miseria que vivían los hijos de picadores de caña, los jíbaros y los más pobres en las zonas urbanas de las islas de los encantos los obligaba a buscar ayuda con la crianza de sus hijos. En los periódicos aparecen continuamente relatos muy trágicos sobre los “restaveks” del mundo: Haití, República Dominicana, Paraguay, Colombia, México, Ecuador. Excepto en aquellas ocasiones cuando son casos excepcionales, lo que no cuentan los periódicos es cómo la mentalidad del bueno y caritativo pequeño burgués sigue, en muchos casos, activa en el mundo industrializado, sus escuelas, universidades, y en alguna que otra institución que le sirve a los pobres.
No dudo que aquellos profesores (todavía se me paran los pelos cuando me acuerdo; por cierto, le llamé la atención a uno de los citados colegas y como respuesta, se echó a reír) no se hubiesen atrevido a envìar sus pupilos en Columbia University o Harvard a que le hiciesen mandados. La relación entre el burgués liberal y los pobres no se resuelve con discursos políticos o académicos solamente, hay que fijarse en el detalle. Y ese detalle, el muchachito de mandados, sigue por ahí en las mentes y actos de muchos…….
(Un aparte: no sé, pero algunos gays que le sirven de payasos a los heteros o a otros gays por cuestiones de status me recuerdan de forma indirecta, aunque quizás menos nociva, a los muchachos de mandados; ese es otro cuento)
Tuesday, February 23, 2016
SIMÓN RODRÍGUEZ, EL MAESTRO DE BOLIVAR (notas iniciales para un curso)
1. Un repaso informal de prontuarios de cursos sobre multi-culturalismo y educación mostró que ninguno de los cuatro prontuarios cubrían contenidos ni lecturas con referentes como Simón Rodríguez, Eugenio M de Hostos, José Martí en su bibliografía. Algo parecido encontramos hace muchos años (absurdo): los cursos sobre la enseñanza de español en la educación bilingüe eran enseñados en inglés. "¿Qué Edad de Oro?": preguntó una profesora de "minority languages education". Debe ser, por lo que cubren, que resuelven el asunto con visitas a los pueblos pobres de Latinoamérica, pero sin tener que leer sus autores ni oír a sus educadores. Los siguientes puntos son el comienzo de un estudio de las ideas de Simón Rodríguez y su vínculo con ideas contemporáneas sobre la educación y el multiculturalismo.
2. "Los indios hablan bien el quechua, nosotros, ni hablamos el quechua, ni terminamos de hablar bien el castellano. ¿Podemos convivir con los indios sin comprenderlos?..... Mas vale comprender a un indio que a Ovidio.....Nos interesa más entender América que saber de los egipcios y de los asirios”.
http://encontrarte.aporrea.org/media/50/simon%20rodriguez.pdf
3. "Es importante resaltar que el contexto, social, cultural, político, económico e ideológico que le correspondió accionar a Simón Rodríguez, era sin duda alguna adversa a un pensamiento liberador, al concepto de igualdad, educación general, al pensamiento crítico, creador. Le correspondió vivir en sociedades que pretendían ser estáticas."
https://taimaboffil.wordpress.com/2009/11/15/simon-rodriguez-pensamiento-y-accion/
4. "Mandar recitar de memoria lo que no se entiende, es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su «porque» al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo: '¿Por qué?'. Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mando hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos."
http://www.aporrea.org/actualidad/a5166.html
5. "No es casual la convergencia entre las ideas educativas del maestro y filósofo venezolano Simón Rodríguez y el intelectual y líder político cubano, José Martí, aunque entre ambos medie medio siglo..... Ambos estaban convencidos de que en Hispanoamérica había que reformar la educación de raíz a fin de ponerla a tono con las necesidades de las nuevas sociedades que nacían con la emancipación del dominio colonial español, no solo en lo metodológico, sino también en la adecuación para solucionar los problemas del Nuevo Mundo anquilosados por la enseñanza escolástica y religiosa que se mantuvo como cáncer cultural durante muchas décadas."
http://blogs.monografias.com/marti-otra-vision/2009/09/08/simon-rodriguez-y-jose-marti/
2. "Los indios hablan bien el quechua, nosotros, ni hablamos el quechua, ni terminamos de hablar bien el castellano. ¿Podemos convivir con los indios sin comprenderlos?..... Mas vale comprender a un indio que a Ovidio.....Nos interesa más entender América que saber de los egipcios y de los asirios”.
http://encontrarte.aporrea.org/media/50/simon%20rodriguez.pdf
3. "Es importante resaltar que el contexto, social, cultural, político, económico e ideológico que le correspondió accionar a Simón Rodríguez, era sin duda alguna adversa a un pensamiento liberador, al concepto de igualdad, educación general, al pensamiento crítico, creador. Le correspondió vivir en sociedades que pretendían ser estáticas."
https://taimaboffil.wordpress.com/2009/11/15/simon-rodriguez-pensamiento-y-accion/
4. "Mandar recitar de memoria lo que no se entiende, es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su «porque» al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo: '¿Por qué?'. Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mando hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos."
http://www.aporrea.org/actualidad/a5166.html
5. "No es casual la convergencia entre las ideas educativas del maestro y filósofo venezolano Simón Rodríguez y el intelectual y líder político cubano, José Martí, aunque entre ambos medie medio siglo..... Ambos estaban convencidos de que en Hispanoamérica había que reformar la educación de raíz a fin de ponerla a tono con las necesidades de las nuevas sociedades que nacían con la emancipación del dominio colonial español, no solo en lo metodológico, sino también en la adecuación para solucionar los problemas del Nuevo Mundo anquilosados por la enseñanza escolástica y religiosa que se mantuvo como cáncer cultural durante muchas décadas."
http://blogs.monografias.com/marti-otra-vision/2009/09/08/simon-rodriguez-y-jose-marti/
LESBIANAS AGRINGADAS
Es que no puedo, no puedo tolerar los homos que apoyan a la derecha. No los entiendo. Y mucho menos cuando una buchota (derivado de la palabra inglesa butch, si quieren saber la definición, vayan al diccionario), una "tofeta" forma un círculo con los dedos pulgar e índice de su mano derecha, los alza al estilo de los cantantes de flamenco y mientras los baja, dice, bien macharrana, que ella vota por los estadistas.
Quien conoce al partido político que representa a los estadistas en la isla de los espantos sabe que este partido está dirigido y controlado por los talibangélicos, y que si estos fascistoides siguen en el poder, los hombres y mujeres al margen del margen en este gauteriano jardín del mundo van a tener que esconderse o si no, aguantar los atropellos de los talibangélicos. Es que no se da cuenta que puede ser estadista y no fascista. No creo. La partidocracia parece controlar el cerebro de los votantes en este reguero de país. Por Dios, que siguen, al igual que muchos otros, defendiendo partidos que no representan sus intereses, y nada que ver con el status político de la islita de los espantos.
"¿Usted vota?", me preguntó, después de su muy gesticulada postura. "No", le dije. Cachapera pendeja, pensé, pero no lo dije por temor a que me acusara de homofóbico o, peor, me invitara a pelear en la calle. Ya uno sabe como son las lesbianas estadistas.
Y yo que iba en busca de una copita para relajarme en el Tía María de la de Diego terminé atolondrado por la negación de algunos gays boricuas.
(Por cierto, el ron Barrilito con una pizca de naranja agria estaba delicioso.)
No, no me tomé el Barrilito en el Tía María. Me lo tomé en casa mientras escribía este relato sobre cabezas dislocadas.
Quien conoce al partido político que representa a los estadistas en la isla de los espantos sabe que este partido está dirigido y controlado por los talibangélicos, y que si estos fascistoides siguen en el poder, los hombres y mujeres al margen del margen en este gauteriano jardín del mundo van a tener que esconderse o si no, aguantar los atropellos de los talibangélicos. Es que no se da cuenta que puede ser estadista y no fascista. No creo. La partidocracia parece controlar el cerebro de los votantes en este reguero de país. Por Dios, que siguen, al igual que muchos otros, defendiendo partidos que no representan sus intereses, y nada que ver con el status político de la islita de los espantos.
"¿Usted vota?", me preguntó, después de su muy gesticulada postura. "No", le dije. Cachapera pendeja, pensé, pero no lo dije por temor a que me acusara de homofóbico o, peor, me invitara a pelear en la calle. Ya uno sabe como son las lesbianas estadistas.
Y yo que iba en busca de una copita para relajarme en el Tía María de la de Diego terminé atolondrado por la negación de algunos gays boricuas.
(Por cierto, el ron Barrilito con una pizca de naranja agria estaba delicioso.)
No, no me tomé el Barrilito en el Tía María. Me lo tomé en casa mientras escribía este relato sobre cabezas dislocadas.
Monday, February 22, 2016
Thursday, February 18, 2016
De Jájome a los Guayama de Tembandumba: El Chiforover
Borinquen Rojo era un barrio tan “dinámico”, "violento", que mamá, cuando salíamos de la casa, se pasaba los días preocupada por los hijos; siempre había alguien tentando la hombría o amenazando a las muchachas con un, “vas a ser mía”. En el campo, entre los jibaros el código de honor era distinto y roto pocas veces. Cuando se hacía, tenía consecuencias nefastas. Una apuesta no pagada, una palabra fuera de sitio, una virginidad deshonrada, un guapetón de pueblo que viniese a demostrar su valor eran los casos contados que documentaban los hechos violentos del barrio en las montañas. El resto del tiempo era vida tranquila, pobre pero en paz. Familias acostumbradas a la vida en clanes, en sus antiguos mundos estaban emparentadas; y sus modos de compartir, de juzgar eran regidos por el honor, la honra, el compadrazgo. No en ese nuevo barrio. Todos los domingos se formaban peleas por las razones más bobas, “que si tu mujer me dijo”, “que si tu marido es esto”, “que si tus hijos”. Allí duramos seis meses.
Tuvimos que comenzar a aprender nuevas formas de vida, retratadas en mi memoria con el único recuerdo claro que tengo de aquellos seis meses: una expresión del miedo con el que vivía mamá. Su cara cuarteada por la tensión de los músculos, petrificada, cobriza y fundida con las paredes de madera, que azotadas por los años, cubiertas de rendijas, rodeadas de muchas casas iguales, formaban un ambiente donde casas, cara, colores e historia eran fragmentos y un entero a la par. En parte creo, porque siempre estuve consciente de toda esa trayectoria, que esa es la razón por la cual nunca dejamos de cuidar a los viejos.
A los seis meses de vivir en Borinquen Rojo, huyéndole a la violencia y lo impredecible, nos mudamos a un barrio de clases medias. Primero alquilamos la casa de cuatro cuartos, y luego los viejos la compraron. Mi hermana mayor, que siempre fue espabilada, inmediatamente aprendió los ir y venir de la gente en el pueblo y consiguió trabajo en un taller donde les cosían a las señoras de dinero y a los pocos meses de mudarnos al pueblo se casó. Desde el campo era novia del hijo de un policía. Fue ella quien nos consiguió esta casa más cercana al centro del pueblo y aunque no vivía en casa, siempre se aseguraba de ayudar a mantener la familia. Gonzalo consiguió trabajo de dependiente en una tienda. Papá abrió un colmadito y dejó el cañaveral; mamá, que ya desde Borinquen Rojo vendía carbón, trabajaba de costurera y atendía la casa; Toño, Cusa y yo asistíamos a la escuela.
El pueblo cuadriculado, el primero en ser planificado nos decían en la escuela, tenía divisiones marcadas por clases, ascendencias, apellidos y colores. Divisiones que a simple vista, muchas veces, no eran aparentes pero que se notaban en nuestras relaciones. Los dueños de la casa que nosotros alquilamos vivían al lado, y como miembros de la clase civil, un burócrata y una maestra, celebraban fiestas domingueras por el solo hecho de reunirse con sus iguales, otros burócratas y maestros. Nunca vi a las familias que vivían alrededor de la plaza asistir a esas fiestas, ni tampoco a doña Aurora, aunque la invitaban. Supongo que como los vecinos eran mulatos y ella, emparentada con los llamados "blanquitos", no iba rebajarse aceptándole la invitación. A nosotros no nos invitaban, y creo que de haberlo hecho no hubiésemos asistido. Celebrar fiestas sin ninguna otra razón que reunirse era una novedad para nosotros; pues en el campo sólo se celebraban fiestas durante las navidades, bodas o bautizos.
A principios de mudarnos, como la curiosidad mató al gato, a través de los huecos que había en la verja de zinc que nos separaba de la otra casa, los fisgábamos. Sabíamos cuando llegaba el invitado más importante porque siempre era el último en hacer su entrada y todos los demás allí presentes corrían al balcón a recibirlo. Acompañados por música instrumental bailaban a sus acordes, comían, y se reían si temor a llamar la atención. Cuando se acababa la fiesta, los vecinos nos pasaban un plato de comida por encima de la verja.
Al mes de habernos mudado, Maya, la primera de la familia que subió otro escalafón en las clases económicas que regían el pueblo, nos regaló nuestro primer mueble que no había sido hecho por un pariente o compadre. Pusimos el mueble en el dormitorio que daba para la sala y mamá aprovechó la ocasión para coserle una colcha a la cama. Cusa y yo nos sentábamos en la sala para mirarlo desde lejos. Toño y Gonzalo lo esquinaron para que luego Cusa le pasara aceite de brillar muebles. Papá, en cuclillas, desde la sala, nos miraba; con un gesto formado por los cachetes sumidos, hombros subidos y labios apretados, nos dejaba saber que no entendía la algarabía que teníamos formada.
No más perchas cubiertas con cortinas de cretona. El mueble estaba dividido en dos partes. Tenía cuatro gavetas en un lado, con un espejo al tope de las mismas. Maya le puso papel a las gavetas, Gonzalo colocó su peinilla y un pomo de brillantina Alka frente al espejo, y mamá le añadió una cruz de madera y un rosario. El otro lado del mueble era para colgar ropas y tenía en su puerta un espejo donde Cusa, cuando mamá no se encontraba en casa, se pasaba horas muertas peinándose. Yo, a su lado, hacía muecas. A escondidas de mamá, la vieja no quería que le mancharan su chiforover.
Tuvimos que comenzar a aprender nuevas formas de vida, retratadas en mi memoria con el único recuerdo claro que tengo de aquellos seis meses: una expresión del miedo con el que vivía mamá. Su cara cuarteada por la tensión de los músculos, petrificada, cobriza y fundida con las paredes de madera, que azotadas por los años, cubiertas de rendijas, rodeadas de muchas casas iguales, formaban un ambiente donde casas, cara, colores e historia eran fragmentos y un entero a la par. En parte creo, porque siempre estuve consciente de toda esa trayectoria, que esa es la razón por la cual nunca dejamos de cuidar a los viejos.
A los seis meses de vivir en Borinquen Rojo, huyéndole a la violencia y lo impredecible, nos mudamos a un barrio de clases medias. Primero alquilamos la casa de cuatro cuartos, y luego los viejos la compraron. Mi hermana mayor, que siempre fue espabilada, inmediatamente aprendió los ir y venir de la gente en el pueblo y consiguió trabajo en un taller donde les cosían a las señoras de dinero y a los pocos meses de mudarnos al pueblo se casó. Desde el campo era novia del hijo de un policía. Fue ella quien nos consiguió esta casa más cercana al centro del pueblo y aunque no vivía en casa, siempre se aseguraba de ayudar a mantener la familia. Gonzalo consiguió trabajo de dependiente en una tienda. Papá abrió un colmadito y dejó el cañaveral; mamá, que ya desde Borinquen Rojo vendía carbón, trabajaba de costurera y atendía la casa; Toño, Cusa y yo asistíamos a la escuela.
El pueblo cuadriculado, el primero en ser planificado nos decían en la escuela, tenía divisiones marcadas por clases, ascendencias, apellidos y colores. Divisiones que a simple vista, muchas veces, no eran aparentes pero que se notaban en nuestras relaciones. Los dueños de la casa que nosotros alquilamos vivían al lado, y como miembros de la clase civil, un burócrata y una maestra, celebraban fiestas domingueras por el solo hecho de reunirse con sus iguales, otros burócratas y maestros. Nunca vi a las familias que vivían alrededor de la plaza asistir a esas fiestas, ni tampoco a doña Aurora, aunque la invitaban. Supongo que como los vecinos eran mulatos y ella, emparentada con los llamados "blanquitos", no iba rebajarse aceptándole la invitación. A nosotros no nos invitaban, y creo que de haberlo hecho no hubiésemos asistido. Celebrar fiestas sin ninguna otra razón que reunirse era una novedad para nosotros; pues en el campo sólo se celebraban fiestas durante las navidades, bodas o bautizos.
A principios de mudarnos, como la curiosidad mató al gato, a través de los huecos que había en la verja de zinc que nos separaba de la otra casa, los fisgábamos. Sabíamos cuando llegaba el invitado más importante porque siempre era el último en hacer su entrada y todos los demás allí presentes corrían al balcón a recibirlo. Acompañados por música instrumental bailaban a sus acordes, comían, y se reían si temor a llamar la atención. Cuando se acababa la fiesta, los vecinos nos pasaban un plato de comida por encima de la verja.
Al mes de habernos mudado, Maya, la primera de la familia que subió otro escalafón en las clases económicas que regían el pueblo, nos regaló nuestro primer mueble que no había sido hecho por un pariente o compadre. Pusimos el mueble en el dormitorio que daba para la sala y mamá aprovechó la ocasión para coserle una colcha a la cama. Cusa y yo nos sentábamos en la sala para mirarlo desde lejos. Toño y Gonzalo lo esquinaron para que luego Cusa le pasara aceite de brillar muebles. Papá, en cuclillas, desde la sala, nos miraba; con un gesto formado por los cachetes sumidos, hombros subidos y labios apretados, nos dejaba saber que no entendía la algarabía que teníamos formada.
No más perchas cubiertas con cortinas de cretona. El mueble estaba dividido en dos partes. Tenía cuatro gavetas en un lado, con un espejo al tope de las mismas. Maya le puso papel a las gavetas, Gonzalo colocó su peinilla y un pomo de brillantina Alka frente al espejo, y mamá le añadió una cruz de madera y un rosario. El otro lado del mueble era para colgar ropas y tenía en su puerta un espejo donde Cusa, cuando mamá no se encontraba en casa, se pasaba horas muertas peinándose. Yo, a su lado, hacía muecas. A escondidas de mamá, la vieja no quería que le mancharan su chiforover.
Tuesday, February 16, 2016
DE ESO NO SE HABLA; DE ESE SÍ SE HABLA
"Hablan, y no es la gente que de Julia murmuran, y justifican sus prejuicios, por bañarse desnuda en el río, incluso, aquellos que tienen que ver con que solo ellos pueden hablar de ella, de ti, de mí. Hay quienes no pueden hablar de ellos." En uno de los relatos de Reinaldo Arenas, un abuelo corta hasta los àrboles donde el niño escribe.
DOSMETIC VIOLENCE, QUE DE ESO NO SE HABLA
"De eso no se habla” is a common phrase used by Puerto Rican families to camouflage a certain sense of shame, to keep appearances. A value that is more important than the safety of children or others in vulnerable situations. “Los trapos sucios se lavan en casa”, but what about if the dirt in “trapos sucios” hurts children, allows a place where there is a pattern of recurring violence? Then “lavarlos en casa” only does not clean "el fango que se compenetra en la piel, en la sangre, en el alma”, and remains there for a very long time.
And every time you face the violence, the palpitations come back, the fear, the terror. And if you keep quiet , "… de noche, quieto, la escondes sobre la almohada; y sueñas con vidas idílicas junto a los tan felices personajes del cine o triunfando en otros entornos más allá de la pobreza y la miseria; cuando te preguntas por qué te tocó a ti vivir esa vida y nadie te oye. Nadie te oye.”* But so many decades later to speak up, to write about it can help with the “limar las asperezas”; might even force others to stop the violence, to face the truth, the painful truth.
I do not remember when it began or who started the violence. My father and mother’s alcoholism, the gambling, the life of a “mujeriego” father or, perhaps, my mother’s need to control everybody and everything served as the lightning rod, the “agentes catalíticos”. I remember the beatings until I was around fourteen years of age when she stopped to beat me up. It was around the same time when I told them that I was going to finish my high school a year earlier and go to Ponce to become a “normalista”. I guess the shock of seeing the last of her children moving away made a difference. I think that since I was no longer a child and willing to make decisions on my own led my parents into stopping the violence, the unexpected violence.
A year later, the alcoholism ended when I decided to take the “caneca de ron” away from my parents and threw it away against the concrete floor. Fifty four years later the memory Is still quite vivid: my mother screaming and my father threatening me with, “te voy a matar si le pasa algo”. Terrified, I ran away. After all, he had killed someone “a machetazo limpio” back in Jájome for reasons that were never clear to me. So many decades later the memories come back as I had to call my building's security guards. A few minutes ago, I heard the screams of a woman or an old person. The anxiety, the palpitations, the fear led me to write this blog immediately but did not stop me from making sure that this person or someone else is not abused if I can do something about it, including this brief essay.
*http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2013/01/el-gringo-bully.html
*http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2012/09/fassbinder-en-guayama.html
PUBLICADO POR GERARDO TORRES EN 6:04
And every time you face the violence, the palpitations come back, the fear, the terror. And if you keep quiet , "… de noche, quieto, la escondes sobre la almohada; y sueñas con vidas idílicas junto a los tan felices personajes del cine o triunfando en otros entornos más allá de la pobreza y la miseria; cuando te preguntas por qué te tocó a ti vivir esa vida y nadie te oye. Nadie te oye.”* But so many decades later to speak up, to write about it can help with the “limar las asperezas”; might even force others to stop the violence, to face the truth, the painful truth.
I do not remember when it began or who started the violence. My father and mother’s alcoholism, the gambling, the life of a “mujeriego” father or, perhaps, my mother’s need to control everybody and everything served as the lightning rod, the “agentes catalíticos”. I remember the beatings until I was around fourteen years of age when she stopped to beat me up. It was around the same time when I told them that I was going to finish my high school a year earlier and go to Ponce to become a “normalista”. I guess the shock of seeing the last of her children moving away made a difference. I think that since I was no longer a child and willing to make decisions on my own led my parents into stopping the violence, the unexpected violence.
A year later, the alcoholism ended when I decided to take the “caneca de ron” away from my parents and threw it away against the concrete floor. Fifty four years later the memory Is still quite vivid: my mother screaming and my father threatening me with, “te voy a matar si le pasa algo”. Terrified, I ran away. After all, he had killed someone “a machetazo limpio” back in Jájome for reasons that were never clear to me. So many decades later the memories come back as I had to call my building's security guards. A few minutes ago, I heard the screams of a woman or an old person. The anxiety, the palpitations, the fear led me to write this blog immediately but did not stop me from making sure that this person or someone else is not abused if I can do something about it, including this brief essay.
*http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2013/01/el-gringo-bully.html
*http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2012/09/fassbinder-en-guayama.html
PUBLICADO POR GERARDO TORRES EN 6:04
Friday, February 12, 2016
SUICIDIOS
Andas conmigo desde muy temprano en la vida; tientas y desapareces. De noche es cuando más tratas de apoderarte del ser. De noche me despertaron para correr hasta el hospital municipal porque mi hermana había tratado de suicidarse, dos veces, dos intentos fallidos. De noche es cuando regresa el miedo con las peleas, palizas, carencias, "un huevo frito, un plato de arroz blanco"; el padre alcohólico, violencia. De noche llega otro alcohólico, el hermano machista que odia sin límites: "Cua, cua, pato", su risa, su burla; hoy se repite, no para, llama y amenaza. De noche la muerte se esconde en la obscuridad, no la ves llegar, te agarra y lucha para tratar de ganar la batalla. De noche, el suicidio cuenta la historia de los que viven junto a él.
Thursday, February 11, 2016
51. Laberintos. Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado
No fueron los que filmó Almodóvar ni los que, mucho antes, grabó y caminó la Lupe en sus disco Laberintos de Pasiones. En otros espacios y por otros personajes, arrastrando los pies, a veces, o, en otras, a pasos ligeros tamboreando el eco, son rastreados, caminados los entuertos de un bolero, con sus rincones obscuros, entretejidos, ensombrecidos o ligeramente alumbrados por luces filtradas a través de las palabras y la melodía.
- ¿Bailamos?
- No, ahora no.
- ¿Tienes miedo?
- Sí.
Entregas completas, susurros, temores, amores prohibidos, desilusiones, ilusiones, deseos, pasiones son vividas en rincones e interminables y tortuosos pasillos, caminados por ellos, los amantes, boleristas, autor. Se encuentran: "...todo a media luz", y aseguran de que nadie los persigue, que su amor, "crepúsculo interior" delineado por "sombras nada más", no sea traicionado "...en el camino..." por "una sombra de odio" que una vez "apartó a los dos".
"Dos almas que en el mundo...." se aman, "a media luz los besos, a media luz los dos", en un rincón, "en la oscuridad donde nadie va/ que no se oiga mas que tu respirar"; y en una esquina, "que es un escándalo dicen y hasta me maldicen por darte mi amor", al final de un largo y obscuro corredor gótico, se esconden y sacian sus placeres, "que si esto es escandaloso, es más vergonzoso no saber amar."
Se separan: "... tal vez nos veremos después", y siguen por el laberinto del cual nunca, quizás, encontrarán la salida; "que es un escándalo dicen", y con ese bolero, "sigue la corriente y quiéreme más", descubran que los laberintos son su transitar por esta vida,
- ¿Bailamos?
- No, ahora no.
- ¿Tienes miedo?
- Sí.
Entregas completas, susurros, temores, amores prohibidos, desilusiones, ilusiones, deseos, pasiones son vividas en rincones e interminables y tortuosos pasillos, caminados por ellos, los amantes, boleristas, autor. Se encuentran: "...todo a media luz", y aseguran de que nadie los persigue, que su amor, "crepúsculo interior" delineado por "sombras nada más", no sea traicionado "...en el camino..." por "una sombra de odio" que una vez "apartó a los dos".
"Dos almas que en el mundo...." se aman, "a media luz los besos, a media luz los dos", en un rincón, "en la oscuridad donde nadie va/ que no se oiga mas que tu respirar"; y en una esquina, "que es un escándalo dicen y hasta me maldicen por darte mi amor", al final de un largo y obscuro corredor gótico, se esconden y sacian sus placeres, "que si esto es escandaloso, es más vergonzoso no saber amar."
Se separan: "... tal vez nos veremos después", y siguen por el laberinto del cual nunca, quizás, encontrarán la salida; "que es un escándalo dicen", y con ese bolero, "sigue la corriente y quiéreme más", descubran que los laberintos son su transitar por esta vida,
Wednesday, February 10, 2016
JABIBONUCO: El Libro de Daniel
El Libro de Daniel es el último capítulo (borrador), ambientado en Uruguay, de mi novela monografía, Jabibonuco, cuyos capítulos anteriores, Pecados Capitales y Jabibonuco, fueron publicados en este blog.
1. El Verbo
"En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada." (Evangelio según San Juan 1:1. Nueva Biblia de Jerusalén. Bilbao: Desclée de Brower, 1999.)
“Ni el lenguaje ni las expresiones culturales dependen completamente del organismo, de lo biológico. Antes de la palabra, está la experiencia, el asombro. Canetti lo explica muy bien. Los principios espirituales universales de las culturas en todos los tiempos así lo comprueban. Las búsquedas, nuevas investigaciones, los trabajos comparativos, interculturales ayudan a aclarar estas ideas y a trascender lo dogmático de las iglesias. Si en un mimento las iglesias trascendieron el animismo, trataron, las ideas contemporáneas sirven para abrir nuevas esperanzas y cambios que la inteligencia por sí sola, el muy medido cociente de inteligencia, tan detallado por los genetistas no puede explicar. Arthur Jensen, equivocadamente, sostiene que los determinantes biológicos de la inteligencia y su expresión cultural lingüística dependen fundamentalmente de determinados aspectos de la fisiología cerebral que modifican la sensibilidad y eficiencia de los procesos básicos en el procesamiento de la información que modelan las respuestas del individuo. Por el contrario Leon Kamin no dice que las teorías racistas de Jensen y Hermstein sobre la determinación genética de la inteligencia no tienen consistencia científica.
Se puede argumentar que no está demostrado que los pueblos originarios - sean charrúas, arahuacos, africanos - tengan una inteligencia distinta a la de los europeos y sus descendientes en las Américas. Usaron su inteligencia en entornos que requerían un uso diferente de sus capacidades, y ese factor tan importante, los Jensen del mundo lo descartan, no lo entienden. (Bárbara Coster, “Conferencias inéditas”, Frankfurt - NY: 1973-2003)
“Los trabajos de Daniel sirven para continuar investigando y delatando las muy tristes historias de los pueblos originarios. Muy triste lo que cuenta sobre los charrúas, quienes después de haber luchado por el beneficio del Uruguay, fuesen desterrados y vendidos como conejillos de indias y como artefactos para un espectáculo. Muy triste. Antes de Jensen estuvieron otros que usaron como excusas la ciencia para justificar sus prejuicios.
Como Daniel, los nuevos cronistas - lingüistas, educadores, antropólogos, sicólogos, monjas feministas – tienen que seguir recogiendo información sobre las nuevas colonizaciones y delatando las anteriores. " (Sor Bernarda del Castillo, correos electrónicos inéditos)
“Los alumnos y maestros intervenían directamente en todas las fases de la confección de los primeros libros. Cada libro, a su vez, era de cada uno y de toda la clase. En distintas etapas de su desarrollo lingüístico (véase evidencia tomada de la conceptualización y verbalización de la lecto-escritura entre niños y niñas de distintos países y grupos étnicos, raciales) el niño demuestra, al igual que los adultos, que el aprendizaje del lenguaje se mueve en una continua descontextualización del mismo hasta llegar a las abstracciones y logra la posibilidad de desvincular el yo del objeto discutido, categorizado. El lecto-escritor, al igual que el hablante, principiante empieza mezclando las funciones, signos, estilos, y significados, que paulatinamente se van aclarando y respondiendo o subvirtiendo los estándares de una comunidad en particular.
El hablante/lector/escritor va balanceando, comprendiendo la relación entre la conceptualización del yo y el entorno socio-histórico; el yo, su entorno y su historia”. (Bárbara Coster, “Conferencias inéditas”, Frankfurt - NY: 1973-2003)
“La oración fundamental del cristianismo, El Padre Nuestro, tiene dos versiones: San Lucas da de ella un texto breve (con cinco peticiones [cf Lc 11, 2-4]), San Mateo una versión más desarrollada (con siete peticiones [cf Mt 6, 9-13]). La tradición litúrgica de la Iglesia ha conservado el texto de San Mateo. Como resultado de los nuevos estudios teológicos, los hallazgos arqueológicos en el Oriente Medio y dado que los evangelios fueron escritos mucho después del asesinato de Cristo, hay quienes dudan sobre la veracidad de la segunda versión. Recuerda que ya para el siglo tercero después de la muerte de Cristo el cristianismo había sido consolidado y ciertos grupos comenzaron a ejercer control lingüístico e ideológico sobre los muy diversos y pluralistas cristianos primitivos, y que puede que hayan sobre-impuesto los intereses de ciertos grupos en particular sobre la versión original de Cristo.” (Sor Bernarda del Castillo, correos electrónicos inéditos)
“La oración fundamental del cristianismo, El Padre Nuestro, tiene dos versiones: San Lucas da de ella un texto breve (con cinco peticiones [cf Lc 11, 2-4]), San Mateo una versión más desarrollada (con siete peticiones [cf Mt 6, 9-13]). La tradición litúrgica de la Iglesia ha conservado el texto de San Mateo. Como resultado de los nuevos estudios teológicos, los hallazgos arqueológicos en el Oriente Medio y dado que los evangelios fueron escritos mucho después del asesinato de Cristo, hay quienes dudan sobre la veracidad de la segunda versión. Recuerda que ya para el siglo tercero después de la muerte de Cristo el cristianismo había sido consolidado y ciertos grupos comenzaron a ejercer control lingüístico e ideológico sobre los muy diversos y pluralistas cristianos primitivos, y que puede que hayan sobre-impuesto los intereses de ciertos grupos en particular sobre la versión original de Cristo.” (Sor Bernarda del Castillo, correos electrónicos inéditos)
2. La Comunión
"Durante una entrevista sobre las vidas de los habitantes en uno de los barrios populares de Montevideo, el crimen como tema, pocas personas quisieron hablar y quien lo hizo intercaló español estándar con frases dialectales montevideanas, 'Yo no sé nada. Y aunque supiera tampoco te diría, no me voy a regalar. Raja de acá porque te van a picar como a un queso. No me importa lo que seas, acá está todo el mundo caliente'.
A través del lenguaje, la música - en particular, la música de origen mestizo como lo es la cumbia, la salsa, el reguetón -, se pueden identificar los valores étnico-raciales, el mestizaje cultural, la influencia de pueblos originarios, afro-descendientes y de otras culturas populares. Estas transformaciones históricas, cambios en las percepciones del yo y la comunidad, se manifiestan en el dialecto plancha, el lenguaje de las clases mas propensas a fusionarse, transgredir." (Daniel Mujica. "El mestizaje cultural y las influencias de los pueblos originarios en el Uruguay contemporáneo", monografía inédita, 1984)
- Perdona, no te llamé brava por ser femenino. Es un uso más. Que el significado no está tanto en la palabra. Si algo aprendí con las lecturas de las conferencias inéditas de la Koster, fue que el significado está en el conjunto de elementos: el acento, la entonación, y éstos le añaden o restan seriedad, importancia a lo que dices, o le otorga sensualidad, o lo caricaturiza.
- En el Caribe, en mi pueblo, hablar fino, No se podía hablar fino, se burlaban
- ¿Por qué se burlaban de hablar bien?
- Por la misma razón que los planchas hablan como hablan. El tuyo parece sacado de una película de Niní Marshall. ¿Sabías que Perón la expulsó del país por depreciar el idioma o por alguna razón relacionada con el idioma?
- No lo sabía. El de ustedes es el más influenciado por el inglés.
- Y es el más cursi, si oyes a las señoras clases medias de San Juan.
- Te deseo, en parte, por tu acento.
- No es deseo, entonces. Es otra cosa, pero no es deseo
- Los planchas uruguayos, al igual que los villeros en Buenos Aires o los cafres en Puerto Rico, pueden aprender a hablar como nosotros, pero muchos terminan como Jabibonuco, quien aprendió todos los códigos, y no aprendió a distinguir todos sus usos ni lo que guiaba a quien lo oía. Por eso lo quemaron en la hoguera.
- Tu interés en mí, en mi forma de hablar, extranjero con unas experiencias muy distintas debido a mi procedencia de clase y fusión cultural, desplaza y reemplaza tu verdadero deseo y niega la posibilidad de desenfrenar y desenmascarar tu vida por completo. Por eso es mejor conocernos, que acostarnos, tener sexo.
- Si vos lo dices.
“Cuando Merton nos dice que el paraíso es simplemente la persona, su yo radical en su libertad, libre de inhibiciones, el yo que dejó de estar vestido con su ego, mueve la misma idea que por tantos siglos y culturas nos ha preocupado a un plano personal, uno que exige de eso yo una relación distinta con el otro, reta la doctrina y el absolutismo de los ritos tradicionales de la iglesia, fuera de supersticiones y objetos sagrados. Sus escritos reflejan unas muy modernas intuiciones, con su pluralidad de formas que no pertenecen a un solo tiempo o a un mundo exclusivo; infinitos laberintos, mitos, ritos, leyendas, criptografías que de cierta forma, algo mundana, sirven de explicación para poder entender la relación tan de cerca y simbiótica que tienen ustedes dos.
Lo mestizo del arahuaco-africano-europeo-charrúa-guaraní, y sabrá Dios qué más, se aclara y se junta. Me atrevo jurar, que ustedes han empezado a reivindicar a Jabibonuco, Diego, Micaela, Guanina, y han retomado y redefinido la labor de, entre muchos, Madame K’lalud. Me rio, pero que Dios me perdone, si blasfemo.” (Sor Bernarda del Castillo, correos electrónicos inéditos)
El metal de voz de Daniel, estreñido, no cuadraba con su inteligencia, ni con su formación, donde el raciocinio era fundamental y que aplicaba con una impresionante frialdad; oía a sus interlocutores sin el continuo estar a la defensiva. Era distinto a mí.
Yo, siempre a la defensiva, de guardia, al acecho. Él, flemático, desprendido del otro, podía esperar sin preocuparse, oía y recogía lo que le interesaba, esperaba, calculaba y respondía de acuerdo a sus intereses. Documentaba las historias, las vidas, los relatos, las leyendas de los pueblo originarios sin aparentemente sentirse afectado por los mismos.
Aunque, a veces, proyectaba, delataba una supuesta incomodidad con su identidad étnico-racial, reafirmando todo el tiempo su ascendencia europea mientras se burlaba de la misma, en lo concerniente a la homosexualidad, cuando hablaba sobre el tema, el metal de voz sonaba mas reprimido; servía de clave para indicar que estaba a punto de perder el balance, sintomático de muchos miembros de la generación que crecieron rozando los cambios pos-Stone Wall.
"La tracción es el esfuerzo interno a que está sometido un cuerpo por la aplicación de dos fuerzas que actúan en sentido opuesto. En el lenguaje la tracción ocurre cuando las palabras, estructuras lingüísticas y estilos de narrar se enfrentan a las intenciones del hablante y modulan su cuerpo, su voz. En el Uruguay contemporáneo los efectos de cierto tipo de tracción son evidentes entre los grupos mencionados en el estudio aquí discutido.
Muchos de los hombres gay estudiados hablan como si estuviesen perdiendo la voz. Al borde de una epidemia, casi ni se les entiende cuando hablan. Las palabras no le salen de bien adentro. Le salen de el roce entre el diafragma que separa la cavidad torácica de la abdominal y el oxigeno. Sus palabras no suenan fluidas, sólidas, con peso. Emitido cual lleno de aire, un - hola - no es dicho de corrido; es enunciado en dos partes y cada sílaba - ho-, - la-, sale lentamente, aspirada, atorada en el tórax, al borde de una pequeña explosión.
Correctos, corteses, con modales impecables, pulcros y magisteriales en el manejo del detalle, meticulosos a la última potencia son las cualidades que los lleva a esa preocupación por lograr la perfección en la pronunciación de los fonemas. Decir es menos importante que las formas que conforman lo dicho. Lograr esa perfección implica cuidar cada sonido. Llenos de miedo fonológico, que al salir sus eses, eles, pes estén llenas de imperfecciones. Octavio Paz en su libro, Laberinto de la Soledad, sostiene que las mujeres pobres de México tienen un metal de voz distinto (voces agudas, reprimidas) al de las mujeres educadas. Algo parecido ocurre entre muchas otras mujeres. En oposición a esas voces agudas se encuentran las voces roncas de la mayoría de las mujeres clases medias.
Para los terapeutas del habla, la pronunciación puede ser el resultado de un problema patológico. Para Paz, el metal de voz es un asunto de procedencia de clase social. Para los gays aquí referidos, la enunciación pausada, el aislar y darle carácter muy particular a cada fonema sirven para proyectar un miedo, quizás, producido por la tracción antes mencionada.". (Bárbara Coster, “Conferencias inéditas”, Frankfurt - NY: 1973-2003)
- La terapia primigenia, “primal therapy” era como la conocíamos en el Nueva York de los sesenta y setenta, sirvió para partir desde mis sensaciones y sentimientos, y no desde el lenguaje como proponían o siguen proponiendo los terapeutas más ortodoxos. Las misas me daban un sentido de paz que no duraba mucho. Cuando participé de ritos afro-caribeños, se me activaba un estado animo desagradable, que no podía atribuir a los espíritus solamente, que para poder entenderlo y explicarlo, necesitaba encajarlo en unos esquemas más amplios, que incluyesen los demás campos del saber, otras historias, otros pueblos, que ayudasen a que la tracción creada por las dos fuerzas opuestas dentro de mi cuerpo lograran integrarse.
- Puede que lo que hicieron tus espíritus en el Caribe, sea lo mismo que los que han hecho los ritos en el cerro donde se encuentra el cementerio charrúa; me ayudaron a encontrar el camino dentro de ese laberinto que me ha tocado caminar.
- Ya empezaste con la crisis, tus estudios, lecturas abrieron el camino, no podrás dar marcha atrás.
“La tracción sobre la que escribe Bárbara Coster, se manifiesta en el plano individual, en lo vivido por dentro, en los controles de la voz. En el plano social, en los estudios de culturas, se puede argumentar que la tracción puede llevar a los cuerpos primero a un choque y luego a una integración, un mestizaje, una comunión, como los puede llevar a la locura, tanto a los que la estudian científicamente, como a sus sujetos. La practicada por un tal Francois Curel con un grupo de charrúas llevados a París en 1833, documentada por Paul Rivet en ‘Les Derniers Charrúas’ y en trabajos posteriores entre estudiantes de antropología e historia en Uruguay ayuda a delatar y revelar lo demencial de los controles religiosos, étnicos, lingüísticos, sexuales. Jabibonuco no fue el único que sufrió, o que siguen sufriendo, las consecuencias de esas tracciones.
La tracción causada por sus estudios y las mal informadas tradiciones llevan a Daniel a pensar que tiene que redimir sus pecados. La sensualidad no es pecado. Lo agobia su sexualidad y la mira de lejos, en otros, como mira a los guaraníes y a los charrúas en sus ritos y relatos. Los pecados no fueron los de sus antepasados. Fueron los de los grupos siniestros que los manipulaban. Su camino lo va llevando por un proceso de cambio, igual que a Jabibonuco.
No es tan atropellada su vida como fue la del eunuco, quien en menos de una generación vivió siglos de diferencias conceptuales sin tener la oportunidad de conocer todas las historias que le precedían. Jabibonuco no pudo asimilar e integrar en su ser un pasado tan complejo, ni pudo integrarse a los nuevos mundos, ni se lo permitieron. Daniel puede lograrlo.
Puede continuar con lo que Merton comenzó. El monje no se preocupó por los relatos pataquíes, el Popol Vuh o las versiones guaraníes, charrúas de la creación. La resurrección es la versión judeo-cristiana de la reencarnación y Daniel ha comenzado a entrelazar esas ideas mientras reencarna sin abandonar su cuerpo presente." (Sor Bernarda del Castillo, correos electrónicos inéditos)
Los estudiantes de antropología, en su mayoría mucho más jóvenes que Daniel y menos preocupados por su genealogía, compartían pan, carnes, papas, porotos y mate. Distintos a Daniel, los estudiantes de aquella nueva generación no estaban tan separados de sus antepasados, sus múltiples y contradictorios antecesores.
A la voz temblorosa de Daniel le respondían, la tranquilizaban con una mano sobre su hombro, una tierna sonrisa, unas lágrimas, durante el relato que informaba sobre el asesinato de su antepasado charrúa por un tal Rivera, el ultraje de la esposa, la crianza de un bebé por una familia de inmigrantes canarios, cuyos recuerdos incluían el asesinato de los guanches en las islas africanas, el exilio en Francia, años más tarde, de un grupo de charrúas que habían luchado por la independencia del Uruguay, y terminaron en un circo, unos supuestos parientes lejanos en Lyon que reclamaban descender de aquellos guerreros que fueron tratados como mercancías, entretenimiento, objetos de burla y alegados estudios científicos.
Ser un extranjero en aquel círculo académico, con herencia arahuaca, vinculado a Jabibonuco y los otros antiguos eunucos caribeños, servía de memoria, y de separación a la vez. Preguntas sobre los guaraníes, los inmigrantes, la función de las iglesias, la búsqueda y clarificación de la identidad le daba a la toma de mate una sensación de comunión histórica. El ciclo se había completado: Daniel descubrió que el centrismo en la herencia europea le negó parte de su historia, la historia de todos.
Que aquella ira que sentía cuando hablaba con algunos compañeros estudiantes, o con los morochos o los negros, que trataba de explicar, de buscar su razón, que no se daba con todos, estaba ligada a lo que era su estatus de burgués, euro-descendiente, a que sentía que ellos, los pobres, no podían hablarle como si hubiesen igualdad de condiciones. Su incomodidad con su vida lo estaba desnudando. El antiguo cementerio de los charrúas sirvió de espejo y le quitó las ropas, lo trastornó. Dejó de hablar, imprevisto, empezó a llorar.
Si Gunter y su generación en Alemania fueron obligados por la guerra a desnudarse por completo, Daniel fue llevado por su incomodidad con su placentera vida de cuarentón culto, en medio de una crisis existencial, rodeado de dinero y objetos, soltero y sin responsabilidades, a unos documentos casi prohibidos, relatos, leyendas, que lo ayudaron a desenmascarar la distorsionada historia y una genealogía fragmentada, y que en aquel monte donde quizás había cuerpos enterrados, le devolvieron su sentido del ser.
Que aquella ira que sentía cuando hablaba con algunos compañeros estudiantes, o con los morochos o los negros, que trataba de explicar, de buscar su razón, que no se daba con todos, estaba ligada a lo que era su estatus de burgués, euro-descendiente, a que sentía que ellos, los pobres, no podían hablarle como si hubiesen igualdad de condiciones. Su incomodidad con su vida lo estaba desnudando. El antiguo cementerio de los charrúas sirvió de espejo y le quitó las ropas, lo trastornó. Dejó de hablar, imprevisto, empezó a llorar.
Si Gunter y su generación en Alemania fueron obligados por la guerra a desnudarse por completo, Daniel fue llevado por su incomodidad con su placentera vida de cuarentón culto, en medio de una crisis existencial, rodeado de dinero y objetos, soltero y sin responsabilidades, a unos documentos casi prohibidos, relatos, leyendas, que lo ayudaron a desenmascarar la distorsionada historia y una genealogía fragmentada, y que en aquel monte donde quizás había cuerpos enterrados, le devolvieron su sentido del ser.
Después del rito, los escalofríos, las conversaciones con los demás estudiantes, los dos, muy tranquilos, bajamos del cerro cerca de Piriápolis y regresamos en bus a Montevideo sin decir palabra, agarrados de manos como si nuestra historia fuese la misma. Los detalles no lo eran, la conjugación de los cuerpos sí nos unía.
“La información que me enviaste la comparti con nuestras hermanas aliadas en conventos franceses, pues estamos documentando los vínculos de la Iglesia a través de organizaciones como la Orden de Rodas, a la cual pertenecían Pigafetta, Rivera, y de Curel, con organizaciones contemporáneas que intentan imponer un control central sobre los pueblos y sus evoluciones. Para principios del siglo diecinueve, la iglesia se había movido de tener solamente intenciones evangelizadoras a apoyar las investigaciones científicas que comprobaran la superioridad de los cristianos, y se sospecha que hubo experimentos con miembros de pueblos originarios, desde los muy explícitos como fueron el traslado masivo de niños y jóvenes en el Canadá y los EEUU a campamentos educativos, hasta las supuestas investigaciones científicas con puertorriqueños, guatemaltecos durante los años treinta, cuarenta y cincuenta del siglo pasado; y durante el siglo diecinueve con miembros de algunas comunidades originarias en Uruguay, Paraguay, Argentina, Brasil.
De acuerdo a las hermanas en Francia, esa fue la intención de Francois de Curel cuando movió a Vaimacá, Senaqué, Tacuabé y Guyunusa a Francia en febrero de 1883. Sospechan las hermanas que una vez llevaron a cabo los experimentos, el tal Curel los vendió a un circo. Cuando tenga más información te la envío por correo electrónico. Te cuestionas por qué seguimos dentro de la Orden, pues porque de otra forma no podemos conseguir la información que necesitamos para delatar la extensa y siniestra red que ha participado en la supresión de información y destrucción de vidas y pueblos. Esa es nuestra verdadera labor religiosa. Es en lo que logro extasiarme.” (Sor Bernarda del Castillo, correos electrónicos inéditos)
- ¿Crees que el que hayas estudiado en una escuela pública y yo en un exclusivo colegio católico sirva como factor para explicar las diferencias en nuestras actitudes, tan distintas, hacia la experiencia religiosa?
- En parte. Lo que queda muy claro que nos hemos movido ambos del animismo a la interioridad espiritual, de lo concreto a lo abstracto sin perder de vista el centro que nos guía, nos ata.
- Como los chicos que estudia Barbara Koster, el payaso es la letra o la letra es el payaso. Lo que no puedo negar es que los espíritus charrúas en el cementerio me obligaron a llorar.
- ¿Dónde comienza o terminan nuestras creencias y dónde comienzan lo que queremos conocer? Aunque no puedes negar que el porro que nos fumamos antes de subir al cerro ayudó un poco, ¿no crees?
- ¿Cuándo empezaste a hacer ejercicios de yoga?
- Cuando los curanderos me dieron un baño de aguas con plantas para ayudarme con mis muy volátiles estados de ánimo y terminé con una pulmonía.
- ¿Ya no vas a la iglesia?
- Con Jabibonuco terminó un ciclo. Cada experiencia religiosa responde a tus capacidades y las de tu entorno para comprender el misterio que presenta la espiritualidad, y en mi caso particular, los palos santos, las hojas de campana, los archivos incinerados por Sor Bernarda, los curanderos me obligaron a moverme sin perder el interés de entender eso que llamamos lo sagrado, la espiritualidad.
- ¿Quieres quedarte conmigo antes de que regreses a Nueva York?
3. El Éxtasis
“I-Yará pasó por la tierra y al ver despoblado un lugar tan hermoso, sintió un placer inexplicable y decidió llevar a Tupá un trozo de tierra. Tupá al tocar la tierra evolucionó, y en su máxima experiencia, se expandió, cubrió todo, amansó la tierra y le dio forma humana, creó dos hombres destinados a poblar la región. Uno era blanco y lo llamó Morotí, y al otro de color rojizo, Pitá.” (Daniel Mujica, “Leyendas, ritos y mestizaje de los pueblos originarios y sus efectos en el Uruguay contemporáneo.” Monografía Inédita, 1980)
“I-Yará pasó por la tierra y al ver despoblado un lugar tan hermoso, sintió un placer inexplicable y decidió llevar a Tupá un trozo de tierra. Tupá al tocar la tierra evolucionó, y en su máxima experiencia, se expandió, cubrió todo, amansó la tierra y le dio forma humana, creó dos hombres destinados a poblar la región. Uno era blanco y lo llamó Morotí, y al otro de color rojizo, Pitá.” (Daniel Mujica, “Leyendas, ritos y mestizaje de los pueblos originarios y sus efectos en el Uruguay contemporáneo.” Monografía Inédita, 1980)
- Vimos, primero, Teorema, una película de Passolini que trata sobre un extraño visitante que llega donde una familia de buena posición económica. Con su atractivo físico, exuberancia, dotes y carisma personal, les va seduciendo uno por uno: a la criada, al hijo, a la hija, a la madre y al padre. Después que la familia cae en sus redes, el visitante se va y la familia se queda desorientada, desubicada, sin saber cómo continuar con sus existencias. Una especie de éxtasis los había arropado y luego a tratar de entender sus vidas.
- Y luego, ¿qué hicieron?
- Pasamos la noche juntos, yo viajaba al otro día, regresaba a Nueva York.
- ¿Y?
- Nos quitamos la ropa, estudiamos los cuerpos, nos fumamos un porro, comentamos sobre el tamaño de los penes, lo sólidos o flácido de masa en las nalgas, los vellos, el pecho lampiño.
- Evita los detalles por ahora, que quiero ver los nuevos diseños de Nito Maldonado, los tienen en rebajas.
- Las rebajas están en el sótano y estamos en el segundo piso.
- ¿Y no tuvieron relaciones íntimas?
- No. Preferimos conocer nuestros cuerpos y las actitudes hacia los mismos, lo pasivo versus lo activo, lo versátil versus los roles definidos. Fumábamos, nos reíamos.
- Para, sigues luego, vamos a ver los nuevos zapatos que me recuerdan a las nenas de Degas. No sé por qué, pero me las recuerdan. Deben ser las puntas. ¿Desnudos, sin sexo?
- El deseo es tan objetivo como el pene parado. Es cuestión de poner freno y hablar sobre el mismo. El porro ayudaba. La noche pasó sin tener que llegar a ese tipo de entrega, de comunicación física.
-¿Comunicación física? Antes le llamaban venirse. Mira, muero, me extasío frente a los nuevos muebles que trajeron de Milán. Cuidado que no te tumben las brujas del East Side.
- Deseo sexual no faltaba. No era nuestro plan.
- Te entiendo. Yo no tengo que comprar para sentir el éxtasis que me activan los diseños. Vamos ahora al sótano, que es donde único mi presupuesto me permite comprar. ¿Se van a ver de nuevo?
- No sé. Lee mi cuento basado en Corín Tellado y tendrás la respuesta.
- Lo vas a ver, lo sé.
“Dile a Daniel que no le tema al amor carnal, que siempre ha sido parte de nosotros, de la colonización y de vuestra colonización. En mis lecturas sobre El Santo Oficio en las Américas encontré una epístola, Mundus novus, escrita por Américo Vespucio, quien cuenta que las mujeres de los pueblos originarios eran ‘lujuriosas’, que lograban ‘hinchar los miembros de sus maridos de tal modo que parecen deformes y brutales y esto con cierto artificio suyo’, que andaban desnudas, eso lo sabemos, que eran libidinosas, y que cuando se juntaban con los con cristianos eran ‘llevadas de su mucha lujuria’ y que ellas ‘todo el pudor de aquellos (los cristianos) manchaban y abatían.’ Por Dios, ellas eran las culpables de todo los que los indefensos colonizadores hacían. Ámense los unos a los otros.” (Sor Bernarda del Castillo, correos electrónicos inéditos)
- Nos abrazamos.
- ¿Desnudos?
- Sí. No duró mucho el abrazo.
- ¿Cómo puedes controlarte? Ahí es cuando me enrosco y no me despega ni un rayo
- Eros no es solo sexo. Es conocer al otro cuerpo, al otro ser con quien te empatas.
- Perdona la indiscreción, se les paró.
- Por supuesto, nos separamos y dejamos que se bajaran mientras oíamos a Bajofondo
- Me ahogo. Me vas a obligar a ver porno o exploto. Respiro. Vamos. Deja que me concentre en Galiano. Mira como fusiona espacios, formas y épocas. No se sabe si es un arquitecto con telas, un escultor, si estás en casa de la Pompadour, un palacio en Kyoto, o en un carrusel. Lo que sí se sabe, es que estás en esta época. Distinto a la Nito Maldonado, cosiendo guayaberas. Tan monotemática, étnica.
- Tangos y milongas, y una hermosa tarde y noche en Montevideo.
- Para, no sigas, que necesito ver otro Galiano. Sus ángulos, esferas me matan. Floto ante sus tonos y con esas formas que se transforman.
- Prefiero las sombras que se formaban con los cambios de la luz que entraba por las ventanas. Proyectada sobre su cuerpo, la luz del atardecer, del verano austral, abrillantada por el rio, el inmenso La Plata, lentamente dibujaba sobre el piso de baldosas blancas y negras, delineaba sus movimientos, su figura masculina, sus extremidades, su miembro. Los matices de las texturas de su piel eran mirados de lejos; luego, sentidos con las yemas de los dedos, mis brazos extendidos. Él, recostado, boca arriba, Yo, sentado a su lado, a dos pies de distancia, lo acariciaba. No hablábamos. Sentíamos el ser, el estar juntos. Él temblaba ligeramente, se retorcía, ondulaba. Luego yo me recostaba en el sofá, en otro lado del piso, él me miraba, me tocaba. Nos repetíamos por horas y horas, con una ausencia de tiempo, con un placer eterno.
(© Gerardo Torres Rivera, Nueva York, septiembre 2014
Saturday, February 6, 2016
59. La Fabery. Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado
La Fabery: "Tantos que dicen tener un pasado", lo mismo en Punta como en Manhattan. Incluso, puede encontrar las distintas historias y llegar a cada una de ellas en menos de un segundo si la fibra, los discos, o el satélite lo permiten. Después de todo, no importa saber cuál es la definición del amor ni la ecuación que lo explica, si la Fabery cuenta "nuestra propia versión".
Cada bolero reconstruye la "caravana de recuerdos [que] "por mi mente ha pasado" , y así, "de noche mi corazón despacio", puede presentir "tu imagen perdida en el espacio". En otro Cd no estabas; fue en la versión de Lucy Fabery y Humberto Ramírez, o aquel u otro bolero en la lista de la tableta, el celular inteligente, y no están. Youtube no lo ha archivado.
Aparece entre los CDs que siguen rodeados de libros. La tocacds pierde y gana velocidad sin ningún tipo de control; no es un bolero, el ritmo tiene aires de bachata, antiguos amantes, LP33rpm en el armario recuerdan de lejos "pero muy lejos".... La aguja de la envejecida todadiscos no ha desmejorado; sigue igual. Otro bolero en uno de los bares, cafetines, calles, casas, coches, puertos por donde nuestras mentes han pasado, y bailamos los rastros de nostalgia en el Andorra de Montevideo, el Gato Tuerto de San Juan, el Corso de Manhattan.
" El cd de la Fabery y Ramírez no lo tengo; te lo regalé durante nuestra primera cita", te escribo un correo electrónico. Contestas con un enlace, lo envías, y "sin esperarlo", te me acercas, te hablo, beso, acaricio, y juntos, "tantos que dicen tener un pasado", muy juntos, bailamos, vivimos en bolero "nuestra propia versión".
Cada bolero reconstruye la "caravana de recuerdos [que] "por mi mente ha pasado" , y así, "de noche mi corazón despacio", puede presentir "tu imagen perdida en el espacio". En otro Cd no estabas; fue en la versión de Lucy Fabery y Humberto Ramírez, o aquel u otro bolero en la lista de la tableta, el celular inteligente, y no están. Youtube no lo ha archivado.
Aparece entre los CDs que siguen rodeados de libros. La tocacds pierde y gana velocidad sin ningún tipo de control; no es un bolero, el ritmo tiene aires de bachata, antiguos amantes, LP33rpm en el armario recuerdan de lejos "pero muy lejos".... La aguja de la envejecida todadiscos no ha desmejorado; sigue igual. Otro bolero en uno de los bares, cafetines, calles, casas, coches, puertos por donde nuestras mentes han pasado, y bailamos los rastros de nostalgia en el Andorra de Montevideo, el Gato Tuerto de San Juan, el Corso de Manhattan.
" El cd de la Fabery y Ramírez no lo tengo; te lo regalé durante nuestra primera cita", te escribo un correo electrónico. Contestas con un enlace, lo envías, y "sin esperarlo", te me acercas, te hablo, beso, acaricio, y juntos, "tantos que dicen tener un pasado", muy juntos, bailamos, vivimos en bolero "nuestra propia versión".
Friday, February 5, 2016
30. Orgasmos. Montevideo a Punta: La versión de un bolero en voz de la Tellado
"Cómo imaginar que la vida sigue igual": repetían, muy tarde en la noche; desveladas las muchas y distintas voces: Roberto Yanés, Tito Rodríguez, nosotros los que nos hemos amado tanto, en ambos polos continentales; una inquietud mitigada, embadurnada, empapada de placer por el suave silbido de las brisas australes en las aguas del Atlántico Sur y los tímidos golpes de los copitos de nieve sobre el cristal del ventanal en el norte.
Una preocupación delirante, un orgasmo, en cuerpos separados por tierras y mares, formulada en forma de preguntas, sueños, deseos de saber, de ruegos, "escríbeme", ganas y miedos, "cómo despertar si tú no estás", conjugados en las voces de Yanés y Tito, y en las nuestras.
Cómo pretender otra realidad, cómo consolarnos, si falta uno de ustedes o nosotros en Manhattan o en Punta, son las interrogantes que formulamos y vivimos juntos; grabadas en cartas, vídeos, correos cibernéticos, discos y textos en la tableta electrónica con sus silencios y borrones; preguntas que pueden ser alentadas o tranquilizadas por la esperanza, explicadas por los temores o alegrías, subsanadas por las tonterías, las que vivimos juntos en ambos sitios, el frío norte y el caliente sur, nosotros que nos amamos tanto; en un bolero, que hace más falta, que no puede existir sin la "misma vida mía".
-¿Dónde estoy? ¿Dónde? Por favor, digan, respondan, ¿dónde estoy?
- El Porsche, ¿de quién era?
"Cómo imaginar si la vida sigue igual", en las voces de Tito Rodríguez y Roberto Yanés despertaban los temores, traían alegría, aliviaban las inquietudes de los amantes, ¿dos hombres?, los escritores en ambos polos.
"Y aunque sean malas nuevas", escriben, escribes, escríbeme.
Una preocupación delirante, un orgasmo, en cuerpos separados por tierras y mares, formulada en forma de preguntas, sueños, deseos de saber, de ruegos, "escríbeme", ganas y miedos, "cómo despertar si tú no estás", conjugados en las voces de Yanés y Tito, y en las nuestras.
Cómo pretender otra realidad, cómo consolarnos, si falta uno de ustedes o nosotros en Manhattan o en Punta, son las interrogantes que formulamos y vivimos juntos; grabadas en cartas, vídeos, correos cibernéticos, discos y textos en la tableta electrónica con sus silencios y borrones; preguntas que pueden ser alentadas o tranquilizadas por la esperanza, explicadas por los temores o alegrías, subsanadas por las tonterías, las que vivimos juntos en ambos sitios, el frío norte y el caliente sur, nosotros que nos amamos tanto; en un bolero, que hace más falta, que no puede existir sin la "misma vida mía".
-¿Dónde estoy? ¿Dónde? Por favor, digan, respondan, ¿dónde estoy?
- El Porsche, ¿de quién era?
"Cómo imaginar si la vida sigue igual", en las voces de Tito Rodríguez y Roberto Yanés despertaban los temores, traían alegría, aliviaban las inquietudes de los amantes, ¿dos hombres?, los escritores en ambos polos.
"Y aunque sean malas nuevas", escriben, escribes, escríbeme.
Thursday, February 4, 2016
Jabibonuco: Las Cenizas
7. Las Cenizas
Sor Bernarda escogió un poema de Rafael Alberti para explicarme su visión, como monja feminista, del mundo, la política, las religiones y las razones para la quema de los archivos; un poemadonde el autor pide a los turistas que van de visita por Roma, que no se fijen en sus monumentos, y que presten atención a los perros que están meando. Luego, sin perder el hilo de la conversación, casi en la misma oración en la que citó el poema de Alberti, habló sobre un monje trapense, también poeta, y cómo murió, asesinado, según ella.
A principios no entendí la relación entre Alberti y el monje, hasta que sugirió que el monje era muy ingenuo, y que por no fijarse en los perros que meaban cerca de él, ciertas fuerzas obscuras, neo-góticas, que seguían los principios de la iglesia medieval que quemó a Jabibonuco, decidieron electrocutarlo.
Sugirió, me advirtió, que de yo seguir indagando en textos, lenguas y cultos prohibidos podía correr la misma suerte; que por ella no tenía que preocuparme, que al pertenecer a grupos feministas de monjas liberacionistas, incluyendo sus hermanas en el convento de Caparra, que buscaban una transformación de las doctrinas cristianas, enlazadas a través de conductos electrónicos y distintos medios de comunicación, se sentía protegida, no corría peligro, por ahora.
Ante la pregunta sobre la quema de los archivos y si ella fue quien trató de corregirlos, dijo que ya estaban algo editados cuando las monjas los desempolvaron, y sobre la quema de los mismos no dijo nada, sacó de su bolsillo un pequeño iphone, y me abanicó con el mismo.
Caminamos por la solitaria playa hasta el sitio donde había quemado todos los archivos, los de Caparra y los de Cádiz, y me dijo que en el día de la incineración no se fue de la playa hasta que la marea subiera y su espuma cubriera las cenizas, tierra, agua; con la luz del sol poniente penetrando todo.
©Gerardo Torres Rivera
Nueva York – Puerto Rico, 2014
http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2014/06/jabibonuco-1-el-guanin_14.html
Sor Bernarda escogió un poema de Rafael Alberti para explicarme su visión, como monja feminista, del mundo, la política, las religiones y las razones para la quema de los archivos; un poemadonde el autor pide a los turistas que van de visita por Roma, que no se fijen en sus monumentos, y que presten atención a los perros que están meando. Luego, sin perder el hilo de la conversación, casi en la misma oración en la que citó el poema de Alberti, habló sobre un monje trapense, también poeta, y cómo murió, asesinado, según ella.
A principios no entendí la relación entre Alberti y el monje, hasta que sugirió que el monje era muy ingenuo, y que por no fijarse en los perros que meaban cerca de él, ciertas fuerzas obscuras, neo-góticas, que seguían los principios de la iglesia medieval que quemó a Jabibonuco, decidieron electrocutarlo.
Sugirió, me advirtió, que de yo seguir indagando en textos, lenguas y cultos prohibidos podía correr la misma suerte; que por ella no tenía que preocuparme, que al pertenecer a grupos feministas de monjas liberacionistas, incluyendo sus hermanas en el convento de Caparra, que buscaban una transformación de las doctrinas cristianas, enlazadas a través de conductos electrónicos y distintos medios de comunicación, se sentía protegida, no corría peligro, por ahora.
Ante la pregunta sobre la quema de los archivos y si ella fue quien trató de corregirlos, dijo que ya estaban algo editados cuando las monjas los desempolvaron, y sobre la quema de los mismos no dijo nada, sacó de su bolsillo un pequeño iphone, y me abanicó con el mismo.
Caminamos por la solitaria playa hasta el sitio donde había quemado todos los archivos, los de Caparra y los de Cádiz, y me dijo que en el día de la incineración no se fue de la playa hasta que la marea subiera y su espuma cubriera las cenizas, tierra, agua; con la luz del sol poniente penetrando todo.
©Gerardo Torres Rivera
Nueva York – Puerto Rico, 2014
http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2014/06/jabibonuco-1-el-guanin_14.html
Monday, February 1, 2016
MAESTRITOS
Se referían a ellos como "maestritos". Así era que los palesianos duques de la mermelada premiaban y reconocían el trabajo de aquellos jóvenes, pobres en su mayoría, que se dedicaban al magisterio. De lunes a viernes dábamos clases, y los sábados y noches las dedicábamos a seguir estudiando hasta completar un grado universitario.
Ser maestro en Puerto Rico se movió de ser un trabajo de dedicadas señoras burguesas e intelectuales que dictaban cátedras a los pocos que podían estudiar, durante la época de la colonia española, a los sectores más pobres, una vez empezó la segunda colonia -la estadunidense-, cuando comenzaron a educacar a todos y cada uno de los puertorriqueños. Y con ese cambio tan radical, la necesidad de tener maestros obligó al gobierno a contratar primero a todo el que tuviese por lo menos el equivalente de un octavo grado -para alfabetizar a las masas-, y luego a crear las escuelas normales que otorgaban un título universitario con dos años de estudio, hasta el momento cuando ya había suficiente personal, a exigir un grado equivalente a un "baccalaureate". Todo esa historia la reducían los palesianos condes de la limonada a ser un "maestrito".
En su muy geométrico cajón de concreto, el muy culto y cosmopolita anfitrión me introdujo como profesor universitario, y yo aclaré que "era un maestro de escuela elemental que daba clases a otros maestros de escuela elemental en una universidad, pero que seguía siendo un maestro de escuela elemental, que esa era mi profesión". Incluso, bien loca zafia, añadí, "para muchos soy un simple maestrito". Una palabrita que destapó un conflicto conceptual cargado de prejuicios, una discusión entre los demás gays sobre si era o no un "maestrito". Una vez terminado el soirée, el anfitrión nos pidió (véase otro escrito en este blog sobre ese asunto) que saliésemos de dos en dos para evitar que los vecinos no se perturbaran con tanto hombre junto en los pasillos del condominio, en particular, cuando alguno que otro era bien partido, y peor todavía, uno de ellos era, pues, un "maestrito".
Ser maestro en Puerto Rico se movió de ser un trabajo de dedicadas señoras burguesas e intelectuales que dictaban cátedras a los pocos que podían estudiar, durante la época de la colonia española, a los sectores más pobres, una vez empezó la segunda colonia -la estadunidense-, cuando comenzaron a educacar a todos y cada uno de los puertorriqueños. Y con ese cambio tan radical, la necesidad de tener maestros obligó al gobierno a contratar primero a todo el que tuviese por lo menos el equivalente de un octavo grado -para alfabetizar a las masas-, y luego a crear las escuelas normales que otorgaban un título universitario con dos años de estudio, hasta el momento cuando ya había suficiente personal, a exigir un grado equivalente a un "baccalaureate". Todo esa historia la reducían los palesianos condes de la limonada a ser un "maestrito".
En su muy geométrico cajón de concreto, el muy culto y cosmopolita anfitrión me introdujo como profesor universitario, y yo aclaré que "era un maestro de escuela elemental que daba clases a otros maestros de escuela elemental en una universidad, pero que seguía siendo un maestro de escuela elemental, que esa era mi profesión". Incluso, bien loca zafia, añadí, "para muchos soy un simple maestrito". Una palabrita que destapó un conflicto conceptual cargado de prejuicios, una discusión entre los demás gays sobre si era o no un "maestrito". Una vez terminado el soirée, el anfitrión nos pidió (véase otro escrito en este blog sobre ese asunto) que saliésemos de dos en dos para evitar que los vecinos no se perturbaran con tanto hombre junto en los pasillos del condominio, en particular, cuando alguno que otro era bien partido, y peor todavía, uno de ellos era, pues, un "maestrito".
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