Levantar un pie para pedir permiso al otro
al deseo, de no estar frente a la nevera
la docena de huevos, el caramelo por hacer
la edad setentona pesa sobre la batidora
más que las recetas con una mezcla de yemas
y claras intenciones de leche batida, dan vida
al óvulo azucarado, transforma el calor del horno
en olores de regreso al vientre, engendrar de nuevo
arropado por el flan, cada vez que lo bato, nazco.
Friday, June 2, 2017
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