Thursday, January 4, 2018
MI MALVADO AMIGO DE MIRAMAR, VARGAS LLOSA Y LA PREYSLER EN SANTAELLA
Durante una conversación sobre los huracanes, las presunciones de estatus y los comportamientos de ciertos tipos y arquetipos que caculean por San Juan, con un irreverente, divertido y malvado amigo, hijo de una vetusta familia con apellido guionizado de Miramar, éste dijo que en El Nuevo Día hace unos años salió una nota sobre las enjoyadas señoras y perfumados señores del arribismo sin cultura de la isla de los espantos que cenaban en el restaurante más cotizado de San Juan de Puerto Rico, y que algunos de éstos se acercaron hasta la mesa del reconocido escritor peruano y la filipina cortesana de moda, para tener un recordatorio de un momento sublime, históricamente importante. Los comensales del patio sacaron sus smart phones, posaron y flash flash, quedaron retratados junto a Vargas Llosa e Isabel (¿cuarta?). Que no hay que ser pequeño burgués o proletario para amar el kitsch o ser, a lo gringo de camisa hawaiana y pantalones de cuadros: "tacky", excesivamente "tacky". Flash, flash se retraban mientras Mario e Isabel degustaban la "haute cuisine". Al menos, no pidieron retratar lo que los fotogénicos "celebrities" pseudo españoles comían. Que un recordatorio es una cosa y otra es retratar platos. En el reconocido restaurante flotaron, flotaron y no fue por asuntos del mousse; mas bien, fue por la falta de substancia entre los nuevos -y aspirantes a- ricos de San Juan. "Déclassé". Todo esta crítica cultural comenzó con el hecho de que en Nueva York ciertos restaurantes muy exclusivos tienen prohibido retratar sus platos, mucho menos acercársele a los "celebrities" y tomar selfies. Continuó mi amigo con un "dudo que ese tipo de gente de San Juan consiga mesa en dichos restaurantes neoyorkinos o si son muy trigueñitos los dejen entrar". Muy malvado, mi amigo de antigua familia de Miramar.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment