-¡Páramelo ahi, páramelo ahí! - con voz rápida y acento fuerte le dijo el locutor puertorriqueño, en una emisora niuyorkina, a una mujer que hablaba sobre asuntos que no recuerdo,
La mujer, también puertorriqueña, paró de hablar y dejó que el locutor continuara con sus preguntas. Ella entendió muy bien lo que el locutor quería que le pararan: la explicación sobre el tema de la entrevista.
Distinto a la entrevistada y su conocimientos del español puertorriqueño, una persona de otro país, quizás, no hubiesen tenido la misma reacción ante un hombre que pide, que se lo pare.
Saturday, May 17, 2014
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment