Monday, October 12, 2015

Selfies de la llegada y la salida

De espaldas a la calle y de frente a un espejo puedo ver por donde vas a entrar, y una vez lo hagas, me retrato y te incluyo sin que lo sepas. No esperaba que en ese momento te dieras la vuelta para saludar a alguien. ¿Una premonición de lo que vino después?

Tremenda desilusión al verte tan desaliñado, los pantalones te quedaban anchos, ¿o es que no tienes mucho volumen en las nalgas?; la camisa estrujada, medio fuera de la correa, ¿quizás te vestiste apurado o eres siempre así de desordenado?; el pelo lucía menos obscuro que lo que recuerdo de nuestra primera moche, cuando nos conocimos en el Tía María en la de Diego, ¿te lo tiñes?

"Beeeellos": saludaste, remeneaste y chasqueaste las yemas de los dedos.

Aquella intensidad, sensación al borde del éxtasis, se derrumbó al verte saludar a tus amigos, y tener que enfrentarme a un cuerpo que no había visto por completo, una personalidad menos controlada, una actitud algo desentendida en tu trato, y a un ramillete de plumas que soltaste con tu gritito, gestos, y sonrisa. De lejos los vi tomarse un selfie.

No comments: