En un bar gay de Manhattan trató primero de conquistar, y luego cuando vio que no tenía posibilidades de "levantar" al otro, de conseguir una buena follada, el profesor (raza negra, pelo estirado, piel clara y ojos amarillentos, la versión latinoamericana del "high yellow" norte-americano) descargó una retahila de palabras, argumentos en contra del grupo en particular al que pertenece el no conquistado, por permitir su colonización. Una vez terminó el discurso y aceptó retratarse con el objeto de su conquista, la foto le reveló algo sobre él -su cara lució desconcertada-.
¿Sería que su compañero en la foto es más blanco que él?
La colonización racial es tan tóxica o peor que la nacional. ¿De qué le ha valido su independencia nacional si ha tenido que abandonar su país, si su distorsionada identidad racial lo obliga a continuar descolonizándose dentro de un supuesto Estado libre, o a tener que negar el hecho que una persona blanca procedente de una colonia, incluso en su propio país, tiene más probabilidades de ser aceptado en diversos círculos sociales que uno de la raza negra.
El no conquistado no dijo nada más, no discutió política. Le mostró la foto, sonrió, se despidió y salió en busca de ser conquistado por otro menos colonizado.
Thursday, October 22, 2015
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