Mis Queridos Étnicos,
El dolor que siento al ser acusada de racista y oportunista no puede compararse con el compromiso que tenía con ustedes. Mi dolor fue momentáneo; mi compromiso, permanente. Aprendí a preparar sus pasteles, arroces, comí en sus casas, admiré sus artesanías,envidié su gama de colores y pelos, defendí su tan particular forma de ser: su docilidad, humildad, su decencia, sin nunca despreciarlos ni ofenderlos, desenmascaré a los que les discriminaban, los que los acusaban de pacíficos, sumisos, recordé las teorías sobre el “noble savage” de Levi, levanté estructuras institucionales para que los apoyasen, servirles incondicionalmente, asistí a sus iglesias, respeté sus prácticas animistas, espirituales sin imponer las mías, bebí sus aguas, tomé sus refrescos, aprecié sus gustos, confronté a quienes los menospreciaban, acaricié sus hijos, sus mascotas, perros, gatos, palomas, cotorras.
Si me opuse a que nombraran representantes de su comunidad a la junta directiva de la tan hidalga y moralmente vertical organización escolar, no fue por razones frívolas ni por pura arbitrariedad. Si me opuse a que sus ideas sobre quiénes y cómo son ustedes trascendieran su comunidad, no fue porque no las considerara importantes. Lo hice porque creía que ustedes no estaban listos. El ser fiel creyente en las teorías evolucionistas me permitió comprender que hay que esperar antes de actuar, y ustedes no podían actuar todavía. Necesitaban de mí y de aquellos como yo, aquellos que quieren lo mejor para ustedes. Crecer implica aceptar que no se ha llegado a la próxima etapa en el desarrollo, y ustedes no estaban en la que se requiere para poder tomar el curso de sus propias vidas.
Fui madre, maestra, hermana, amiga, líder, paño de lágrimas, espejo de justicia, trono de la eterna sabiduría, causa de vuestra alegría, vaso espiritual, torre de David, torre de marfil, casa de oro, arca de la alianza, estrella de la mañana, refugio de los enfermos. Fui camino de su libertad y redención social. Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, perdónalos, Señor.
Tuesday, March 15, 2011
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