"Ódiame por piedad, yo te lo pido
Ódiame sin medida ni clemencia
Odio quiero más que indiferencia
Porque el rencor hiere menos que el olvido"
"Si tu me odias quedaré yo convencido
De que me amaste (papito) con insistencia
Pero ten presente de acuerdo a la experiencia
Que tan solo se odia lo querido."
Nunca hay olvido en la pura indiferencia, la sentida por los típicos pasivo-agresivos; los que no se dejan sentir el odio o el amor bien adentro, donde las visceras se revuelven. Son muy calculadores, guiados por el morbo; rapiñeros emocionales, cuyas tretas y juegos eróticos rigen sus actos. Deben estar llenos de odio y no lo reconocen; no pueden activar su amor tampoco. Manifiestan sus deseos a través de la pura indiferencia.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment