En la ciencia experimental, fraccionada, atomista, occidental, el semen es visto como una entidad en sí misma, desligada en gran medida de otros elementos del cuerpo. No es así con los mocos: son estudiados como parte de un complejo sistema de microorganismos que los producen. Con el semen ha sido más difícil lograr ese mapa; a menos que usted crea en las ideas que algunas religiones y filosofías africanas y asiáticas plantean: el semen es parte del cuerpo energético que le da vida al hombre, y que le sirve como expresión de esas energías. Algunos las usan para procrear, otros para sólo complacer sus deseos, o debido a que tienen una necesidad urgente de sacarse esas energías de adentro, se masturban, porque si no, explotan, o peor, tienen sueños húmedos.
Saturday, May 26, 2018
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