Cuando los "blanquitos' y sus alcahuetes en CCNY agarraron el control de la educación bilingūe en CCNY, después de "moi" haber estado por más de treinta años desarrollando un programa, lo único que recibí como agradecimiento o apoyo de dichos colegas fue un email "wishing me a great future", y una traición por parte de otra profesora multicultural -comprometida "blanquita", "say what"-, en compinche con otra latina. Suerte que me queda la substancia de mi trabajo y el deseo de evaluar el proceso, incluyendo las falsas propuestas de solidaridad. Lo más irónico de todo este compromiso bilingūe multicultural de mis ex compañeros, es que todavía me inviten a los almuerzos de despedida de otros compañeros y a la presentación de libros de las dos hipócritas y traicioneras expertas en bilingūismo y multiculturalismo. Cuando publicaron mi novela
Radio Transistor les envié copias al programa, y todavía siete años más tarde estoy esperando las gracias.
¡Uy!, como disfruto de esta anécdota para delatar la deshonestidad en CCNY, el Harvard del proletariado, a menos que seas un homo boricua liberado.
Lo dijo el gran poeta guayamés, Luis Palés Matos, que hay que cuidarse de "los duques de la mermelada" y delatarlos, ya fuese "por la encendida calle antillana" o en un gueto de los Heights.
*Peor le pasó a otro homo boricua en otro recinto de CUNY, para la época cuando me jubilé. Por estar muy enfermo con el sida, tuvo que jubilarse antes de la edad cuando tenía derecho a recibir todos lo beneficios, y le negaron un permiso especial para que pudiese tener servicios médicos.
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