Wednesday, September 13, 2017
EL YUYO ME AMA
Buscó la flor de una planta autóctona. Comenzó con un "no me quiere" calculado, pues la flor de yuyo tenía seis pétalos. Frente al mar en Piriápolis deshojó cada uno; suspiraba cuando arrancaba los frágiles pétalos, y luego tiraba hacia la marea. Con el último, mientras lo soltaba exclamó: "Me quiere. Me quiere". Regresó solo a su habitación en el Hotel Argentino. Se amó. Con el tallo se amó.
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