Podía identificar el estado anímico, conceptual de Lucy Jordan (The Ballad of Lucy Jordan por Maryanne Faithfull), a la vez que, aliviado, creía haber escapado de una vida parecida a la de esa mujer clase media, suburbana, entrampada, homogenizada y formada por una narrativa que le explota a los 37 años: se dio cuenta que nunca había viajado por Paris en un carro deportivo. Vivió encuarentenada toda su vida. Al igual que con otras canciones, no creía que mi respuesta a Lucy Jordan cambiaría, hasta este día cuando amanecí con ella en Youtube. De una imagen nebulosa del coche blanco a una donde es una ambulancia la que recoge a Lucy Jordan. Perdido en las luces del “morning sun touched lighly, on the eyes of Lucy Jordan”, endulzaba la historia del encierro mental, dejándome llevar por cierto tipo de tristeza sutil, más saudade que heavy metal, y no el realismo crudo que la vida de esa mujer evoca durante esta otra cuarentena.
Friday, April 17, 2020
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