Elsa Tio, descendiente de Lola Rodríguez de Tio, dijo recientemente en una entrevista que los asuntos sobre el racismo y lo racial en Puerto Rico no deben ser discutidos siguiendo modelos traidos de afuera. En otras palabras, que si un grupo de puertorriqueños decide discutir el problema que sea y se basa en situaciones parecidas que le sirven para entender y/o resolver lo enfrentado, no debe hacerlo.
Pedro Pierluisi no se ha pronunciado sobre el racismo/xenofobia, sus recovecos y aplicaciones en Puerto Rico. Es sin preocupación alguna, un candidato a la gobernación que le huye a esa papa caliente; y evade opinar sobre unos cuantos comentarios racistas y homofóbicos que sus compañeros de partido y papeleta electoral han dicho.
Espero que la “alcurniada” Tio, quien gusta de hacer alarde de su pedigrí y estatus social, no esté pretendiendo decirle a ningún puertorriqueño cómo bregar con el mundo; y mucho menos, que sea ella, una persona tan ligada al Partido Popular, el colonizador por excelencia. Según la historia política y social de la Tio, sólo debemos seguir modelos extranjeros si los “de su clase” lo deciden.
Pierlusi no se pronuncia sobre el racismo, quizás, porque como la Tio, debe tener esqueletos en su clóset histórico, su familia pudo haber sido esclavista. Aunque distinto a la Tio, el candidao a la gobernación es un hombre que, siguiendo los parametros de los supremacistas blancos en los EEUU y Europa, y partiendo de sus característcas fenotípicas, en Puerto Rico, hasta los años 50 él hubiese sido visto como un hombre “de color, jabao”; una variedad más clara de un hombre clasificado como “negro”.
Por un lado, los que viven en torres de humos, que se consideran los únicos que pueden decidir cómo y de qué hablamos los boricuas; y por otro, los “Narcisos que se niegan a descubrir su trasero”. En el trasero, algunos mestizos cargamos la “mancha mongólica” o “de plátano” -como decían los jíbaros-. que muestra la realidad que ni el estatus social de Tio ni los colonizados múltiples como Pierluisi pueden borrar.
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