"Y entonces" es la sentencia que pudiese jugar diversas funciones: frase adverbial, conjunción o simplemente una pausa estilística. En el caso de la Rexach, ella, mas bien, pregunta.
"Y entonces" comienza a indagar, cuestionar lo que harán los amantes con la información recogida palabra por palabra, cuerpo a cuerpo, beso con beso. tacto con tacto, órgano frente a órgano.
"Y entonces" obliga a los amantes, bolerista, autor a que formulen una hipótesis, una conjetura; a diseñar un método que sirva para re-organizar datos, sensaciones, motivos, "lluvia de recuerdos".
"Y entonces", con el estudio que propone, permitirá que los amantes, el autor, los boleristas conozcan de otra forma, re-descubran, estudien los cuerpos, besos, caricias, erecciones, gemidos, temperaturas, palabras. Todos con su nuevo bolero podrán responder con certeza y evidencia al "qué harás cuando alguien sin querer me nombre".
- ¿Qué pasó, no sé decirle qué pasó?
- No mienta. Usted sabe de quién era el Porsche.
- No sé explicarle cómo fue.
- Claro que puede. Usted no es la culpable, pero no mienta.
- Fue una luz, creo, que nos iluminó. Se me olvida.....
- Usted tiene toda la información: nombres y apellidos, dónde se conocieron y bailaron, qué hicieron, cuándo, quién escribió qué, a quién iba dirigido cada bolero.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment