Sunday, November 29, 2015

COLONIZACIÓN Y PATERÍA

La colonización no se limita a la simple toma de tierras o imposición de códigos y procedimientos. Lo que experimentan los miembros de una colonia no lo sufren/viven por igual todos los miembros de la sociedad colonizada. Se multiplica el efecto colonizador entre aquellos que, dentro de la colonia o en la metrópolis colonizadora, viven en los márgenes del poder: mujeres, grupos minoritarios (raciales, lingüísticos), gays.

Una lesbiana que no está fuera del closet se refería a un grupo de jóvenes gays que asistieron a una reunión, como un grupo de “loquitas”*. El diminutivo delataba el desprecio que ella sentía por aquellos hombres; desprecio que también se encuentra entre hombres gays cuando hablan con tono despectivo, cargado de un señalamiento vulgar hacia las lesbianas, refiriéndose a ellas como “cachaperas”. Algo parecido se encuentra entre gays en Puerto Rico que no van a tal o cual bar porque no es de “su clase”, bares que para cualquier extranjero gay resultan ser tranquilos y nada peligrosos. La única razón para no ir es que a esos bares van los gays de clase trabajadora o de piel más obscurita.


Una vez esos grupos entran en un proceso de liberación, sus tratados y planteamientos abordan y cuestionan las relaciones entre la metrópolis colonizadora y la colonia, incluyendo cómo les afectan a estos grupos al margen del poder las dinámicas coloniales, y las estructuras que sirven para excluirlos de la participación completa en los vaivenes de la dada sociedad. Los miembros de estos grupos entran en un análisis múltiple de las relaciones; un análisis más complejo que si fuesen puros hombres heterosexuales blancos, descendientes directos de los colonizadores; un análisis que incluye el plano personal: cómo les afecta su forma de ver el mundo, su mundo inmediato y el de aquellos que los coloniza.

La alta tasa de suicidios entre jóvenes gays se puede explicar en términos de la patología donde el “self hate”, sublimado o abiertamente expresado, forma parte del sentido de identidad que tienen los mismos; y en situación colonial ese joven gay no sólo se enfrenta a su sexualidad, tiene que enfrentarse a las historias e imágenes distorsionadas que la metrópolis presenta sobre sus otras identidades de grupo.


La auto-estima o sentido de historia no se limita a lo sexual, está matizada por el proceso colonizador que vive el grupo al cual pertenece el homosexual colonizado. Tremenda tarea, a la que se enfrentan las lesbianas y hombres gays en la isla de los encantos, y en la diáspora, en la metrópolis.

*Dentro de los círculos LBGTTI palabras como loquita o cachapera cargan distintos significados dependiendo del entorno, gestos e intención del hablante. Unos de los logros de las comunidades LBGTTI ha side  hacer del lenguaje un instrumento de subversión, de transformación.

No comments: