En Montreal fue la segunda vez que me lo dijo, no directamente. Usó a un amigo -que no nombró- como referente, y yo traté de explicarle de la forma más sencilla y cortés lo qué significaba ser un hombre gay. Lo había invitado a él y su mujer, y en medio de una comida me dijo: "Tengo un amigo que es gay, y le dije que yo no lo rechazaba pero no lo aprobaba." No recuerdo haber oído las gracias por haberlo invitado.
Su mujer, siempre tan mercenaria y agresiva, no dijo nada. Nada dice, a menos que le trates de cuestionar su vida de "pariseo".*
Hoy, por fin compartí la foto y datos con algunos amigos: muestra la parte debajo de los testículos donde está la evidencia que sufro de un tipo de intersexualidad -algo que solo pocos sabían- para ayudar a educar a los que pueden ir más allá del "pariseo", y para dejar saber que, quizás alguien que usted conoce -o usted mismo- está ofendiendo cuando abre la boca y dice, si tiene valor, directamente o insinúa, si es un cobarde, que no "aprueba" su sexualidad. "Really!" No todo el mundo anda viviendo vidas en shopping malls y en el último bar de moda. Para muchos la vida no es un continuo "pariseo".
. *Pariseo, de la palabra inglesa "party", es como la chicquería llanita de San Juan le llama al irse de fiestas.
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