No hay conocimiento neutral, ya que cada hombre o mujer está frente a los hechos y en ese diálogo cada verdad es formulada. Ante esa idea y en oposición a la misma, un pequeño fascista (no tan abrupto como Trump, mas sutil, libidinoso y oportunista) cambió el nombre de un reconocido centro de estudios y la práctica en el mismo -hasta ese momento estuvo fundamentada en la idea anteriormente expuesta-, para llevar a los estudiantes (manipulados, haciendo creer que, por ser educación activa, era autónoma, critica, verificable) a formular ideas impuestas desde afuera, sin permitir las que ellos podìan descubrir.
"Gadamer propuso que la praxis implica lidiar con sujetos humanos a los que hay que interpretar y guiar, más que tratar con hechos externos al sujeto pensante que éste debe explicar. Habermas sostiene que no sólo se trata de comprender el mundo, sino también de transformarlo y mantener una visión crítica de la ideología." (Torres 2013)
Lo más preocupante de la situación en aquel destruido centro fue el completo desprecio de las ideas de su fundadora, y que, fuera de dos o tres profesores, nadie se dio cuenta ni quiso aceptar lo que estaba ocurriendo; al punto que una decana de una escuela de pedagogía trajo a sus profesores para que vieran cómo funcionaba la educación activa. Obvio que la decana y otros nunca entendieron la diferencia entre el positivismo que guiaba al nuevo directorsito (activo o no) y las ideas y posturas teóricas y filosóficas de la fundadora.
Tuesday, March 1, 2016
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment