“Chance y escrache” aparecen continuamente en los diarios argentinos y uruguayos, y nadie protesta; son palabras consideradas completamente “correctas”, que sirven de asociación entre esa actitud hacia dichos anglicismos y lo que viven las personas que al igual que el chance y el escrache pasan por una transición lingüística.
El prejuicio y burla que proyecta la narradora del cuento “Pollito Chicken”, uso del sexo como instrumento para otorgar valor a una identidad, recoge lo que muchos puertorriqueños de la isla decían y sentían sobre los llamados “nuyoricans”, y sobre todos aquellos que por razones que iban de la pobreza a la discriminación, incluyendo el acoso y violencia contra los homosexuales en la isla, decidieron mudarse a la ciudad de Nueva York.
Para la época que el notorio cuento y otra joya de la burla estilizada, La Guagua Aérea, son publicadas, muchos “nuyoricans” se habían mudado a Puerto Rico, y los efectos de esa visión del puertorriqueño niuyorkino, su español, resultaron en una dinámica social-lingüística llena de fricción y mal-entendidos, vivida entre migrantes y residentes.
Con el tiempo, las raíces y costumbres comunes, adaptaciones mutuas, parentescos, las experiencias transformadoras que tuvieron la cantidad masiva de estudiantes de la isla que procedían de las clases medias, y que por primera vez asistieron a universidades estadounidenses; el aumento de colegios privados bilingües; la comercialización del inglés: restaurantes con menus monoligües, cable tv, internet; y la aceptación de anglicismos dentro del español universal y académico, diluyeron las diferencias, fue cuestión de darle un chance.
Con el tiempo, las raíces y costumbres comunes, adaptaciones mutuas, parentescos, las experiencias transformadoras que tuvieron la cantidad masiva de estudiantes de la isla que procedían de las clases medias, y que por primera vez asistieron a universidades estadounidenses; el aumento de colegios privados bilingües; la comercialización del inglés: restaurantes con menus monoligües, cable tv, internet; y la aceptación de anglicismos dentro del español universal y académico, diluyeron las diferencias, fue cuestión de darle un chance.
No comments:
Post a Comment