CONVERSANDO CON CAVAFIS Y BENEDETTI EN CAMINO A VALPARAISO
El camarote estaba alumbrado por la puesta de sol. A la hora de los rosarios y las vísperas gregorianas llegaba la violencia, el alcoholismo, el terror. Décadas más tarde, Benedetti y Cavafis entraron, despojaron la historia. La luz de la tarde no trajo la explosión, comenzó otra vida. Las memorias eran poesía, dejaron de doler.
EL FAVOR DE ALEJANDRO POR CAVAFIS Y SU ANCIANO LECTOR
Eras Alejandro. Podías perder. Ensalzado, deificado en Delfos. Deseado por Balas, su debilidad. Joven, guapo, guerrero, poderoso, Antioquía era tuya.
Sin imperios ni glorias, el anciano lector, enamorado, pierde un poco, algo queda: su amor, su odio. Con la vejez a cuestas se consuela, se entrega y no pierde, se pierde con el autor y los héroes en el poema.
DOS CIELOS: BENEDETTI. Y TÚ SIN NINGUNO
Los ojos blancos "tiernos y del sur" de los muertos en Dos Cielos, por Benedetti, no son los tuyos en un bar de Santurce, cazando como una rata tras un pedazo de queso, "insomnes en su sábana". La astucia desenfocada, desenfrenada, antes de tu cuerpo partir, mucho antes, te llevó a la muerte. Los ojos blancos confirman "con sus revelaciones que no cesan/ y que presumo no van a cesar" de dejarte saber que estás muerto.
"No obstante en la rendija/ inútil del pasado" el recuerdo de otros hombres ajenos aparecerán como "pájaros que desmienten el olvido".
VUELVE CAVAFIS
Cavafis entró al camarote: el viaje al Sur de Benedetti no fue en vano. Su compañía alivió el vacío que deja la partida. Regó el éxtasis por todo el cuerpo -la piel recuerda-, las sábanas blancas, marcó su terreno con manchas amarillentas secas, el gemido de un hombre, dos.
Constatin Cavafis sugiere en su poema "Vuelve" que los amantes no se repiten; los amores vuelven. Se vienen.
Monday, February 20, 2017
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