La muy bien vestida joven, acicalada, maquillada, cara algo blanqueada que no cuadraba con el color marrón de sus manos, caminaba sus emociones en un trago; se movía por los alrededores de la Placita de Mercado de Santurce como si estuviese dentro de una copa de cristal.
Trago en mano, desafiante, tuteaba sin miramientos ni criterios claros en cómo y con quién se trata hasta que le tocó moverse a planos más complejos sobre expresiones y proyecciones. Respondió a la pregunta sobre Gould y su interpretación de Las Variaciones Goldberg con una sonrisa que bordeaba en una mueca. No dijo nada porque nada podía o puede decir sobre variaciones o movimientos más allá de los llanos superficiales de la corteza de su cerebro.
Abandonó el grupo sin excusarse. Caminó con soltura, garbo y muy poca elasticidad muscular, alzó la copa para denotar elegancia, se acercó a otro coctelero igual de llanito y altanero. Hablaron sobre el último bar de moda en Santurce.
La joven se movía y diluía como si fuese un coctel con sombrillita.
Sunday, February 19, 2017
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