Cenizas encontró, cuentan, cantan. Que fue Julita Ross la que sugirió que eran éstas, las cenizas, lo que solo quedaban. Chago Alvarado entona una disculpa; no fue el protagonista la causa del fuego, ni el que tampoco dejó que el amor se apagara; que se redujera a cenizas.
Que ella y que “ha vuelto a verme para que yo sepa’, sufriera con sus “desventuras”, a la vez que trató con una suave melodía, "remover las ruinas que tú mismo hiciste”. Ella prendió el fuego. Él no quiso; “que de un cariño muerto no existe rencor”.
En su Veracruz natal, María Antonia del Carmen Peregrino Álvarez contaba una historia muy similar; protagonistas distintos; otros entornos, mas las causas y decisiones eran las mismas. Los amantes, boleristas, en voz de la Tellado seguían el camino de Montevideo a Punta sin poder recordar si en el hospital estuvo internado él o si fue ella; si fueron Javier Solís, o María Marta Serra Lima, Los Panchos, Xiomara Alfaro o Javier Caumont, los que testificaron sobre el fuego, las cenizas, el accidente, el Porsche destruido.
En su Veracruz natal, María Antonia del Carmen Peregrino Álvarez contaba una historia muy similar; protagonistas distintos; otros entornos, mas las causas y decisiones eran las mismas. Los amantes, boleristas, en voz de la Tellado seguían el camino de Montevideo a Punta sin poder recordar si en el hospital estuvo internado él o si fue ella; si fueron Javier Solís, o María Marta Serra Lima, Los Panchos, Xiomara Alfaro o Javier Caumont, los que testificaron sobre el fuego, las cenizas, el accidente, el Porsche destruido.
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