Wednesday, September 16, 2020

LA MUERTE DE UN POETA: MASAS FLUIDAS

Conocí al poeta Alfredo Villanueva hacia el 1974, era amigo (me ecantan las redundancias, son cíclicas) de mi amigo Ariel, y fuimos a su apartamento en Chelsea, cuando vivía con el pintor, y tomamos vinos y oímos a Phillip Glass. Luego con el pasar del tiempo nos volvió a juntar una conferencia sobre literatura puertorriqueña en NYU, acompañado él por la única profesora puertorriqueña de español en CUNY, que hablaba con acento argentino, para, finalmente, mi blog ponernos de frente, no por mucho tiempo: es muy difícil que un jíbaro algo anárquico, con tremenda fuerza identitaria formada en los cerros isleños, concuerde con un burgués boricua independentista formado en la losa sanjuanera, con gustos moldeados por su procedencia de clase. Su vida, muerte y obra literaria deben ser honradas; incluyendo el hecho de que fue un humano que pertenecía a una historia específica, con toda la substancia que conforman sus fluidas masas: la del poeta y la de su heterogéneo pueblo. 

No comments: