Sunday, June 10, 2018

A TODOS MIS AMIGOS DE LAS MUCHAS LOCURAS

Una de mis lectoras decidió enviarme información sobre programas que ayudan a los "enfermos mentales", sin yo pedirlo. Concluí que fue un acto algo deliberado (los homosexuales caminamos sobre techos de cristal en nuestro diario vivir), y debido a que dicha lectora es parte del circuito de educadores bilingües de los niuyores, y yo ando delatando las contradicciones teóricas y filosóficas, hipocresías y oportunismos que rondan por la academia, pues, qué mejor que marcar (con el carimbo contemporáneo) a uno como "loco" o "cobarde" para no tener que bregar con lo dicho. Puede que fuese un mensaje más,.... aunque, ante el barrunto de tormenta, cito las palabras dichas en Borinquen: "En guerra avisada no muere gente" o "Al que le sirva la falda, que se la ponga". 

Que no es lo mismo ser excéntrico y atrevido, que tener problemas neurológicos que afectan la mente y comportamiento. Leo las cortas “biografías” (enviadas por la ex colega) que acompañan la invitación a unirme a un grupo vinculado a "enfermos mentales", y no me dicen mucho sobre qué es lo que afecta a esos jóvenes negros y latinos reseñados en la nota. Recuerdo a muchos artistas y escritores que han sido tildados de ser “enfermos mentales” para así no tener que ver o leer sus obras o enfrentar sus críticas. Durante la época de Hoover, acusaron a políticos de izquierda -entre ellos muchos independetistas puertorriqueños- y homosexuales de ser “enfermos mentales”, para poder encerrarlos en psiquiátricos. Que ya antes, los USA había justificado la colonización de Puerto Rico, describiendo a los puertorriqueños y sus descendientes como vagos, dóciles, negros intelectualmente inferiores. 


El uso de calificativos para destruir reputaciones de individuos y/u oprimir comunidades completas, justificar la esclavitud, opresión y colonización racial, de género y orientación sexual, clases es un tema muy común, extensamente cubierto en la literatura. Lea a Ruiz Ortiz, Fanon, Maldonado Denis, Freire, Morrison, de Burgos, Marqués y muchos más; vea ensayos anteriores sobre este tema publicados en este blog o busque en youtube videos sobre dominicanos y haitianos en Chile, que muestran cómo un gran sector de la población describe a las dos comunidades de inmigrantes en el país sudamericano, o cómo los españoles describen a los chilenos en la península o cómo los argentinos describen a los bolivianos o cómo los hombres describen a las mujeres. Al gran poeta puertorriqueño Matos Paoli lo enloquecieron en la prisión para luego poder justificar su encarcelamiento por ser independentista en PR, y a saber cuántos más, no tan conocidos como el poeta.
Hace alrededor de cuarenta años que empecé a sentirme desubicado socialmente y presionado por muchas fuerzas externas: la continua y muy sutil homofobia, racismo en CCNY (y lo mucho que tuve que tolerar), mis amigos cayendo como moscas por causa del sida, la percusión y arresto de conocidos por ser independentistas políticamente activos, y por mi propia personalidad, pues nunca fui el mejor modelo de buenos modales. Tuve la suerte de tener amigos, dos especialistas en asuntos "emocionales" y "psicológicos", quienes eran también excelentes críticos político-sociales; y, por suerte o por formación, poseía/poseo la capacidad, el buen juicio, para buscar ayuda más allá de la medicina tradicional, leer sobre lo que me aquejaba o me aqueje y usar la homeopatía como medicina, junto a la yoga y meditación, viajes, estudiar la cultura en sus sentido más amplio, si no, en aquel entonces hubiese caído en las garras de un siquiatra que me quería medicar y embrutecerme. Además, algo que mis amistades saben, treinta años más tarde, después de ser declarado vih-positivo, no he visto un médico tradicional ni tomado medicamentos. Fuera de un catarro cada tantos años, no me he enfermado. La medicina ortodoxa cura, pero también enferma y puede ser usada como instrumento para controlar y reprimir diferencias; incluyendo a los que no responden a los mores e idearios de los que controlan las escalas de valores y políticas públicas. 

Qué muchas lesbianas y hombres gay viven medicados para poder sobrevivir y cumplir con ciertas exigencias sociales, heteronormativas, raciales y económicas. Pagan un precio muy alto para "lucir" como la gente straight (no toda) quiere que ellos sean. 

Para cerrar este asunto, las palabras de la poeta trans argentina, Suzy Shock: "Que la normalidad sean otros", y las de una travesti afroamericana a un grupo de hombres gays-blancos-racistas-faux-bourgeoisie, que se burlaban de él en un bar del Village: "Don't fuck with mama, mama has a college degree". 

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