No es la página en blanco la que aterra a un escritor, aunque a ella se le adjudique culpa. Es el vacío que siente por dentro, que puede que tenga que ver menos con su deseo de escribir, y mucho con no atreverse a reconocer lo inútil que puede ser su cuerpo: “En el punto donde la soledad y el silencio/se cruzan como la noche y como el frío/esperé como quien espera en vano/tan nítido y preciso era el vacío...” (Sophia de Mello Breyner)
Friday, March 15, 2019
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