Dos: Sonrió, miró, tanteó con la vista, alzó los hombros, juzgó al hombre que tenía de frente; y concluyó que detrás de esa pose de temerario decidido a cualquier cosa, guerrillero entrega'o, confrontación e interrogatorio, se escondía un "te quiero", un "quiéreme por piedad yo te lo pido".
Uno: Molesto; soberbio -Esto no puede seguir así, no lo tolero. Somos dos hombres adultos, podemos hablar sin censura. ¿Qué te pasa?-.
Dos: -Nada.-
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