Se siente ahogada, dijo, que estaba a la merced de parientes en quien no confía, y que había estado llorando la noche anterior, empeorada su situación a los 86 años de edad, viviendo sola en un cerro en el centro de la isla, rodeada de bosques, sin la ayuda, por causa del virus. de las dos mujeres que contrataba para que la llevaran de compras y limpiraran su casa, añadiendo presiones y miedos a los que trae la edad, así que, todas las tardes se toma unas copitas de vino tinto, y entonces llora, desahoga.
Thursday, July 23, 2020
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