Thursday, April 9, 2015

25. Pecados. Montevideo a Punta: la versión de un bolero en voz de la Tellado

Disfrutar de un pecado nuevo en la sigilosa voz de Lucho Gatica despierta sospechas. Lo propuesto puede ser el comienzo de algo que explora las fronteras y trasciende el goce sencillo. Busca, propone, quizás, satisfacer algo más que el deseo de amar. Busca querer sin límites.

Tras la ansiedad de tener al amante, o a la amante, en sus brazos, entregarse por completo, recorrer todas y cada una de sus dormidas emociones, hacer temblar vellos, uñas, querer entrar en espacios prohibidos, desconocidos, encontrar placeres que no quisieran haber conocido, a decir que no, o a dejarse llevar por la rexachiana nave sin rumbo. se pueden esconder motivos que obligan a los amantes a dudar de las implicaciones, las intenciones de estrenar ese pecado nuevo.

- Perdón, si te falté; si no me atreví recorrer rumbos que me parecían perdidos; si no pude explorar lo que consideraba eran tentaciones, poderosos pecados para los cuales no estaba listo, nuevos retos carnales; si temí disfrutar de una lujuria escondida, reprimida, moralizada, disimulada; si no me atreví aceptar que ofrecer un pecado nuevo no tuvo el efecto que buscabas.

- No estabas listo para reconocer que antes, mucho antes del viaje, del accidente, fue contigo con quien aprendí a explorar nuestros cuerpos, distintas formas de amar, a despertar nuevas y mejores emociones; contigo aprendí a besar sin miedo, a reconocer las múltiples sensaciones, reacciones; aprendí a encontrar con los labios cada estímulo en la piel, saborear poro por poro, dedo por dedo, lágrima por lágrima, grito por grito; aprendí a entregar cada uno de mis órganos, a disfrutar de placeres sin límites.

- El Porsche no era tuyo. Desconfié, sentí miedo, no entendí, y no pude aceptar que antes del accidente, cuerpo con cuerpo, fuimos alumbrados por la luz del otro lado de la luna.

No fue Gatica el primero; ya antes, mucho antes, los amantes pecaron.

No comments: